La joven asiente con una sonrisa animada.
- En cualquier caso muy rica. Casi ha merecido la ascensión por agua para tomar esta infusión, señor.
Con respecto al extraño talismán, la joven asiente.
- Por lo que he podido descubrir a lo largo de los años dedicados a estudios teológicos, este tipo de fetiches o amuletos pueden ser, en ocasiones, útiles contra algunos tipos de muertos vivientes en concreto.- Tras otro sorbo añade.- Lástima que no disponga de fondos, sinó también adquiriría uno para mí. Toda ayuda es poco ante la adversidad.
A no ser que queráis hacer o decir algo mas...
Sir Héctor no, está indignado :P
Aquí no había mucho mas que hacer. Además,ya hora de regresar para descansar. Mañana debíais continuar con el viaje. Tras despediros, regresáis al barco donde os espera Bizco
¿Ya habéis terminado vuestros asuntos en el pueblo?- os pregunta- vuestras habitaciones están listas para que descanséis- añade.
Aunque no está nada cansada Bratza intenta suavizar la situación. - Acabamos nuestras bebidas y vamos en nada, Bizco.
- eso de viajar en barca no creo que sea mucho más rápido pero indudablemente és más descansado-
Al poco Bratza irá a descansar, tampoco es prudente en tierras extrañas demorarse demasiado.
- "Yo le tomo la palabra" - responde el paladín - "Es mejor que descansemos, ahora que aún podemos hacerlo con tranquilidad. Más adelante resultará bastante complicado. Hasta mañana, amigos".
Sir Héctor se despide y comienza a caminar con tranquilidad hacia su camarote.
Por mi podéis ir cuando queráis, Bratza- responde Bizco- solo os aviso de que tenéis las habitaciones preparadas, eso es todo. Partiremos mañana a primera hora, por otro lado.
Yo ya estoy listo para descansar. Entra en la habitación y sin perder tiempo se pone su "pijama" y se acuesta.
La joven asiente también.
- Yo también irá a los aposentos para descansar... o cuanto menos intentarlo, si durante los próximos días tenemos que encontrarnos asaltantes trasgoides, mejor estar descansados para poderles plantar cara.- Girándose para despedirse de sus compañeros, dice.- Que descanseís.
Sin añadir más la joven regresa a la embarcación para encontrar su reposo en su aposento.
Decidís que es hora de acostaros, y eso es lo que haceis. Vuestras habitaciones (dos habitaciones de tres camas) son algo pequeñas pero cómodas y cumplen a la perfección su cometido. Nada más tumbaros, caéis rendidos.
Hacedme tirada de escuchar por favor
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Escuchar
Resultado: 7(+3)=10
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: Escuchar
Resultado: 17(+5)=22
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: escuchar
Resultado: 8(+4)=12
La noche es tranquila, al menos eso esperábais. Un fuerte grito se oyó fuera del barco, despertándoos.
¡Tambaleantes!
Eberk se incorpora, recoge sus hachas de debajo del colchon y va a ver que ocurre. Es que no puedo uno ni dormir tranquilo?
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Escuchar
Resultado: 16(+2)=18
Algo azorada, se pone en pie rapida ante las voces de alarma, sin más la joven se pone en marchahacia la cubierta de la nave, tomando sus cananas repletas de pergaminos y la ballesta ligera con su pequeño carcaj de pivotes.
Avanza por los estrechos pasadizos de la nave para ascender pronto, aún con el sueño en los oídos.
tambaleantes? - El amuleto! Bratza busca exaltada el objeto recién adquirido, lo recoge junto con su arco y sale corriendo de la habitación.
- Por donde!?
Os levantáis con rapidez, y tras recoger vuestras armas, subís raudos hacia cubierta, lugar donde proviene el ruido. Allí os encontráis a varios de esos tambaleantes que han subido por la borda en el barco, con malas intenciones. Haciéndoles frente, se encuentra la tripulación de Bizco, así como el mismo.
Nos va a venir bien vuestra ayuda- os dice.
Antes de empezar: os comento que no lleváis armadura, dado que habéis subido rápido a cubiera. A no ser que queráis alguno ponérsela, continúo!
Algo de acción siempre viene bien!
El grito despierta a Sir Héctor al instante, y sin pensárselo ni un segundo, echa mano de su espada y su escudo y corre por el pasillo hacia la cubierta. La tensión del combate y frío aire nocturno lo despejan casi al momento.
- "Tambaleantes..." - está junto al capitán, escudriñando la oscuridad - "Muertos vivientes, ¿verdad?"
Por mí puedes continuar.