Partida Rol por web

Una vez finalizada la escaramuza con los lobos, el paladín retorna a su interrumpido descanso hasta que llega su turno de guardia. Se despereza cuando es avisado y asiente con la cabeza cuando su relevo se va a dormir. La vigilancia transcurre sin ningún otro altercado, mientras la noche va dejando paso a un nuevo amanecer. A la luz de las primeras horas, Arnold contempla las figuras inmóviles de sus compañeros y repasa lo acontecido en los últimos cuatro días. A pesar de los percances, las cenizas siguen a salvo y el grupo unido, aunque algunos hayan resultado heridos. 

Khelben ha recibido la peor parte en la última pelea, Luthien también ha sufrido por el esfuerzo realizado y las heridas mal curadas y él mismo no se siente repuesto del todo, con alguna que otra herida que no termina de cicatrizar del todo. Le gustaría poder curar a todos, pero su poder no es tan grande, así que elije a quien le parece que está en peores condiciones y utiliza su don de curación sobre él.

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Arnold despierta sobresaltado. ¿Otra vez? -piensa, al sentir su brazo sacudido por Fibbin- ¿Qué ocurrirá ahora?.

El sonido del cuerno de fondo se entremezcla con las explicaciones que da Eddi sobre la urgencia de la situación. El paladín se levanta tan rápido como puede y recoge sus cosas, listo para la marcha. No tiene nada entre sus posesiones lo suficientemente engorroso como para que deba dejarlo allí escondido.

- El cuerno aún suena lejano -responde a la idea de Wendel- Si tenéis algo de qué prescindir, tal vez debáis esperar a hacerlo más adelante.

Arnold monta sobre su corcel y lo espolea cuando vé que todo el mundo está listo.

- Si la situación es urgente deberíamos darnos prisa. Acerquémonos a Aldulume y cuando tengamos idea de qué está ocurriendo, tomemos la decisión más adecuada -les dice pensando en que las cenizas deben permanecer siempre a salvo- No podemos permitir, pase lo que pase, que las "especias" corran ningún peligro.

Una noche mas el guerrero se despierta en un sobresalto, esta vez por cuenta de Eddi.Somnoliento y sin entender muy bien lo que pasa a su alrededor observa el ajetreo de sus compañeros recogiendo sus cosas y llevandolas a los caballos rapidamente. 

Cuando ya esta algo mas despejado es cuando cae en la cuenta del sonido que llega desde la lejania. Khelben repara en las palabras del arquero que no auguran nada bueno. En ese momento se levanta y empieza a recoger sus cosas tan rapido como puede.

- Maese Wendel, no llevo mas que lo necesario e imprescindible para el camino, asi que no me desare de ninguna de mis pertenencias... dice Khelben ante las palabras de Wendel.

Dicho eso, el guerrero se monta rapidamente sobre su corcel y espera a que el resto de sus compañeros este listo para partir cuanto antes.

Arnold tiene razon, evaluemos la situacion y actuemos en consecuencia... dice el guerrero apremiando a sus compañeros para que se den prisa en recoger sus pertenencias.

La maga se despierta sobresaltada al ser alertada por sus compañeros, y al oir el cuerno de fondo se incorpora con gesto preocupado buscando con la mirada a Eddi, más este responde de inmediato a las dudas de sus compañeros.

Aldulume en peligro inminente.... maldita sea..- Piensa para sí la elfa.

Dolorida y cansada recoge sus pertrechos y se encamina hacia su montura, coloca la manta bien sujeta en la silla y se pone a rebuscar en las alforjas de su montura. Cuando encuentra lo que que quiere se gira hacia el resto del grupo.

- Aún tenemos tres pociones de las que recuperamos, si vamos a enfrascarnos en algún tipo de escaramuza lo mas prudente sería acudir en las mejores condiciones posibles, sobre todo aquellos que combatís en cuerpo a cuerpo- Les dice a la par que les tiende las pociones, mirando fijamente a Khelben, Wendel y Arnold.

Khelben azuza  su caballo para que emprenda la marcha sin perder tiempo, pero en ese momento Luthien habla sobre la reparticion de las pocimas de salud. El guerrero hecha mano a su mochila y la palpa fuertemente suspirando. Todavia tenia las dos pocimas con las que emprendio la aventura.

- A mi no me hacen falta mas pocimas Luthien... le dice sonriendo. Cuando crea oportuno hare buen uso de las que todavia tengo en mi poder.

Arnold escucha las sabias palabras de la maga.

- Tenéis razón, Luthien -las prisas han impedido que sea consciente de que no está en el mejor estado para presentar batalla- Pero guardad las vuestras para una próxima ocasión, que seguro que serán necesarias -continúa mientras echa mano a sus pertenencias y saca un pequeño botellín. Lo destapa, lo levanta como quien propone un brindis y se lo engulle de un trago.

El paladín nota inmediatamente el efecto reanimante de la poción y se siente como hacía días que no se sentía, casi a plenas facultades.

La elfa imita al paladín y cogiendo uno de los frascos lo levanta y se lo beb de casi un trago, sintiendo como la energía de la poción restablece las heridas y parte de su estado de salud. Pasados unos segundos, Luthien comprueba sus heridas y puede ver como están casi cerradas. Guarda el frasco vacío y se queda mirando a la mediana

El enano se ofusca ante la negativa de los demás a su idea y recoge sus pertenencias refunfuñando.

- Tenía pensado volver a buscarlas -murmura por lo bajo -tampoco tengo prisa por llegar...

Finalmente se monta sobre su caballo con todas sus pertenencias, extrae una pócima pequeña de salud, la toma y emprende el viaje junto a los demás.

Fibbin escucha preocupada las palabras de Eddi y de sus compañeros y empieza a recoger a toda velocidad para ponerse en marcha lo antes posible.

-Venga Wendel no te preocupes no les va a pasar nada a tus cosas y lo importante es llegar rápido a Aldulume y ayudar en todo lo que podamos-le dice al enano mientras se monta en su caballo y sigue a sus compañeros.

Todos recogen rápidamente sus pertenencias y se dirigen a sus monturas para partir hacia Aldulume cuanto antes ante la llamada de socorro del poblado.

El agotamiento ya es bastante palpable en el grupo, pues llevan demasiadas noches sin poder dormir como es debido  y eso hace mella en el estado anímico y físico de todos ellos.

Una vez sobre sus caballos, todos espolean al unisonó a los animales con la intención de correr lo más rápido posible. Pero pronto se dan cuenta de que sin la debida luz no pueden avanzar tan rápido como les gustaría ya que aunque no hay muchos obstáculos en el camino, las ramas bajas del estrecho pasillo formado por los arboles son un peligro para todos ellos.

Sin aminorar la marcha Luthien que está situada en último lugar ordena a sus compañeros que saquen las antorchas de sus mochilas, y aunque sorprendidos por la petición de la elfa nadie se opone a ella y le hacen caso. Entre galope y galope Luthien pronuncia unas palabras mágicas, agita rápidamente sus manos y en un momento dado cuando acaba de pronunciar la última palabra del hechizo hace un rápido circulo con la mano derecha e inmediatamente todas las antorchas prenden, iluminando así parcialmente el camino y dando la visibilidad al entorno de la que carecen hasta el momento.

Los portadores no aminoran la marcha de los caballos ni un instante, el tiempo apremia y todos saben que es de vital importancia llegar a Aldulume cuanto antes. Los compañeros se miran entre sí mientras galopan todos juntos con semblantes serios mientras atraviesan el frondoso bosque que le rodea. No saben que se encontraran cuando lleguen al poblado pero aun así no pierden la esperanza de que cuando lleguen este todo bajo el control del ejercito de Aldulume.  

Llegado a un punto del camino, Eddi que va en cabeza indica al grupo la proximidad de una bifurcación del camino y por consiguiente un recorrido aleatorio para llegar a Aldulume, por el cual llegarían antes ahorrándose así varias millas de galope.

Por aquí… Indica el arquero cuando llega a la bifurcación que había mencionado anteriormente. Todos le siguen ciegamente sin hacer ningún tipo de objeción y siguen galopando sin parar durante varias millas mas.

En un punto del camino, este se hace mas estrecho de lo habitual y obliga a los portadores  a colocarse en fila de a uno. Eddi que todavía sigue en cabeza empieza a tener dificultades con las ramas y salientes de los arboles aledaños al recorrido y en uno de los arboles se golpea con una rama desestabilizándose el y desestabilizando al caballo con la consiguiente caída de este.

Fibbin y Wendel se dan cuenta rápidamente del percance de Eddi y consiguen esquivar al caballo saltando sobre el, demostrando Wendel una gran maestria con el caballo. Por el contrario no tienen tanta suerte Khelben, Arnold y Luthien que sin darles tiempo a reaccionar tropiezan inevitablemente contra el caballo de Eddi y caen al suelo. El peor parado es el paladin que a causa del tropiezo, cae de morros contra el suelo y se rompe el tabique nasal por donde empieza a manarle abundante sangre manchando asi otra vez sus ropajes.

Nuevamente magullados y doloridos varios componentes del grupo se encuentran tirados en el suelo intentando reincorporarse y proseguir la marcha.

Eddi espolea fuertemente a su caballo… Heaaa!!!!   Heaaaaaa!!!!... grita enérgicamente mientras acompaña el cabalgar de su caballo con movimientos acompasados con este para mantener un buen galope.

La petición de la elfa extraña al arquero pero sin pensárselo dos veces hace lo que dice y extrae su antorcha. Poco después ve atonito como esta prende iluminando de esta manera los alrededores del grupo y dando una buena visibilidad del camino.

En la mente de Eddi esta fija una única visión. Su familia, todos y cada uno de los integrantes de su familia. Desea con todas sus fuerzas que no corran ningún tipo de peligro. Cuando partió hace 8 dias hacia Kajin su familia estaba intacta, orgullosa de el por el camino que iba a emprender. Ahora la incertidumbre del arquero por no saber en qué estado se encuentra su familia lo martiriza y hace que se tensen  todos y cada uno de sus músculos temiendo lo peor.

Heeaaaaaaa!!!! Heeeaaaaa!!!... exclama asiduamente el arquero mientras espolea fuertemente a su caballo con la intención de que este corra mas a cada galope.

En un punto del camino, Eddi recuerda claramente una bifurcación en el camino que  haría ahorrar al grupo unas cuantas millas de recorrido… Más adelante hay una bifurcación, llegaremos antes que por el camino que estamos siguiendo… hace saber el arquero a sus compañeros.

Cuando la bifurcación esta cerca, Eddi agudiza su vista y cuando la ve ordena a sus compañeros que le sigan… Por aquí!!!... exclama el elfo cambiando rapidamente su trayectoria.

Poco después y debido  a la velocidad a la que cabalgan, el arquero no se da cuenta de una rama situada a baja altura saliendo de un árbol y situándose justamente en medio del camino  golpeandose contra ella desestabilizando al caballo y haciendo que este caiga al suelo.

Todo lo que acontece a continuación pasa en milésimas de segundo y no da tiempo al arquero a ser consciente de ello.

Fibbin lleva a su caballo a galope, la preocupación por lo que pueda estar ocurriendo al pueblo de Eddi es muy grande y no quiere perder ni un minuto en llegar y ayudar a aquellas gentes. Pero el camino se hace más largo y complicado de lo que pensaba. Llegado un punto las raíces de un árbol hacen que Eddi y su montura se vayan al suelo. La joven mediana tiene los reflejos suficientes como para saltar por encima a la vez que grita a sus compañeros...¡CUIDADO!...pero a estos, salvo a Wendel, no les da tiempo a reaccionar y acaban tropezando y cayendo encima del elfo y de su caballo.

-Soooo-le dice la joven a su caballo y da la vuelta en ayuda de sus compañeros-¿Estáis bien?-pregunta mientras se baja y echa a correr hacia donde se encuentran los demás.-Eddi, Luthien, Arnold, Khelben responded por favor.

Llega al lugar del accidente y comienza a ayudarlos a salir del embrollo que se han hecho entre ellos.