Partida Rol por web

- ¡Espere, maese Wendel!

Con los sentidos abotargados aún por el sueño, el paladín tarda en tomar consciencia de lo que ocurre cuando asoma la cabeza por la puerta de su habitación al ser despertado por el griterío. Tras hacerse una idea de lo acontecido, decide seguir a toda prisa los pasos del enano y salir a la calle, en busca de algún movimiento sospechoso.

Con la larga espada en la mano y sintiendo en sus huesos el frío nocturno, a Arnold no le cuesta demasiado trabajo alcanzar al enano e imitar sus actos, escudriñando todos los rincones que encuentran a su paso.

En varios momentos, al joven guerrero le da la sensación de advertir algo, pero la oscuridad de la noche juega malas pasadas.

- ¡Maldita sea!- exclama el enano al darse cuenta de que le ha perdido la pista al extraño -¡Por las barbas de Darin que te rebanaré el pescuezo cuando dé contigo, bastardo inmundo! -grita al vacío agitando el puño al aire.

Desiste en su intento por seguirlo y se encamina de vuelta hacia la posada notando las piernas entumecidas por la caída desde la ventana.

Maldito intruso, creí poder seguirlo siguiendo sus propios pasos, pero un enano no está hecho para saltar desde esa altura, piensa malhumorado.

Una vez de vuelta a la posada se dirige a Fibbin.

- Te pido disculpas, compañera. No era mi intención tratarte con tal violencia -dice el enano cabizbajo en un inusual gesto de disculpa -No necesito hechizos curativos -comenta en dirección a Lúthien antes incluso de que esta se ofreciera -Será mejor que el resto de la noche permanezcamos en la misma habitación. Yo haré la siguiente guardia.

Amen, jefe, ya me he quedado con las dudas de si hacer tirada alguna o no.....

↲↲↲Rolea lo que haces desde que sales d la posada con tus compañeros en busca dl asaltante y haz la misma tirada que wendel.

Arnold husmea la noche y se dirige hacia todo aquello que le parece moverse, que en la mayoría de las ocasiones son sólo ratas en los callejones o incluso el bailoteo de sus propias sombras a la luz de los escasos faroles.

Contempla cómo el enano calma su furor amenazando al aire con el puño, mientras él echa sus últimos vistazos. El enano desiste y vuelve apresurado a la posada mientras Arnold hace lo propio, a paso más calmado.

Lo suficiente para reflexionar sobre cómo es posible que el misteriosos encapuchado haya ido directo a la habitación de la portadora. ¿Qué habremos hecho mal? -se pregunta- ¿Dónde habremos sido indiscretos? -y recuerda entonces la lección que les dio el Obispo antes de partir.

Está claro que el enemigo tiene más ojos y oídos de los que creíamos -concluye, algo preocupado.

Los gritos y el ruido alertan a la elfa, que se levanta de la cama aún aturdida por el brusco despertar. De inmediato, sale al pasillo y sigue a Arnold y al enano tras la pista del misterioso asaltante, pero éste, mucho mas ducho que ellos consigue despistarlos sin mucho esfuerzo.

Por las calles y en la oscuridad reinante, resuena la voz del enano gritando amenazas esperando que el ladrón las escuchara, y la elfa estaba convencida de que así era, que en algún rincón, el ladrón les estaba observando en silencio. Luthien aguardo unos minutos  en las afueras de la posada, esperó a que Arnold entrara y pasó tras él.

- No me gustaría ser ese ladrón si maese Wendel llegara a agarrarlo- le susurró al clérigo, tratando de sacarle una sonrisa mientras se reunían con el resto del grupo.

Khelben no da crédito a lo que escucha por parte de Eddi y Fibbin al enterarse de que han logrado entrar en la habitación sin advertir nada...

-El enemigo es mejor de lo que pensaba -Piensa mientras ve como van llegando el resto de los integrantes del grupo.

Una vez más el guerrero se asombra al ver como se lanza el enano por la ventana después de zarandear a la mediana para preguntarle por lo ocurrido.

Arnold sale a la calle también para ver si pueden seguir alguna pista, cuando regresan sin noticias el guerrero les habla...

-Señores. Lo que ahora no necesitamos es perder la calma y actuar antes de pensar. Lo principal aún está en nuestras manos (refiriéndose a las cenizas). Intentemos no darle más oportunidades al enemigo. De ahora en adelante creo que deberíamos pensar mejor donde pernoctar. -Les comenta al grupo intentando que se calmen y empiecen a centrarse un poco.

-Tenemos mucho que discutir. Hagámoslo aquí... -Dice señalando la puerta abierta de la habitación de Fibbin. -A ver si por casualidad a nuestro "visitante" se le ha caido algo o ha dejado algo que nos pueda dar alguna pista y de paso organizamos la ruta para continuar nuestra misión. ¿Qué os parece? -Pregunta el guerrero invitándolos a entrar.

Me parece bien entremos en la habitación y tranquilicemonos, que no hemos perdido nada.
Eddi intentaba tranqulizar el ambiente pero todo habia ocurrido en su turno de guardia y estaba moralmente tocado aunque no lo demostrara a sus compañeros
No valgo ni para vigilar, por mi culpa un poco mas y perdemos las cenizas no se si estoy preparado para esta misión
El arquero estaba sumido en sus pensamientos y era incapaz casi de reaccionar ante lo sucedido.
Entremos ya que la gente mira mucho desde las otras habitaciones.

Arnold sonríe por la broma de Luthien. -Es una verdadera lástima que no hayamos podido comprobarlo -le contesta.

El paladín y la maga entran de nuevo en la posada y suben las escaleras hasta reunirse con sus compañeros, que entran en la habitación de Fibbin.

- Una de dos, -les dice una vez dentro- o hemos sido víctimas de un intento de robo casual de algún ladronzuelo local, o nuestra presencia no pasa tan inadvertida como pudiéramos creer.

¿Cómo es posible que el enemigo sepa de nuestra ubicación y de la habitación donde se encuentran las especias? ¿Cómo no picó en el cebo de las especias falsas que porta el enano? -se pregunta Arnold mirando a los demás, por si alguien tiene alguna opinión al respecto.

- De cualquier modo, es todavía noche cerrada. No estimo prudente salir de aquí hasta el amanecer y mejor será que lo hagamos descansados. Deberíamos redoblar la vigilancia y estar pendientes de esa ventana. Pero no es necesario que lo hagamos todos, podemos proseguir con los turnos de guardia.

Arnold se acerca a mirar por la ventana y, mientras lo hace, observa los sitios por donde pasa, por si realmente el intruso perdió algo antes de huir.

Despues de la intrusion de aquel desconocido en la habitacion de Fibbin mientras esta dormia sola y placidamente, el grupo se pone en marcha raudo para intentar dar con el asaltante por entre las callejuelas de el pueblo, pero entre la oscuridad que arropa la noche y la rapidez de este para escabullirse al ser descubierto, hace que los esfuerzos de los aventureros no den ningun tipo de resultado.

Volveis a la posada y en general, os encontrais algo confusos por lo sucedido.Eddi, es el que mas bajo de moral se encuentra en estos momentos, dado que todo sucedio mientras hacia su guardia y la sensacion de no haber hecho bien su trabajo y de culpabilidad que siente hace que su autoestima este por los suelos, pero sus compañeros hacen lo posible para intentar animarlo, aunque sin tener mucho exito en el intento.

Una vez todos reunidos en la habitacion de Fibbin, empiezan a buscar alguna pista de quien o que habia entrado alli, hacia escasos minutos...

Una vez están todos en la habitación, la elfa se percata del desánimo que reina en el arquero y se acerca hacia él para tratar de animarle.

- Eddi, no os preocupéis pues no ha habido un mal mayor, podría habernos pasado a cualquiera. No veais esto como un fallo, sino como una oportunidad de mejorar.- Le dice con una amplia sonrisa en el rostro. Tras eso, le regala un suave beso en su frente y se gira para buscar algo en la habitación que pudiera haber dejado el asaltante, como bien ha apuntado Khelben, así, Luthien se agacha en un rincón de la habitación y comienza a escrutar con atención toda la sala.

Entran en la habitación y Fibbin intenta animar a Eddi para que no se sienta mal.

-Eh, vamos Eddi-le dice mientras le da unos golpecitos en el brazo-era imposible saber que iban a intentar entrar por la ventana...lo mio es peor que estaba tan dormida que solo me enteré porque tropezó...menuda portadora que soy.

Entonces se da cuenta de que Arnold y Luthien están intentando encontrar alguna pista y ella decide ayudarle. Pero no encuentra nada en cambio ve un movimiento extraño en la elfa y le pregunta.

-¿Encontraste algo? ¿Qué es?

Wendel se sume en un profundo silencio mientras permanece de brazos cruzados con el ceño fruncido y la mirada perdida.

Teníamos que haber previsto este contratiempo. No volveré a cometer este error. A partir de ahora no perderé de vista a Fibbin. Parece que el viaje será más complicado a partir de ahora, piensa el enano.

Mientras los demás buscan, Wendel sigue sumido en sus propios pensamientos.

- Es inútil buscar nada. Nos enfrentamos a un rival de nivel, no creo que haya tenido un descuido como para...

El enano detiene sus palabras al observar cómo Lúthien parece encontrar algo. Gruñe, se mesa la barba y arruga más la frente cuando esto sucede.

Eddi veía como sus compañeros le intentaban animar pero sin éxito.
Tengo que mejorar esto no puede pasarme de nuevo, espero que mis compañeros no pierdan la confianza en mi
El arquero observo como lúthien encontró algo y con gran expectación se acerco para ver de que se trataba.
Wendel si nos enfrentáramos a un rival de nivel creo que ya no tendriamos las especies pienso que puede ser casualidad
o eso quería pensar
De todas formas deberíamos duplicar las guardias uno en la ventana y otro en el pasillo yo are otra doble guardia si es necesario

-Eddi, no os culpéis de nada. Somos un grupo y el fallo de uno es el fallo de todos. Intentemos estar más alertas por si vuelve a ocurrir -Dice alentando a Eddi mientras le pone una mano sobre un hombro para animarlo.

Khelben atiende atento a las sabias palabras de Arnold mientras observa como el resto del grupo, a excepción del enano, buscan alguna pista que los pueda conducir al asaltante.

-Pienso que deberíamos preguntarle al posadero antes de partir... Sólo él sabe dónde ibamos a pasar la noche y en qué habitación. Por mi parte dudo que haya sido la casualidad de un simple ladronzuelo local. -Le comenta a Arnold.

-¿Qué han percibido tus sentidos élficos? -Le pregunta a Lúthien cuando ésta se percata de algo...

Desde la ventana, Arnold observa la calle sin notar nada extraño.

- Es indudable que el enemigo al que nos enfrentamos es de alto nivel. -tercia en la conversación entre Wendel y Eddi-  Sin duda sabe de la misión y prepara sus huestes para acabar con nosotros, pero no puede tener a sus esbirros apostados por todo Embelyon. Aún no es el dueño y señor de estas tierras. Si así fuese, no limitaría su ataque a una incursión furtiva de un solo individuo. No creo que el peligro sea inminente.

Escucha entonces las palabras de Khelben y asiente:

- Sí, estoy de acuerdo en que el posadero puede saber más de lo que parece. Cuando amanezca mantendremos una charla cordial con él.

Después, todos se giran hacia la elfa que parece haber hallado algo. Desde su posición, Arnold espera a que ésta se pronuncie.

Arnold y Fibbin empiezan a buscar por la habitacion alguna pista que pueda ayudarles a averiguar que o quien habia estado alli, pero sin exito.

Mientras varios de los compañeros mantienen una pequeña charla entre ellos, Luthien en su empeño por encontrar alguna pista sobre lo que ha podido deambular por la habitacion mientras Fibbin dormia, empieza a buscar entre los rincones de la habitacion, y no es hasta que fija su busqueda en las inmediaciones de la cama que no encuentra un pequeño jiron de tela con un extraño tacto.

Pero para mas sorpresa, al lado de el jiron habia, casi inperceptible a simple vista, la huella de lo que se supone era un pie, pero no era un pie humano, era mas bien una malformacion de pie con 3 largos dedos centrales y uno a modo de espolon detras.

Tras una exahustiva inspeccion de la habitacion, la elfa se percata de algún tipo de resto cerca de la cama, asi que con sumo cuidado se incorpora y recoge del suelo un jirón de ropa. Tras examinarlo unos momentos Luthien se Lo acerca a la cara para olerlo y casi de inmediato Lo aparta con un gesto repulsivo.

-Tened, un extraño resto de tela- dice a la par que se lo tiende a sus compañeros -Pero. Aguardad, fijaos que huella tan extraña- Comenta mientras señala al suelo.