Partida Rol por web

Las cenizas de Cedrick

- Escena 4: Hacia el desierto de Chun

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29/11/2011, 07:33
Arnold Greydove

Arnold hace un cálculo mental sobre la distancia que separa a los dos batallones de su posición. No puede estar seguro, pero parece que si se deciden a marchar inmediatamente hacia el norte, podrán tomar posiciones y esperar la llegada de las tropas de Willem. Cuando eso ocurra, espera no ser tomados por enemigos y poderse mezclar entre su ejército. Cada vez más convencido de que es la única escapatoria, apremia a sus compañeros a hacerlo.

- De acuerdo, entonces. -dice mirando al enano y a la mediana que ya han manifestado su opinión- Marchemos raudos hacia el norte, pero yo evitaría llegar hasta la primera fila del ejército y descabalgaría a una distancia prudencial, para esperar su llegada -mira ahora a Khelben esperando su opinión- No me gustaría ser recibido por una lluvia de flechas.

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29/11/2011, 09:02
Wendel Thornsteel

La cercanía de los ejércitos y las palabras de Arnold y Fibbin son suficientes para poner en movimiento a Wendel hacia el norte, donde el ejército aliado avanza. El enano habla hacia sus compañeros mientras se acercan.

- Por lo que sé de las guerras, los ejércitos suelen detenerse e instalarse antes de iniciar la batalla. A veces incluso establecen una negociación previa. Eso nos dará algo más de tiempo.

Aunque aquel comentario era generalmente cierto, el grupo lo entiende como un deseo del propio Wendel más que como una certeza.

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30/11/2011, 14:34
Khelben Black

-Maese Wendel. Esto no es una guerra normal... Está en juego el futuro de todo Embelyon. -Dice Khelben montado en su caballo mientras observa que ambos ejércitos ya han arrancado a la carrera para embestirse.

-Dudo que haya esa tregua antes de iniciar la batalla. Si nos acercamos al norte, lo que parece ser más prudente, no hará otra cosa que alargar el triunfo del mal sobre Embelyon. Las tropas de Sadlark conocen la profecía, conocen nuestra misión... Saben que si no ha pasado nadie detrás de ellos los portadores estarán delante de ellos. Tarde o temprano nos encontrarán y me temo que no podremos hacer entonces nada. -Comenta para todo el grupo.

-Mi propuesta es ir a uno de los dos flancos del ejército que queráis justo en el choque... Entonces deberemos rodear al ejercito del mal para situarnos detrás de sus filas y continuar nuestra sagrada misión. Es arriesgado, pero unirse a las fuerzas del bien no garantizará el éxito de nuestra misión. -Les dice el guerrero seriamente.

-Pensad, mis queridos amigos, que si esta misión no hubiese requerido llevarla en anonimato desde un principio hubiesemos marchado con los ejércitos del bien y los pueblos libres hasta llegar aquí junto a Telsur en Willem. ¿Vamos a estropearlo ahora? -Pregunta a sus compañeros mientras estudia cual es la distancia menor de los dos flancos.

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30/11/2011, 15:49
Arnold Greydove

- Mi buen Khelben -le comenta el paladín ya montado también sobre su caballo, después de que el guerrero les dé su parecer- no creo entonces que nos hayamos entendido. Cuando hablamos de retirarnos hacia el norte, no es para unirnos al ejército con la intención de combatir, si no de buscar resguardo. Es una forma de no quedar aquí atrapados y convertirnos en las primeras víctimas de este choque. 

Estoy de acuerdo con vos, en acercarnos al flanco. Desde allí tendremos las mejores opciones de encontrar el momento adecuado para poder rodear el enfrentamiento y sobrepasar las lineas de Sadlark.

Arnold mira al guerrero, a ver si tiene algo más que añadir. De no ser así, espoleará a su montura y seguirá al galope al enano, buscando acercarse al flanco más cercano del ejército de Willem.

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30/11/2011, 16:12
Wendel Thornsteel

Notas de juego

No es por ser aguafiestas pero esto lo ha escrito el máster:

Sorprendentemente y desde el punto en el que se encuentran los portadores. Pueden observar como los extremos de ambas columnas se acercan cada vez más la una a la otra, cerrando asi una posible escapatoria por los flancos y dejándolos en medio de la batalla.

Me temo que la opción de los flancos queda descartada :)

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30/11/2011, 16:26
Arnold Greydove

Notas de juego

Ya, igual me estoy expresando mal. No quiero decir que podamos escaparnos ahora por los flancos, si no que nos acerquemos al ejército del norte pero hacia uno de sus lados, no al centro del batallón. Una vez comience la batalla es posible que desde ahí tengamos más posibilidades para escurrir el bulto. :)

EDITO. Te cagas con mi dominio del PAint XD

Los de rojo son los del norte, los de verde los malos y los de azul nosotros, que nos vamos para un lado en vez de para el medio. Y lo negro, pues eso, que no hay escapatoria por los flancos :)

 

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30/11/2011, 17:11

Notas de juego

Tened en cuenta que en los flancos hay el mismo grueso de soldados que en el medio xDDDDD. Lo digo por si pensais que por ellos hay menos numero de enemigos.

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30/11/2011, 17:13
Wendel Thornsteel

Notas de juego

¡Que risas de gráfico Arnold! xD Por un momento creí estar allí, entre los dos ejércitos :)

Bueno, queda entendido entonces. Por mi vale, es decir, por Wendel vale

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30/11/2011, 17:14
Wendel Thornsteel

Notas de juego

Tened en cuenta que en los flancos hay el mismo grueso de soldados que en el medio xDDDDD. Lo digo por si pensais que por ellos hay menos numero de enemigos.

Si, pero a lo largo de una batalla, supongo que los ejércitos tienden a juntarse en el centro a medida que van sufriendo bajas para hacerse más fuertes...

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30/11/2011, 17:19

Notas de juego

Si, tienes razon ;)

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30/11/2011, 20:19
Khelben Black

Khelben pide disculpas a Arnold por no haberlo interpretado correctamente y le sigue espoleando su caballo para seguir a Wendel que ya está a varios metros por delante.

-Creo que hablábamos de lo mismo pero no os supe interpretar, Arnold. Marchemos a toda prisa. No hay tiempo que perder -Le comenta el guerrero al paladín.

Notas de juego

Yo también estoy de acuerdo. Estando en un flanco sólo tienes tropas hacia un lado. Estando en el centro tienes tropas a ambos lados (siendo más complicada la evasión).

Arnold... lo del dominio del paint... sin comentarios. Lo importante es que se entienda y se entiende perfectamente ;)

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30/11/2011, 21:43
Lúthien Alcarin

La elfa poco avezada en estrategias, escaramuzas y batallas haceun leve encogimiento de hombros aceptando que lo propuesto por los guerreros era la mejor opcion. Asi que se da la vuelta para recoger sus cosas cuanto antes y una vez lista se queda de pie esperando al resto de la compañia.

- Bien, marchermos entonces, esta batalla no esperará a que nos vayamos para empezar- dice señalando a las tropas de Sadlark que gritaban ansiosas.

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01/12/2011, 00:20
Fibbin Casaverde

Fibbin asiente hacia la propuesta de sus compañeros y comienza a seguirlos en dirección a las tropas de Embelyon.

Espero que al vernos llegar no nos tomen por enemigos...sino tendríamos muchos problemas-dice la mediana pensando en las posibles consecuencias si aquello no sale bien.

Si realmente somos los portadores, la paz de todo Embelyon está sobre nosotros...no podemos cometer el más mínimo error asi que espero que Télsur se acuerde de quienes somos.

La preocupación ante la inminente batalla se refleja en su cara. Jamás había asistido a algo asi y una lucha de tal magnitud se cree que se le hace grande.

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01/12/2011, 15:11

Ante la terrible visión de los dos ejércitos acercándose al grupo a una velocidad vertiginosa, el grupo emprende rápido la marcha hacia uno de los flancos esperando encontrar por allí un lugar por el que poder escabullirse y atravesar las filas enemigas con éxito.

Espoleando fuertemente a sus monturas, todos y cada uno de los miembros del grupo intentan avanzar lo más rápido posible. La arena del desierto dificulta en gran medida el avance de los caballos que haciendo un descomunal esfuerzo, consiguen galopar a un buen ritmo.

El cielo se ha vuelto completamente oscuro con algunas pinceladas de color rojizo. Eso es un hecho que no hace presagiar nada bueno. El pulso de los portadores se acelera por momentos. Los caballos no cesan en su carrera y siguen avanzando a buen ritmo a petición de sus jinetes.

Los portadores ven desmoralizados como el flanco hacia el que se dirigen ya se ha cerrado completamente dando paso a una feroz batalla entre las fuerzas del mal y las del bien. Las columnas han chocado irremediablemente mucho antes de la llegada de los portadores dificultando en gran medida el atravesarlas. Cada vez las columnas de soldados se van cerrando más y más construyendo un considerable grueso de soldados para poder traspasar las filas pasando desapercibidos.

Conforme se van acercando a la batalla los sonidos de la misma se hacen audibles. Esto eriza el bello de los jinetes y pone sus sentidos al 100%. Saben que la hora de entrar en combate se acerca y esta vez será una batalla a vida o muerte.

Los compañeros se miran unos a otros, en sus rostros se dibuja el vivo reflejo de la incertidumbre y la valentía. Contra mas se acercan a la batalla más espolean a sus caballos.

Ahora el sonido de la batalla es ensordecedor. El griterío de ambos bandos mezclado con el choque de los aceros y los gemidos de la muerte hace estremecer a los portadores que ya sin opciones de dar marcha a tras están a punto de verse inmersos de lleno en la batalla. Esto les pilla de improvisto ya que esperaban llegar a la zona aliada mucho antes.

Al final ocurre lo inevitable, el grupo se ve inmerso y envuelto por la batalla. Ahora están entre los dos bandos. No les queda más remedio que luchar e intentar abrirse paso a través de sus enemigos. Sus monturas ante tal ajetreo se ponen nerviosas, relinchan, se mueven nerviosamente y alzan su cuerpo empujados por las fuertes patas traseras sosteniéndose asi a dos patas mientras patalean al aire con las de delante.

Ante dicho comportamiento de los caballos, los portadores no pueden optar mas que por desmontar sus caballos y luchar a pie.

El escenario es dantesco, cuerpos mutilados, hombres y bestias del infierno mal heridos en el suelo, una feroz batalla a muerte y un nauseabundo olor a sangre es en lo que se ven envueltos en pocos segundos. Los ataques hacia el grupo no tardan en aparecer por parte del enemigo. Inexplicablemente las fuerzas de Embelyon no arremeten contra ellos.

El grupo intenta avanzar a medida que van luchando por su vida. Khelben, Arnold y Wendel luchan como fieros guerreros cuerpo a cuerpo asestando fuertes golpes y tajos a sus adversarios. Incluso se permiten ayudar a varios soldados a punto de morir a manos del enemigo.

Fibbin guarda su arco y alza su espada larga para empezar también a luchar cuerpo a cuerpo junto a sus compañeros mientras Luthien intenta retener el enemigo mediante hechizos mágicos. Pero todos los esfuerzos por estos parecen ser en vano, pues el enemigo es visiblemente más fuerte de lo esperado. Los portadores poco a poco empiezan a recibir las heridas de los feroces ataques a los que son sometidos. Parece que su viaje esta llegando a su fin. Ninguno pierde de vista a sus compañeros mientras luchan por sus vidas.

En un momento de la batalla y cuando todo parecía estar perdido algo desde el norte se acerca a gran velocidad desde el cielo. Un característico sonido proviene de el, todos lo reconocen, dos noches antes habían escuchado ese mismo sonido.

Asi es, los portadores miran hacia el cielo. Allí aparece una gran bandada de grifos, en cabeza el mismo al que noches atrás le salvaron la vida.

El grifo no tardo en localizar a los portadores y haciendo un gesto con su cabeza y alas dio una orden a varios de sus compañeros. Estos empezaron a descender rápidamente y en picado. No tardaron en alcanzar al grupo. Mientras varios grifos entraban en batalla en los alrededores de los portadores, otros cogían a estos con sus patas y los elevaban al cielo en dirección al sur.

No podían creer lo que estaba ocurriendo. El animal al que salvaron la vida hacia dos noches, ahora les acababa de salvar a ellos también de una muerte segura. Sin darse cuenta, estaban sostenidos en el aire por unas fuertes y gruesas patas que a una altura considerable se abren para dejar caer al vacío a los portadores. No pueden creer que estén cayendo al vacio después de haber sido salvados.

Tras unos segundos cayendo al vacio los grifos se posicionan bajo de cada uno de los portadores para que caigan sobre sus espaldas. Colocándolos de esa forma en una posición cómoda para el transporte.

Ahora parecen estar a salvo sobre aquellas majestuosas criaturas, viendo desde las alturas la batalla que bajo sus pies se está fraguando. Todos saben de la suerte que han corrido por haber podido salir de alli con vida, aunque todos han recibido sendas heridas en sus cuerpos. Los peores parados son Luthie, Khelben y Fibbin que a punto han estado de perder la vida de no se por la oportuna aparicion de los grifos.

Notas de juego

Utilizad este turno para narrad lo que piensa o siente vuestro pj.

 

La tirada que hicisteis de 2d20 era para saber los pv que perdiais en la batalla, y la cosa queda asi:

Khelben: 4/29

Luthien: 2/26

Wendel: 23/40

Fibbin: 8/30

Arnold: 12/38

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01/12/2011, 18:40
Wendel Thornsteel

Wendel no puede evitar un agradable cosquilleo cuando comprende que el combate es inevitable. Justo antes de que el ejército enemigo les alcance, Wendel se gira hacia sus compañeros y dice:

- Si he de morir, que sea por Embelyon... Si he de morir, que sea junto a mis amigos... -con el rostro tenso, contraído por la emoción mira uno a uno a Fibbin, Luthien, Arnold y Khelben -Y si he de morir ¡No será sin llevarme a unos cuantos de estos por delante!

El enano enrojece de ira y arremete contra varios contrincantes, derribándolos y ensañándose con sus cuerpos. La batalla se alarga, y aunque los enemigos van cayendo aquí y allá, enseguida son repuestos por más y más. Pronto el grupo comprende que no hay escapatoria posible a aquella masacre, y que tarde o temprano sus fuerzas desfallecerán. En un arrojo de valentía y tenacidad, ninguno se da por vencido, y a pesar de las múltiples heridas, continúan luchando juntos.

Wendel no deja de dirigir ofensivos improperios a cada enemigo que se le planta delante. De pronto, un potente graznido suena en el aire, y una bandada de grifos se dirigen hacia los portadores. El enano se mantiene ajeno a este hecho y continúa combatiendo. Al cabo de un instante, un par de poderosas garras lo amarran por la cintura. Wendel se revuelve enfurecido.

- ¡Dejadme! ¡Acabaré contigo, alfeñique descerebrado! -grita iracundo.

Aparentemente ajeno al hecho de que está siendo transportado en el aire, el enano continúa gritando y agitándose.

- ¡No te alejes cobarde entumecido! ¡Este enano te dará muerte como te vuelvas a presentar ante él! ¡Serás pasto de...! ¡Ooooh!

En ese instante parece darse cuenta de lo que ocurre y su cuerpo se relaja. Mira alrededor y comprueba complacido que todos sus compañeros vuelan con él.

- ¡Jajaja! ¡Oportunos pájaros de Pélor! ¡Estáis portando a los portadoreeeeeeeee...! -su frase se ve interrumpida por el hecho de que los grifos los sueltan en medio del vuelo.

Wendel no comprende lo que ocurre hasta que su cuerpo cae pesadamente sobre el lomo de una de aquellas criaturas. Desde aquel momento se mantiene en silencio, dejando que la barba se agitase con el viento mientras disfruta del viaje y de las extraordinarias vistas.

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01/12/2011, 22:32
Arnold Greydove

Resignado a involucrarse en la batalla que pretendían evitar, Arnold desmonta de un salto de su caballo, desenfunda el poderoso mandoble y lo sujeta ante sí, dispuesto pelear hasta que le falten las fuerzas.

​- ¡¡ Por Pelor !! -retumban sus palabras de guerra.

Poco a poco los miembros de la compañía se van posicionando y forman una temible escuadra que abate, uno tras otro, a cuantos enemigos se les ponen por delante. Con euforia desmedida producto de la adrenalina, el paladín grita en respuesta a las palabras de Wendel:

- ¡Nadie va a morir aquí, maese! ¡Nadie aparte de estas pestilentes criaturas! -momento en que aprovecha para partir en dos a uno de los combatientes de Sadlark, que arremete contra él- ¡Ánimo, amigos! ¡Unos pocos monstruos no son rival para nosotros! -el espadón de Arnold, rápidamente, rebana el cuello de otro de los enemigos.

Pero lo cierto es que los rivales son muchos y la pelea se prolonga demasiado, y algunos de ellos comienzan a recibir heridas de consideración. Muy a pesar del optimismo del joven defensor de Pelor, la suerte está echada y la misión, a punto de ser arruinada por completo.

. . .

Desde su nueva montura, Arnold contempla el fragor de la batalla que continúa muchos metros debajo de él. Agarrado al cuello del grifo, se están alejando de ella y de nuevo el horizonte se colma de la blanca arena del desierto. Dando gracias a Pelor por la afortunada intervención de las míticas aves, el paladín recupera sus pulsaciones con la mirada fija delante, esperando la visión de la cripta de Jhoannes.

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03/12/2011, 18:09
Lúthien Alcarin

A pesar de los denodados esfuerzos de los portadores el enfrentamiento con las fuerzas de Sadlark es inevitable y la compañia poco a poco se percata de su situación, sobre todo cuando se ven en mitad del fragor de la batalla. El enano y el paladín lideran le cabalgata irrumpiendo con ferocidad entre las malvadas tropas cobrándose un sangriento tributo de todos aquellos que se interponen en su camino, pero a pesar de su fiereza y habilidad la cantidad de enemigos frenan a los seis amigos obligándoles a desmontar. Con un agil salto los guerreros bajan de sus caballos y consiguen contener a las bestias a raya el tiempo suficiente para que la mediana y la elfa se preparen para el combate.

A pesar de la euforia inicial de los primeros minutos en el que el grupo parece llevar las de ganar, la esperanza comienza a desvanecerse poco a poco a la par que los portadores comienzan a sufrir heridas y golpes. En una de esas lides la maga nota como el frio de un acero se abre paso entre sus costillas dejándola sin resuello y obligándola a caer de rodillas observando resignada como un hobgoblin se prepara para darla el golpe degracia. De pronto el tiempo parece detenerse mientras ella permanece con la vista fija en los ojos de aquella sucia bestia esperando el final cuando un fuerte chillido surca el cielo y nota como de un fuerte tirón sus  pies se elevan del suelo. Incrédula observa la batalla alejarse bajo ella y cuando el grifo la suelta, la maga siente como todo se vuelve negro y pierde el conocimiento debido a la gravedad de sus heridas.

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04/12/2011, 11:57
Khelben Black

A toda velocidad el grupo se dirige a uno de los flancos pero por sorpresa para todos no llegan a tiempo y se ven involucrados en la batalla...

Siendo imposible continuar a lomos de sus monturas descabalgan y se reagrupan para luchar juntos por Embelyon.

Khelben se coloca cerca de la mediana y de la elfa para intentar protegerlas de las hordas terribles del mal. Los enemigos van cayendo pero las heridas en el cuerpo del guerrero van sumándose una tras otra.

-Son demasiados, son demasiados... -Murmulla el guerrero bastante maltrecho en el suelo defendiéndose como puede de una inevitable muerte. Khelben ya se cree desfallecido cuando nota su cuerpo elevarse por los aires. El viento golpea su rostro y su cuerpo herido evitando que pueda abrir los ojos.

-Os he fallado amigos, os he fallado -Piensa el guerrero justo antes de perder las consciencia a causa de tantas heridas.

Notas de juego

Estos días he estado bastante ocupado. Siento la tardanza.

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04/12/2011, 12:35
Fibbin Casaverde

El pánico se adueña de Fibbin cuando el caos de la batalla llega hasta su posición. Por un momento se bloquea, ve hacia todos lados pero sin mirar, nota los latidos del corazón como golpes secos y fuertes avisándole de que no le queda mucho tiempo de vida...Ya está, ya has vivido tu aventura y este es el fin. Pero ya de acabar asi, hazlo bien...oye a su conciencia incitándola a pelear. Como si se despertase de un sueño, la mediana reacciona justo a tiempo sacando su espada y se dispone a pelear aunque sea por el último suspiro de su vida.

La lucha es realmente una batalla contra el tiempo, el enemigo es más numeroso y salir de alli vivos sería un milagro. En varias ocasiones Fibbin nota el frio metal atravesándole la piel, cuando ya no puede más mira a su alrededor buscando a sus compañeros para despedirse de ellos y aceptar su muerte inminente. Pero en vez de eso lo que ve es a un grifo descender rápidamente hacia ellos, nota como unas garras la etrapan y la elevan, por un momento cree que va a perder el conocimiento pero al segundo ya está a lomos del grifo. La mediana apoya su cabeza sobre el animal, le acaricia su plumaje y le susurra un débil...Gracias...

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11/12/2011, 12:49

 

El viento golpeaba el rostro de los portadores mientras permanecían en equilibrio sobre los lomos de aquellos grifos. Una mirada hacia el abajo hacia temer lo peor, pues durante un largo rato, lo único que se veía a nivel del suelo, eran grandes formaciones de soldados enemigos en dirección hacia el norte, justo donde se estaba librando la gran batalla.

Los portadores seguían surcando el cielo en dirección a la cripta de Jhoannes. Varias horas de viaje después de haber sido extraídos del fragor de la batalla, Arnold da la voz… ¡¡¡ Alli!!!... ¡¡¡ Mirad!!! ¡¡¡ Aquello debe ser la cripta!!!... dice señalando unas pequeñas ruinas en el horizonte.

No estaba equivocado. Aquel lugar era donde debían adentrarse para dejar las cenizas del cardenal. Un cumulo de sentimientos se apodera en ese momento de todo el grupo. Todo el camino que habían recorrido, todo lo sufrido hasta entonces, había valido la pena y estaba dando su fruto. Estaban a punto de hacer realidad la profecía.

Los grifos empiezan a descender a gran velocidad hacia el lugar donde se encuentran las ruinas de la cripta hasta llegar a ellas.

Una vez en tierra firme, uno de los grifos se sitúa frente a vosotros y haciendo un gesto con su cuerpo y cabeza, se despide del grupo y alza el vuelo. El resto de grifos hace lo mismo, desapareciendo rápidamente de la vista de los portadores.

No se lo podían creer, habían conseguido llegar a la cripta. La estructura  estaba en ruinas y la mayor parte de la entrada a la cripta estaba oculta por una gruesa capa de arena. Como pudieron, se abrieron paso a través de la arena hasta conseguir entrar en la cripta. Una vez dentro, un entresijo de oscuros pasillos les esperaban para llegar a la cámara donde debían dejar las cenizas.

Antorcha en mano, los portadores no tardaron en ponerse en marcha a través de los oscuros y fríos túneles de la cripta. No saben realmente el camino a seguir, asi que dejan que la intuición y el sentido de la orientación de Fibbin les guie. Finalmente y después de varias horas de camino, el grupo consigue llegar a una enorme puerta de piedra. Cerrada a cal y canto. Todos están seguros de que tras esa puerta se encuentra el lugar donde deben depositar las cenizas.

Hora solo tienen que conseguir encontrar la forma de abrir la puerta.

Notas de juego

Si no pasa nada, el martes nuevo post.