Partida Rol por web

Paulov no se movió de su asiento, aun estaba intentado digerir las palabras de su compañero y descubrir si el también había tomado algo durante el largo y duro día, para tener una lengua tan suelta.

Pero por suerte su viejo amigo, una vez mas saco su lengua a pasear al soltar una retahíla de razones que por trilladas que fueran bien podría ablandar la piedra mas dura, -¡Así se hace Will! -Al menos así pensaba el farmacéutico que seguía sentado, esperando la aprovisiona del inspector, por supuesto, para evitar tener que ir a la boca del lobo, con abrazos y preguntas tontas. -Estúpida caperucita.

Martin mira al hombre y suspira mirándolo a los ojos y tratando de ser lo más honesto posible.

Mira, aquí tenemos un protocolo. Los policías tenemos que ser lo más neutrales posibles. Si por ejemplo mañana un amigo mío muere asesinado, yo no podría participar de la investigación porque tendría la sangre en la cabeza y no podría pensar objetivamente.

Mira al resto del grupo mientras más calmado agrega.

No quise decirles que no podían ayudar por ser civiles, ustedes no pueden ayudar por ser amigos de la victima. Pueden ser inteligentes, hábiles y útiles pero en el fondo van a querer meterle una bala en la cabeza al primer negro que vean y eso es un peligro muy grande.

Luego de pensarlo un tiempo abre un cajón y saca unos papeles, se los pone sobre la mesa y los mira.

Señores, si lo que quieren hacer es acompañarnos está bien. Pero no pueden participar de la investigación y tendrán que firmar estos documentos. Aquí ustedes declaran ir solo como observadores del proceso y cada uno de ustedes se hace responsable de lo que pase, no queremos que sus familiares nos vengan a hacer un juicio por lesiones en las que se metieron solos.

Se deja caer en la silla y los mira con una sonrisa.

¿Quieren ir a la casa de importaciones? Vayamos, pero si las cosas se ponen feas no sean un estorbo.

Solomon se quedó helado ante la primera respuesta de Poole. Sin duda no se esperaba recibir un no tan tajante por parte del policía. El misionero estaba acostumbrado a que sus palabras gozaran de cierta confianza y crédito por parte de sus interlocutores, y además ya estaba acostumbrado a tratar con personas del gobierno, funcionarios y otros trabajadores públicos. Ese era su día a día, tanto como misionero primero, como Sabía cómo relacionarse con ellos.

Había calculado mal el grado de confianza que podían lograr de Poole, y eso casi les cuesta la investigación entera a todo el grupo. Por suerte Browne había logrado un pacto in extremis.

Solomon apenas podía levantar la cabeza, entre avergonzado y malhumorado. En su interior se había quebrado una parte de su confianza en las autoridades –confianza malinterpretada, quizás.

De momento se conformó con coger uno de esos documentos de conformidad y firmarlo.

-No se preocupe, teniente, seremos capaces de mantener las distancias y solo actuaremos siguiendo sus instrucciones.

Will suspiró aliviado. Algo era mejor que nada, y en realidad, dado el lugar al que se dirigían, se satisfaría las opiniones de unos y otros respecto a la alternativa de ir a la tienda en cuestión, puesto que no existía mayor garantía de seguridad que ir acompañados por la policía. Siempre teniendo en cuenta que tal vez se trataba del cuerpo institucional más corrupto de Estados Unidos.

Will firmó de buen grado el protocolario documento, deseando partir hacia Harlem por fin.

Viendo que tanto Mr. Davies como Mr. Browne han firmado, cojo una de las hojas y la leo con atención, por si hay algo que no me cuadre en ella, antes de firmarla si no veo nada raro.

En cuanto aquel agente saco los papeles de renuncia por daños, Paulov se dio cuenta que todo aquello era muy real, estaba sucediendo, de alguna manera irían con la policía a aquella tienda y buscarían algún indicio de lo que sucedió la noche anterior, solo tenia que firmar aquello, como estaban haciendo sus colegas.

Pero era un paso difícil para un hombre que prefiere la vida cotidiana a las aventuras, por lo que cogió un tanto temeroso aquel papel y leyó por encima lo que el agente les había dicho escuetamente. Trago saliva antes de firmar aquel documento, que no sabia muy bien la razón por la que lo estaba haciendo, pues con esa simple firma dejaba claro que ponía en peligro su vida sin ningún miramiento y aun sin saber la razón, tal vez embotado por todo el largo viaje de la mañana, plasmo su firma temblorosa en el.

- Alea iacta est. -Sentencio mientras buscaba un pañuelo para secarse el sudor.

Peter se abrió paso entre sus compañeros, cogió una de las hojas y la leyó detenidamente antes de firmar, aunque ya estaba decidido a hacerlo

-Bueno, cuando gusten podemos comenzar, el tiempo es oro y creo que hemos de darnos prisa si queremos encontrar algo

No pasó mucho tiempo antes de que acompañados de 3 policías y el Teniente Poole llegaran de noche a la Casa del Juju, esa vez no encontraron ningún guardia en el pequeño patio que daba a la puerta del lugar. Incluso al llegar a la tienda parecía que estaba cerrada.

El teniente Poole se paró en la puerta y los miró a ustedes.

Señores, manténganse atrás mientras nosotros llamamos a la puerta.

Tras decir esto empezó a golpear la puerta con su gran puño.

¡Señor Kwane! Somos la Policía del estado de Nueva York, tenemos una orden para allanar su tienda, si no nos abre la puerta estamos en todo nuestro derecho de tirar la puerta y entrar por la fuerza.

A pesar de los gritos del teniente nadie abrió la puerta. Tras unos minutos sin ninguna acción, el teniente abrió la puerta de una patada (si bien parecía ser un hombre gordo, era un hombre bastante fuerte) y entraron a la Casa del Juju.

¡Señores busquen cualquier cosa que sea sospechosa y pueda dirigir a los culpables!

Se gira a ustedes y dice.

​No toquen nada, podrían contaminar las pruebas pero con ustedes tenemos 12 ojos extra. Si ven algo extraño haganmelo saber enseguida.

​Entro en la tienda con cuidado y mirando donde piso para no tocar ni mover nada de lo que pueda haber en su interior.

Espero unos segundos a que mis ojos se acostumbren a la luminosidad de la tienda y comienzo a examinar todo lo que hay a mi alrededor lentamente, centrándome en lo que haya detrás del mostrador, ya que allí es más fácil esconder cualquier objeto de la vista de los compradores que en las estanterías de la tienda o en el escaparate.

Will entra en la tienda. De momento mantiente aferrada su pistola debajo del abrigo. No quiere volver a verse en una situación como la anterior, cuando tuvieron que escapar huyendo. Al pasar echa una ojeada a la sala buscando cualquier elemento que pueda llamar su atención.

Peter entra lentamente en la tienda, fijándose en todo en cuanto sus ojos se acostumbran a la luminosidad del interior. La presencia de la policía le da cierta tranquilidad pero aún así no puede evitar notar cierto nerviosismo. No puede evitar recordar los hechos que sucedieron la última vez que estuvieron allí

¿No había una trampilla por aquí?

Como esperaba aquel negro no estaría o no tendría intencion de abrir la puerta y la policía entro a la fuerza, Josep procuro ser el ultimo en entrar para robar a su metálica amiga un poco de valor antes de esconderla de nuevo en su chaqueta y entrar un tanto tembloroso.

Limpio sus gafas para no confundir algo que no era con algo que pudiera ser y no enfurecer así a los agentes, una vez acostumbrado a la luz de la tienda, busca como el resto de sus compañeros, aunque recordó algo que quiso compartir con el teniente.

-Recuerdo a ver visto luz por debajo del suelo, puede que haya un sótano bajo la tienda, deberíamos buscar también una entrada. -Golpeo ligeramente con el pie, los tablones que pisaban todos.

Solomon sentía una mezcla de sentimientos mientras paseaba apretujadamente entre todos los hombres que habían dentro de la pequeña tienda. En ella se encontraban un montón de objetos y obras de arte interesantísimas bajo su punto de vista, y le costaba un poco concentrarse en lo que habían venido a hacer.

Por otro lado aún se sentía un poco avergonzado por haber sido tan lenguaraz con Poole, aunque por suerte, finalmente se había resuelto la situación de una forma bastante positiva: estaban dentro de la tienda de forma legal, y además contaban con la protección de la policía.

Solomon suspiró y se concentró en su particular tarea: buscar una cerradura donde pudiese encajar la llave que había arrancado del cuello de N’Kwane.

Tras buscar con cuidado por la tienda, descubrieron que debajo de la alfombra en la que había estado parado Kwane la primera vez que vinieron había una puerta trampa. Para sorpresa de todos la misma no estaba cerrada con llave así que fácilmente pueden abrirla.

Debajo ven unas escaleras que bajan 6 metros y desembocan en un pequeño pasillo de 4 metros de largo. El pasillo es lo suficientemente ancho para que puedan pasar dos personas una al lado de la otra, pero no más que eso. Al final del pasillo pueden ver una gruesa puerta de roble reforzada con chapas de acero.

Son los policías los primeros en bajar, Poole pone la mano en el mango e intenta abrir la puerta. Al ver que no se mueve mira más de cerca y ve una pequeña cerradura.

Mierda, esto está cerrado con llave y va a ser difícil de tirar abajo, pero no imposible...

Los mira a ustedes.

¿Alguno puede ayudar a empujar? Por lo menos en eso si pueden ayudar.

Ese sitio era tremendamente siniestro, y superaba los peores presagios del religioso. ¿Qué clase de secretos guardaba N'Kwane en ese sótano? Solomon murmuró en voz baja una pequeña plegaria, reclamando protección a Dios.
El teniente solicitó su ayuda para echar abajo la puerta, pero Solomon sabía que la llave que había arrancado a N'Kwane era importante y en seguida se la brindó al policía.
Sr.Poole -dijo adelantándose a los demás-,esta llave pertenece al propietario de esta tienda. Cuando se dió cuenta de que no eramos simples clientes, sino que eramos conocidos de Jakson Elias, nos atacó furioso y se le cayó esta llave. Pruebe a ver si encaja en la cerradura.
El misionero le entrega la llave al oficial, y acto seguido retrocede unos pasos. No tiene ninguna intención de quitarles el sitio en primera fila a los demás policías.

​Miro con aprensión la puerta reforzada que tenemos delante y cuando el teniente Poole pregunta para ayudar lo miro con cautela, sabedor de que mis habilidades físicas no van a estar a la altura de la tarea a realizar.

Aunque sonrío aliviado cuando Solomon saca una llave del bolsillo, tal vez, con un poco de suerte, podamos evitar tener que forzar la puerta.

Así que sí que había una trampilla

Peter esperó a que bajase la policía. No quería hacer nada que pudiese poner en peligro la presencia del grupo aunque estaba atento a cualquier cosa inusual o anómala.

Cuando pidieron ayuda para empujar, Peter dejó su chaqueta, se quitó el sombrero y comenzó a bajar para echar una mano

-Cuenten conmigo

Al oir a Solomon, Peter se apartó para dejarle pasar

-Si la llave no funciona, reitero mi ofrecimiento de ayuda

Will sonrió con mordacidad. Así que de repente éramos un recurso necesario para la policía. Después de firmar toda la burocracia algo tan prosaico como abrir una puerta les hacía regresar del prístino territorio de la observación objetiva a la participación activa en las acciones policiales. Will estuvo a punto de decírselo al teniente, pero se contuvo en el último momento. Al fin y al cabo eso les daría cierta superioridad negociadora en caso de encontrar algo y todos sería testigos de que no fue la policía la que logró dar acceso a un punto que sin duda era importante para la investigación en curso.

Por suerte, Solomon mostró la llave, que parecía, a todas luces, ser apropiada para este siniestro lugar. De modo que Will continuó con su arma bien asida dentro del abrigo a la espera de lo que pudiera surgir al otro lado de la puerta.

El boticario camina el ultimo y encorvado, no era por necesidad, mas bien porque sus músculos estaban contraídos y tensos, presa de un pánico no a la oscuridad, sino al oscuro que salga de ella, solo recordar los ojos y dientes del negro de anoche le estremecía la espina dorsal.

Al llegar a la puerta y escuchar la petición de ayuda, Paulov estuvo apunto de volver a subir, sentarse en una silla de piel y esperarles, mientras el resto se arriesgaba a un hombro dislocado o algo peor, sin opción a reclamar. Por "suerte" la llave que mostró su colega, le obligo a quedarse, continuar tenso y esperar en ultimo lugar para saber que abría al otro lado de la puerta.

El teniente miró la llave con sorpresa y la agarró mientras miraba la cerradura.

¿Y cuando pensaban decirme que tenían esto?

Sin esperar respuesta, el policía agarró la llave y empezó a abrir la puerta reforzada. Sorprendentemente la llave (a pesar de que era bastante pequeña) se abrió y mostró un pasadizo que bajaba aún más.

Señores, cuidado no se separen.

Al terminar de bajar la escalera, encuentran a su derecha una puerta cubierta con unas telas. Al atravesar la "puerta" de telas encuentran un salón bastante amplio (mucho más grande que la misma Casa del Ju Ju). El salón está rodeado por antorchas en las paredes (ahora apagadas) y debajo de cada antorcha pueden ver un tambor ceremonial africano. Del otro lado de la habitación pueden ver otras telas que separan con otra habitación (la puerta es un poquito más grande que por la que entraron).

De todas formas, lo que más llama la atención en la habitación es un pozo gigante tapado por bloque de piedra de proporciones enormes. El bloque de piedras está unido a una pequeña grúa de poleas, por lo que utilizándola se puede destapar el poso.

Martin Poole empezó a caminar por la habitación mientras decía.

Al final esto si parece el centro de operaciones de un culto, serán amigos de la victima pero parece que tienen razón. Señores, dispersense por la habitación y busquen algo útil, si se realizan rituales en esta habitación debe haber alguna pista.