Partida Rol por web

Cuando el teniente Poole y los demás policías comienzan a gritar no puedo evitar pensar:

- No tiene sentido. Puedo entender que tengan miedo de darme a mi - Pienso con incredulidad ante la situación. - Pero, ¿no sería peligroso para su compañero si disparan al zombie mientras lo está atacando? ​- Meneo la cabeza momentos antes de saltar alejándome del zombie y del policía atacado. - En fin, ellos sabrán lo que hacen...

Cuando comienzan los gritos de los policías, doy un paso atrás alejándome del zombie y del policía que está siendo atacado y miro hacia el teniente Poole con gesto de sorpresa. Después meneo la cabeza con incredulidad y salto hacia la pared para alejarme de ellos y de las balas del resto de agentes a la vez que me acerco a una de las antorchas.

El ruido de la grúa hace que gire la cabeza hacía su origen y abro mucho los ojos por la sorpresa de ver quien está trasteando con la grúa. Me quedo paralizado un segundo antes de coger una antorcha y correr hacia él gritando:

- ¡Eh!, ¡Tú!, ¿Qué cojones estás haciendo?, ¡Quieto! - Mientras corro hacia él agito la antorcha ante mi.

Will sólo se propone mantener su integridad mientras la policía se encarga de la situación. Sacar el arma le traería muchos problemas, así que, aterrado como está, prefiere dejarlo en manos de las fuerzas de seguridad. Después del shock inicial, siente que algo se ha roto en su interior y que en cierto modo no estaba preparado para lo ocurrido, que deja un poso indeleble en su alma inmortal. Así que se aparta, apostándose junto a la pared a la espera de los acontecimientos. Cuando ve a Marlon acercarse al hombre de la grúa y comprende sus intenciones de, incluso, subir a la gran piedra que cierra el pozo, le grita:

—¡Para! Es tan solo una piedra, ¡Marlon! —El movimiento del fuego de las antorchas en las paredes dan a la escena una impresión frenética.  Todo parece carecer de sentido y fundirse en una danza funesta e irracional.

Solomon se detiene en seco cuando el teniente Poole ordena retroceder a Marlon. Él tampoco quiere ser blanco de las balas policíacas, así que se aleja de las criaturas andantes.

El sonido de la grúa inunda todo el sótano. ¿Será ese hombre Silas N’Kwane? Es difícil asegurarlo con la piel de guepardo que lo cubre. En cualquier caso parece que ese negro tenía mucho que ver con lo que estaba sucediendo. Ahora mismo era difícil de asegurar si intentaba ayudarlos o si más bien intentaba desatar la locura absoluta.

Ya sea por instinto de supervivencia o por los prejuicios propios de la época, el religioso consideró que derribar a ese negro ayudaría a mejorar su situación.

Peter consigue reaccionar, coger su pistola y desenfunda, alejándose unos pasos de las figuras. Nada puede hacer por el pobre desgraciado, así que apunta a las figuras para evitar daños mayores, pero un ruido primero y varios gritos después, hacen centrar su atención en una figura que intenta mover la tapa del foso. La piel de guepardo primero, y el color ébano de su piel, le hacen reaccionar.

Visto lo visto, no quiere correr riesgos. Se gira y dispara sin pensarlo dos veces

Mukunga se encontraba concentrado moviendo la roca, al hacer esto no logró ver el movimiento de Solomon y Marlon que se acercaron a la grúa y empezaron a intentar sacarlo de allí. El hombre intentó empujar a Marlon para alejarlo, pero el pié dio contra una de las puertas de la grúa.

Allí fue que Solomon lo atacó y se alejó justo a tiempo para que Carter le dispare. De todas formas el hombre siguió trabajando como si estuviera poseído y su único objetivo sera mover esa piedra.

Del otro lado los policías se encargaron de terminar de bajar al zombie que seguía vivo.

Aclaraciones del mapa:
Los barriles quieren ser tambores y sobre cada uno hay una antorcha.
La pequeña sala de arriba es donde estaban los zombies.
Perdonen el intento de dibujar una grúa, lo mío no es el dibujo xD.

Todo estaba sucediendo tan rápido que Josep no tenían claro nada de lo que estaba ocurriendo. Para el parecía que habían pasado días entero inmóvil, buscando sin suerte su bolsillo y cuando por fin tuvo agarrado su preciado premio y se disponía a sacarlo, un negro; un maldito indígena que nadie sabia de donde había salido estaba subido a una grúa, una grúa dentro de un sótano, y parecía decidido a morir la puerta de aquel pozo.

-¡Y SI ESE POZO ESCONDE MAS MUERTOS! MILES DE MANOS SALDRÁN DE SU INTERIOR PARA ARRASTRARNOS AL INFIERNO! -Pensaba tan alto que hasta la cabeza empezó a doler y sus oídos se abotargaron, los disparos y los gritos del resto quedaron en un discreto segundo plano, mientras el farmacéutico, presa del pánico, soltó, aquello que tuviera, de nuevo dentro del bolsillo y corrió hasta el pozo, donde agarro con fuerza aquella piedra que hacia de tapa para evitar, de un acto desesperado y casi inútil, el evitar que la grúa moviera esa roca tallada.

Me muevo alrededor del hombre buscando con la vista algún engranaje, rueda o similar en la que pueda introducir la antorcha para bloquear el mecanismo de la grúa mientras me planteo la posibilidad de recurrir a un nuevo puñetazo.

Sin volverme, le respondo a Will:

- Si en lugar de atacarnos directamente, como hicieron la otra vez cuando vinisteis, o huir de nosotros y la policía, se para a intentar levantar una piedra que tapa un pozo... prefiero no saber lo que hay ahí dentro.

Will sintió cómo se nublaba todo a su alrededor, como si comenzara a caminar sobre una superficie esponjosa y desagradable que le impedía hacer verdaderamente pie en la sólida tierra. El disparo de Carter le devolvió a la realidad. Por increíble que pareciese, ese hombre parecía perfectamente dispuesto a morir por llevar a cabo su tarea. Y dada la monstruosidad antinatural que se habían encontrado antes, Will no encontró otra solución. Desenfundó su Webley militar y disparó. No obstante, con el caos que le rodeaba, la bala acabó haciendo una muesca en la pared junto al negro.

—¡Aquí, Poole! ¡Vamos! —dijo.

Luego apuntó con más precisión, recordando su antigua formación militar.

—Tienes razón, Marlon —respondió como si las palabras de Weiner procedieran de alguna irreal ensoñación.

Las detonaciones de pistola inundaban el sótano, y Solomon suplicó en silencio que los policías y el resto de sus compañeros armados hubieran derrotado a esos seres desposeídos de piel y vida que rondaban a su espalda.

Mientras tanto el hombre que manejaba la grúa no parecía afectado por la extrema violencia que se estaba desatando a su alrededor. Ni tan solo su certero golpe con la antorcha había logrado desviar ni que fuera una pizca de su intención de levantar esa enorme piedra. ¿Cuál era el objetivo de ese negro fanático?

Solomon no lo conocía de nada, y una voz en su interior le estaba gritando que no dañara a ese desconocido, que no era un acto católico. Pero el miedo irracional que sentía en sus entrañas lo impelía a golpear de nuevo, una y otra vez hasta que ese hombre-guepardo cayera de la grúa y dejara de moverse.

Peter seguía apuntando a Mukunga. Escuchó las palabras de sus compañeros, y llegó a la misma conclusión

¡Al diablo esos muertos vivientes!.

-¡Inspector Poole, que sus hombres se encarguen de los muertos vivientes, que les den en la cabeza!

Carter no quería encontrarse rodeado de muertos vivientes, aunque temía que si Mukunga levantase la tapa algo peor surgiese de allí

Se acercó unos metros a Mukunga y nuevamente disparó, pero su arma se encasquilló. Peter miró su arma atónito

¡Lo que faltaba!

Poole se había concentrado (al igual que el resto de los policías) en dispararle al Zombie. Una vez que el Zombie estaba muerto se volvió a girar y a dispararle al hombre de la grua.

¡Maten al negro, matenlo!

El resto de los policías disparó y M'Dari cayó seco dentro de la cabina. El teniente se acercó de a poco a revisar el cuerpo inerte del hombre.

Señores está muerto. Seguramente él fue el culpable de los asesinatos, creo que con lo que hay en esta tienda podemos darle un cierre a las familias de los fallecidos.

En ese momento empiezan a escuchar un sonido extraño dentro del pozo que había intentado abrir M'Dari.

​Respiro aliviado cuando el hombre cae muerto al suelo y dejo escapar un suspiro de alivio, que se transforma en un sonido ininteligible cuando oigo los ruidos que salen del pozo.

- Mejor no abrir nunca ese pozo. - Digo cuando me repongo. - No se lo que habrá dentro, pero tampoco quiero saberlo.

​Después me aproximo a la habitación de la que salieron los zombis, dejando que sean el teniente Poole y sus hombres los que examinen al policía herido, al fin y al cabo es uno de los suyos y yo no sería de gran ayuda.

Aparto levemente las cortinas antes para echar una ojeada antes de entrar, por si hay más sorpresas desagradables, y si no hay nada entro para examinar la estancia.

Josep se mantenía aferrado a la piedra del pozo, con los ojos cerrados y esperando que su inútil fuerza fuera suficiente resistencia para evitar mover la tapa de su lugar. Los disparos parecían lejanos para el hombre quien apretaba los dientes con fuerza, haciendo que todo a su alrededor sonara dentro de un embudo.

Hasta el un ruido llegado del mismo pozo lo asusto, obligandolo a soltar aquella piedra y caer de culo al suelo. Lo que provoco abrir los ojos y oídos con incredulidad y ver con sorpresa como el negro estaba muerto, los no-muertos estaban muertos y todo parecía a ver acabado.

-¡Sí! Secundo la propuesta del Sr.Weiner. -Comento mientras escuchaba de un hombre herido. -Déjeme ayudarles, soy boticario de profesión, puede que les sea de utilidad después de todo. -Comento el polaco, levantándose de su sitio, lo mas digno posible y acercándose al policía herido.

-Donde de han dado, buen hombre.

Will veía con inquietud el movimiento de la piedra. Algo trataba de salir, y sin duda eso no era bueno. Así que rápidamente hizo un barrido por la sala buscando algo de valor, pues a todas luces lo que procedía era salir corriendo de allí.

Peter consiguió desencasquillar su arma, pero los múltiples disparos y el ruido sordo de un cuerpo callendo al suelo, le indicaron que M'Dari estaba muerto. Rápidamente recargó su arma mientras avanzaba hacia donde se encontraba el cadáver. Un ruido procedente del pozo le hizo detenerse, observándolo detenidamente.

Peter observó el mecanismo que estaba usando M'Dari para levantar la tapa.

-No sé ustedes, pero yo no intentaría abrir ese pozo, es más, si me permiten la sugerencia intentaría que la tapa del pozo quedase más cerrada, como estaba antes de que este tipejo intentase abrirlo.

Se fijó en la tapa del pozo, buscando alguna señal o indicativo de lo que hubiese allí.

Sé que no tiene mucho sentido pero… ¿y si hay alguien encerrado aquí abajo?

¿No tenemos sino la obligación moral de comprobarlo? Quién sabe lo que es capaz de hacer una secta como la que hemos descubierto aquí.

¿Usted que dice teniente?

El teniente se acerca al grupo y suspira.

La verdad no esperaba tener que luchar contra zombies al venir aquí... No me hace mucha gracia lo que puede haber en ese pozo. De todas formas, si este grupo de locos tenían algo abajo del pozo claramente no querían que volviera a salir.

En ese momento pueden escuchar unos aullidos de dentro del pozo. El policía miró a los investigadores con gran nerviosismo.

Definitivamente no voy a abrir esa cosa, sea lo que sea que haya ahí adentro es demasiado peligroso para liberarlo.

Al entrar en la habitación donde estaban los zombies ven las siguientes cosas:

• Un manto hecho de plumas.
• Dos garras de león, las garras están modificadas para ser usadas de armas.
• Un libro titulado "Sectas Oscuras de África".
• Una mascara diabólica africana, está tallada en madera.
• Un bol de bronce con extraños símbolos tallados.
• Un cetro grabado con extraños símbolos.
• Una cinta de metal con extraño símbolos.