Partida Rol por web

Peter esperó a que Poole abriese la puerta. Al hacerlo se acercó en cuanto pudo para intentar ver el interior. Afortunadamente no les pusieron pegas e incluso le dejaron entrar.

Al descender las nuevas escaleras que habían encontrado, llegaron a una estancia más grande que la misma tienda donde estaban. Peter silbó de la sorpresa

-¡Lo que hay aquí abajo!

Cuando Poole hizo referencia a ellos y de que tenían razón no pudo por menos que sonreír de satisfacción, y más cuando les pidió su ayuda

-Encantando teniente, a ver si encontramos algo

Si esto sale bien es posible que podamos contar con un aliado en la policía

Peter comenzó a caminar, aunque pidió una linterna para alumbrarse mejor

-Podemos encender las antorchas, pero antes podríamos examinarlas

Peter las examinó rápidamente antes de proseguir la inspección por la sala, pero ya sea que fuese con prisas, o que no se hubiese acostumbrado al cambio de la intensidad de la luz, no consiguió encontrar nada digno de mención.

Abrir la puerta y ver lo que había en el otro lado, le obligo a mantenerse en el amparo de las sombras y buscar el valor cerca del bolsillo de su corazón. Tras la reflexión que cayo por su esófago parecía encontrarse mucho mejor y se atrevió a entrar dentro y mirar mas concienzudamente, con suerte no encontraría nada macabro, la luz era tenue y su vista estaba empeñada.

-Espero ninguna rata salte a mis zapatos, no estoy dispuesto a gritar como una niña. -Pensaba mientras iba con pies de plomo.

Will estaba excitado. Después de abrir la puerta no sabía bien qué esperaba encontrar al otro lado, pero todo aquello le resultaba tan espeluznante como maravilloso. El agujero tapado atrajo su atención, de modo que pensó cuánto tardaría el teniente en pedir que lo abrieran, pero no obstante, antes de ello, entendió la necesidad de explorar atentamente la sala. Había poca luz, de modo que se movió con prudencia, bien aferrado todavía al revólver, pues de algún modo le parecía antinatural que unos asesinos sectarios se hubieran marchado de aquí sin ofrecer resistencia.

Dejo que todos me adelanten sin interponerme en su camino, para entretenerme un poco en examinar tanto las paredes como el techo del estrecho pasillo situado tras la puerta usando mechero para iluminarme mejor, nunca se sabe que se puede encontrar en un lugar así.

Salvo que encuentre algo interesante en el pasillo entro en la cámara, quedándome un rato en el quicio de "la puerta" para tratar de distinguir todos los detalles del sótano antes de entrar a examinar más a fondo todo el sitio.

- Lo de encender las antorchas me parece una buena idea. - Digo en voz baja, casi un susurro, sin saber muy bien el motivo. - ¿Qué le parece a usted, teniente?

El salón era siniestro, sin duda. El agujero negro que presidia la estancia era una sorda presencia, una amenaza velada, pero todos los hombres que habían bajado desde la superficie se pusieron de inmediato a buscar y rebuscar. Allí nadie se dejaba intimidar fácilmente.

Solomon sabía que había allí mucha gente más preparada que él para descubrir pistas sobre un posible asesinato. Él no entendía de estos asuntos, así que se dispuso a hacer lo que más bien se le daba: examinar los usos y costumbres africanos.

Marlon es el primero en encontrar que detrás de las cortinas hay algo. Para su sorpresa, lo que hay detrás de las cortinas es horrible. Al principio pueden ver una cantidad de objetos de origen africano, pero al lado de estos objetos pueden ver dos cuerpos putrefactos parados como "escoltando un tesoro".

Para sorpresa de todos los presentes, los zombies empiezan a moverse y a caminar lentamente hacia Marlon y el resto del grupo.

Los policías aún no se dieron cuenta de esto porque estaban concentrados prendiendo las antorchas.

Will se quedó estupefacto. Las horribles y cadavéricas figuras de rostros de cera y cuerpo pétreo comenzaron a agitarse en una especie de baile infernal. Aquello era manifiestamente imposible, y sin embargo, estaba ocurriendo. Will así con fuerza el arma en su bolsillo, pero se quedó petrificado e incapaz de moverse o de gritar. Algo en lo más profundo de su ser le decía que aquello no era natural y, en el fondo, se negaba a creer que estaba sucediendo... no obstante, otra cosa comenzó a brotar de su interior, una fuerza imparable que después del primer impacto fue capaz de desbordarse y devolverle al mundo. Era su curiosidad científica, que de algún modo había mordido en el Árbol de la Ciencia y ahora se negaba a detenerse.

Entonces gritó a Poole:

-¡MIREN!, ¡MIREN!

De ningún modo iba a permitir que se le acercasen, pero esos policías neoyorkinos todavía estaban aquí.

​Tras retrasarme examinando el pasillo de acceso a la cámara subterránea entro en lentamente y observo que casi todo el mundo está observando las zonas más cercanas a la puerta y que los agentes parecen haberse puesto a prender las antorchas, con lo que podremos ver mucho mejor lo que ocurre aquí abajo.

Apago el mechero con un gesto ausente, mientras me interno en la sala con la mirada fija en las cortinas del otro lado, que me llaman la atención ya que se parecen mucho a las que acabamos de atravesar para entrar e este sótano, tal vez lleven a una sala o a otra cámara, por lo que puede ser una buena idea comprobarlo antes.

Me acerco a la sala y tuerzo la nariz ante la presencia de los dos cadáveres que parecen adornar o guardar la sala, no estoy muy seguro, no es una visión agradable, me giro un poco mientras digo:

- Sr. Davies, creo que ... - Empiezo a decir cuando, de pronto, los dos cadáveres parecen animarse ante mi llegada.

Noto como se erizan todos los pelos de mi cuerpo mientras el corazón se detiene unos breves segundos ante la visión de los dos cadáveres animados, la sangre desaparece de mi rostro mientras empiezo a recular alejándome torpemente de ellos.

- ¿¡Qué...!? ¿pero qué ...? - Soy incapaz de decir nada coherente durante unos instantes. - ¡Joder!, ¡¡¡Teniente!!!

​Retrocedo buscando con la vista algo que pueda usar como arma, pero mi vista vuelve una y otra vez a los cadáveres.

Peter se encuentra examinando todo a su alrededor, pero no ve nada destacable. Los gritos de sus compañeros le hacen girarse rápidamente y correr hacia dónde se encuentran.

Al acercarse, y en cuanto la luz le permite ver lo suficiente, se detiene horrorizado, mientras intenta coger su arma, pero lo que le ve le deja aterrorizado, por lo que su mano no consigue encontrar su pistola.

Dos figuras putrefactas, dos cadáveres, que en teoría tendrían que estar muertos, no lo están, se mueven, y caminan, caminan hacia ellos.

Peter no da crédito a lo que ve, y se queda paralizado, completamente aterrorizado. No atina a decir nada.

Ni en los textos más oscuros del Rey Salomón se narraban hechos tan espeluznantes como los que Solomon estaba padeciendo.

Con un grito de terror se alejó unos pasos hacia atrás, sin atreverse a separar su mirada de esas criaturas no muertas. Chocó contra la pared y en un acto reflejo casi de pánico agarró lo primero que pudo para defenderse: una de las antorchas que colgaban de la pared.

Paulov estaba mas distraído observando las sombras que surgían de las antorchas hacia poco encendidas, que de buscar algo profano, pagano y útil. Solo reparo en algo interesante e igualmente profano, cuando Will señalo a dos cadáveres andantes, ¡ANDANTES!

Aquel farmacéutico con los ojos abiertos tanto como fuera posible y el labio inferior tembloroso se paralizo ante aquella visión, todo lo que había estudiado, todo lo que creía verdadero se derrumbo en un solo segundo cuando dos cuerpos caminaban hacia ellos, sin trucos de hilos o electricidad, completamente solos y amenazantes.

Tan solo su mano izquierda parecía sobreponerse a esa parálisis surgida del terror de aquella visión imposible, como si deseara aferrarse a su realidad conocida, buscando la abertura del bolsillo de su chaqueta en busca de su remedio de hierbas.

Los zombies se empiezan a mover hacia los policías y uno se cuelga del cuello de uno de los que enloqueció con esa imagen. Mientras el Zombie le devora el cuello al policía el teniente Poole saca su arma y empieza a disparar

¡Señores disparenle a eso sea lo que sea!

Los policías que mantuvieron la cordura atacan como uno y logran bajar a un zombie. Mientras tanto ustedes empiezan a recuperarse.

Will no podía creer lo que veía, de algún modo la absoluta parálisis que sentía no podía anular su terror primitivo y fundamental que anulaba su mente y su voluntad, de modo que permanecía estúpidamente asido a su arma sin ser siquiera consciente de ello.

Peter queda completamente paralizado. Había visto cosas raras en su vida, pero esto le supera. Su mano no consigue coger su pistola y se queda en la misma posición buscando infructurosamente el arma.

-Se... se, se lo esta comiendo. -Era un hecho, toda su educación, conocimientos de ciencia y medicina se fueron al traste cuando vio semejante espectáculo. Y mientras sus ojos no podían parpadear y su cuerpo seguía tenso como una viga, su mano continuaba buscando la abertura de aquel bolsillo sin éxito alguno.

Solomon no podía apartar los ojos de esos cadáveres tambaleantes. Había leído tantísimo sobre los horrores de la edad precristiana, sobre las maldiciones tribales y sobre los antiguos relatos de clanes y tribus, que ahora le parecía estar adentro de uno de sus libros.

Un brote de sangre humana se esparció hasta cerca de sus zapatos y un instinto primigenio de supervivencia y violencia lo empujó a sujetar con las dos manos la maldita antorcha y a salir corriendo hacia el primer cadáver que se encontrara, con la única pasión de arrearle con toda su fuerza en la cabeza.

Tras recuperarse del shock por ver a los zombies, el resto del grupo se dispone a atacar a la criatura que tiene en frente. Los policías también se preparan para disparare mientras empiezan a gritarle a Marlon.

¡Alejate, no queremos dispararte por error!

En ese momento sienten una voz detrás de ustedes y un ruido de piedras rozando entre ellas. Pueden ver un hombre negro con un tapado de guepardo en la grúa moviendo la piedra gigante que tapa el foso. Por ahora la grúa lucha inútilmente para mover la piedra pero no falta mucho para que termine su trabajo.