Partida Rol por web

LLevais dos dias andando y hablando alegremente, mientras os contais anecdotas sobre batallas o mujeres, en muchas ocasiones acabais discutiendo sobre que cerveza es la mejor pero acabais concluyendo en que cualquier cerveza es buena si os la sirve una moza de buen ver, finalmente llegais a un pequeño pueblo, los que habiais pasado por aqui antes no recordabais que tuviera una empalizada y mucho menos una trinchera, al acercaros descubris una trinchera en la parte delantera del pueblo los laterales y la parte traseras estaban protegidos por una barrera natural de rocas que formaba el escarpado acantilado, cuando superais las trincheras descubris un muro construido con tablones y viejos muebles de dudosa consistencia parece que el propio pueblo estuviera sufriendo un asedio imaginarios os plantais frente a las puertas pero parece que nadia presta atencion a si hay alguien en el exterior..

Caminado con el nuevo grupo ya constituido, llegamos a la aldea por la que pasé hace ya bastante tiempo.

me quedoperplejo ante la barricada que han hecho, al parecer de una forma muy rá pida y mal.

-Por Odín, he visto castores realizar mejores empalizadas que esta gente de aqui.

Cayendonos la luna encima de nuestros cascos, les comento a mis compañeros:

-Vamos a tener que pasar la noche en este pueblo de mala muerte, si no queremos morir congelados

Pensativo les comento:

-Si no recuerdo mal, la camarera tenia unas grandes berzas, y si la enfadabas, escupía en la jarra, lo cual le daba mas consistencia a lo que ellos llaman cerveza aqui, jajaja, además, en este lugar dejé sin dientes a un parroquiano que hablaba mal de los Valkars, igual sigue comiendo sopa en la esquina que lo dejé tirado.

Gunnsteinn aun no había pasado por aquel pueblo, antes de cruzarse con los dos Valkars había llegado justamente del lado opuesto al que tomaron para salir en grupo. 

- No aguantara nada...- 

Dijo con su potente voz, seguro de que podía derribarla de un empujón. 

- Hagámonos con una cama -

Miro sobre la improvisada muralla buscando algún vigía y después a sus alrededores, mirando que podían temer aquellos aldeanos. Al no ver nada gruño despectivo y se acerco a la muralla dispuesto a abrirse un hueco para que él y los suyos pudieran entrar. Ni siquiera contemplo la posibilidad de que el vigía estuviera oculto dispuesto a emboscarlo. 

Steinn, miró atónito aquella empalizada. Y a ellos los llamaban incivilizados? Por todos los dioses, un niño valkar podría haberlo hecho mucho mejor. Miró fijamente a ver si había alguna parte de aquel amasijo de madera que se pareciese a una puerta, solía ser la parte más débil de cualquier fortificación, fuese del material que fuese.

-Veis alguna puerta, será mas fácil tumbar la empalizada en esa parte que en cualquier otra.

De repente un cerrojo se descorre y os deja ver unos ojos marrones cansados y asustados, el hombre os empieza a hablar

-Por favor buenos señores tengan piedad y no destruyan nuestra empalizada.. si en ella estariamos perdidos..

Rapidamente se descorre una puerta y el hombre os deja paso a una ciudad fronteriza bastante normal edificios de madera de varios pisos apiñados unos contra otros y unos caminos pavimentados entre ellos a lo lejos tambien podeis ver un pozo y unos arboles sin duda debia ser un lugar muy bonito pero ahora parecia lugubre y las calles estaban desiertas.

Steinn miró con curiosidad, primero al hombre, luego la empalizada y de nuevo al hombre. Con más curiosidad aúnm, preguntó al hombre:

Dudo mucho que esta empalizada pueda protegeros de nada. Que mal os atañe?

Observo al hombre que nos ha habierto la puerta, y le digo:

-Con esta empalizada, como no querrais evitar la entrada de liebres, no se exactamente que es lo que pretendeis. ¿A qué es debido que esteis intentando defenderos?, ¿los lobos este invierno están mas hambrientos de lo normal, o es algo mas importante?

Le comento mientras pasamos, y vamos a la posada.

No me hace mucha ilusión esperar en la calle, y menos despue´s de ver la empalizada que han hecho.

El hombre os mira con profunda tristeza

-Hace mucho que los dioses dejaron de ampararnos y antiguos males han vuelto a estas tierras pero pasad pasad, tomemos una cerveza como hombres antes de seguir escondiendonos como mujeres.

Dice esto con un toque de ira, al parecer no es de los partidarios de la empalizada, os lleva hasta una taberna en la que hay un ambiente lugubre un anciano charla susurrante con un viejo posadero y vosotros os sentais al lado de una chimenea apagada, os sentais en una mesa fria de madera y al poco el hombre os trae a cada uno una cerveza sin espuma bastante clara al tiempo que se sienta con resignacion

Su mano se detiene a pocos centímetros de la empalizada y, sin saber muy bien porque, hace caso del pobre hombre apartándose ligeramente de aquella endeble construcción. Gunnsteinn entra sin miedo cuando les abren una puerta y sigue a aquel hombre cobarde que se las daba de valiente en su presencia. 

- ¿Que antiguos males? - quiso indagar mientras bebía confiado de la jarra - waaaggh.... ¿no tenéis un meado mejor?... - Gunn escupió al suelo y aparto la cerveza. - Queremos una cama - 

Doy un trago a la cerveza que nos han traido, y le replico socarronamente a Gunnsteinn:

-Has de tener en cuenta su procedencia, y siendo Caerios, no me extrañaria que le hayan ganado este brevaje a algún galo con alguna triquiñuela que hayan inventado.

Observo detenidamente a los parroquinos del lugar, y le digo al viejo:

-Contestanos a unas preguntas, aunque no sois Valkars, seguis siendo vikingos, y no es aceptable que unos vikingos se escondan de nadie, por muy acomodados que esteis aquí, ¿de qué teneis miedo?

Doy otro trago y disimulo un poco la aracada que me da para no ofender al anfitrión.

-Y otra pregunta, ¿dónde está la camarera que yo recuerdo que antes servia en esta posada?

Os mira con detenimiento uno a uno

-Se fue mi buen amigo al igual que la mayoria, los pocos que quedamos es simplemente porque no tenemos a donde ir o porque no podemos dejar atras a niños o ancianos.. el mal que nos atañe.. se que os parecera ridiculo pero son los seres que se arrastran por la noche en busca de comida, al parecer al norte ya no hay y estan bajando.. llevan mucho tiempo cojiendo todo lo que encuentras y hace dos dias.. el guardia desaparecio mientras patrullaba, por eso hicimos el muro ahora estamos indefensos...

Escucho las palabras del viejo en silencio, y con la mirada fria, dejo la jarra en la mesa sin hacer ruido, y les digo a mis compañeros:

-Mis antepasados ya me hablaron de estas criaturas, sólo salen por la noche, ya que la luz del sol los convierte en piedra, son seres malvados, que no traen nada bueno al sitio por el que están. si es verdad lo que dice este hombre, cosa mala nos espera. No les temo, pero no me hace gracia enfrentarme con ellos, no es lo mismo que matar hombres, son randes y fuertes, y la piel dura. Tambien cabe la posibilidad de que los caerios se lo hayan inventado y sea una sarta de mentiras.

- Grrr... - gruño Gunnsteinn ante la información. - Yo podría cazarlos - dijo demasiado seguro de si mismo, pero poca gente se atrevia a poner en duda su hombria y valor - ¿Cuanto pagais? -

Se creía totalmente aquellas historias y nunca había tenido ocasión de ver a ninguno, esta era una buena oportunidad para demostrar su fuerza contra enemigos mas poderosos. Podría volver hinchando pecho y con la cabeza bien alta mientras arrastraba los restos de aquella criatura. La imagen se creaba en su mente de forma demasiado nitida, Gunns confiaba demasiado en sus habilidades. Y si ademas sacaba alguna moneda por el trabajo, mejor.

Ademas, esperaba que sus compañeros se animaran al ver su determinación. Tres valkars no debían temer a ningún troll.

Steinn sonrió, primero ante la noticia de Trolls en la zona y luego ante las palabras de Gunnsteinn. Puede que incluso fueran familia lejana pues Steinn formaba parte del nombre de su compañero. Ya podía oír una balada sobre Valkars matando Trolls, pensando esto se acordó de una canción que versaba sobre Trolls que había oído en la tienda principal de su clan, cuando era pequeño.

Bebió la cerveza de un solo trago, pues aquello era mas agua que cerveza, y empezó a golpear la mesa con el cuerno vacío, miró a sus compañeros Valkars y empezo a cantar sonriendoles:

-En la montaña había un trol TROLL trol!!! Cogí mi hacha y fui hacerme leyenda LEYENDA!!!!, luché con el a muerte, hasta que amaneció y se convirtió en piedra...piedra PIEDRA!!!!Toda la noche pelando para quedarme sin cadáver que reclamar para mi gloria...vaya mierda MIERDA!!!!!

Aquello era un claro sí a la propuesta que hay en el aire de ir a matar trolls.

Escuchando la canción de Steinn, se me ocurre una idea atroz:

-Voy a haceros una propuesta, de intentar hacer algo que no hay constancia de que haya hecho nadie, y es cazar a un troll vivo. Esta noche yo aprobecharia para observar su comportamiento, para saber si sólo es uno o más, y mañana por la mañana hacerle una trampa, que no sea muy complicada, yo creo que haciendo un agujero lo suficientemente hondo, y colgando algo de comida encima, el bicho caeria dentro, y entonces sabremos si es una triquiñuela caeria, o si existen de verdad.

Hago el intento de dar otro sorbo, pero recordando como es la bebida, desisto.

-Eso si que seria una azaña intrépida, y si existe de verdad, podriamos saber si con la luz se convierten en piedra o no, incluso torturarlo hasta saber sus puntos débiles, y entonces, el próximo ya podriamos luchar cuerpo a cuerpo con el.

Gunn no tardo en unirse a la canción que rememoro Steinn.

-... vaya mierda MIERDA!!!! Nadie se creera toda esta juerga, juerga JUERGAA!!! No puedo cargar con la piedra yo solo hasta la aldea, aldea ALDEAA!!! mejor voy a tomarme una buena cerveza y buscar un par de hembras, hembras HEMBRAS!!!!....-

Se movia hacia los lados mientras cantaba, dando con una mano en la mesa con cierto ritmo confuso y agarrando con la otra a su compañero. Al acabar solto una risotada.

Al escuchar las palabras del otro valkar frunce el ceño.

-  Vigilaremos, si.-

No le hacia mucha gracia tener que esperar un dia mas para hacer frente a esa criatura...

El hombre se levanta y os mira con un gesto de esperanza

-Si lo que decis es verdad y estais dispuestos, reunios conmigo al anochecer en la puerta y saldremos juntos, os prometo que este pueblo os pagara mil veces vuestro gesto, teneis mi palabra. Ire a prepararme, por cierto mi nombre es Igner

Despues se gira y os despide con la mano mientras se aleja, notais en sus movimientos excitacion al parecer llevaba tiempo esperando que alguien se decidiera a hacer algo.

Aparto la bebida de mi lo mas posible, y comento:

-Yo igualmente me llevaré las armas, aunque en un principio sólo vayamos a observar, no me fio de esos bichos, siempre y que sean trolls de verdad, de los caerios ya aprendimos que no nos podemos fiar ni un pelo.

Steinn sonrió y soltó una profunda carcajada de alegría.

-[B]VAMOS A MATAR TROLLS!!!! [/B]- berreó con una voz gutural forzada.

Tiró al suelo la cerveza que les habían servido y descolgó su hacha del cinto. Con un fuerte y certero golpe cortó la punta dejando ver el hueco del interior. Se había fabricado un cuerno de caza.

Apretó sus labios contra el agujero recién hecho y los hizo vibrar, un sonido grave salió del otro extremo "BRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRUUUUUUUUUUUUUUUUU"

-Mejor, VAMOS A CAZAR TROLLS!!!!- dijo de nuevo con aquella voz gutural.

Tas eso, se pasó un buen rato afilando sus armas como un esmeril, a manera de juego mientras llegaba la noche. Según empezó a oscurecer se fue a la barricada de la entrada.

-Vamos a tentar al destino, cuando queráis. Yo estoy listo.

Cuando las palabras "matar trolls" llegan a oidos de Gunnsteinn se le dibuja una amplia sonrisa en el rostro.

- ¡Si! ¡Matar Trolls! - dice con su profunda y grave voz.

Agarra su hacha de dos manos y golpea el suelo con ella.

- Grr... Matar, matar, matar - repite emocionado ante la idea de cazar una criatura extraña como lo es un troll.

Tras hacer algo de tiempo en la taberna, bebiendo aquel horrible meado que llamaban cerveza y dormir un rato para estar mas despejado, acompaña a sus compañeros Valkars a la empalizada improvisada que amenaza con caerse por un soplo de viento.

- Ya estamos aquí -