Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 1: Un Hilo Se Corta

Cargando editor
22/04/2015, 13:54
Ishild Bjornsdatter
Sólo para el director

Preparo la casa y dispongo todo lo necesario para lavar el cadaver (y examinarlo para ver si descubrimos algo). Y básicamente espero a que vuelvan.

Notas de juego

No estoy teniendo mucho tiempo esta semana y casi se me pasa el turno :O 

A ver si saco algo de tiempo hoy para postear algo mejor.

Cargando editor
22/04/2015, 14:49
Guardia de la Puerta

El guardia se relaja cuando te plantas delante de él y hablas de forma calmada y sin muestras de agresividad, tras los momentos típicos de tensión cuando un desconocido armado se les acerca. El hombre te mira y le da vueltas a la pregunta, hasta que finalmente os dice: Yo he llegado hace un rato al cambio de guardia y sí que he visto a dos hombres con armadura entrar a la ciudad desde el campo. Aunque sé que no eran guardias de la ciudad, no iban uniformados de forma que se les pudiese reconocer. Termina el hombre encogiéndose de hombros.

Entonces, el otro guardia se acerca y os dice: Yo sé de quienes hablas. Iban haciendo bromas sobre follarse a alguien, jajaja. Se ríe el guardia con una risa babosa que deja ver su mandíbula falta de dientes y sucia. El primer guardia también se ríe, aunque de forma más normal. Imagino que irían al prostíbulo que hay aquí cerca. Aunque han entrado en la ciudad con las primeras luces, supongo que nunca es mala hora para echar un polvo. Jajaja. Se ríe de nuevo y vuelve a su puesto cuando un aldeano se acerca a la puerta.

Ambos hombres se callan y no dicen nada más. Quizás sepan algo más u os puedan ayudar de alguna manera.

Cargando editor
22/04/2015, 14:55
Director

El hombre que guarda la puerta se acerca al guardia que os ha dado el alto y examina el cadáver que portáis. Ambos niegan con la cabeza ante vuestra pregunta y os dejan pasar sin haceros más preguntas. No tendría sentido que portáseis de forma pública un cadáver si lo hubieséis asesinado.

Por dentro, os sentís algo decepcionados y sólo esperáis que los otros hayan tenido más suerte en sus pesquisas.

Seguís andando. Poco después estáis en casa de Ishild.

Cargando editor
22/04/2015, 14:58
Director

La puerta de la casa de Ishild se abre y entrán Karl, Haakon y Uhtred portando el cadáver de Ívarr. En la casa tan sólo está Ishild a la que se ve más serena. Sus ojos siguen rojos por las lágrimas, pero su tez ha recuperado el color habitual. La véis peinada, con el pelo bien atado por una coleta. La casa parece recogida y hay una mesa cubierta con una sencilla sábana y una palangana llena de agua con algunos paños a su lado. No hay rastro de Bera y los niños.

Karl saluda con un gesto de la cabeza a Ishild cuando entra y ayuda a los demás a poner el cadáver sobre la mesa.
 

Cargando editor
22/04/2015, 15:23
Erik Kodranssen

Asintió con la cabeza en señal de gratitud. Ya tenia la información que precisaba y ardía en deseos de ir a ese burdel... no por los motivos por los que la gente corriente solía hacerlo.
Llevaba demasiado tiempo viudo y no es que fuera un asiduo de aquellos lugares pero en alguna ocasion había buscado compañía, tenia las lógicas necesidades de todo hombre aunque sin la belleza o juventud de otros. Su carácter era demasiado hosco para atraer a las mujeres por lo que conocia alguna de las chicas que se dedicaban al oficio.
Miro a sus compañeros, espero a que se despidieran para encabezar la marcha a ese lugar.

Cargando editor
22/04/2015, 15:44
Harald Erikssen

Bueno, para eso siempre es buena hora si hay ganas - bromeo con los guardias. Apenas si puedo creerme que haya resultado tan fácil, pero por Thor que no seré yo quien me queje - Además, si están de buen humor seguro que es más fácil hacer un buen trato. Gracias y buena guardia.

Por mi parte no tengo mucho más que añadir, pero espero por si alguno de mis compañeros quiere decir algo antes de ir a buscar el burdel.

 

Cargando editor
22/04/2015, 23:43
Uthred Svensson

   No me sorprendió la respuesta de los guardias. Al menos los asesinos de Ívarr han demostrado ser un poco inteligentes al borrar su rastro, o quizá tengan a los guardias sobornados. Sea como fuere, la respuesta era la esperada. No habian visto nada. Bueno... quiza sean sinceros. Quizá no. Todo se desvelará, y por la sangre que corre por mis venas que todos los culpables pagarán. Incluso esos que dicen no haber visto nada, o no tener nada que ver. Quizá no vuelvan a ver nada nunca más.

  Portamos el cadáver, en un día cenizo y aciago pese a que habia amanecido frío, claro y despejado. Para mi, como seguramente sea para todos mis compañeros, era un día negro. Un día de muerte y tristezas. De sangre que clama venganza. Dejo a Ívarr sobre la mesa, ayudado por Karl y Haakon, y saludo a Ishild. La veo tan destrozada, aunque parece estar entera. El amor que se profesaban ella y su marido era grande. Me gustaria haber sido un hombre más empático, más cercano. Pero aunque siempre he sido alegre y amable con mis amigos, siempre he sentido dudas y miedo a la hora de empatizar con las personas.

  - ¿Quereis que vaya a buscar a los demás y los reuna aquí? - No solo a velar a Ívarr. Seguramente esta noche se hagan muchas promesas, promesas y juramentos que terminarán con sangre. - ¿Aviso también a Björn? - El mercenario de Gunnar. También habia sido un hombre valioso y un gran amigo, pese a comer de la mano del mismo que nos apalearia si no le entregamos el pago en el momento acordado. Si Gunnar tiene algo que ver, quizá no sea buena idea que Björn sepa de nuestras intenciones. Por otro lado, si Björn alguna vez sintió una pizca de amor y respeto por Ívarr, y si Gunnar no tiene nada que ver, puede que arroje un poco de luz sobre este hecho. Sea como sea, dejo la ultima pregunta a elección de Ishild y de Karl.

Cargando editor
24/04/2015, 00:45
Bernt Karlssen

Río ante la respuesta de Harald. Por un momento, medito sobre seguir indagando, es posible que los guardias sepan algo más de lo que hemos logrado saber. Pero finalmente, decido que es mejor dejar las cosas así y no levantar más sospecha

-Muchas gracias, probaremos allí.

Cuando nos hemos alejado de los guardias, susurro a mis compañeros.

-¿Intentamos preguntar en el prostíbulo?

Cargando editor
24/04/2015, 01:54
Haakon Rasmussen

Me sentí decepcionado, pensé que tal vez los guardias no se tomaban en serio su trabajo, pero no tenía tiempo de detenerme y decirle lo que me hubiera gustado.

Llegamos al fin a casa de Ishild, completamente vacía salvo por ella misma, y le hice un gesto de asentimiento con la cabeza. Suponía que solo les advertiría de lo que les esperaba cuando apareciesemos en la casa, pero tampoco era una mala decisión mandarlos fuera mientras preparábamos el cuerpo. Ella misma parecía encontrarse también un poco mejor, al menos a simple vista.

- Saben donde buscarnos, vendrán solos cuando terminen de seguir el rastro. Entonces sabremos un poco mejor lo que hacer a continuación. - respondí a Uthred - Respecto a Björn, él y todos deberían conocer el destino que ha sufrido Ívarr, pero tenemos varios asuntos de los que ocuparnos antes. El más urgente es preparar a Ívarr para su último y largo viaje, y también debemos hablar con Gunnar después de eso. -

A partir de ahí me dirigí más hacia Karl e Ishild - Necesitaremos preparar algunas ropas y objetos para que acompañen a Ívarr. Tal vez prefiráis no estar presentes mientras le preparamos. -

Cargando editor
24/04/2015, 09:39
Harald Erikssen

¿Investigar en un prostíbulo? Ardua tarea - trato de bromear levemente, pero rápidamente me recompongo al pensar en el motivo que nos lleva hasta allí.

Bajando aún más la voz, les comento a mis compañeros - Quizás deberíamos avisar a los otros, por si se complican las cosas. Dos que se queden vigilando por si salen y otro que vaya a avisarles. Me temo que con armadura serían complicados - y mientras estoy hablando se me ocurre otra opción - o bien podemos sorprenderles cuando más "entretenidos" estén.

 

Cargando editor
24/04/2015, 15:07
Ishild Bjornsdatter

Cuando dejan a Ivar en la mesa no puedo evitar que unas lágrimas recorran mi rostro, incontenibles. Suspiro y me acerco para acariciar su cara. 

- Adiós.. adiós amor mío - digo en un susurro mientras el resto de conversaciones suceden a nuestro alrededor. No intervengo porque mis pensamientos sólo pueden estar enfocados en una cosa ahora mismo. Él. Bueno. Lo que queda de él.

Una de las intervenciones de Haakon hace que reaccione. No puedo evitar que sus palabras me ofendan. 

- Soy su mujer y a mi me corresponde preparar su viaje... - miro a Karl - A su familia - digo ampliando el concepto. No me pienso esconder  - digo con seriedad a medida que asimilo todo lo que han hablado. Claro. Están buscando pistas que indiquen qué ha pasado... debería ayudarles... debería encontrar a los asesinos de mi marido... 

Pero mi mirada se clava en Ivar y mis pensamientos viajan a todo el ritual que debemos hacer. Era un fuerte guerrero. ¿Qué más daba si no había muerto con su espada? Se abriría paso a golpes si hiciera falta para entrar donde le correspondía.. en el Valhalla. Allí descansarían. Allí se reencontrarían.

Cargando editor
24/04/2015, 16:15
Director

Avanzáis hacia el interior de la ciudad tras haberos despedido de los guardias de la puerta mientras discustís vuestro siguiente paso. La multitud de gente aumenta en cuanto os acercáis a la plaza donde está el mercado.

En uno de los laterales de la plaza véis el establecimiento que es un prostíbulo. No os hace falta tener mucha imaginación para saber que pese a su aspecto de taberna, las muchachas que se asoman por las ventanas dan una pista ineludible.

Os paráis poco antes de llegar. Debéis decidir si entrar los tres o si dividiros. La fuerza de la unión o cubrir más terreno. Entrar los tres o buscar ayuda.
 

Cargando editor
24/04/2015, 16:19
Karl Jenssen

Karl asiente cuando Ishild le incluye en el grupo de las personas que según ella deben hacerse cargo del cadáver y limpiarlo. Uhtred y Haakon aceptan su decisión, aunque el thulr sabe que debe mantenerse atento para que el cadáver quede bien purificado. En cualquier caso, al final tendrá que encargarse él de todas formas para mandar de forma segura a Ívarr al otro mundo. Aunque fuese a Hel.

Cuñada y cuñado se acercan a su marido y hermano. Karl coge el balde con agua y un trapo y se los entrega a Ishild que comienza a limpiar con amor cada hilo de sangre, cada mancha... y con cada paso del trapo y con cada gota de sangre o mugre retirada, una lágrima surge de los ojos de la mujer. Y sin embargo, los que observáis el momento no podéis más que sentir, pese a todo, la fortaleza de la mujer. Porque así es. Ishild, destrozada, hundida y pérdida, sigue irradiando pese a todo una fuerza que os sorprende.

Unos minutos después, tras un silencioso trabajo, Ívarr está limpio. Ishild entrega el trapo sucio y el balde a Karl que se hace cargo de él. Sale a la calle y os deja a los tres juntos. Ívarr parece dormido ahora, de no ser por los moratones que han aparecido tras la limpieza. Golpes que surjen en la lividez de la piel de vuestro lider y que muestran hematomas de gran tamaño en la zona lateral. No se aprecian, sin embargo, cortes o heridas entrantes. Todo parece indicar que Ívarr ha muerto a golpes.

Cargando editor
24/04/2015, 18:17
Uthred Svensson

 Asiento a las palabras del thulr. Pero no me corresponde a mi preparar el cadáver. Además, habrá de ser algo íntimo para la familia y los allegados de Ívarr. Por eso, simplemente espero a que terminen y me acerco a la puerta. Por si alguien quiere estropear este momento y amenazar la seguridad de los que lavan y preparan el cuerpo de un héroe para su paso al Más Allá.

 Durante la limpieza observo tanto a Karl como a Ishild. En sus movimientos, en la manera en que sus musculos se contraen. En la manera en que Karl aprieta el paño con fuerza y lo retuerce, puedo descubrir su irá, su rabia. Y en las lágrimas y el estoicismo de Ishild descubró su fortaleza y su frialdad. No olvidarán esto, y en esos momentos siento pena por los pobres culpables de la muerte de Ívarr. Esposa y hermano. Les harán desear que les manden al Hel.

 Cuando terminan, me acerco a ambos. Apoyo una mano en el hombro de Ishild. Miro a Karl. Y luego miro a Ívarr. Es injusto, es injusto que siempre se vayan los mejores mientras que la escoria, los corruptos, los asesinos y los inútiles sobreviven. No hay mal fiebre que se los lleve. Mi abuelo se reía y no hacia más que repetir "bicho malo nunca muere. No hay fiebre que se los lleve. Solo el acero de alguien peor". Uthred comprendió qué iban a hacer. Se granjearán enemigos, seguro. Pero para llegar al fondo de esto y conseguir la merecida justicia que demanda el alma de Ívarr, solo hay un camino: El camino del acero.

  - Voy a buscar al resto. Querrán despedirse. - me sorprendió en ese momento un ligero sollozo. Ívarr se habia convertido como en un hermano mayor, como un padre para mi. Miré al thulr. - Ademas... Si vamos a hablar con Gunnar... por los dioses que no iremos solos y con las manos desnudas. Más vale prevenir, amigos.

 En ese momento no pude evitar pensar en mi familia. Nadie sabia de mi pasado y nadie sabia cuanto comprendía por lo que Ishild y Karl estaban pasando. Tendría mas o menos la edad de Rigmar cuando les perdí. Y desde ese momento no he pensado en nada más que en la venganza.

 Abandoné la casa, no sin antes echar una última mirada a Ívarr y despedirme de él en silencio.

Notas de juego

Salgo de la escena. Voy a buscar a Bernt, Erik y Harald. Así como a la mayoria de los compañeros que navegaban con nosotros, incluido Bjorn.

Cargando editor
26/04/2015, 13:10
Harald Erikssen

Pensándolo mejor, creo que debemos entrar cuanto antes para no perder la pista. Lo dicho, si los pillamos con los pantalones bajados serán más dóciles. 

Dicho lo cual, y mientras espero a que mis compañeros se decidan, dedico mi atención al local, por si puedo ver alguna pistaque se me haya escapado.

Cargando editor
27/04/2015, 00:47
Haakon Rasmussen

Me centré en la tarea que nos ocupaba, dando pocas (por no decir ninguna) indicaciones a Ishild y Karl, pues era algo sencillo, pero seguramente delicado para ellos.

La visión del cuerpo de Ívarr tras la limpieza seguía siendo desoladora, pero me hizo pensar. Cuando un hombre intenta asesinar a otro no se limita a golpear en cualquier lugar como habían hecho; incluso sin contar con un simple cuchillo, cuando se ataca a matar, los golpes terminan dirigiéndose a la cabeza o las tripas. Además de eso, a Ívarr también le habían quitado lo que llevaba encima con algún tipo de valor...

- Uthred, si encuentras a los demás... - le dije cuando se disponía a salir de la casa - ...solo es una corazonada, pero buscad lugares donde se organicen apuestas, o personas con reputación de participar en ellas. -

Le despedí con un asentimiento de cabeza y me giré hacia Ishild, para continuar con lo que seguía a continuación para respetar el cuerpo de Ívarr.

Cargando editor
27/04/2015, 11:14
Bernt Karlssen

Me paro junto a mis compañeros y evito responder por el momento. En su lugar, me acaricio la barba pensativo, tratando de poner orden en los últimos descubrimientos que hemos hecho. No quiero que la rabia por la muerte de Ívarr nos haga acelerarnos demasiado, aunque lo cierto es que el prostíbulo es un muy buen lugar para alcanzar a los atacantes. Y separarnos significaría ser menos fuertes.

-Estoy de acuerdo. Si les alcanzamos ahora que aún no han traído el cuerpo, estarán con la guardia baja. Es el momento.

Cargando editor
27/04/2015, 12:17
Uthred Svensson
Sólo para el director

 Asentí a la indicación de Haakon. Incluso se me ocurrió la idea de fijarme en algún objeto que fuera caracteristico de Ívar. Como su anillo entrelazado o los brazaletes que se habia ganado durante todos sus combates e incursiones. Pero primero me reuniría con mis compañeros para saber si han encontrado algo, y buscaria a mi abuelo por si acaso hubiera escuchado algo. Algún enemigo directo de Ívarr, o algunos asuntos turbios en que estuviera metido.

  Abandoné con esa idea la casa de Ishild y me dispuse a buscar a mis compañeros. Como no sabía dónde se encontraban, empezaría a buscar por: Zonas comerciales, zonas comunes y concurridas como tabernas, lonjas y demás, y lugares donde ya nos hubieramos reunido en ocasiones anteriores. Si no tuviera suerte, ya pensaré en qué hacer en ese momento.

  Pese a que la furia en mi crecía, me obligaba a mantenerme fresco, despierto y alerta. ¿Y si Ívarr era el inicio de una serie de acciones contra el resto del grupo? Quizá hubiera emboscadas, por lo que durante toda la busqueda me mantuve atento a posibles encuentros. Sobretodo cuando atravesaba calles cortadas por callejones, o me acercaba a esquinas o lugares donde se puede esconder algún indeseable. Y siendo sinceros... no me disgustaria encontrarme con algún bastardo, y más aún si tiene que ver con la muerte de Ívarr. De vez en cuando acariciaba la empuñadura de mi espada, asegurandome de tenerla cerca, y a veces la movía en la vaina para comprobar que el acero no se habia dilatado. No seria la primera vez que por cualquier causa natural, frío, humedad, la espada queda atascada en la vaina. Ahora no podria permitirme perder ni siquiera un segundo.

Cargando editor
27/04/2015, 13:49
Ishild Bjornsdatter

Con cuidado lavamos el cuerpo y lo disponemos allí hasta donde podemos. A partir de ahora no será labor nuestra. Pero velaremos por él. 

Cuando Haakon habla no puedo evitar contener la respiración y esperar a que se vaya Uthred. 

- No me gusta lo que insinuas Haakon. Mi marido no apostaba - digo totalmente convencida. No al menos sin que yo lo supiera. Miro a Karl buscando algo de apoyo. Mi tono es ligeramente hostil. No me gusta lo que ha dicho. Mucho menos con el cadáver de mi marido delante.

Cargando editor
27/04/2015, 15:19
Director

El tiempo pasa y Erik no contesta. Suponéis que lo está pensando, dándole vueltas en su cabeza.

Observáis la plaza mientras éste se decide. Está llena a rebosar. Los vendedores ofrecen sus productos hortícolas: nabos, rábanos, chirivías, centeno; frutas como la frambuesa, grosella, pera, manzana...; también ofrecen carne, tanto ya matada como animales vivos. Los compradores se afanan en conseguir buenos precios, sea de forma mayorista o de forma minorista para uso personal.

Además de alimentos, se venden utensilios y menaje variado: desde platos a vasos, pasando por ollas y cacerolas.

El burdel no parece destacar en lo más mínimo. Por mucho que observáis, seguís pensando que si no fuese por las mujeres semidesnudas que se asoman por las ventanas bien podría pasar por una taberna cualquiera.