Partida Rol por web

Edgar, realmente no lo se, yo no di por ciertas las palabras de ese hombre, como es posible que algo asi pueda ocurrir? Pero aun asi, el hecho es que Don Ramon y Jaime, han sido atacados y casi devorados

Padre, tacheme de blasfemo si quiere, pero esos hombres no parecen haber sido atacados por ningún animal que sepamos cercano al pueblo.

Quizá el profesor José Antonio haya podido leer alguna cosa sobre si esto habia sucedido anteriormente

Me levanto y me sirvo un vaso del brebaje que a traido Herbasio. Snif snif, pues oler huele bien....glup glup....y saber también sabe bien!!

Aún tembloroso y debilitado por el miedo, el joven aprendiz de panadero se levantó de la barra y fue arrastrando los pies hacia la marmita para servirse un cuenco de aquel elixir antes de acercarse al centro de la taberna para llamar la atención de sus vecinos.

- Creedme todos y en especial usted, Padre, cuando digo que yo he visto el cuerpo de Jaime. Dios lo tenga ya bajo su seno y bendiga a su pobre familia, era un hermano para mi. - consiguió decir el joven tras tomar un tranquilizador sorbo - Aquello no era normal, no se parece a ningún ataque de lobo que haya visto antes. Si él no hubiese corrido tan horrible suerte, yo habría sido la víctima del ataque, bien seguro estoy de ello. Debemos descubrir qué ha hecho esto y darle caza antes de que vuelva a atacar - añadió con un escalofrío y, tras devolverle el cuenco a Herbasio con una leve sonrisa de agradecimiento, volvió cabizbajo a mezclarse entre la gente de la abarrotada taberna.

Miro las hierbas del Tito Herbasio excéptica. Yo no metía ahí el morro ni por una vaca pa' comer to' el invierno.

Estos s'an hinchao a brebajes raros y ven monstruos donde seguro había un lobo o un oso.

-¿Y no sus habréis bebío una pocioncica d'esas antes de haber recogío a los muertos?- huelo sospechosa aquella marmita.- ¿Qué va a haber otra cosa en los bosques sino un lobo o un oso perdío? Igual que vaya el señor cura a echar una poca agua bendita por allí, por si acaso... Y el resto bien podríais buscar al bicho que s'a comío al Jaime y a Don Ramón. ¡Dios los tenga en su gloria, a su laíco sentaos!

- Ya he arrojado agua bendita por ese lugar, es lo primero que hice tras velar por las almas de los muertos. También recé plegarias para expulsar el mal y he de decir que donde caía el agua, ésta hervía como por ensalmo. Es por eso que estoy seguro que ninguna criatura de Dios puede haber obrado así.

Tras la respuesta, volví a mis rezos, que sería lo único que podría salvarnos de la ira divina.

- No temas, señorita Jarras, la poción de ver duedecillos verdes es otra, esto es sólo una infusión a base de flores, tila y raices de pino, es lo mínimo que podía hacer por.... por..... todos mis..... (se sorbe los mocos y se restriega la manga sobre los ojos) sobrinitos del puebloooooooo!

Termina la frase llorando y vuelve a quedarse en una esquina rindiendo su luto de manera peculiar a moco tendido.

José Antonio responde con escepticismo a la pregunta sobre bestias mágicas.

Bueno... hay centenares de historias y leyendas sobre criaturas mágicas de todo tipo.
No obstante yo no soy cazador. No sabría distinguir las heridas causadas por ningún animal.

Quizá haya alguien presente con mas conocimientos sobre el tema.

Me dirijo con mi paso trajinado a la taberna para escuchar las malas nuevas. Escucho a unos y a otros... pero poco se aclara el asunto. Convecinos, hemos de ser precavidos a partir de ahora. Si esos lobos se han atrevido a entrar al pueblo es que nos han perdido el miedo y la bestia que cata la carne humana ya no se molesta en cazar presas difíciles. Cada uno haiga lo que crea oportuno, pero yo pienso trancar esta tarde mi puerta con clavos hasta que salga el sol. 

si un hombre de mundo como Albar Sancho piensa que lo mejor es trancar la puerta con clavos yo haré lo mismo se levantó Tomás con disimulo a pedir otra cerveza porque ya había oído decir a María Jarras dos veces que fuéramos a por los animales feroces y él no tenía ni la más mínima intención de darles caza. Edgar otra cerveza por favorTienes razón José Antonio, el cazador podrá decir si son huellas de animales o de criaturas del demonio

-Que tragedia tan buenas personas que eran... -Pensamiento: y tan buenos compradores, como los lobos empiecen a comerse a todos los del pueblo me quedo sin ganancias- Vecinos, amigos debemos encontrar a esos lobos antes de que alguien más sufra su ira, y si queréis en mi tienda podéis encontrar buenos ajos para mantenerlos alejados, si parece ser que funciona con chupasangres seguro que con esas bestias también.

Dice Eustaquio a aquellos de la taberna que lo quieran oír.

Tita entro en la taberna con un pequeño árbol bajo el brazo una sonrisa perfecta y una duda en la mirada. Ya se había enterado del ataque de los lobos a la pobre gente del pueblo sin recursos, pero no esperaba tanto revuelo.

-Holis cariños.-Saludo al grueso.-¿Es que estas cosas, no han pasado ya antes? Osea es un pueblo ¿No? Los ataques de animales salvajes serán cosa normal ¿No? Con hacer una partida de caza con gente fuerte y dispuesta, ¿Que no?-La mujer aun no se había enterado de las monsergas del cura o las palabras del aprendiz de panadero, pero era algo nuevo y emocionante para ella, una pobre viuda sin nada que hacer.

Honorio mide un palmo con los dedos entre las cabezas de sus figuritas. Distraído coge su olvidada jarra. Se la acerca a la boca y antes de que toque sus labios ya la está apartando. Produce un ruido corto y súbito entre carraspeo y risa. ¿Y qué dice el cura? ¿eh? ¿qué la Biblia se escribe ella sola o qué? ¿que hace Dios esas cosa que dice no se qué de que lo que no existe lo hace que exista solo porque nos lo creemos? ¡'Amos venga! Mira al cura al otro extremo de la sala y tuerce la cara mientras brinda para sí y se termina la jarra. Esto sí que es gloria bendita d'esa, sí. No t'os esos mejunjes y t'os esas cosas. Y agua en la taberna... ¡'Amos venga!

Pos si alguien quiere que se le refuerce la puerta, con clavos maderos y lo que haga falta, pos aquí que está el Tiburcio pa reforzarla bien reforzá. Que será un lobo mu gordo, pero los lobos no abren puertas, amos, ¡digo yo!

Hasta que un cazador no nos diga con certeza de que tipo de animal se trata yo no haría conjeturas precipitadas.

Como hombre de ciencia debo creer que tales criaturas no existen pero, en el fondo, si creo que deben existir cosas más allá de nuestro entendimiento.

Las leyendas cuentan que esas criaturas solo son vulnerables a la plata, algo no muy abundante en el pueblo. Los ajos no les harían nada.
También dicen que por el día, tales criaturas tienen apariencia humana así que podrían estar aquí ahora mismo.

Por desgracia, otra de las cosas que cuentan los libros y leyendas, es que tienen una fuerza descomunal capaz de partir a un hombre en dos.

Así que, si verdaderamente esas criaturas existiesen, apuntalar puertas y ventanas no las detendrá y, ninguno de nosotros, salvo quizás el antiguo guerrero, tendría ninguna oportunidad aunque empuñase un arma de plata.

Bueno. No son más que historias.

-Serán sólo historias, pero las historias siempre empiezan por algún lado, ¿no?...- un escalofrío recorre mi espalda...-Es decir, veamos los hechos, bestias o no bestias, dos personas han perdido la vida, y hasta no conocer al culpable, ¿qué garantías tengo de que no sea mi turno de amanecer muerto mañana?-  dejo la escoba en un rincón y me siento junto a los clientes, -Esta noche no podré dormir tranquilo...así que...- acto seguido tomo un tarro de cerveza y me lo bebo todo de un movimiento.

Miro lo que dice el señor maestro, seguramente influenciado por el brebaje del demonio de Tito Herbasio.

-Pero a ver alma de cántaro... ¿Cómo van a ser los monstruos d'esos uno de nosotros? Eso lo habría visto el señor cura, que pa' éso es el entendío en brujas, herejías y desvíaos d'esos...- señalo al padre Antonio.- Yo creo que ha si'o un animal y estáis aquí buscando excusas to's como zánganos con el culo pega'o a la silla...- suspiro viendo tanta verborrea y tan poco acto.

Si al final madre tiene razón... Ya no hacen hombres como los de antes, que lo mismo te arreglaban un roto que un descosío, que te cazaban un oso pa' la cena, que te daban un revolcón en la hierba...

Estrella, la Madame del Burdel de aquel lindo pueblo había quedado en silencio durante todo este tiempo, pero luego se decidió a decir algo, ante el temor que acontecía entre los presentes.

- Señores, debemos mantener la calma, y pensar con claridad, esas bestias estan atacando la aldea por alguna razón, hambre? territorio? y simple placer? pero lo que esta claro es que debemos saber donde se esconden, para así poder protegernos de ellos, de poder acabar con la amenaza y poder vivir como hasta ahora ¿No creen?

Dijo tan señorial como siempre, tan suya, tan esbelta y hermosa. 

¡Andapues no'sta este pueblo lleno muertos d'hambre! ¡Na'más necesitamos que nos cierren las puertas con uno dentro y se nos come por los pies! Honorio gira la cara y pifia con sorna. ¡Pos si les duele la plata ya está tardando la marquesa-esa en sacar la cubertería! ¡Que comparta lo que no se come, que lo que se come no lo comparte!