Partida Rol por web

Tampoco es que un chuchillo vaya a serte útil contra un lobo, mucho menos si es algo peor. Ademas, yo no soy orfebre, ni conozco a ninguno que pueda sernos de utilidad ahora. Yo solo se trabajar el metal. La plata no la he tocado nunca con intención de trabajarla.

Pero Honorio tiene razón, hay que pelear o morir.

De todas formas creo que sera mejor que tengamos armas a mano, puedo prestarles algunas, no tendre para todos, pero el que quiera se pase por la herreria.

Me acabo la,infusión de un trago. El día esta resultando como una puta pesadilla, donde se supone que el malo es alguien a quien conoces, pero no sabes identificarlo...

Al oír sobre la presencia de esos monstruos me intereso sobre el tema de las armas.

- Pué yo no tengo naica de jarmas de plata desas. Ora eso zi, como vea arrimarse arguno desos bichos a mih ovehah les meto con lo duro de la espichá en los ocicos hasta que ze dezangren entericoh. A veh si er Vicente me pue arreglá la valla del ganao pa que no sarten a matarme los animales los mostros esos.

-Uy, pues na sabia yo que los lobos solo se les mataba con plata, así que ese hermoso metal también vale para la guerra, que diría mi pobre maridito.-Se llevo una mano a la mejilla derecha, la izquierda la estaba arañando su ficus en miniatura.

Seguía sin tener claro si hablaban en serio o en broma, pero supuso que seria lo primero después de todo han muerto dos personas.
-Es verdad que son pueblerinos y están acostumbrados a la muerte, pero jo, son humanos después de todo.

Tita se fijo en el cura que había sido nombrado y el cual parecía tan alterado como el resto, como si no supiera de entierros.

A vé que si son lobos, lo dicho, que no abren puertas atrancás.

Si son demonios, el cura que se lie a echar agua bendita que viene con su oficio...

Y si son esos monstruos que decís, pues cuando estén en forma humana se los atoñina y yastá.

Y si tienes miedo, María Jarras, ya voy yo esta noche a cuidarte la puerta por la parte de dentro... Yo a las buenas mozas les cuido lo que haga falta...

Nada mas la plata puede matar a un lobo.... En el caso de que fuera un lobo porque aun no se sabe que clase de animal pudo causar este daño... Y que ojala no vuelva a pasar, porque tengo un miedo....
Dije en general.... Porque realmente si fuese un animal como se estaba hablando el animal estaría por esto lugares aun ... Y estaríamos en peligro...

-¿Eh? ¿Quién ha dicho lo de la plata?- miro a mi alrededor quién hay en la taberna, pues estaban ahí con un cacao que yo no acababa de entender. Que si los monstruos, que si los humanos, que toas esas tontás pa' que luego un listo diga que le demos plata pa' matar no se qué fantasma a la vuelta de la esquina.

- Pos seguro que además de plata, si les echamos el agua bendita con un jarro de barro, asín...- hago el gesto de regar el lomo de lo que sea que estén imaginando.- Pos seguro que asín el agua es más bendita y to'. Vayan ustedes haciendo el pedido, que yo se las traigo en una corría y baraticas...

A ver si el de la plata se piensa que es el único avispao aquí. Que yo las cazo al vuelo y si hay que sacar tajada, pos ea.

Miro al Tiburcio cuando dice que si tengo miedo me vigila la puerta. Este lo que quiere vigilarme es el refajo, que se vaya con la zorrupia de rojo y vestido carejo pa' éso. C'a mi no se me compra asín con palabrejas.- Eh, Tiburcio, te digo una cosa- levanto el dedo índice, como si llevara toda la razón del mundo.- Yo miedo no tengo ni una miaja, que pa' eso mi padre m'enseñó a dormir apercibía con el cuchillo de ir a por setas bajo la almohada. A ver si voy a cortar algo más que setas cuando me vigiles el portal...

Bajando los peldaños que conducen a los aposentos de los viajeros, delicadamente una pequeña florecilla, una dulce alondra en un mundo demasiado cruel para un adulto, hace presencia la heredera al título de duquesa de Alba. Lucía.

"Por que tanto alboroto? Escucho mucho revuelo y no permitís que halle descanso en tan largo viaje." Hace una reverencia largamente estudiada, de forma mecánica, a la perfección. " Soy Lucía del Alba, Heredera del duquesado del Alba. Estaré unos días en este pueblo mientras arreglan mi carruaje para continuar mi viaje a Sevilla. Mientras tanto recordad siempre a quien os dirigís..."

¡Maestro'scuela! ¡Cuidao no vaya a ser cachorrilla! Honorio rompe a reír. ¡Que acaba de llegar, dice! De repente se pone serio y lo considera una posibilidad.
 

Miro estupefacto a Honorio.

Lo siento Honorio. Pero no entiendo que quieres decirme.

Podeis quedaros todos a dormir en la posada a dormir, asi todos juntos no creo que se atrevan a entrar

Pues Emilio estoy contigo es buena idea dormir hoy en la taberna... Pero propongo que se haga turno para vigilar...

Sí, quedarnos aquí a dormir será lo más prudente, espero que eso consiga frenar a esos... seres. En cuanto a los turnos de vigilancia: yo no tengo ninguna gana de verme cara a cara con una de esas bestias, pero si hay que hacerlo...

-No, no, señor Emilio... Yo no me dejo a padre y a madre con la tarea a medias y solicos en casa... Que una no es una zángana como otros y tié que trabajar pa' comer...- miro a los hombres que siguen sin moverse de sus sitios. Mucho patatí patatá, pero ni uno con un par pa' matar un lobico.- Y tampoco voy a dejar mi casa sola trayendo a padre y madre... Pa' que venga un jodío moro y me la robe... O un judío usurero... No, no y no... ¡'Amos calla!

Esta gente está zumba' y encima pregonando que se quedan to's aquí junticos y que venga un listo a robarles a sus casas. Un monstruo dicen, pos no saben na'. El único que parecía tener una chispa de razón era el Honorio. Y de la noble esta mejor no largar la lengua, que si decía lo que pensaba el señor cura me lavaba la lengua con agua bendita y una poquita cal viva. 

Lo mismico esta c'acaba de llegar...- miro sospechosa a la duquesa.

-Yo acepto tambié jefe- digo alzando un jarro como celebrando y  me levanto de mi lugar -Y me gustaría ser el primero en vigilar, así podré descansar mas tarde...- comienzo a cerrar las ventanas -Necesitamos sellar las ventanas y puertas, ¿alguien tiene madera y unos clavos?, creo que yo tengo un martillo por alguna parte...-

Asiente atropelladamente: Sí, creo que sería mejor quedarnos juntos, ya no es seguro caminar sólo en este pueblo - se levanta y corre a ayudar con ventanas y puertas - Supongo que el carpintero tendrá tablones y clavos de sobra. Y no nos vendrían mal algunas horcas o todo aquello que nos sirva como arma. Y toda la plata que podamos encontrar si es cierto lo que cuentan las leyendas.

Acabando otro rosario completo, ida y vuelta, recupera la noción de lo que sucede a su alrededor y oye a sus parroquianos hablar de plata y otras supercherías.

- Lo único que nos ayudará será rezar. Rezar y ser buenos cristianos. Este mal el pecado lo trae. Y como el pecado lo porta, la virtud lo espanta.

Y como dando ejemplo, se funde en una plegaria intensa.

Tomás recordando las acusaciones del tabernero hacia Emilio dice y si realmente hay una bestia entre nosotros ¿ queréis quedaros toda la noche encerrados con ella? Yo me quedaría y haría guardias para vigilar, pero no apuntalaría las puertas...sería como meterse en la boca del lobo . Edgar otra jarra por favor

Lo dicho, que si hay que apuntalá, aquí el hijo de mi madre (poque supongo que tendré arguna en arguna patte) que se apunta a darle al martillo....

Aunque yo me iría con gutto a apuntalarle cosicas a la buena moza de la Jarras, la verdá

-A mi la idea de dormir todos juntos aquí me parece bien pensada, por mucho lobos de eso que haya no podrán matarnos a todos a la vez, pero nosotros si podremos lincharlos a todos a la vez esos chucho salvajes se van a arrepentir de haber pisado este pueblo oiga.

Después de decir eso Eustaquio sigue con su jarra de cerveza

-" Estos plebeyos están algo locos, o tal vez demasiado..." Mira con cara algo consternada al resto de los presentes.

"Lobos? aquí en la posada? yo permaneceré esta noche en mis aposentos, con la puerta bien cerrada. Espero que si el lupus hace el honor de presentarse no realicen gran alboroto con los dichosos linchamientos. Y también espero que con la salida del sol este dispuesto mi desayuno y algunos víveres para continuar con mi viaje, maese posadero. No tengo pensado permanecer mucho tiempo en esta aldea." dijo algo enfurruñada.