Partida Rol por web

Laida ríe entre dientes mientras ve la escena pensando, que trola te va a meter por unas monedas, en fin, a lo mejor sacamos algo en claro y por si las moscas pone atención.

- Habla claro y sin mentiras, pues no nos gusta, ni tenemos, tiempo para perder. - Añadió Felix a las palabras de Heldrich mientras hacía girar una corona de oro entre sus dedos.

-Menuda perdida de tiempo. Mascullo Leopold.

Este gitano lo único que quiere es timarnos, y si le damos la oportunidad robarnos.

Leopold se separo un poco del grupo, para asegurarse de estar lejos del alcance de las manos de ese individuo

-Oh vamos vamos amigos, no tendréis miedo del pobre Josef verdad?- Veis como se da la vuelta y saca unos pequeños trozos de tela de su macuto.- Son trozos de la sabana del niño! Propiedad de su cuna y bendecidos por su sagrado culo!- Os lo enseña a cada uno de vosotros, salvo a Felix a quien no se acerca.

- Por supuesto que estuve junto al niño, no veis que tengo todo tipo de cosas bendecidas por el?- No se acerca a Felix, pero no le quita ojo a la moneda de entre sus dedos.

Los enanos tienen un caracter muy conocido por todos, y cuando piensan más:

- Chicos, ¿No creeis raro, que un "vendedor ambulante" de dudosa reputación pueda tener estas "reliquias"? estaba sonando más misterioso que instructor, pero se veía que algo había de trasfondo en lo que decía. - Seguro que cualquier sacerdote, o cazador de brujas estaría muy interesado en la información y objetos. Podemos indicar a ambos grupos que se hagan cargo de esta persona, y seguro que además de agradecernos la intercesión para purgar la herejía ... seríamos recompensados. Un respiro que aprobecha para frotarse la barbilla y añadir ¿No os parece? Estaba claro que el enano no era estudiante por sus dotes con los peines y agujas, sino por algo más. Había ocultado algo en todo su comentario, que seguro el interlocutor había captado. ¿Había que dejarselo más clarito?

- Todo esto sería raro si estas "reliquias" fueran reales. ¿Quién dice que esa sabana no es un harapo cualquiera?. - Contesté al enano con tono algo impaciente. - ¿Que parte de la pregunta que te ha hecho mi acompañante no has entendido?. - Pregunté al desgraciado vendedor refiriendome a la pregunta que le había hecho Heldrich momentos antes, y que aquel individuo no se había ni molestado en responder. - Mi compañero no se caracteriza por tener demasiada paciencia, y aún menos la tengo yo. - Concluí con tono amenazante devolviendo la moneda que tenía en mi mano al bolsillo.

El gitano maloliente os mira freneticamente, primero a Felix, luego a Ragnar y por último a Heldrich. Durante un momento habeis visto el reflejo del terror en sus oscuros ojos, pero enseguida se ha repuesto. Se dirige al ladrón:- Veo que tiene buen ojo para los negocios, no me esperaba menos.La mayoria de la gente compra cualquier cosa, sin interesarse por lo que paso aqui hace unas semanas. Se quita la mochila y la pone en el suelo.

- Mire señor, le ofrezco un trato especial sobre una autentica y honesta pieza sagrada.- Las maneras del gitano cambian de sociables a inquietas y parece que os mirase como si fuerais a robarle en cualquier momento.

De su mochila desenvuelve con cautela una pequeña túnica desgarrada por la mitad. El gitano la ofrece con reverencia, con sus ojos radiantes mientras susurra:

-¡Esta camisa era la que llevaba cuando apareció! Uno de los bastardos con los que peleaba trató de agarrarle y la arrancó. Fue entonces cuando todos vimos muy clara La Marca en el pecho del muchacho. Y si miras ahí, hay algo de sangre en la manga -que es de cuando el chico le partió la cabeza con su martillo sagrado. Fue un milagro, como nunca antes había visto.

La voz de Josef vuelve al tono anterior:Bendito Ranald, el resto de ellos llegó a la ayuda del chico, de lo contrario yo nunca hubiera puesto mis manos sobre esto. Y es toda tuya por 10… eh, digo, 12 Florines. (Los florines son las coronas de oro marienburgesas)

- si que se las gasta el pequeñín, nada menos que con un martillo, si es que los pequeños tenemos algo especial. Dice sin darle mas importancia, mientras observa a la mujer que se acerca.

Es un charlatan, vamonos.-Concluye Tryndamere se da la vuelta y retoma su camino

El marinero miró durante todo el rato al gitano con expresión muy seria. Sabía que podía mentir por muchas razones pero también era una persona que vivía en la calle y puede que tuviera información de peso.

-Bueno, y el chico, antes de hacer el milagro ¿Quien era? ¿Se sabe de donde vino?

Heldrich asienta con la cabeza para apoyar la pregunta de Hieronymus y mira al gitano.

-Ese muchacho no apareció en medio de la ciudad por arte de magia de algún lugar provenía.

Y espero a su respuesta.

-El chico era un huérfano robado a las sacerdotisas shallyanas, eso lo sabe todo el mundo!- Os enseña nuevamente la camiseta mientras os mira lastimosamente.- Las malas lenguas dicen que el Gran Teogonista Volkmar intento secuestrarlo por miedo a que el chico tomara su lugar. Él sabia de la llegada del heredero de Sigmar ya que un mes antes pudo verse desde todo Altdorf un cometa de dos colas surcando el cielo. Estoy seguro que su camisa tendra un valor incalculable una vez que el niño se encuentre con su destino. Al decir esto Josef parece un hombre completamente diferente, y su rostro es el de un devoto.

Esta no es la religión que profesa un enano, y tanta chachara empezaba a impacientarle.

Aquella conversación que no parecía llevar a nada comenzaba a aburrirme. - Puto charlatán. - Mi atención paso del comerciante de baratijas a una mujer bastante harapienta que se acercaba a nosotros. - Muchachos, alguien se acerca. - Dije a mis compañeros levantando mi barbilla en dirección a la mujer a modo de señal. - A ver que nos va a contar esta... -

La campesina rolliza se abre camino entre vosotros, dando golpes y codazos a todo aquel que se interpusiera en su camino. Es más, suelta un buen empujon al nordico, justo antes de ponerse en frente de Josef. Su cara denota enfado y su aguda voz no deja lugar a dudas:
- Maldito embustero sacacuartos!Te voy a despellejar vivo y voy a asar tu sucio culo de gitano desgraciado!-Josef recoge avidamente sus pertenencias y se dispone a huir pavorosamente del lugar.- Este asqueroso diente sagrado que me vendiste, no es ni siquiera humano! Como la reencarnacion de Sigmar sea un perro, andamos buenos!!- Empieza a darle manotadas y a empujarle a lo largo del camino.

A ella, se le juntan varios vecinos mas. Algun sujetan cachos de sabanas, botes con algun que otro diente, y hasta mechones de pelo rubio. Josef Peek se da a la fuga.

Se veía venir. Lo que no esperaba es que fuera tan pronto.

- Chicos, le ayudamos y sacamos algo después, o dejamos que lo linchen?

Hieronymus se hizo a un lado y dejó pasar a la gente.

-No creo que podamos hacer mucho por él, ni con lo que él tenga. Mejor dejemos a la gente que haga justicia a su manera.

Con cierto desdén y asco me aparté de aquella escena. - Debimos hacerle caso a Von Hallen, esto es una pérdida de tiempo... - Dije mientras me acercaba a Tryndamere, quien había demostrado su buen ojo desechando aquella charla bastante antes que nosotros. - El sicario habla poco, pero cuando habla lo hace con certeza. - Quizás el ladrón y el sicario eran los miembros del grupo más afines a mí, aunque todavía era pronto para asegurarlo.

Cada cual recoge lo que siembra- Dice Tryndamere no sin algo de pena, comprende al hombre, cada cual se gana la vida como puede. Se queda mirando la escena con cara de asco y cuando se acerca su compañero se gira para emprender camino

Bueno, ¿que?, ¿nos movemos?, al gitano ese dejarlo, seguro que se escapa, o puede que no, pero no es problema mio, mi problema es salir de esta en la que nos han metido, así que, vayamos a ver a esas señoras a ver que saben.
y sin mas se pone a andar brincando de lado a lado de la calle observando todo como si fuera una niña de 3 años.