Partida Rol por web

Al activar los ojos de la bestia la oscuridad del túnel se vuelve un bruma rojiza que te permite ver las paredes y la estancia del fondo. Ahora puedes ver a los dos agresores, un hombre joven y un anciano los dos están muy quietos, detrás de un gran escritorio, no puedes ver si en la sala hay más mobiliario. También ves que Paul se ha convertido en un montón de cenizas, el neonato no ha podido pasar la prueba e ingresar en la secta.

Cuando tratas de agarrar a Auntan, ves que este ha desaparecido corriendo por el túnel. Si corres detrás de él, no te llevara mucho tiempo alcanzarlo.

No ves nada raro en ellos, tampoco parece que lleven armas. Solo puedes recurrir a los muchos rumores que has escuchado sobre los diferentes clanes, el único clan con la “capacidad de lanzar bolas de fuego” es el clan Tremere. ¿Serán los dos vampiros del clan Tremere?

Comencé a acercarme a ellos sigiosamente, no sea que se están haciendo los idiotas. Me puse de una forma que pudiera prepararme ara un ataque definitivo: Quería alinearlos para, con las garras y la sorpresa, atravezar el corazón de uno y llegar a destruir al otro. Era una apuesta arriesgada, pero perdido por perdido, era hora de demostrarle cuanto valía al sabbat.

Pasaba el tiempo y Angvar no aparecía, finalmente Momus decidió volver al refugio para volver con refuerzo. Pero antes de salir a la calle llamaste a Yuri para asegurarte que no había ningún problema, la guardaespaldas confirmo que todo seguía tranquilo.

El viaje hasta el refugio fue tranquilo, aunque Momus parecía consternado, había perdido a dos de los cachorros ¿Qué diría Beatriz? Al llegar al refugio aún no había llegado el otro grupo, hubo que esperar una hora hasta que Beatriz regreso con el resto del grupo.

La vampiresa parecía cabreada, Muertos, todos los vampiros Sabbat de León están muertos, además no hemos conseguido contactar con la manada nómada. ¿Dónde se habrán metido? Luego mira a Momus y al novato, ¿Qué ha pasado? Habéis conseguido algo, veo que faltan dos de los novatos.

Mientras Monus le explicaba el fiasco de misión a Beatriz, Constanza se acercó a ti, quería otro punto de vista de la misión. ¿Qué ha pasado? ¿Crees que se ha actuado de forma correcta?

Aunque Yuri confirmo que en el exterior todo estaba bien, mantuve la atención, aquello me olía a emboscada, traición, nos habían cazado como a conejos. Apenas hubo nada que hacer aunque Angvar se había mostrado alocadamente lanzándose al frente sin esperar, una valentía suicida que no era algo que me gustara.

Por fortuna al salir todo fue bien, Yuri nos recogió y llevo al lugar de reunión. Antes de entrar y salir del vehículo hable con Yuri. Estate atenta querida ocúltate y vigila, no quiero sorpresas, me temo que podemos tener visitas, prepara un posible plan de huida. La dije besándola en la frente mientras salía del vehículo.

Al llegar no habían llegado el resto, cuando lo hicieron las palabras de la Ductus no fueron nada gratificantes, me mostré tenso, esperando, pero nadie me pregunto, la Ductus solo bufaba y maldecía.

Entonces escuche a mi Sire. Mi señora, no conozco mucho, pero diría que fue una emboscada, ni siquiera pudimos hacer nada, el primero en caer fue el tal Salamanca y tras el Angvar. Esperamos un buen tiempo pero no apareció. Si estoy en lo cierto temo que estemos en peligro ahora mismo. Si nos esperaban es posible que nos siguieran o ya supieran de este lugar. Deje a Yuri avisada para que vigilara y preparar un plan de huida. Susurre a mi Sire mientras la Ductus seguía en lo suyo. Al fin y al cabo solo era un cachorro, poco más que un cabeza pala, asi que mi opinión no es que tuviera mucha fuerza.

Las garras rasgaron el aire y se escuchó un grito de dolor, aunque los dos ataques había sido poderoso estos no había conseguido matar al vampiro. Aunque muy herido el vampiro continuaba en pie.

Angvar golpeó al tipo pero no parecía haberlo erradicado. EL siguiente golpe no sería igual.

El vampiro joven, al que has herido, desaparece en la nada. El truco te es familiar, acaba de usar ofuscación. El anciano por el contrario no tiene tiempo de reaccionar.

Angvar atacó denuevo al viejo, esperando acabar con él, y luego se movió erráticamente, buscando cobertura, de forma que pudiera tratar de evitar el disparo de cualquier magia del "Tremere".
Mientras hacía esto, se fué retirando por donde había venido.

El anciano encendió la linterna y la arrojo hacia una esquina de la sala, la luz ilumino la sala con estanterías repletas de libros y con un escritorio en el centro. El zarpazo era poco profundo y el anciano no pareció preocupado por él, incluso parecía que parte de la herida había comenzado a cerrarse. ¡Corre y avisa al resto! Yo me ocupa de ella. Parecía que las palabras iban dirigidas al vampiro joven que se había ofuscado, de él no había rastro, solo se escuchaba los distante pasos de alguien corriendo por el túnel.

Lo lamento abuelito, No te ocuparás de nadie. Digo Angvar que agarró de la ropa al abuelo y lo tiró sobre las llamas que ya comenzaban a engullir los libros, no sin antes rasgarle como podía lo que quedaba de viejo puto.