Partida Rol por web

Lily, como los demás, también sale disparada, incluso con más fuerza, ya que es muy poquita cosa. Pero gracias a los colchones de las paredes no consigue hacerse daño, y se levanta de un salto, algo aturdida pero con una gran sonrisa y con una mano en la frente, a modo de saludo militar.

¡Sí, señor, estoy bien! Saluda divertida. Luego se dirige a seguir a José, parecía tener las cosas claras. Mientras habla, se le queda mirando seria, raro en ella. ¿Poderes? Ahí va... a ver si lo que pasó en la terraza... Se queda pensando mientras les sigue y escucha.

89 se incorpora como puede y señala un pasillo por donde están corriendo los demás carceleros.

Esa es la única salida. Dice para comenzar a avanzar hacia allí.

El único camino por el que podéis seguir es un pasillo entre los escombros hacia delante.

Corréis por el pasillo que ha quedado formado tras la explosión durante un par de metros. Después, el pasillo se transforma de unas paredes derruidas a un pasillo como el anterior, con paredes blancas y gente corriendo de un lado a otro. Está claro que, salvo los carceleros que parecían abominaciones, los demás no quieren estár allí bajo ningún concepto y por eso salen corriendo.

Al cabo de unos treinta metros, podéis ver un recodo en el camino, un giro de noventa grados hacia la derecha. La gente corre por delante de vosotros a una velocidad espantosa sin embargo... ¡de alguna manera comienzan a retroceder y a correr en dirección contraria tras haber girado en la esquina!

Os quedáis de pie, esperando, mientras los carceleros regresan por donde han venido. Al poco tiempo, unos rayos comienzan a salir desde la esquina, golpeando en la espalda a los que huyen, y convirtiéndolos en cenizas en una milésima de segundo.

Y sólo se oye un zumbido...

No podéis ver que dispara esos rayos, pero si sabéis que está justo detrás de ese recodo...

Podéis regresar... o tentar a la suerte...

Sigo a 89 a toda pastilla, con el resto de la tropa conmigo. Ninguno ha abierto la boca en relación a lo que les he dicho. Típico de ellos. Pero bueno, tampoco puedo obligarles. Y justo entonces, cuando todo parecía que iba mejor, la marabunta de carceleros se detiene, da media vuelta y empieza a correr deseperada en nuestra dirección. Como para ponerse en medio. De un salto, me pego a la pared y arrastro conmigo a 89, al tiempo que hago gestos al resto para que me imiten.

Justo a tiempo. Una mierda de rayos o qué sé yo, empiezan a salir de la esquina que tengo justo delante y carcelero que pillan, carcelero que incineran. Decir que estoy cagado de miedo, es decir poco y siento que la vejiga se me va a aflojar de un momento a otro. Por un segundo, siento la tentación de salir corriendo, pero ¿para qué? ¿Para que me aticen con uno de esos rayos y me conviertan en cenizas? Joder, ni siquiera se las van a llevar a la Vane o a mis padres para que me hagan un funeral en condiciones. Mejor mirar y rezar para que no me den. Al menos así, sabremos a qué nos enfrentamos.

Así que con mucho cuidado, asomo la cabeza por la esquina y que San Pedro me pille confesado. Por si acaso, me persigno, no vaya a ser que me zurren y acabe en el infierno por un detallito sin importancia como ese.

-Creo que si...- Contestó sacudiéndose el polvo de la ropa. -Estoy bién.-
Acto seguido salió hacia el pasillo donde se dirijían los demás carceleros. Aunque la curiosidad pudo más que él. ¿Que cojones era aquello?

- Si, bien. Si - Dice en medio del caos, justo antes de que todos echen a correr pero nadie le escucha. Estan demasiado ocupados tratando de salvar el pellejo y francamente no puede culparlos. El esta haciendo lo mismo y no siente ningún remordimiento por ignorar todo lo que se dijo despues de la explosión.

Sigue algo aturdido por las drogas que le dieron y el nuevo dolor de cabeza, producto de la caida y la voladura de la pared, francamente no ayuda pero va tirando. Lentamente mejora y cierta parte de su persona, aquella que se siente parte de la nueva nomenclatura de la rodina, empeiza a recobrar su orgullo.

Corre junto a los otros en medio de lo que parece ser una especia de borrón difuminado a traves de corredores anonímos hasta que llegan al recodo. Todos se detienen ante ese lugar. Los zumbidos y los rayos son una razón mas que suficiente para que su atención su vuelva hacía ese lugar y deje, de momento, el escape archivado en la lista de pendientes que tiene (¿o debería decir "tienen"?) en su cabeza.

Junto a los otros dos hombres trata de asomar la cabeza para ver que diablos ocurre.

No es lo mas prudente pero le carcome la curiosidad

A Lily, como a los demás, le picaba la curiosidad por ver qué era lo que fulminaba con esa eficacia a los clones.

En parte estaba asustada, pero estaba excitada también. Por lo que se asoma con los demás a ver.

Cuando voy a mirar por el recodo, de pronto compruebo que son cuatro las cabezas que asoman por la pared, cada a una altura. Parece una viñeta de cómic y si no fuera por la gravedad del asunto, los heridos y los muertos, por más que sean de los carceleros, hasta me reiría. Pero no es momento. Pero tan pronto como entreveo lo que hay al otro lado, vuelvo a retirar la cabeza. Y justo a tiempo, porque unos de esos rayos golpea donde hace un segundo tenía puesto el cabezón. Una mancha oscura del impacto y un boquete, es cuanto queda del impacto. Me dejo caer hasta el suelo y me quedo allí sentado. Es como si no tuviera fuerzas.

¿Qué cojones son esos avioncitos? ¿Cómo pueden ser tan letales? ¿Serán eso los juguetes a los que hacía referencia la calientapollas de la tiparraca aquella de la pantall de la celda? Algo queda claro. Saben dónde estamos y la sensación de juego y persecución es demasiado vívida para mi gusto. Cuando miro al frente, la ventana que está justo en frente me permite ver un paisaje que sería hasta chulo en otras condiciones.

¿Qué hago? O mejor, ¿qué hacemos? Tengo claro que solo, poco o nada voy a conseguir, pero por el momento, salvo Edi que tiene algo más de iniciativa, aunque solo sea para machacar a quien se le ponga por delante, los demás, van a remolque. Y tampoco es cosa de dejarlos atrás, al menos de momento, o esas cosas lanzarayos les van a hacer fosfatina.

¿Alternativas? O los aviones o la ventana. Si retrocedemos, nos zurran. Si avanzamos, nos zurran. Si nos quedamos donde estamos, acabarán zurrándonos. Parece que las ventanas son la mejor oportunidad. Aunque si pudiéramos deshacernos de los aviones... ¡Mierda! ¿Lo de ayer será cierto? ¿Podría hacerlo? Lo dudo. Ni yo termino por creérmelo y si, aunque sospecho que esta cuadrilla está por lo mismo que yo aquí, no abre la boca ni para decir mu, ¿cómo voy a saber con lo que contamos?

A tomar por el culo. Si no lo intento, no sabré si puedo hacerlo. Solo debo recordar aquellos momentos, cómo me sentía, la senasación de desplazamiento en mi cabeza.

-Estamos acorralados...- Dijo Edie sin un atisbo de grandilocuéncia.
Recordaba a la tipa disfrazada de gata que salió por el monitor. ¿Jueguetes? Si aquello eran sus juguetes se podría decir que eran efectivos. Seguro. Aunque la alternativa de saltar por la ventana no le era del todo atractiva.
Hechó la vista abajo hacia el acantilado. El romper de las olas le producía escalofríos.
-Joder... ¿Saltamos?- Pregunta dubitativo.

Al ver que mis compañeros se asoman me quedo tras ellos vigilando nuestra espalda ¿Que es lo que hay? pregunto, aunque por respuesta obtengo los impactos de los rayos contra la pared y la cara de situación de José

¿Avioncitos de juguete que tienen esa capacidad de disparo? me pregunto con gesto de asombro Menudos "juguetitos" Al parecer la ventana ha servido de inspiración a algunos de mis compañeros ¿Saltar al acantilado?, tiene que ser una broma, si hacemos eso seguro que nos matamos

Si puedes mover cosas con tu mente, ¿no puedes hacer que los aviones choquen entre si? pregunto a Jose

Lily, que también se había asomado, casi recibe un laserazo, pero no llega a darle y se gira, más que asustada, excitada.

¡Genial! ¡Qué divertidos! Yo también quiero unos... dice más para si que para los demás.

¿Saltar? Piensa girándose hacia Edie. Eso sonaba a romperse el cuello contra las rocas. Pero los aviones no parecían una muerte menos probable.

La cosa parece estar peliaguda, pero al parecer, no todo está perdido. Aunque los chicos aún no saben que hacer, y las chicas parecen perdidas, saben de de alguna manera están aquí, y también por alguna razón. Todavía falta algún tiempo hasta que todos se den cuenta que no son humanos normales, pero tiempo al tiempo, todo se andará.

Edie y José Luis parecen estar empezando a creer en que son ellos mismos los que pueden producir efectos...

José Luis se acerca a la pared con velocidad e intenta romper las ventanas de un golpe. No parecen estar blindadas, así que con un simple golpe debería bastar. Por otra parte, Edie mira de reojo a los aviones y como si de una película se tratara, levanta una de sus manos e intenta "utilizar la fuerza".

Y creer o reventar...

De golpe, los aviones comienzan a chocar entre ellos, destruyéndose en el acto, pero no como si algo externo los estuviera moviendo... no. Todos podéis ver como entre ellos aparecen otra especie de aviones, los cuales hacen que los demás se descontrolen y choquen entre ellos al confundirse. Por otra parte, José Luis le da un codazo a la ventana... haciendo que media pared se derrumbe hacia el acantilado, dejando un bonito hueco por el que podéis ver el exterior.

Un simple vistazo y echo a correr hacia la ventana. No parece que el cristal sea de esos antibalas o blindados, así que no debería ser jodidamente difícil romper la ventana. Tomo aire, pego un codazo, rezando a la Virgen para no cortarme el brazo y ¡¡¡HOSTIA!!! El muro se cae creando un boquete por el que podríamos salir en camión. Tontamente siento que me pongo colorado, aunque no sé si es por vergüenza ante el estropicio o por la violencia del golpe. En todo caso, ¡que se jodan!

Pero lo que me mosquea es algo que veo. Han aparecido nuevos aviones de esos y están haciendo que los pequeñitos lanzarayos se estén estrellando entre ellos. ¿Quién cojones nos está ayudando? Cada vez siento que aquí hay algo más raro. Es como si nos vigilaran, bueno sin el como que de eso estoy seguro, pero fuéramos una especie de juego entre dos bandos. Los que nos joden vivos y los que nos ayudan puteando las trampas del enemigo. ¡Coño! Me estoy empezando a sentir como uno de los Sim´s.

Pero da igual, hay que salir de allí y si contamos con ayuda, mejor que mejor. Aunque tampoco es cosa de salir a las bravas. Me asomo por el boquete y observo de un rápido vistazo el panorama, para comprobar si es una salida viable o tendremos que seguir por el pasillo ahora que ya no hay amenazas voladoras. Aunque quién sabe por cuánto tiempo.

Lily se comporta como si estuviera en el circo, abriendo, sorprendiendose y alucinando con cada cosa nueva que pasa.

Primero José Luis rompe la pared de un solo golpe. ¡Oala! Exclama con la boca abierta. ¡Qué fuerte eres José Luis! Exclama aplaudiendo a su compañero mientras sonríe y da algun saltito.

Luego ocurre lo de los aviones. No reacciona, simplemente se queda observando los aviones y a sus compañeros alternativamente, para intentar buscar al responsable de aquello.

Edie levanta la mano. Casi fué un gesto reflejo al intentar esquivar uno de ls rayos. De repente vió como aparecían los demas "juguetes" y empezaban a luchar entre si.
Esto es de locos.... No paraba de repetirse esas palabras. Sentía como en cualquier momento perdería el oremus. Y eso no era lo peor.
De repente un fuerte estruendo precedió a una rafaga de aire. Al darse la vuelte, Crawford pudo ver el exterior.
-Pe..pero que...?- No consiguió articular la pregunta. Y que más importaba lo que había sucedido. Era momento de saltar o quedarse allí para que le frieran.
Cogió carrerilla y saltó sin pensarselo. -WOOOooo!!!-

Por el... Dios, esto es de no creer es lo único a lo que atina a pensar Evgeny luego de contemplar como aquel hombre, vaya uno a saber como, destroza a aquellos juguetes (cosa que ya era algo difícil de comprender del todo) para luego hacer venir abajo una pared solo con la fuerza de su codo.

Sencillamente era increible. Increible.

No dice nada. No puede decir nada. Esta demasiado sorprendido y parte de el sigue creyendo que todo esto se debe a lo que sea que le hayan inyectado en Petersburgo (Si, fue en Petersburgo piensa) pero eso no le impiede que vea como el otro hombre pega un salto y se larga a la carrera y decide imitarle.

Eso, despues de todo, significa la libertad y no lo piensa desperdiciar.

Edie y Evgeny saltan al exterior al mismo tiempo que los demás se quedan anonadados por lo que acaban de ver, pero lo que sucede ahora, también los dejara con la boca abierta.

Los dos, el ruso y el músico, saltan hacia fuera sin percatarse que el acantilado está a varios metros más abajo... una buena caída, una muerte segura. Aunque de esto se dan cuenta cuando estaban saltando por el agujero y su pie se separaba del suelo, sin embargo, algo "mágico" sucede.

Sus cuerpos golpean lo que parece ser una barrera invisible a un metro de distancia de la pared y hace que reboten nuevamente hacia dentro, aunque su cuerpo queda mitad sobre el suelo del pasillo y mitad sobre el aire, apoyados sobre un campo de fuerza que al parecer, rodea toda la base a un metro de las paredes en el exterior.

Ahora que están fuera, pueden ver la disposición de la base. Parece que son cinco laboratorios circulares, los cuales están unidos entre sí por pasillos y unidos además a una gran cúpula central de la cual salen los cinco pasillos, entre ellos, en el que están ahora mismo.

No va a ser tan fácil escapar de allí simplemente saltando al agua. Al parecer, eso ya estaba previsto.

Pero nadie dijo que no se podía caminar por el exterior, o por el techo de los pasillos.

- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO - me oigo gritar cuando veo al mudo y a Edi pegar el salto por la ventana. Saco medio cuerpo, con los cojones por corbata y el estómago en un puño, cuando les veo rebotar hacia donde me encuentro. De un salto retrocedo antes de que me embistan -. ¡GILIPOLLAS! ¡En qué cojones estabais pensando! ¿En suicidaros? Como volváis a hacer un estupidez semejante, os meto una hostia a cada uno. Y me da igual que me saques media cabeza y parezcas un armario empotrado - digo mirando al mudo y ayudándoles a ambos a entrar de nuevo al pasillo -. Esto no se hace. Pensé que os matabais - digo algo más calmado pero sintiendo que mi cuerpo tiembla como las maracas del Machín. Extiendo una mano y compruebo que el aire parece sólido. Joder, mira que soy un friki de la ciencia ficción y de repente estoy metido en un rollo de los míos -. Por ahí, no vamos a ninguna parte. Bueno, al menos a ninguna parte que nos interesara. Es decir, fuera. Parece que hay una especie de muralla sólida a la que debéis vuestra vida. ¡Anormales! - aprovecho para decirles de nuevo -. Mirad. Aquello parece el punto central. Me da que si queremos largarnos de aquí, nos tendremos que cargar sea lo que sea que mantiene activo este campo de fuerza - digo sintiéndome de pronto como el prota de una peli cutre de serie B, en plan El laboratorio de Menguele en el planeta Caca´s -. Y puede que no sea muy listo, pero una cúpula central tiene toda la pinta de que es el sitio adecuado. Aunque con una equis grande y negra encima quedaría más claro el asunto. En plan mapa del tesoro. Lo que es yo, me piro hacia allí y tú, 89 te vienes conmigo. Y como no me apetece recorrer esos pasillos llenos de mierdas voladoras, me da que un paseito sobre el techo de los pasillos no será mala cosa. Espero que allí no haya sorpresitas. Y vosotros, lo que más os mole. Vamos, 89, te ayudo a subir ahí arriba. Pon tu pezuña aquí - digo al tiempo que entrelazo mis manos para empujarle hacia arriba -. Cuando llegues, ayúdame tú a subir luego.

Lily empieza a reírse, tapándose la boca con la mano y mirando a Jose Luis.

Se ha enfadado mucho... jijiji Dice entre risitas.

¡Yo te sigo! Dice Lily reaccionando cuando él y 89 se dirigen a fuera, a subir a los pasillos. Levanta la mano y da saltitos. Esperando su turno para subir.