Partida Rol por web

Desconfianza. ¿Qué otra cosa podría recorrer la mente de alguien en este momento?

Pero hasta ahora, no parece suceder nada. Las luces de emergencia marcaban un camino, como cuando Hansel y Gretel dejaron miguitas de pan para después regresar. Claro que a ellos se las comieron los pajaritos, esperemos que ahora, el final sea completamente distinto...

El pasillo era largo, y estaba claro que daba al domo central de la base de HUMANS. A medida que caminaban por el pasillo, las luces iban alumbrando donde pisabáis. Y todo estaba muy tranquilo.

Cuando llegastéis a la mitad del camino, la puerta del final se abrió con un zumbido... y nuevamente, la voz, la misma voz que os invitaba a pasar, habló por los altavoces.

Pasad, pasad, amigos míos. Pasad si queréis conocer la verdad. Os prometo que no os pasará nada... Como habéis visto, si hubiera querido haceros daño, lo hubiese hecho, claro, amigos. Pero no, no saldréis heridos, no. Confiad en mí. El Rey Carmesí me protege, nos protege a todos.

La luz del pasillo se apagó de repente, y ahora, sólo entraba la luz por la puerta del final.

Observo la puerta un momento y al no ver otra solución tomo aire y trato de prepararme mentalmente para lo que sea que va a ocurrir ahora , solo se que tengo claro que si me van a volver a coger esta vez , con poderes o sin ellos les va a costar mucho.
Pongo las manos en los tiradores de la puerta a la vez que digo.
-Pues parece que tu curiosidad va a ser satisfecha
Acto seguido abro la puerta quedando ambos enmarcados por el resplandor que entra de mas alla....

Layla sonríe de medio lado. No pensaba encontrarse con el hijo de puta que se había atrevido a encerrarla en una jaula como a un animal... pero ya que estaba... le dejaría claras unas cuantas cosas.

La primera, que si alguien se metía con Layla Stevens, ese alguien iba a aprender a saber con quién debía meterse y con quien no... a base de ostias.

La morena se asoma desde detrás de la mole que está hecho su compañero, quedando a un lado suyo con la cabeza bien alta, mirando hacia todos lados.

Segun avanzamos todo es más y más extraño, todo parece vacio, ¿donde estan todas las medidas de seguridad que me suponía?

Creo que nos estamos metiendo en la boca del lobo... pero ya no hay vuelta atras. Digo mirando el pasillo totalmente oscuro que tenemos detras nuestra. Tengo la impresión que nos estamos metiendo en alguna clase de secta de la que no tengo ninguna gana de formar y algo me dice que no van a ser tan caballerosos de aceptar un simple no por respuesta chicas... Empiezo a andar hacia la puerta sin apurarme, me recorre un escalofrio, no se si por la situación o por que ya llevo un rato con la ropa totalmente empapada.

- Sí, estamos yendo exactamente a donde quieren tenernos.. - Respondí a las palabras de Peter dándole toda la razón, ya que estaba segura de que no me iba a gustan lo que me iban a decir y de que tampoco me iba a gustar como acabaríamos.. aunque esperaba que al menos siguiéramos respirando después.

Desde luego, las palabras del que estaba hablando me recordaron a las de la niña de los juguetes y claro, sin poder evitarlo por mi cabeza pasó la imagen de una celda acolchada y de una camisa de fuerza, ya que creía que en ese lugar, si nos descontaban a los presos del principio ( y no a todos ) no había nada más que enfermos mentales.

- Pase lo que pase permanezcamos juntos ¿ vale? - Esta vez era el miedo el que hablaba por mí, ya que no quería quedarme sola en aquel lugar y la valentía de hace unos momentos estaba viéndose mellada ya.

Dudo que los demas consigan escapar, pero el que esta moviendo los hilos no le va a gustar nada lo que le voy a hacer.
Un camino iluminado, una trampa mas bien y se creen que somos corderos uqe van al matadero, lo siento mucho, pero no, no soy un borrego esperandolo.

Asiento a Peter y luego a Megan, poniendo mi mano en su muñeca.
Ocurra lo que ocurra es lo que debemos hacer, si no me gusta lo que me dicen me parece que alguien comprobara si mis poderes funcionan con la sangre. Peter tendra que protegernos a las dos por lo que parece

Guiño un ojo y sonrio mientras por dentro esto a punto de saltar al minimo ruido

Sonrio por la confianza que deposita mi la surfista.

Haré todo lo que este en mi mano por que no os pase nada preciosas... pero mucho me temo que hasta el momento ha sido al reves. Por mucho que me duela admitirlo poco he echo para protegerlas Podeis estar seguras que por mi no me voy a separar de dos bellezas como vosotras. Les digo guiñandoles un ojo. Iba a decir que las damas primero... pero sin que sirva de precedente dejarme pasar a mi delante. Digo abriendo la puerta y sostienendola una vez estoy dentro para que ellas puedan pasar.

Lucy Maria se separó de aquellas urnas mirándolos con rabia... no a los que estaban dentro, sino a los cristales por no poder romperlos. Suspiró, luego volvería, ahora quería saber qué le decía aquel tal Rey Carmesí.

Bajó del escenario y se dirigió directamente a las luces de emergencia, su paso era seguro y confiado de sí mismo, como siempre, Lucy Maria nunca dudaba de lo que hacía y lo que dejaba de hacer, ella siempre miraba hacia delante, por muy difícil que fuera la situación.

Al menos ver cómo se tomaban las cosas con humor me relajaba un poco, aunque en aquel momento era capaz de notar como todos los músculos de mi cuerpo estaban tensos, casi incluso demasiado, debido al nerviosismo por todo aquello.

Miraba a mis dos compañeros y empezaba a pensar que si salían de aquí seguramente acabarían yéndose a cenar y bueno, seguramente en algo más, ya que parecían entenderse a la perfeccción y bueno no sabía, pero era una sensación que me daba.

Por mi parte, tan sólo sonreí a las palabras de Peter y luego me detuve, cediéndole el primer puesto que había pedido, esperando que no nos tuviéramos que arrepentir de ello después, ya que aunque casi no les conocía, no me gustaría que les pasara nada. Lógicamente que algo me pasara a mí tampoco quería ni contemplarlo.

Traté de llegar a alguna conclusión y quizás, de adivinar lo que nos esperaría al encontrar a aquel que hablaba, pero por algún motivo, lo que me vino a la cabeza tras haber escuchado eso de la secta fue la imagen de varias personas vestidas con túnicas negras a las que no se la veía la cara y rezaban juntos alguna cosa que no entendía. Un escalofrío recorrió mi espalda al hacerlo, como una especie de sudor frío que me recorrió y que me recordaba que ya me llegaban los problemas como para encima tener que intentarme más.

Por unos instantes sacudí la cabeza, queriendo evitar seguir pensando esas cosas y luego esperé a que avanzara el chico para continuar caminando, ahora, tras él.

Todos y cada uno, eso sí, por puertas distintas, llegáis al mismo sitio. Al mismísimo centro neurálgico de toda esta fantochada o como queráis llamarle. Un grupo por la puerta norte, otro por la sur, Lucy María por la este y Alexis por la oeste, todos os quedastéis pasmados cuando la luz os dejó ver dónde os estabáis metiendo.

El domo semiesférico en el que estabáis metiendoos os recibía con los brazos abiertos. Dónde os encontrabáis, en esa planta, no había mucho de interes, más que un par de torres rectangulares con muchas lucecitas y lo que parecía ser un tipo de generador de corriente que alimentaba toda la base, o por lo menos eso creéis.

A unos tres metros del suelo, había una especie de balcón que rodeaba toda la circunferencia de la semiesfera, un gran balcón, con ordenadores, gente de bata blanca trabajando, más ordenadores y miles, por no decir decenas de miles de pantallas, botones, consolas y demás artilugios tecnológicos. Este era el centro de todo.

Pero colgando de la parte más alta del techo, bajaba hasta media altura una especie de tarima, en la cual, una figura estaba sentada sobre una especie de trono metálico lleno de botones también. La figura parecía humana, claro, sin embargo, por encima de su cabeza parecían asomarse un par de orejas de conejo.

Recordáis las palabras del Carcelero que os ayudó a escapar... "El Conejo nos vigila" "Deberéis engañar al conejo" y ahora mismo, esas palabras parecen tomar algo más de sentido para todos vosotros, que, repito, volvéis a estar juntos.

La figura que estaba allí arriba giró en su silla para mirarlos a todos, hasta que al final, se incorporó. Tocó un par de botones de la tarima y esta comenzó a descender hasta posarse en el suelo, quedando justo a vuestra altura, y ahora sí, podéis ver con claridad de quién se trataba.

Bienvenidos a mi humilde morada, compañeros. Espero que las instalaciones hayan sido de vuestro gusto. Me imagino que ahora mismo tendréis preguntas, aunque algunos parecen tener ganas de masacrarme ahora mismo, sin embargo, os diré que es mejor que me escuchéis primero. Les dije a los presentes intentando sonreir.

Es simple, aquí estáis, en el mismo centro neurálgico de HUMANS. ¿No os pica la curiosidad de ver como funcionamos? ¿De ver y saber de qué va todo esto?

Saludos Don conejo, ¿Donde se ha dejado a Alicia? Digo negando, la imagen era demasiado subrealista, raptados por un "conejo" gigante. Claro que queremos saber por que nos ha raptado, encerrado y al parecer espiado desde mucho antes de que todo esto empezara, ademas de saber quien se cree que es para hacer todo esto... pero antes de nada habría que presentarse formalmente ¿no cree? llamame Peter. Digo acercandome tendiendole la mano para un apreton "amistoso", poco se de mis habilidades salvo que necesito contacto para que surta efecto...

Caminé tras mis compañeros, cerrando nuestra marcha por aquel pasillo por el que seguramente llegaríamos a algún lugar en el que no me iba a gustar estar, en el que la cosa se pondría fea y del que esperaba que pudiéramos salir sin problemas, aunque eso sí, para no volver a ser observados continuamente ni tener que huir el resto de nuestras vidas como elisabeth había dicho hacía unos instantes.

Observé a mi alrededor, para no tardar en ver a los compañeros a los que habíamos dejado atrás o que simplemente habían partido por otro lugar diferente, pero allí estaban, todos y cada uno habían acudido a aquella peculiar llamada.

Las palabras de Peter me hicieron casi sonreir, ya que yo también estaba tratandod e asimilar que estaba viendo un conejo bípedo, cosa nada fácil.

- Estoy de acuerdo. Me gustaría saber por qué se nos ha privado de nuestra libertad y se nos ha encerrado ene ste lugar. - En ese momento apareció en mi mente la imagen de aquellos tanques. - Bueno, y también por qué juega a ser dios y se dedica a experimentar con personas.. - Estas últimas palabras las dije con asco, ya que la idea de que alguien pudiera hacer algo así era repulsiva e incluso me hacía palidecer de rabia.

Lucy Maria alzó una ceja al escuchar a Peter.

Menudo gilipollas, el tío va y se presenta como si fueran amigos de toda la vida... como si hubiese olvidad por qué estamos aquí y gracias a quién.

Niega con la cabeza y luego su mirada se dirige a la peliazul, ha preguntado más o menos lo mismo que Peter.

Lucy Maria no añade nada más, simplemente mira al conejo y espera las respuestas... no hace falta que esto parezca una rueda de premsa.

Ignorando por completo la precaución de los demás, e incluso su llegada junto a la suya, la morena da un paso al frente con mirada desafiante hacia el conejo.

¿Esto es una broma? Nos secuestras, nos encierras como animales, ¿y ahora vas de bueno? Lo que te va a picar son las orejas cuando te las arranque, hijo de puta.

Le espeta sin más. Estaba buscando provocarlo... porque ella llevaba provocada desde que se había despertado. No... desde que la metieron en aquel furgón.

Abre y cierra los puños unas cuantas veces, haciendo sonar sus nudillos, que buscaban sangre.

- Estaras de coña... - Salio de mi boca como un pensamiento en voz alta, venga hombre me secuestran, me amenazan y casi me manta, y ahora van de colegas. Si lo mio fuera la violencia ahora mismo estaria como aquella chica, diciendole seguramente algo parecido pues ganas de arrancarle una extremidad no me faltaban.

Me rio con la gracia de Peter y carraspeo para ponerme seria y escuchar al resto. Algunas estan algo nerviosas, pero la verdad no creo que sea necesario tener que amenazarle, aunque tal vez...

Me quedo donde estoy con lso demas mientras busco con la mirada lo que pueda sernos util, bueno si se pone tonto no me costa para nada drenarle la sangre hasta ponerle en su sitio o simplemente darle un susto...

Chicas, la violencia no engendra nada mas que violencia. No da buen Karma, vale que te sientes bien, pero luego hay que limpiarte la sangre de la ropa y de las uñas y eso cuesta mucho

El conejo sonrió un poco, y después, se puso a hablar.

Lo siento Peter, chicas, chicos, mi nombre es Rabbiteen, perdón por no presentarme antes de aparecerme así. Y veamos vuestras preguntas... Peter, no sé quién es Alicia. Megan, por favor... ni siquiera habéis resultado heridos y nadie ha hecho nada para detenerlos, simplemente, hemos puesto algunas... hum... pruebas en el camino para que no sea tan fácil y también para probar vuestros poderes.

Rabbiteen empezó a caminar por delante de vosotros, deteniéndose frente a algunos, para decir algunas palabras.

Layla, esto no es una broma. Además, simplemente me tomé la libertad de traerlos a todos aquí. ¿Qué tiene eso de malo? ¿Se os ha tratado mal? ¿Habéis sufrido algún daño? Bueno, al parecer, Kenshiro todavía no sabe dominar su cambio de forma.

Miráis a Kenshiro y el chico está cubierto completamente con una piel diamantina, la cual brilla cuando alguna luz se refleja en él.

Y no, Alexis, no es coña. Esto es de verdad. Creía que al llegar aquí ya sabrían controlar los poderes, pero algunos ni siquiera saben que poseen más poderes que los que creen tener... por ejemplo, vuestro amigo Peter... ¿Pica mucho la espalda, señor jugador?

Parece que el conejo no me va a dar la mano aunque al menos si se presenta. Lo que dice sigue turbandome y no me cuadra, pero he aprendido a no demostrar lo que pienso. Él nos trajo hasta aquí, así que un ataque directo lo tendra más que calculado para que de alguna forma no surta efecto, aún así la mayoría de las chicas parecen dispuestas a atacar en cualquier momento, solo las dos que vinieran conmigo parecían comprender el verdadero problema... ya me había dado la impresión de que eran listas. Comprendo la actitud de las niñas pero no se como evitar que se metan en problemas.

¿No conoce a Alicia? Es una lastima que ya no se lean los clasicos... Digo negando con una sonrisa. Sabe que podía haber pedido permiso para estas "pruebas" el secuestro no es algo muy bien visto como carta de presentación. Levanto una ceja cuando dice lo de mi picor en la espalda. ¿Que tiene que ver mi picor en la espalda con nada? ¿acaso una de tus "pruebas" era poner un urticante en la ropa?

Parecía que aquella " cosa " porque aún no sabía si llamarlo " medio-conejo " o cómo hacerlo, no sentía ningún remordimiento pot secuestrar a la gente y por las respuestas que estaba dando, estaba segura de que todo no iba a quedar ahí.

No me parecía que lo que hubeira que hacer en aquel momento fuera pelear, ya que seguramente, aunque no lo supiéramos con certeza, estaríamos en inferioridad porque tendría algo preparado, pero a ver quién era el listo que frenaba a la " Rambo " porque yo no iba a ser precisamente la que se metiera en medio.

Me quedé un momento observando la espalda de Peter y luego a él con curiosidad.

- Pues si ya es difícil tener que concentrarse en ese maldito " tic tic " para hacer una cosa, no quiero ni imaginarme lo que puede ser tener que hacerlo para varias cosas.. eso puede ser horrible.

- En mi mundo, quiero decir, en mi planeta, porque no creo que tu y yo seamos del mismo ya que esos alta a la vista o es que has estado chupando plutonio, lo de que la gente secuestre a otra gente ya está mal visto, independientemente de si sufre o no algún daño..