Partida Rol por web

Al parecer, ni Elisabeth ni Peter saben muy bien que hacer para sacar de la inconsciencia a Kenshiro, por lo menos en lo que a primeros auxilios se refiere. Por que el chico, harto de pensar que hacer o simplemente por que tiene poca paciencia, le da un par de bofetadas en las mejillas, lo cual hace espabilar un poco al artista marcial.

Kenshiro comienza a abrir lentamente los ojos, sin saber muy bien que ha pasado y con un entumecimiento en las manos producto del choque electrico que acaba de sufrir.

Bueno, por lo menos está vivo.

Parpadeo levemente y finalmente mi vista se fija sobre dos chicas y un chico que están inclinados sobre mi.En mi mente por un momento se confunden mi accidente con la ambulancia , pero de repente vuelve la memoria a mi haciendo que me incorpore de un salto y me ponga en guardia mirando a mi alrededor confuso.
-Que ha pasado?

Le tiendo la mano a Kenshiro para ayudarlo a levantar.

No se como pero has abierto todas las celdas y parece que no sonaron las alarmas. Aun así yo no apostaría por que no esten viniendo para aquí y reforzando todas las medidas de seguridad así que sugiero ponernos en camino cuanto antes. Digo poniendo rumbo a la puerta más cercana.

La cosa aún estaba bastante complicada pero siempre era mejor estar fuera de una celda que dentro, así que siempre había esperanza, o al menos, era lo que quería creer ya que para deprimirme tendría tiempo suficiente si no conseguíamos salir.

Al escuchar como el joven que nos había abierto las celdas despertaba, me giré unos segundos para mirarle: - Gracias por sacarnos, te lo agradezco. - Dije sinceramente a pesar de que se le veían las contusiones que le había ocasionado el hacerlo.

Lo mío no es que fueran tampoco el curar heridas, es más, si lo intentaba seguro que le agravaría las que ya tenía así que me pareció más correcto ni intentarlo, más que nada por su bien.

Me acerqué al panel de una de las puertas, aunque en ninguna ponía cuál era la salida, así que elegí la que más a manos me quedaba. Ahora la cosa estaba jodida. - ¿ Cómo coño se abre esto?

Me quedé unos instantes tratando de averiguarlo, aunque no es que esperase tener demasiado éxito, pero era la única posibilidad de salida que había. A no ser, que en realidad nos estuvieran dejando salir y ver qué es lo que hacíamos como en una especie de prueba, lo que también se me pasó por la cabeza pero que no dije en alto.

Layla enarca una ceja al ver el "tratamiento" que le están dando ese par de incautos a su "salvador".

¿Quieren matarlo o qué? ¿Porqué no dejan que alguien que sí sepa lo que hace, haga algo? Así va el mundo... En fin... sobrevivirá. En peores me he visto...

Niega con la cabeza y se pone en pie, dando una vuelta sobre sí misma para mirar qué hay a su alrededor. Baja los pisos hasta el suelo, dando un salto en el último tramo de escalones, que hace que la falda de su uniforme ondée un poco, hasta quedar en frente de una de las tres puertas. No parece importarle que casi se le vea la ropa interior. Mira la puerta de arriba abajo y también el mando que hay a su lado.

¿Cómo coño irá esto? Joder... alguno de estos podría tener "superfuerza" o algo así para cargarse esta puerta, ¿no?

Piensa, dándole un golpe a la puerta con el puño cerrado.

La luz de una de las puertas, justo la que está frente a vosotros en la planta baja, comienza a parpadear y lentamente comienza a abrirse.

Escucháis el silbido y la voz del carcelero, que al parecer, regresa arrastrando una especie de carrito como el de la comida. Aunque sinceramente, dudáis que sea otra vez el de la comida ya que se acaba de ir hace casi media hora. O simplemente, si os traen comida otra vez...

El chico entra al lugar como distraido. Parece un automata y estira la mano hacia la derecha buscando un interruptor, dándole una y otra vez a la perilla para intentar encender las luces.

Las luces...

¿Las había apagado antes?

Joder... como se haya fundido la bombilla o el interruptor me la voy a cargar...

Bueno, supongo que serán dos años más de servicio aquí si el capullo de mi jefe se entera de esto.

¡Vamos! ¡Enciende!

Lo de no haber podido practicar apenas nada con mi habilidad era una pena, ya que se me estaba pasando por la cabeza que aquel maldito carcelero quedaría mejor estampado contra una pared que ahí como estaba, todo empanado sin darme absolutamente cuenta de nada. al menos, no había que desaprobechar la oportunidad, ya que seguro que aquel joven sabía cómo salir de ahí así que esperé a que cerrara la puerta ( más que nada para que no saliera corriendo como una nena ) y encontres me acerqué a él.

- Yo que tú estaría tranquilo, sin gritar y colaborador, sólo por el mero hecho de que nosotros somos más.. - No sabía muy bien cómo amenazarlo, pero que nosotros éramos mayoría y encima enfadados también la mayoría, era casi una verdad universal en estos momentos. - ¿ A que vas a ser tan majo y agradable de hacernos de guía hasta la salida antes de que te rompamos las piernas?

No sabía si podría romperle algo o no, pero con el mal humor que tenía en esos momentos, mínimo lo intentaría..

Lucy empezó a mirar a todas partes, miraba a cada individuo que allí se encontraba, a pesar de que no hablaran, a uno, a otro... después al uno otra vez, y finalmente, dirigió la mirada hacia donde estaba el carcelero. Se dirigió hacia allí a paso tranquilo.

¿Dos años más de servicio...? - dijo en voz baja, pero suficientemente alta para que Megan, que estaba al lado, y el carcelero la escucharan - ¿Por qué no escapa con nosotros...?

Su voz es tranquila, melosa y amable.

Layla estaba a punto de apoyar la moción de la peliazul, cuando escucha la voz de la cria de pelo blanco. Sí, era algo irónico que ella misma llamara cría a una chica que no debía tener muchos años menos que ella... Pero eso no le importaba.

Enarca una ceja, entre sorprendida por el sinsentido que acababa de decir y por la oferta que acababa de hacerle a su enemigo.

¿Unirse al enemigo para escapar? ¿Un traidor? Si la enana llegara a convencerlo, cambiaría de bando a la mínima posibilidad...

Bueno... -Murmura ahora en voz alta para todos, cruzándose de brazos y abriendo las piernas. Eso sería una opción... pero yo prefiero la primera.

Su mirada es fría en todo momento, a pesar de lo adorable que podría parecer por el claro color de sus ojos... y su voz, suena como una hoja de acero cortando el aire. Para completar el cuadro, una sonrisa casi escalofríante en sus labios.

El mayordomo autómata se sobresalta cuando de repente le aparecéis por detrás tres de las que teniáis que estar en las celdas. Simplemente, se gira de repente y apoya la espalda contra la pared, llevándose ambos brazos a la cara y doblando las rodillas, como cuando alguien tiene mucho miedo de que le den una golpiza.

Así, el chico comienza a temblar y a miraros a cada una durante unos segundos, simplemente, moviendo los ojos de una a otra.

Lucy suspira y echa una mirada inquisitoria a Megan.

¿No ves que lo estás asustando? - le dice a modo de reprimenda, no le importaba que Megan pareciese más grande que ella, por lo que de altura se refería, medían más o menos lo mismo.

Se dirigió al chico y se agachó, sonriendo con su típica dulce sonrisa, no obstante, no lo toca.

No te vamos a hacer nada... y si te vienes con nosotros, tu jefe tampoco.

Mis palabras no me habían resultado convincentes ni a mí. Desde luego, yo no tenía mucha pinta de ir por ahí partiendo huesos a la gente y eso se percibió en mi pose y en mis gestos.

No era la típica persona que pudiera resultar la más gallito, ni la que más sobresalía en ninguna parte, pero lo único que pretendía era salir de aquí y volver a mi vida, me gustaba mi anonimato, mi soledad particular, no estar aquí encerrada como si fuera un maldito ratón o una criminal.

Al menos, la jovencita parecía que se las apañaba bastante bien y que era agradable, quizás a ella la hiciera más caso.

- Tienes que tomarte las cosas con otra filosofía, estar tan tensa no puede ser bueno, eso no te va a ayudar a salir de aquí.. - Pensaba mientras tanto.

Me acabo de levantar cunado pro la puerta vuelve a entrar mi carcelero , si bien antes de que pueda reaccionar de alguna forma , un par de las chicas que me rodean parece que se hacen cargo de la situacion . Me paro a mirar mis manos que aun relucen con tonos metalicos sin poder realemnte lelgar a creerme que esto em este passando a mi. mi mirada poco a poco se vuelve de panico mientras balbuceo
-Que .. que .. me esta pasando , no puede ser cierto esto es una pesadilla . no no no digo mientras retrocedo hasta que mi espalda choca con el muro que detuvo mi vuelo hace un instante.

Parece que dos tratan de convencer a nuestro carcelero para que se una a nosotros en la huida y la verdad es que cualquier ayuda nos vendrá de perlas, nosotros iríamos a ciegas y él conocerá mejor la distribución de donde nos encontramos... pero la verdadera pregunta es si nos podremos fiar de él. Es un a apuesta arriesgada pero tenemos muy mala mano.

Me giro hacia Kenshiro y niego lo que dice.

Ya nos gustaría que fuera un sueño...  pero no es así. ¿Estas ya al 100%?  tenemos que salir de aquí cuanto antes y sin duda tus "capacidades" podrían ser útiles durante el camino.

Vale, yo hago eso con el agua, pero este si que es raro. Me ha causado demasiada impresion y...sacudo la cabeza y me acerco para que se apoye en mi mientras hablan con el tio que nos trajo la comida

Gracias de nuevo replico sonriendo y  miro a la puerta Tiene razon, deberiamos ir juntos puede que tengamos que ayudarnos, puede que no todo sea tan facil, puede que...me callo mientras intentan convencerle

Deberiamos comprobar si tenemos eso que dicen.

Miro confundido al chico que me esta hlablando mientras sigo mirando con incredulidad mis manos . Capacidades? se puede saber a que demonios te refieres? digo mirando tambien a esa chica que por su acento debe ser norteamericana que es "Eso" que dice?

Mientras los demás charlan y Kenshiro al fin se recupera por completo, el carcelero se acerca agachado a Lucy María, mirando de reojo a Megan esperando en cualquier momento la ostía o la patada en la espinilla.

Así, agachado, se coge con los brazos de la pierna de Lucy María y la mira con los ojillos llenos de lágrimas.

Va... va... va-vale. Pero no dejes que ella me pegue. No quiero que me peguen... eso duele mucho... Dice el Carcelero temblando.

La puerta sigue abierta, y no parece venir nadie por ella.

Los que podéis mirar por la puerta, veis un pasillo blanco brillante, no muy largo. Diréis que apenas tiene unos cincuenta metros. Las paredes laterales tienen una hilera de cristal de unos veinte centímetros a casi un metro y medio del suelo, por las cuales se puede ver algo del exterior.

Al parecer, ese pasillo, está suspendido a varios metros del suelo y abajo, se pueden ver las olas del mar golpeando con fuerza la orilla de un acantilado.

La chica sonrió, tan tranquila y tan amable como todo el momento, no obstante, no pudo evitar una cara de sorpresa cuando el chico se cogió a su pierna.

Dios, qué asco - pero su rostro no cambió.

Es más, puso una mano en la cabeza del carcelero y le tomó de la mano con la otra mano.

No, no dejaré que te hagan nada... ahora, guíanos hacia la salida, por favor.

No dejaré que te hagan nada mientras no vuelvas a tocarme.

Se levantó y miró a los demás.

Bien, nos vamos. - anunció en voz alta.

Levanto una ceja ante los comentarios de Kenshiro no es el momento de hacerse el tonto.

No es momento, ahora tenemos que salir de aquí. Levantate y vamos

Levanto una ceja viendo a la niña, parece muy resuelta para una niña de su edad pero consiguio que el carcelero venga con nosotros con su inocencia dudo que yo hubiera logrado lo mismo.

Veo el acantilado y las olas rompiendo y me doy cuenta de que posiblemente fuera más dificil escapar de lo que pensaba... algo me decía que estabamos en una isla a saber a cuanta distancia de tierra firme.

¿Olle chico que sabes de este lugar? Le  pregunto mientras avanzamos.