Partida Rol por web

Corréis por el pasillo que ha quedado formado tras la explosión durante un par de metros. Después, el pasillo se transforma de unas paredes derruidas a un pasillo como el anterior, con paredes blancas y gente corriendo de un lado a otro. Está claro que, salvo los carceleros que parecían abominaciones, los demás no quieren estár allí bajo ningún concepto y por eso salen corriendo.

Al cabo de unos treinta metros, podéis ver un recodo en el camino, un giro de noventa grados hacia la derecha. La gente corre por delante de vosotros a una velocidad espantosa sin embargo... ¡de alguna manera comienzan a retroceder y a correr en dirección contraria tras haber girado en la esquina!

Os quedáis de pie, esperando, mientras los carceleros regresan por donde han venido. Al poco tiempo, unos rayos comienzan a salir desde la esquina, golpeando en la espalda a los que huyen, y convirtiéndolos en cenizas en una milésima de segundo.

No podéis ver que dispara esos rayos, pero si sabéis que está justo detrás de ese recodo...

Podéis regresar... o tentar a la suerte...

Para Layla no había ningún tipo de elección. Ella nunca retrocedía. Sea lo que fuera que iba lanzando rayitos a diestro y siniestro, hoy iba a ser su peor día. Se iba a cruzar con una Layla de muy mal humor.

Lucy se agacha cuando escucha aquel grito, casi por acto relflejo, instinto... y al salir despedida, se tapa la cara con los brazos, esperando chocar contra algo duro, pero no.

Cae al suelo de una forma bastante torpe, e intenta espabilarse rápido para levantarse nuevamente y mirar alrededor: se han separado. Y realmente no sabe si eso es bueno o malo. Suspira al tiempo que decide dirigirse a la salida... pero hay otra chica.

Le suena que fuese de su grupo.

Vamos, tenemos que salir de aquí, ¿te has hecho daño?

Se acerca a ella y la mira con una dulce sonrisa... no le ha pasado por alto que el carcelero ya no está: - Maldito cobarde desgraciado...

Un recod y luego luces, o algo que...rayos cada vez esto me parece mas extraño, me acerco con cuidado a un rincon y miro por la esquina para que no me vean y rezo por que no sea otro de esos carceleros, por que esta vez si que no m controlare para nada.

Corréis por el pasillo que ha quedado formado tras la explosión durante un par de metros. Después, el pasillo se transforma de unas paredes derruidas a un pasillo como el anterior, con paredes blancas y gente corriendo de un lado a otro. Está claro que, salvo los carceleros que parecían abominaciones, los demás no quieren estár allí bajo ningún concepto y por eso salen corriendo.

Al cabo de unos treinta metros, podéis ver un recodo en el camino, un giro de noventa grados hacia la derecha. La gente corre por delante de vosotros a una velocidad espantosa sin embargo... ¡de alguna manera comienzan a retroceder y a correr en dirección contraria tras haber girado en la esquina!

Os quedáis de pie, esperando, mientras los carceleros regresan por donde han venido. Al poco tiempo, unos rayos comienzan a salir desde la esquina, golpeando en la espalda a los que huyen, y convirtiéndolos en cenizas en una milésima de segundo.

No podéis ver que dispara esos rayos, pero si sabéis que está justo detrás de ese recodo...

Podéis regresar... o tentar a la suerte...

Unos rayos vaporizan a varios carceleros, la surfista se asoma para ver que es lo que inicia el ataque yo la cojo del hombro mientras me asomo tambien.

Vamonos de aquí cuanto antes...  Susurro tirando de ella para atras, ese no va a ser nuestro camino, tenemos que buscar otra salida.

Os asomáis durante un segundo por la esquina desde donde salen los rayos y un par de ellos golpean justo contra la pared a pocos centímetros de dónde os encontráis.

Pero por lo que podéis ver, lo que os ataca es una especie de aviones y aeroplanos pequeños, como a radiocontrol... aunque los aviones a radiocontrol no disparan rayos desintegradores, claro esta.

Ahora que hacéis memoria, os acordais de otra cosa... la chica que apareció en la pantalla... esa chica que hablaba de sus juguetitos... estos juguetitos son muy parecidos.

Sin embargo, no parecen querer ir hasta vuestra pocisión, por lo menos por ahora.

Os asomáis durante un segundo por la esquina desde donde salen los rayos y un par de ellos golpean justo contra la pared a pocos centímetros de dónde os encontráis.

Pero por lo que podéis ver, lo que os ataca es una especie de aviones y aeroplanos pequeños, como a radiocontrol... aunque los aviones a radiocontrol no disparan rayos desintegradores, claro esta.

Ahora que hacéis memoria, os acordais de otra cosa... la chica que apareció en la pantalla... esa chica que hablaba de sus juguetitos... estos juguetitos son muy parecidos.

Sin embargo, no parecen querer ir hasta vuestra pocisión, por lo menos por ahora.

Mierda...

Murmura la morena fastidiada. Tenía que salir de allí. Y aunque la idea de lanzarse hacia los avioncitos y hacerlos pedazos la tentaba sobremanera, tonta no es. Y tampoco suicida... No podría hacerlo sola. En estos casos le iría muy bien tener a sus chicos a su lado... Pero no era el caso.

Mira de reojo a Kenshiro, deseando haber encontrado unas gafas de sol para cubrir sus ojos azules, y murmura algo.

¿Alguna idea?

Kenshiro se mantiene parapetado detrás del borde a salvo mientras echa una ojeada al terreno que hay mas adelante. Parece enormemente concetrado , como si bucara algo , hasta el punto de que parece no haber oído a Layla.

No me gustaba la situación. Si ese era el único camino para salir estábamos bastante más que jodidos y si seguíamos caminando estaba segura de que nos iba como poco a escocer bastante.

Por unos instantes se me ocurrió intentar mover aquellas cosas, pero no había practicado lo suficiente, o al menos eso creía. No sabía cómo funcionaba pero por lo que me había dicho Malcom era cuestión de concentración y de práctica así que me decidí a intentarlo.

- Si podemos hacer cosas quizás sea el momento para que intentemos ponerlas en práctica ¿ no? No sé muy bien cómo funciona esto, pero sino no vamos a salir de aquí en la vida.

En ese momento, traté de concentrarme lo máximo posible y asomándome lo justo por el borde para tener en mi campo de visión a aquellos aparatos. Lo último que pasó por mi cabeza antes de que intentara dejarla en blanco es que teníamos que salir de allí fuera como fuera. Con un poco se suerte al moverlos se chocarían entre ellos o con una pared.. o yo que sabía..

Sonrío mientras niego a lo que dice Megan.

Se puede decir que yo solo tengo suerte, o se la quito a los demás no estoy seguro, solo se que cuando estoy en la mesa de poker puedo decir con seguridad cuando voy a ganar la siguiente mano... pero habiendo acabado aquí  no es algo muy fiable que se diga. Aunque este acompañado de dos hermosas jóvenes dista mucho de ser mi día de suerte. No os lo toméis a mal, no es por vosotras, si estuviéramos en otras circunstancia si lo consideraría un gran día y os trataría como es debido, de echo me gustaría invitaros a algo en cuanto salgamos de aquí. Digo guiñando un ojo, me gustaría estar tan seguro como en las apuestas de poker pero por ahora no es así. Pero creo que lo mejor será buscar otro camino con menos oposición...

Los miro a los dos y niego
Que yo sepa solo controlo el agua y esas cosas no tienen agua, asi que dudo mucho que pueda hacer nada contra ellas.
Miro al ligon y niego No se como puedes ligar si pudiera...no, no lo hare   no sere como los que nos han capturado.
Pensar en liquido, tiene que haber tuberias para el sistema de incendios y tendrian que tener agua y podria usarlas.

Si vamos a salir, creo que ese es nuestro unico camino

Sonrio y me encojo de hombros.

Me ayuda a relajarme, ademas algo tendremos que hacer cuando salgamos de aquí y estoy seguro de que lograremos salir... Digo tratando de aparantar estar más seguro de lo que realmente estoy. y como dige antes yo poco puedo hacer salvo desearos suerte, preciosas.

Todo pasó como de repente... aunque Peter no se pudo dar cuenta de mucho, ya que no había hecho absolutamente nada. Él se sentía tranquilo, por lo menos por ahora...

Pero las chicas... las chicas si que se habían puesto las pilas.

No sabéis muy bien como fue, si producto del miedo, del stress o si simplemente habéis logrado comprender que demonios es lo que está pasando con vuestro cuerpo, pero aún con ese desconocimiento, algo raro y a la vez, aliviador, ocurrió...

Megan apuntó con su mente a los pequeños avioncitos, concentrándose, recordando un viejo pajarillo que la volvió loca durante toda una tarde... y lo que para los demás se vió como un ténue cambio de color en el ambiente delante de ella, para ella fue un torbellino que se desprendió desde su cabeza hacia los aviones que estaban por delante, haciendo que casi una decena de ellos estallaran en mil pedazos por los aires...

Por otra parte, Liz no sintió nada... al principio...

Pero tras unos segundos de concentración, una gran ola rompió las ventanas que daban al exterior, y el agua que yacía a varios metros de distancia, comenzó a entrar por la ventana rota como un chorro de una manguera de incendios, produciendo que varios de los aviones que allí se encontraban quedaran convertidos en chatarra...

Los demás, optaron por retirarse...

Aunque seguramente, regresarán...

El sitio en donde estáis es blanco, completamente blanco. Las luces están embutidas en el techo y no véis agujeros por dónde escapar... tal vez por las ventanas.Las ventanas están a la altura de la cabeza, son como las ventanas del pasillo que habéis pasado antes de la explosión. Tienen casi cuarenta centímetros de alto y ocupan toda la pared exterior, por la cual podéis ver el acantilado y el mar a unos ochenta metros del suelo.

Lo que sucedió en ese momento, fue digno de admiración... o simplemente, sucedió por que era el destino...

O producto del stress, el miedo... lo que sea...

Uno de los rayos impactó contra una de las paredes y salió rebotado hacia Kenshiro, el cual poco pudo hacer cuando vió que el rayo se le venía encima... se cubrió con las manos la cara y cerró los ojos...

Sintió un suave cosquilleo en su pecho, como cuando una gota de agua fría cae sobre tu cabeza un día de lluvia... y abrió sus ojos...

Su cuerpo era ahora completamente de una especie de cristal... ¿o era diamante? Sintió como la fuerza le aumentaba a niveles insospechados y ahora mismo, sabía que podría cargarse a todos los avioncitos a base de puñetazos... bueno, la historia de su vida...

Por otro lado Layla apretaba los dientes y abrió la boca para decir algo cuando el rayo impactaba sobre Kenshiro... pero algo la hizo desviar la mirada... su mano derecha estaba envuelta en una esfera de energía que poco a poco, fue creciendo y haciéndose más larga hasta formar una especie de Katana de energía... de energía pura...

Y su cuerpo se aceleró... y sabía que significaba todo eso... al final, el chico cumplió su palabra... le había dado sus poderes...

Layla se queda con la boca abierta al ver el aspecto que tenía el "marica". Ahora ya no lo parecía tanto. Pero no tiene tiempo de expresar sus pensamientos en voz alta, pues parece que ella también tiene un nuevo juguetito en la mano...

Con la boca entreabierta, levanta el brazo para observar mejor la espada que tiene en la mano. No parecía real, pero... lo era. Enseguida nota la adrenalina... y las ganas de probar esa espada. Y levantando la vista, ahí tenía unos cuantos objetivos para hacerlo...

Sonríe de medio lado, y su mirada, antes pasiva y fría, arde con pasión al observar los movimientos que iba a hacer. La morena cambia la posición de la espada con un rápido gesto y se lanza de un salto hacia los primeros aviones. Su sonrisa, ahora, completamente sincera. La primera que Kenshiro haya visto.