Partida Rol por web

Más que humanos

.: Layla Stevens :.

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16/11/2009, 21:16
Jean Jaques Mekerman

El chico se acerca tranquilamente hasta dónde estáis, mira la moto y sonrie. No deja de sonreir.

Tal vez te hayas tropezado y por eso se ha caido la moto. No pasa nada. ¿Podrías levantarla, por favor? Le pide haciendo una leve reverencia hacia Akon.

La gente del colegio ya se está agolpando en la reja del instituto a ver como termina el asunto entre el tirillas del nuevo y Akon.

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16/11/2009, 21:19
Layla Stevens

Layla suspira, llevando una mano a su sien y mirando a Akon de solslayo sin quitarse las gafas de sol.

Mal momento para sacar a relucir tu mal genio, Akon... Te vas a enterar de lo "mucho" que me he ablandado...

Piensa para sí misma mientras se separa de la valla para encarar a Akon, poniendose entre él y Jean y dándole la espalda a éste último, ignorando su comentario. Lo peor no había sido lo que le pasara a su moto. Lo peor era que uno de sus subordinados se hubiera saltado una orden a la torera... y con ella delante. Era una lástima. Akon era un gran compañero... pero había que bajarle los humos de vez en cuando. Una pena.

Poco a poco, levanta las gafas de sol para dejar ver su mirada furiosa clavada en el peliblanco.

Dime, Akon... ¿Me lo ha parecido a mí... o has desobedecido una orden directa?

Esboza una cruel sonrisa, de medio lado, y se acerca a la valla hasta quedar a un par de centímetros de ella. A pesar del metal que hay por medio, el aura de cabreo que emana de Layla impone más de lo que es habitual en una chica de tan solo 17 años. Akon acababa de despertar a la parte más temida de Layla... la que no suele mostrar en el instituto.

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16/11/2009, 21:31
Jean Jaques Mekerman

Cuando estás a punto de reventar, a punto de explotar, sientes una mano suave que se apoya en tu hombro sin hacer fuerza, como para que te tranquilices.

Una voz dulce te habla por la espalda, la voz de Jean, como si fuera imposible hacerlo cabrear con algo. El chico era de piedra...

No te preocupes por la moto, Layla. Ahora la pongo en su sitio yo. Dice tranquilo. No hay por que ponerse nervioso. Si él no quiere levantarla, no hay problema, ahora voy yo y la levanto. Así de sencillo.

No sabes por qué, ni cómo, ni nada, pero la mano en el hombro de Jean y su voz te hace calmar sólo un poco, por lo menos en tu interior, por fuera sigues echa una furia.

El pequeño sale por la puerta de la escuela y levanta su moto ante la atónita mirada de Akon que parece que está a punto de mearse en los pantalones.

Después, J.J. vuelve a entrar a la escuela y se vuelve a sentar en su lugar, continuando con su almuerzo como si nada hubiera pasado.

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16/11/2009, 21:46
Layla Stevens

Por dentro, solo por dentro, Layla estaba estupefacta.

¿Qué le estaba pasando al mundo? Uno de sus subordinados, pasa de su órden. Un desconocido se atreve a hablar con ella y es más... ¡Se atreve a tocarla! ¡¡Estando hecha una fúria!! O ese tío era un inconsciente, o era un auténtico crack.

Sin embargo, en su exterior, Layla sigue acribillando a Akon con la mirada, todavía con una mano sujetando sus gafas de sol y con la otra agarrando la tela metálica de la valla... los nudillos de esta segunda mano, blancos debido a la fuerza que ejerce sobre el metal. Y sólo esa mano es la que tiembla de ira.

Con ese JJ ya hablaría más adelante. O quizá no. El problema que había despertado su rabia, era con Akon. E iba a pagar su insubordinación sí o sí. A menos que tuviera una buena respuesta a su pregunta... y dudaba de que aquello fuera así.

Lárgate. Y prepárate para esta noche.

Con eso lo había dicho todo. Una pelea. Él contra ella, y nadie más. Y recibiría una paliza. Vamos que si la recibiría. Por ir de listo.

Vuelve a colocarse las gafas de sol y sin apartar la mirada penetrante de él, que todavía puede sentir a pesar del grueso cristal, añade.

Y que no se te pase por la cabeza tocar una sola moto más. ¿Entiendes, verdad?

No, no iba a faltarle al respeto. Quizá era por eso por lo que sus chicos la respetaban tanto. Ella había escalado hasta lo más alto de la banda sin necesidad de acostarse con nadie y sin faltarle el respeto nunca jamás a ninguno de sus miembros. Por eso y por su destreza en la lucha.

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17/11/2009, 10:50
Director

El timbre del recreo volvió a sonar y nuevamente, todos comenzaron a entrar a las clases. Akon se fue a su casa cabizbajo, pateando un lata que encontró en el camino mientras que Jean, cogió sus cosas, las guardo en su mochila y camino lentamente hacia la clase, dónde se sentó en el mismo lugar de siempre, a tu lado, pero sin decir gran cosa, la verdad.

Parece que el profesor se retrasará un par de minutos, pero JJ no pierde tiempo y comienza a sacar sus cosas y a dibujar algo en su cuaderno para amenizar la espera. No te mira, no te habla, ni siquiera te pregunta a que ha venido todo eso de soy la mejor, soy tu jefa, haz lo que yo digo o te zurro. No. Eso a él no le interesaba demasiado.

Además le has dicho que no se meta contigo...

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17/11/2009, 11:37
Layla Stevens

Layla vuelve a clase con sus andares de siempre. No tiene problemas en avanzar entre la gente, pues siguen apartándose a su paso. Y más ahora, que parecía fastidiada por algo.

Y sí, estaba fastidiada. Fastidiada por tener que dar una lección a alguien de su propio bando. Pero él mismo se la había buscado. Y es que NADIE armaba jaleo en su presencia si ella no lo ordenaba.

Al dejarse caer en la silla, de malas ganas y cruzando las piernas, se quita de nuevo las gafas de sol y vuelve a apoyar el codo en la mesa, mirando la ventana. Al menos parecía que el nuevo lo había pillado. Eso estaba bien. Al menos algo salía bien en lo que iba de día.

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17/11/2009, 12:58
Jean Jaques Mekerman

Majo tu amigo. Te dice mirando al frente, sin girar la cabeza. La verdad es que me cayó bastante bien. Continúa Jean mientras ecribe algo en el cuaderno justo cuando entra el profesor.

Bueno, parece que no ha pillado la indirecta, o la directa, o lo que sea que le hayas lanzado durante la primera hora. Eso, o es que simplemente le da igual quién seas y quiere hablar con alguien ya que eres la única con la que ha cruzado dos palabras. Lo de las gemelas es más un monologo que otra cosa.

El chico se sonríe cuando el profesor comienza a explicar algo de física y comienza a tomar apuntes a medida que este habla.

Me gusta la física. Vuelve a decir. ¿A ti no?

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17/11/2009, 13:24
Layla Stevens

Layla resopla y se apresura a concentrarse en la explicación y sus apuntes para ignorar todo lo posible a su compañero. No sabía si estaba más sorprendida por su comportamiento y el hecho de que Akon le cayera bien, o cabreada por tomarse esas confianzas con ella. Fuera lo que fuera, se mantiene firme en clase, sin mostrar ni una ni la otra.

Sí, me apasiona...

Murmura en tono sarcástico mientras completa la frase en sus pensamientos.

... tanto como que te tomes a broma toda la reputación que he ganado con estos años.

Sigue apuntando en su libreta, desganada, con un único bolígrafo azul y apoyando la cara en la otra mano, como había hecho durante la primera clase.

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17/11/2009, 14:22
Jean Jaques Mekerman

El chico continúa escribiendo en sus cuadernos tranquilamente, mientras notas como se pasa la mano por el pelo para quitárselo de la cara y asiente ante cada palabra del profesor. Cuando le respondes a su pregunta, simplemente sonríe y sigue escribiendo, mientras Xavier continúa explicando el ejercicio.

Es bueno que te guste una asignatura como esta. Dice mientras continúa con el ejercicio. Es interesante saber como funciona el mundo.

Y no, no parece amilanarse ante ti por nada en el mundo. Tal vez será que no conoce tu reputación al ser nuevo, o tal vez es que es un poco tonto, o demasiado fuerte e inteligente como para tenerte miedo o simplemente, él sea así con todos, sin importar con quién hable.

Cuando J.J. termina el ejercicio, sonríe, deja el boli a un lado y te mira.

¿Qué haces después de la escuela?

Dios. ¿Es qué acaso está ligando contigo?

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17/11/2009, 15:44
Layla Stevens

Layla deja caer el bolígrafo al escuchar la pregunta de JJ.

Vale... no te sulfures... el pobre es cortito y no se entera. Sólo quiere amigos. Nada más.

Hacía mucho que ningún tío se atrevía a entrarle. De hecho, siempre ha sido ella la que ha escogido a su víctima cuando "el hambre apretaba", como se suele decir. Y no eran para nada tios como... JJ. Quizá físicamente el chico no estuviera mal. Pero si después de haberle dicho que no se acercara a ella, seguía intentando entablar conversación... después de liarse con un tío así, seguro que lo tenía pegado a los talones hasta que le partiera la cara.

Recoge el bolígrafo con la mano derecha y vuelve a tomar nota hasta que acaba el último problema. Cuando lo ha hecho, gira la cara lentamente hacia él. En un primer instante está completamente seria y su mirada es bastante hostil. Pero tras un segundo, una sonrisa cínica se forma en sus labios mientras se inclina hacia él, haciéndole un gesto con el dedo para que se acerque. Cuando está cerca de su oído, en un tono de voz suave e incluso seductor, dice estas palabras.

Iré a la sede de mi secta, de la que soy la única e inigualable jefa, y obligaré a dos de mis súbditos a arrancarse el corazón a sí mismos con la mano y me los ofrezcan. Luego, yo misma les sacaré los ojos y el hígado con mis propias manos y haré un batido nutritivo para merendar. Finalmente romperé todos y cada uno de los huesos de su cuerpo y los trituraré hasta desaparecer. Excepto sus penes. Esos los colgaré de la pared de la estancia donde está mi trono.

Se separa un poco de él, cogiéndolo todavía del cuello de la camisa y haciendo como que se lo coloca bien, mirándo expectante su reacción.

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17/11/2009, 18:00
Jean Jaques Mekerman

A vale. Dice como si le hubieras dicho que vas a darle de comer a los patos al estanque.

Bien. O está zumbado, o es un tarado, o simplemente se muere por tener un amigo y le da igual que sea un psicópata asesino o un violador en potencia. O tal vez simplemente te siga el juego, o todo lo que dice es una fachada y en realidad estaría encantado de participar en una carnicería así. Sea lo que sea, sus ojos se mantienen tranquilos y sin un ápice de odío, miedo o algún sentimiento parecido.

Por un momento pensé que me ibas a decir que ibas al cine o a estudiar con tu grupo de estudio. Continúa con su apacible voz mientras sigue escribiendo. La verdad es que si haces eso te quedarás sin sectarios muy pronto, pero lo del pene es un detalle, que quieres que te diga.

¿Eso era ironía? ¿Es qué no sabe con quién está hablando?

No. Seguramente no lo sepa, sino dudas que todavía no se haya meado en los pantalones.

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17/11/2009, 22:40
Layla Stevens

Layla resopla, soltando bruscamente el cuello de la camisa de JJ y sentándose de nuevo mirando al frente, apoyando la espalda en su silla y resbalando el trasero por esta para quedar con la espalda más horizontal... haciendo que su falda se levante un par de centímetros más.

Tío, eres un muermo...

Le dice sin más. Si no podía asustarlo, aquello no tenía gracia. También podía intentar asustarlo seduciéndolo... quizá fuera de esos. Pero en clase no era plan. Y fuera de clase no iba a verlo. Nunca.

 

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18/11/2009, 17:59
Jean Jaques Mekerman

¿Un muermo? ¿Es qué pretendes asustarme con eso? Dice mientras sigue escribiendo. Vengo de una escuela dónde mis compañeros me han hecho la vida imposible, dónde con sólo mirar a uno sin querer, te llevabas una paliza o simplemente te dejaban encerrado en la taquilla durante todo un fin de semana. ¿Y pretendes que tiemble al escucharte decir eso?

Jean seguía prestando atención al profesor mientras explicaba, pero al mismo tiempo, charlaba contigo como si nada.

Por cierto, bonitas piernas.

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19/11/2009, 10:52
Layla Stevens

Ni tonto ni inocente.

Este lo que es, es un listillo.

Piensa para sí mientras escucha sin siquiera mirarlo. Sonríe de medio lado, casi imperceptiblemente y añade.

¿Voy a tener que romperte un par de costillas para que empieces a respetarme?

¿En serio o en broma? Nadie podría llegar a saberlo. Pero había algo en el tono de su voz que decía claramente que sería capaz de hacerlo sin problemas.

Me gustaría encontrarme con éste capullo fuera de clase. Iba a ver para lo que sirven mis "bonitas" piernas. Tsk...

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19/11/2009, 18:22
Jean Jaques Mekerman

La sonrisa del chico, siempre dulce y tranquila, ahora se convirtió en una sonrisa maliciosa. Ya no había bondad en su mirada, sino algo de picardía mezclada con maldad y tal vez... ¿ira? No sabrías decirlo con seguridad, mucho menos cuando lentamente giró la cabeza hacia tí para mirarte con esa mirada extraña.

Su voz también cambió. Antes suave ahora aspera y ruda, como si realmente fuera otra persona.

No dudo que lo harías. El problema es que tal vez la que resulte lastimada seas tu. Te dice sonriendo de lado mirandote de reojo.

Pero automáticamente su mirada y voz cambió a la del chico tonto que has conocido.

¡Je! Dijo simplemente.

¿Había sido una broma? Parecía muy sincero al decirte esas cosas...

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20/11/2009, 01:19
Layla Stevens

La ya conocida vena en la sien de Layla empieza a palpitar de nuevo.

¿Lastimada yo? Tsk... creído...

Pero tras un momento, se echa a reír. Suelta una carcajada entre maliciosa y divertida, sin importarle interrumpir la clase. Nadie se atrevería a decirle nada. Y si lo hacían, callarían con tan solo una mirada suya. Algo de lo que debería aprender el "no tan tonto" chico nuevo.

No sabes con quién estás hablando. Y siendo nuevo por aquí, iría bien que te informaras antes de meter la pata como estás haciendo. Pero seré buena y te daré un consejo. Procura que no me cruce contigo en la calle.

Con esas últimas palabras, dirigidas a él mirando al frente, Layla da por terminada la conversación. Aunque visto lo visto, quizá el chico nuevo tenía otros planes.

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23/11/2009, 17:58
Jean Jaques Mekerman

Intentaré cruzarme de acera o ir por otro lado con la motito para no cruzarme contigo, descuida. Dice el chico mientras mira la pizarra. No pensé que te tomarías así una broma, era sólo... bueno, pagarte con la misma moneda. ¿Tu me crees a mi capaz de lastimar a alguien? Y menos a una dama, siento si te has ofendido.

El chico parece ahora bastante arrepentido. Al parecer, no quería que te pongas así como te has puesto. Bueno, o por lo menos eso es lo que te demuestra. Pero tal vez te esté engañando... o tal vez no... ¡Es muy raro el chico nuevo!

Toma. Te dice mientras te tiende un caramelo sobre la mesa. En paz y ya te dejo tranquila con lo tuyo. Mi boca no se abrirá más.

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25/11/2009, 21:54
Layla Stevens

Layla mira el caramelo de reojo. En otras circunstancias quizá habría terminado por "ablandarle" un poco el corazón. Pero ya había subestimado una vez a ese chico y no iba a volver a hacerlo. De modo que da un manotazo al caramelo para que caiga al suelo y no se lo piensa dos veces antes de pegarle un fuerte pisotón para romperlo a pedacitos.

Su mirada sigue siendo desafiante y agresiva, mientras vuelve a mirar al frente y a tomar apuntes.

A ver si es verdad que todo se acaba aquí y ahora.

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25/11/2009, 22:17
Director

La clase siguió su curso. En todo momento, J.J. miraba hacia delante, sin dirigirte la palabra, sin decir nada del caramelo, absolutamente nada. Ni siquiera cuando terminó la clase y el profesor se retiró, el chico te dirigió la mirada ni te saludo. Parece que al final iba a cumplir su promesa.

Todos salen de la escuela escopetados, como siempre, mientras observas como Jean se coloca el casco de su moto y subiéndose a la suya, sale de allí hacia el norte, por la calle de donde ha llegado.

En tu moto ya no hay nadie. Al parecer tus compañeros de andadas estarán esperándote donde siempre, por eso no te han venido a buscar. O tal vez simplemente estén haciendo de las suyas por ahí, sin darse cuenta de la hora, perdiendo completamente la noción del tiempo.

Cuando llegas hasta la moto, ves que sobre el asiento hay un caramelo, igualito al que te dejaron en la mesa hace varios minutos.

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26/11/2009, 14:10
Layla Stevens

Layla llega hasta su moto y tras ponerse el casco se percata del caramelo. No puede evitar esbozar una sutil sonrisa. Nadie nunca había tenido tanto interés en hablar con ella. De hecho, a cualquiera a quien diera negativas por primera vez, se le quitaban todas las ganas de volver a hablar con ella. Al menos en la realidad, en su imaginación, Layla hacía muchas cosas más que sólo entablar conversación. Ella era consciente de ello, pero siempre le había dado bastante igual.

Y siempre también había contado con ese "miedo" como una ventaja. Nadie se ligaba a ella y nadie pretendía nada con ella, lo que le dejaba el camino libre para lo que realmente le importaba. Pero en fin... el chico no había roto sus exigencias. Se había mantenido alejado. ¿Cuánto duraría?

Una nueva sonrisa vuelve a dibujarse en sus labios al descubrirse a sí misma apostando por si al día siguiente volvería a intentar hablar con ella como si nada. Negando con la cabeza, coge el caramelo y se lo mete en la boca, volviendo a bajarse el casco para montarse en la moto y salir escopetada hacia el lugar de reunión con la banda... Un viejo almacén abandonado que no quedaba lejos de allí. Hoy habría pelea.