Partida Rol por web

Lily se comporta como una niña buena durante todo el trayecto de su asiento a la pizarra y a la vuelta.

Gracias profesor. Le agradece con una sonrisa angelical. Se dirige a su sitio casi saltando, con jovialidad.

Una vez suena el timbre, es como si se quitase un peso de encima. Se estira todo lo larga que es, y decide levantarse a dar una vuelta por el colegio. Se llevaba más o menos bien con todos (aparentemente) pero no tenía ningun amigo especial. Ni le importaba. Se sentía agusto estando sola. Va camino de la azotea, le gusta mirar a los alumnos desde ahí arriba, como si fueran hormiguitas que podría aplastar con un dedo.

Todos salen al patio tranquilamente. Terry se va a un banco a comer su bocadillo mientras que Mike, se sienta en una de las barandillas de las escaleras para beber un refresco al lado del nuevo y comienzan a charlar de vaya a saber qué cosas.

La verdad es que el día está genial. El sol está casi en su cenit y calienta de manera agradable. No estaría mal pasarse por la azotea y tal vez, escaparte de la próxima clase que pinta ser de lo más aburrida. Mucho más que la anterior.

Te separas del grupo de chicos y de chicas del recreo y por la escalera de incendios del lugar, comienzas a subir hasta la azotea. Cuando llegas allí, ves que no hay nadie y terminas de subir ahora más tranquila. Nadie te ha visto llegar allí, por lo que nadie te buscará allí si es que alguien te busca, claro.

Te asomas con cuidado por la barandilla y allí los ves a todos. Hablando, comiendo, jugando en los columpios de los pequeños. Vamos, haciendo cualquier tontería con tal de pasar el rato.

Se les queda mirando un rato con una maliciosa sonrisa en la cara. Se veían tan frágiles desde ahí...

Coge un refresco que había comprado de camino y se lo bebe con calma. Sí, se estaba muy bien ahí. Seguro que sería más provechoso saltarse la siguiente clase que asistir a ella. Quizá una siestecita no le vendría mal. Se sube con agilidad al borde de la azotea y se tumba boca arriba, cerrándo los ojos y dejando que el sol creara un ambiente perfecto.

Te tumbas en el suelo de la azotea mientras miras por un segundo las nubes como pasan por el cielo azul. Después, cierras los ojos y te pones a pensar en tus cosas, en tus novelas, en tus comics, en tus tonterías.

No sabes cuanto tiempo pasas así, sin embargo, de repente, sientes como que el sol que te bañaba se cubre.

Abres los ojos y ves frente a ti a una figura grande, que te tapa el sol. La figura tiene los brazos en jarra en la cintura, y mueve su pie golpeteando el suelo.

La imagen de la persona es bastante borrosa, pero cuando esta se agacha, acercándo su rostro al tuyo, te das cuenta que en realidad, esa figura es el director de la escuela, que te mira enarcando una ceja.

Ui... me han pillado.. jijiji.. Es lo primero que piensa Lily, y acompaña estos pensamientos con una inocente sonrisa.

Oh, señor director. ¿Qué ocurre? Le pregunta con la mayor inocencia del mundo incorporándose. No sabía ni qué hora era, así que lo más probable es que primero la riñese por estar ahí y luego por hacer campana. Bah... ya encontraría la manera de salir de esa. No creía que ninguna de las dos cosas fueran motivos de expulsión.

Me cachis... Piensa algo fastidiada. No había colado.

Tiene usted toda la razón del mundo profesor. Se levanta gracias a su ayuda de un salto y se coloca la falda. Pero no me preocupa en absoluto. Mi rendimiento académico es ejemplar. Dice cogiendo la mochila con una gran sonrisa. Puestos a ser sinceros... Espera a que la conduzca a clase o a su despacho.

Me importa poco su rendimiento como ya le he dicho, no puede estar... er... yo... Dice el director mientras te mira a los ojos.

No sabes que sucede en ese momento, pero tienes una sensación extraña en tu cuerpo, más precisamente dentro de tu cabeza. Es como si tu cerebro le diera un pequeño "empujón" a la mente del director. Sientes como desplazas algo en el aire, algo invisible, pero está allí.

El director parece titubear, y niega con la cabeza un par de veces antes de continuar hablando.

Decía que dan igual sus notas, si este...

Otra vez sientes esa sensación... extraña...

Bueno, creo que no he visto nada. El día está muy bonito para dar clase hoy.

El director te despeina un poco con su mano y te guiña un ojo, antes de retirarse de allí silbando una cancioncilla.

Lily no dice nada y por una vez no sonríe. ¿Qué estaba pasando? Entrecierra los ojos un segundo, mirando al director confusa.

Sus ojos se abren sorprendida cuando el profesor pasa por alto su "infracción" y se queda sin palabras cuando cierra la puerta.

Ahí va... ¿desde cuando se ha vuelto tan enrollado? Se pregunta en voz alta, aún alucinada y sin moverse.

Lo habría pasado por alto, si no fuera por la extraña sensación que ella misma había notado ante el cambio de conducta del director, pero.. no podía ser que ella hubiese hecho algo... ¿o si? Sigue preguntandose.

Mike sube corriendo por las escaleras cuando el director baja de la terraza. No sabes como se ha escapado de la clase, pero al parecer, supones que el profesor ha mandado a buscarte.

Bueno, por lo menos él puede seguir cubriendote si quieres seguir allí arriba...

¿Qué ha pasado? ¿Te has cruzado con él? ¿Te has escondido? Pregunta el rubio extrañado de que sigues allí. ¿Qué demonios le has dicho?

El chico parece más descolocado que de costumbre, es como si no creyera lo que ha visto.

Lily junta los labios y se encoge de hombros.

Pues no me he escondido. Me ha pillado. Y estaba segura de que me iba a caer una buena bronca. Pero de repente, se ha empezado a calmar y por poco no me felicita y me desea los buenos días. Dice igual de extrañada que el rubio. No iba a contarle la sensación que había tenido, o la tomaría por loca de manicomio.

Se habrá vuelto loco por fin... dice riendo. ¿Tú que haces aquí? Le pregunta empezando a recoger sus cosas. Sería mejor irse de allí, antes de que el director cambiase de idea.

A mi me mandaron a buscarte y cuando vi al director bajar por aquí, pensé que probablemente estés aquí arriba y subí a buscarte. Supongo que no te encontré y que podré regresar a la puñetera clase mientras tu sigues haciendo peyas. Dice Mike con una sonrisa mientras te palmea en el hombro.

Bueno, yo me piro para abajo... y lo dicho, yo no te he visto...

Aunque en ese momento Mike pone cara maliciosa...

¿O tal vez sí? Jujujuju... Hum... creo que le puedo sacar partido a esto...

Lily adopta una sonrisa escalofriante. No se ha immutado solo ha sonreído.

No lo harás. Dice con tono imperativo pero alegre. Si sabes lo que te conviene... Murmura para si. Ya sabes... hoy por tí, mañana por mí... Dice volviendo a sonreír, con las manos en la espalda.

No, no lo haré. Dice Mike como un automata.

Y no parece escuchar nada más de lo que le dices...

Y tu otra vez en poco tiempo vuelves a tener esa sensación extraña, como si "empujaras" mentalmente a tu compañero, como si tu mente, al mismo tiempo que tus palabras obligaran a Mike a hacer lo que dices.

O tal vez esté fingiendo ser tu esclavo o algo parecido. Pero la sensación esa en tu mente aún persiste... ¿has podido influenciarlo de alguna manera?

Lily, que no se dejaba sorprender por cualquier cosa, estaba realmente confusa.

Jajaja. Ríe para comprobar su teoría de que está fingiendo. Al fin y al cabo lo habían comentado antes del profesor. Deja ya la broma. Más que lo que había dicho, le había impactado la manera en lo que había dicho. Como si repitiese una orden.

Se le queda mirando, de cerca, con la cara muy cerca de la del rubio, poniendose de puntillas. Entrecierra los ojos intentando analizar al chico y esperando que acabe la broma.

¿Qué broma? Dijo extrañado Mike mientras te miraba levantarte para observarlo mejor. Que no voy a decir nada, tranquila, como tu quieras. Puedes seguir escondida si quieres.

Mike parecía convencido de lo que decía, es decir, si antes pensaba chantajearte, ahora mismo parecía hacer todo lo que tu le dieras. Es como si en este momento él fuera un esclavo de tus pensamientos y órdenes, y como si ahora mismo estuviera esperando alguna orden tuya para hacer lo que le pidas.

Un autómata.

¿Quérias algo más, Lily?

Lily saca morritos aún no muy convencida, pero si estaba soñando no quería despertarse. Y si se le ofrecía una oportunidad como esa, no iba a desperdiciarla.

Tráeme un refresco. Dice por probar encogiéndose de hombros. Arashi era muy independiente y orgulloso, y en un caso normal, la hubiese mandado a la mierda si le ordenase traerle algo.

Vale. Dice y comenzó a bajar las escaleras hacia la cafetería para traerte el refresco.

Otra vez esa sensación.

Es extraña, pero para nada dolorosa... una sensación interesante...

Al cabo de un rato, Mike regresa por las escaleras con un refresco de naranja en la mano y una sonrisa de oreja a oreja. Te ofrece el refresco y se queda allí de pie, como si nada hubiera pasado.

Bueno, ¿qué? Te dice. ¿Qué vas a hacer?

Lily se queda con la boca totalmente abierta. Es incapaz de decirle que era una broma, hasta que no llega con el refresco no se lo acaba de creer. Esto había llegado demasiado lejos como para que fuera una encerrona de Arashi.

Coge el refresco y se encoge de hombros, sentándose y bebiéndose el zumo.

Pues quedarme aquí y seguir mandándote. Dice con chulería. Si él no se quejaba, ella tampoco lo haría.

¿Mandarme? ¿A qué? Oye... Dice Mike mientras te señala la mano en la que llevas el refresco. ¿De dónde has sacado ese refresco? Si hace unos segundos no lo tenías... ¿lo tenías escondido?

Mike se encoje de hombros y en su cara se nota tranquilamente que no entiende nada de lo que está pasando, ni de lo que estás diciendo.

A veces pienso que estás un poco loca, pero bueno, tal vez sea el sol que me está pegando fuerte en la cabeza.

Después lo ves que piensa un poco y te sonríe.

¿Entonces que harás? ¿Te quedarás aquí?