Partida Rol por web

Alza una ceja al verlo tan lanzado... pero no dice nada. Ni siquiera se deja achantar con su maliciosa sonrisa, la cual no le pasa desapercibida, ella le devuelve la sonrisa con la misma dulzura de antes... y finalmente se levanta. 

Bueno, si no eres de a los que le importa pelear con una chica... yo puedo ser tu oponente - se sube al ring con tranquilidad - no sé si te haré sudar mucho, pero lo intentaré. 

Se ató mejor la cola del cabello para luego ponerse los guantes de kick boxing y esperar, con una sonrisa, que él diera el primer paso. 

¿Estás segura de que quieres luchar contra mí? Nunca he peleado con mujeres y realmente, no sé si merece la pena luchar contigo. La verdad es que... Dice muy sobrado. No quiero lastimarte. Eres demasiado bonita para eso.

El chico continúa estirando en una esquina, esperando que le digas algo, que entres al ring o que simplemente te vayas de allí.

¿Qué pasa? ¿Te han comido la lengua los ratones o es que me tienes miedo?

El tic nervioso. No solo en su labio, sino también en su ceja. Pasa por debajo de las cuerdas rojas que rodean el ring... y se encoge de hombros, el tic estaba controlado, así que solo se dedicó a sonreír.

Gracias por el cumplido - dice haciendo chocar sus dos guantes - Siempre hay una primera vez para todo, ¿no? Espero que no tengas en cuenta que soy una chica y pelees bien... yo no voy a tener piedad. 

Y esbozó aquella eterna sonrisa, que si alguien supiera exactamente en qué estaba pensando, habría huido corriendo. 

Aquel capullo había osado retarlo, aquel prepotente de mierda se había creído mejor que ella... y encima había hablado de que se le había comido la lengua los ratones. Gilipollas. 

Caminó hasta el centro, del ring y estiró unos instantes los gemelos y las piernas, y cuando él estuvo también delante, se puso en posición de defensa, y ahora sí, el brillo en sus ojos mostraba que no era aquella niña delicada y sensible que siempre demostraba ser. 

Soy un caballero, señorita. Así que... ¿por qué no atacas tu primero? Dice mientras te pone la mejilla a la altura de la cara. ( Él es bastante más alto que tú. ) Y se da golpecitos con la palma abierta sobre ella, retándote a que le des tu mejor golpe.

Sus ojos no brillan, simplemente parecen ojos sin futuro, sin vida, como vacíos.

Sólo puedes ver el brillo de su pendiente en el lóbulo de la oreja izquierda debajo de su casco.

La gente comienza a agolparse a ambos lados del ring, esperando ver una buena pelea.

La chica alzó una ceja... y luego sonrió divertida. 

Está bien, como desees. 

Se apartó un poco de él, dio un pequeño salto al aire, y con un movimiento circular, hizo que todo su cabello se moviera en un movimiento armonioso... y de una forma bastante espectacular, la mejilla que el chico había preparado para que encajara un puñetazo, encajó una buena patada de tibia. 

Se posó de nuevo en el suelo, con los puños en lo alto, esperando la reacción del peliblanco. No sonreía. Estaba completamente seria... y cuando vio que se incorporaba de nuevo, se puso en posición defensiva. 

Literalmente, el cuerpo de Akon salió volando hacia atrás del impacto, golpeando contra las cuerdas del ring que por la fuerza, se tensaron pero no se rompieron, evitando así que el amigo de Mike cayera al suelo. Aún así, el golpe que se llevó contra el duro suelo del ring no ha sido nada suave.

La gente de alrededor exclamó al unísono: ¡Ooooooooooh! Y hasta algunos comenzaron a gritar como locos por la pelea.

Pero Akon se levantó y sacudió la cabeza. Un hilillo de sangre salió de su nariz, el cual se limpio rápidamente con el guante y sonrió.

Bua, ¿eso ha sido todo? Dice mientras se acerca andando a ti, como la primera vez. No, no, no. Si no pones el suficiente empeño como para que me duela, no vale.

Otra vez se acercó a ti y se quedó allí parado, esta vez, mostrándote la otra mejilla. La gente de fuera empezo a gritar mas fuerte. Algunos, ya decían que estaba loco...

Sonrió de medio lado al ver que se levantaba y tenía un poco de sangre, sonrió de nuevo cuando se posó delante de ella y le pidió que le golpeara aún más fuerte.

Le gustaba.

El chico tenía agallas.

Claro, como quieras - respondió ella, con su tierna y eterna sonrisa.

Esta vez, pero, hizo un combo de golpes, puesto que él no se defendía.

Extrañamente se lo estaba pasando tan bien que ni siquiera se dio cuenta de los gritos, ni de la gente que se puso alrededor de ellos, ni de que decían que el chico estaba loco... aunque la verdad es que eso no habría hecho falta que se lo dijeran, lo estaba comprobando en carne propia.

Bueno, lo que si has sacado en claro que al chico le gusta volar. Por que la seguidilla de golpes atronadores que le has dado lo han hecho ir de un lado a otro del ring, para después, salir volando hacia uno de los rincones, arrastrando su pecho y cara por el suelo en un recorrido un poco gracioso.

Nuevamente, la gente exclama sorprendida y muchos de ellos se llevan las manos a la cabeza, pero se ponen como locos cuando Akon apoya una de sus manos en el suelo dispuesto a levantarse otra vez tras el millar de golpes que le has dado.

Otro hilillo de sangre, esta vez de la comisura de sus labios cae hasta la lona dejando una motita roja en ella. Akon la mira, te mira y mientras sonrie, la pisa pasa borrarla del suelo y dejarlo más o menos más limpio.

Nada, nada. Creo que tienes velocidad, pero los golpes son algo así como... ¿Cómo diría este...? Dice pensativo, llevándose la mano al mentón. ¡Ah, sí! Poco contundentes. Vale, una ultima vez... ¿Podrías hacerme el favor de darme tu mejor golpe de una vez?

Frunce el ceño... y suspira, se lleva las manos en la cintura.

No. Paso.

Ya se había desahogado bastante... y ya le había hecho al chico sangrar dos veces. 

Cuando estés dispuesto a pelear de verdad avísame, que solo tú recibas los golpes no es divertido. - sin esperar más respuesta, pasó por debajo de las cuerdas rojas y dio un salto para salir del ring. 

Se dirigió a buscar su bolsa para irse a las duchas. 

Coges tu bolsa y te vas a las duchas a asearte y a quitarte las dos gotas de sudor que tienes en la frente. Además, necesitas pensar un poco de por qué el chico solo hacia nada mas que recibir. ¿Es que era un masoquista o qué? La verdad es que le has dado con todas tus ganas y aún así el chico se volvía a incorporar pidiendo más. Por lo menos te ha dejado claro una cosa, resistente era.

Cuando terminas de ducharte, secarte y peinarte, sales de las duchas pasando por un costado del pasillo acristalado cuando de repente, un cuerpo se estampa contra el cristal del lado de dentro y cae arrastrándose hacia el suelo.

Levantas la vista hacia el ring y allí ves al de los pelos blancos de pie contra las cuerdas y señalando al chico que acaba de salir volando.

¡Si vas a pegar como una nena prefiero a la pelirosa de antes que por lo menos metía unas ostias guapas! Gritó tu anterior oponente desde el cuadrilátero.

Sale de las duchas perfecta, ahora sí, su sutil maquillaje y su cabello perfectamente peinado, hace que nadie se imagine que salga de un entrenamiento, y sin olvidar sus mini faldas que estilizan sus largas y blancas piernas. Alza una ceja al ver el espectáculo... y se dirige al ring con su paso tranquilo. 

Eh, tú - dice llamándole la atención, ignorando los jadeos de socorro del tío estampado - Eres amigo de Mike, ¿no? ¿Vas a ir esta noche a su concierto? 

Sí. No le había gustado que la tratara como una cría y no la hubiese golpeado... a ella tampoco le hubiese gustado encajar un golpe como aquel, pero tenía que reconocer que el saco de boxeo humano le había ido la mar de bien para desahogar sus frustraciones... y bueno, para comportarse con la violencia que realmente sentía, aunque no hubiese dejado de sonreír con aquella dulzura todo el rato. 

Akon estaba quitándose los guantes y el casco protector cuando tu estabas acercándote. Después, se quito la camiseta, dejando ver su escultural cuerpo bien musculado, sin embargo, estaba cubierto de moratones. Cuando se acercó a la esquina para ponerse una toalla al cuello, tu ya estabas allí preguntándole lo que querías saber.

Si, soy amigo de Mike, y si, voy a ir al concierto. Dice serio, parece que ahora está un poco más calmado. Soy el que toca la batería del grupo, ¿por qué lo preguntas? ¿Acaso vas a ir a ver que tocamos?

El chico se pone la mochila al hombro, completamente sudado y cogiéndose del hierro de la esquina salta al suelo desde el ring para quedar justo frente a ti. Lleva sus manos a las puntas de la toalla que tiene en el cuello y te mira inclinando un poco la cabeza hacia un lado, esperando tu respuesta.

Observó cómo bajaba del ring, y sus moratones... ni siquiera se sonrojó, seguramente es que ni siquiera se fijó en algo más de lo que era... probablemente, Lucy tuviese un problema con esta parte de su cerebro, o eso, o es que la había practicado o le interesaba tan poco, que ya ni siquiera se alteraba. Lo más probable es que no hubiese mirado aún a ningún tío de verdad.

Asiente a su pregunta.

Sí, me ha dado un Flyer esta mañana en el instituto, y me ha entrado curiosidad. Así que supongo que me pasaré, tomaré algo, os miraré y luego me iré.  

Se encoge de hombros, y sin más, se gira. 

Entonces nos vemos esta noche, ¡see you!

Vale. Es lo único que sale de la boca de Akon mientras coge sus cosas y se dirige a la ducha.

Mientras te retiras, puedes ver a dos hombres que llevan en una camilla al tio que se estampó contra los cristales, el cual está completamente inconsciente. Los dos hombres que llevan la camilla niegan con la cabeza mientras murmuran entre ellos cosas sobre el combate.

Puedes escuchar palabras como "campeón nacional" "kickboxing" "masacre".

La verdad es que no sabes a qué demonios se refieren, pero por un momento recuerdas la patada que le dió Akon a ese chico que va en camilla y tal vez... sólo tal vez estén hablando de él.

Mientras Lucy miraba cómo ponían el hombre en la camilla, se acercó a ellos y se puso la mano delante de la boca, con el puño semi cerrado... los ojos brillantes y las mejillas algo sonrojadas.

¿Se pondrá bien...? Aquel chico le ha dado una buena patada... - miró a los dos hombres, sin dejar de poner aquella cara de preocupación y de pena - Espero que se mejore.

Después de que la hayan respondido y los haya encandilado con su fragilidad, sensibilidad y su falsedad... les regala una última sonrisa y, sin dejar de mirar al hombre estirado con aquella preocupación, se aleja a su casa... eso último lo había hecho simplemente para aumentar su ego, ahora se encontraba en medio de la calle caminando tranquilamente con aquella dulce sonrisa y mirada, mientras por dentro se regodeaba de lo imbécil que era la gente. 

Excepto el peliblanco, aún no sabía su nombre. Era un tipo interesante. ¿Sería él el campeón nacional? Iba pensando sin dejar de caminar... y no fue hasta que llegó a casa y cerró la puerta detrás de ella, ya dentro, que se dio cuenta de algo... la mochila, que ya estaba en su mano, cayó estrepitosamente al suelo. 

Mierda... me he dejado llevar... ¡ahora sabe que soy una chica violenta! ¡¡¡Se lo dirá a Mike!!! 

Con las manos en la cabeza y con la espalda arqueada hacia atrás, Lucy transmitía toda la desesperación que sentía. Eso es, había hecho algo que no hacía nunca: dejarse llevar. Le había arreado unas buenas hostias al tío, y aunque no habían sido suficiente para dejarlo inconsciente, habían sido suficientes para que la comparara con otro de los tíos del gimnasio... 

Estoy acabada... 

Obviamente, hablaba en voz baja porque si sus padres estaban en casa no iba a permitir que la escucharan... pero se quedó agachada al suelo con las manos sujetándose la cabeza, y la cara escondida entre los brazos. 

Acabada. O eso parece.

O tal vez el chico era lo suficientemente caballero para no hablar de cosas que a otra persona no le incumbe. La verdad, es que ahora que lo piensas te estás haciendo problema por nada. Tranquilamente podría haberte dicho algo, pero lo único que quería era luchar... bueno, que le den de ostías... ¿Y si en realidad le pasa lo mismo que a ti? ¿Y si en realidad, en este momento él está sufriendo lo mismo que tu?

Ahora que lo piensas, puede ser completamente factible que él sea como tu. No te ha dado motivos para pensar lo contrario.

Tal vez si llamas a Mike y le preguntas... puedas dejar de sufrir y así prepararte para el concierto de esta noche.

La idea de llamar a Mike se le fue rápido de la cabeza.

¿Cómo iba a llamar a aquel idiota? Bastante haría si iba al concierto... no estaba tan desesperada... ... ¿no? 

No. Claro que no. 

Además, si la pillaba y lo contaba... ¿quién se lo iba a creer? Nadie. Obviamente. Se dirige a su habitación y se quita la ropa para ponerse ropa de estar por casa... un vestidito muy cuco blanco y las zapatillas. Se sentó en su pupitre y sacó sus apuntes, iba a repasar lo dado hoy en clase antes de nada. 

Te pones con las tareas y deberes de esta mañana y como siempre, no tardas mucho en pillarles el tranquillo y darles salida a varias asignaturas mientras piensas en que te pondrás esta noche.

El concierto parece de rock por lo que tendrás que buscar en el armario algo que vaya a juego con el mismo o simplemente, pasar de todo e ir allí como te salga de las narices y...

*bipp bipp bipp*

El sonido del movil recibiendo un mensaje te saca de la concentración.

Lo coges y te das cuenta que es... ¿Mike?

Hey. El concierto empieza a las 22, pero si vienes a las 21.30 puedes entrar por detrás y quedarte con la banda. Como quieras, nos vemos.

...

¡¡¡Han hablado!!! ¡¡¡Mierda!!! 

Se queda mirando el móvil, como si fuese un asesino, o alguien muy malo malísimo, porque lo mira con odio, rencor... casi parece que vaya a arrancarle la antena y a comérselo, o peor, que lo estampe contra la pared, lo chafe luego y lo tire por el váter después... o quién sabe, quizás tenga suficiente lanzarlo bien lejos por la ventana de su habitación mientras lo insulta diciéndole de todo... 

Pero no. 

Tranquilidad... tranquilidad... no te alborotes, sino te saldrán arrugas... y no podrás contestarle el mensaje... 

Respirando profundamente, le responde el mensaje: 

Cita:

Y ya está, así de fácil. Sin más dilación se dirigió al armario y empezó a sacar ropa, tenía un montón, así que seguro que encontraba la combinación perfecta para un concierto de rock... y allí estaba. La dejó encima de la cama mientras recogía todo lo demás y lo dejaba perfectamente en el armario. Luego, fue a prepararse la cena y a cenar, no iría al concierto sin comer nada... y luego, subiría a vestirse y arreglarse. 

Comes, te preparas, te vistes, te pones super mona para poder ir a un concierto de Rock de tu compañero de clase, al cual le has enseñado problemas y de su amigo, al cual le has dado una paliza y después el tío hizo salir del ring a otro mastodonte de una patada.

Sales de tu casa y en unos quince minutos llegas a donde se celebrará el concierto. Con la ropa que te has puesto, no desentonas entre las chicas y chicos que van a ver al grupo, pero tu pasas de todo el gentío y te vas por la puerta de detrás. Allí, un enorme hombre guarda la puerta para que nadie entre, bueno, para que nadie que no esté invitado a entrar por la puerta de detrás entre.

El tío te mira de arriba abajo y sonríe. Simplemente mueve su cabeza de arriba abajo como preguntándote que demonios haces allí o que le enseñes una identificacion o algo.

En ese momento, Mike sale por la puerta y dándole una palmada en el hombro al tio de seguridad, te coge de la mano y te mete para dentro, en donde están haciendo las pruebas de sonidos.

Pensaba que ibas a pasar de mí y esas cosas. Dice el chico mientras te lleva hasta el escenario donde está Akon y los demás probando el sonido.

Mike se acerca al grupo y te va señalando uno a uno presentándotelos.

A Akon ya lo conoces, es el batería, después el de la guitarra es Fé, no preguntes por qué se llama Fé, y el del bajo es Sebastian.