Partida Rol por web

Tras aquellas palabras el quariano siguió el mapa en su omni-herramienta y se dirigió al puente, para familiarizarse con toda la tripulación que pilota la nave, ofrecer sus servicios, familiarizarse con el equipo a bordo y de ser posible robarse el puesto de piloto principal XD. Durante toda estos momentos, trate de mantener una actitud jovial hacia los demás tripulantes bromando y tratando de obtener información de la nave, por usuarios experimentados de la misma, Zaas es de la opinión de que cada nave es única y tiene sus "trucos" mas allá de lo que diga cualquier manual y eran estos "trucos" los que estaba tratando de deducir de las conversación con aquellos que tuvieran mas experiencia tratando con esta maquina.

Yo soy el Teniente Salazar. Ya he realizado varias misiones para el Consejero Udina y todas fueron un éxito, así que estoy seguro de que mientras tengamos cuidado con los esclavistas que habituan los Sistemas de Terminus no tendremos ningún problema. Por ahora me gustaría saber cuales son las capacidades y especializaciones de combate de cada uno de nosotros. En mi caso he sido entrenado en el uso de la biótica para el combate.

Se quedó observando a la Asari con inocente interés durante un lapso de tiempo de varios segundos, prestando demasiada atención a las protuberancias que sobresalían de su cabeza. En su mente no paraban de crecer dudas sobre el funcionamiento de algo que se le asemejaba más a unos tentáculos, que al cabello al que estaba acostumbrada. Quizá aquello tenía el mismo sentido del tacto que podría tener su propio brazo, por ejemplo. O quizá era algo duro que no poseía ninguna cualidad, como el propio pelo que adornaba su cabeza. Sea como fuere, sabía que en algún momento tenía que preguntárselo; pero también sabía que ese no era el momento adecuado. Así que con una vuelta casi teatral, giró en redondo y prestó atención a lo que decían los demás integrantes de la tripulación.

La frase del Volus le resultó desacertada. A ella siempre la Flota Nómada le había ofrecido cualquier cosa que necesitara, y nunca le habían pedido nada a cambio. Estaba segura de que era simplemente que no los conocía como ella lo hacía. Podía poner la mano en el fuego de que no existía Quariano que hiciera algo por interés propio; y lo añadido por su amigo no hizo más que confirmar su sospecha.

Por último, escuchó lo que tenía que decir el humano al que aun no se había dirigido. Apenas se había fijado hasta ahora, pero por sus gestos y su forma de erguirse le recordaba a los militares que se había encontrado de vez en cuando custodiando a su padre. Siempre los había considerado muy distantes y callados, pero quizá él no era igual.

Se acercó a Ernesto con el andar ligero que la caracterizaba hasta quedar a un paso de él, observándolo desde abajo a una altura de una cabeza de diferencia. - Yo me llamo Seena'Koris nar Qwib-Qwib. No tengo ni idea de nada de combate, pero se me da muy bien arreglar cosas. - Un risita aguda y distorsionada se escapó por entre los filtros de su máscara, como si solo ella entendiera su propio chiste. - ¿Me podrías enseñar alguno de esos trucos bióticos? He oído hablar de ellos, pero nunca he conocido a nadie que supiera hacerlos. - 

Claro, cuando quieras puedo mostrártelos- contesté mirando a donde podía intuir que estaban sus ojos tras la máscara. Tendré en cuenta que no estás capacitada para el combate y me apuntaré tu habilidad para arreglar cosas- dije con una ligera sonrisa divertida. Esta quariana parece que esté más en una excursión a un museo que en una misión.

Será un placer trabajar con alguien tan enérgica- al finalizar la frase levanté un poco mi mano mano derecha ya que había visto como ella estaba familiarizada con los protocolos de saludo.

Si no es una indiscreción, ¿Puedo saber cuanto tiempo llevas fuera de la Flota Nómada?

Ignorante de las atenciones de la Quariana, escuchó las contestaciones del representante de Elkoss y las palabras del piloto Quariano. Observó al humano con ojos chispeantes. No había tenido apenas contacto con la nueva especie, y la asombraba la similaridad en la anatomía con la suya. Otras civilizaciones eran distintas, y por ello no le resultaba nada raro, pero encontrarse con personas tan similares, y sin embargo tan distintas. Tampoco entendía muy bien el dimorfismo sexual en los humanos, la necesidad de tener dos sexos separados. Son tan diferentes, y a la vez tan parecidas a nosotras.

Esperó a que la Quariana respondiese antes de presentarse ella.

-Me llamo Zellisa Helyne, Teniente Salazar. Trabajo principalmente como asistente en las reuniones de la embajada asari, principalmente como asesora e intermediaria entre ciertas corporaciones y algunos planetas. Me temo que mi utilidad en el combate es bastante limitada. No es mi campo fuerte. -dijo riéndose suavemente.

Cuando llegas al puente observas que la nave no está tan poblada como cabría esperar, solo ves a 5 personas más, una de ellas sentada en la silla del piloto. Cuando te acercas con intención de ponerte a cargo te das cuenta que es un turiano. Al notarte este se levanta se gira hacía ti y te dirige un saludo marcial.

-Señor, soy Hosnus Alburaka. Me han nombrado su piloto suplente, señor.- Baja la mano de su frente terminando el saludo militar- Señor, puede tomar el mando de la nave cuando vea necesario y encargarme las maniobras que consideré oportunas cuando me dé el relevo, señor.

El turiano parece un estereotipo de su raza, altamente disciplinado y uniformado, parece un poco nervioso pero se ciñe al guión del buen militar. Si le ha sorprendido que un quariano sea su superior no lo deja entrever en su cara ni en su forma de hablar.

Ya veo.. Bueno, por lo menos podrá tomar la iniciativa cuando lleguemos a nuestro destino. Supongo que por ahora podemos retirarnos, tengo que ver de que efectivos militares disponemos, no querría que unos esclavistas de Terminus masacraran a la tripulación y se llevara a una mecánica y una diplomática- dije entre unas suaves risas.

Al terminar salí de la habitación haciendo un ademán de despedida hacia Zellisa y Seena'Koris para dirigirme a hacer comprobaciones de seguridad y ver a los tripulantes humanos. Espero que al menos el turiano y el otro quariano sepan manejar un arma, bueno, seguro que el turiano si, al fin y al cabo, es un turiano.... jajaja.

Bien versado como era en las costumbres militares, el querían se mantuvo firme respondiendo el saludo militar, mi nombre es Zaas'Gerrel nar Neema, me agrada escuchar que estas dispuesto a ceder el timón, eres mejor que yo en ese aspecto. Pero por por ahora háganos algo, cuentame los trucos y manias de esta dama. Tomo asiento tras el timón y le ofrezco el puesto de copiloto (asumiendo que haya uno)toma asiento compañero. 

Tengo la misma duda.

Por mi parte, hoy podré escribir algo, y creo que mañana también. El finde será un poco más difícil hacerlo.

En primer lugar quiero ir a la zona de arsenal

No era necesario poseer un doctorado en psicobiología quariana para que cualquiera que se encontrara en esa sala pudiera percibir la felicidad que mostraba Seena'Koris tras la primera frase de Ernesto Salazar. Solo una acción más le hubiera faltado para dejarlo rotundamente claro, y esa acción era dar saltos por toda la habitación.

Alargó ambos brazos y con un ímpetu impropio de una chica de su estatura, estrechó con fuerza la mano del humano. - ¿Ahora mismo? No, ahora no puedo, o no tendré tiempo para echarle un vistazo al motor MRL. Con un viaje tan largo, seguro que lo vamos a utilizar. - Pese a que estaba conversando directamente con Ernesto, daba la impresión de que hablaba con ella misma. - ¿Sabes que impulsores utiliza esta nave? Por el tamaño, seguro que son iónicos o de antiprotones. - Se quedó pensando hasta que escuchó la pregunta que le iba dirigida.

- Una semana - Contó con los tres dedos de una mano y luego levantó dos de la otra. - No, han sido cinco días. - Encogió los hombros en gesto de indiferencia y levantó la mirada de nuevo al humano. - Sois los primeros que conozco desde que me dejaron con Zaas'Gerrel nar Neema. Espero que nos divirtamos mucho. - Por el tono de su voz, se podía intuir que estaba sonriendo. Miró a la Asari y afirmó con la cabeza. Seguidamente se quedó observando con recelo al turiano, sin saber si acercarse a saludarlo o no. Finalmente optó por lo segundo. Ya tendría tiempo de hacerlo; Había algo que le resultaba más interesante en ese momento.

¿Como sería la sala de máquinas de esa nave? Con esa pregunta en la mente se alejó de sus actuales compañeros de viaje, despidiéndose con la mano como si fuera a pasar mucho tiempo hasta que volvieran a verse.