Partida Rol por web

Zellisa rió ante el comentario del quariano, agradeciendo su humor y su vigilancia sobre su compañera. Se volvió hacia ambos:

-Bueno, ¿cómo habéis encontrado la nave?

Al final el papeleo habia sido más pesado de lo que me creia, revisar todos esos informes de la nave era tedioso y extremadamente aburrido pero sí queria tener todo en orden  debia de terminarlo antes de la cena de la Asari; durante el procedimiento de las tareas perdí la noción del tiempo y cuando observé la hora del reloj de mi despacho ya era bastante tarde, así que procedí a asearme y cambiar mi armadura por una indumentaria más diplomática, cuando salí rumbo al cuarto de Zellisa ya era bastante tarde de la hora acordada, aun así no fue un impedimento que llamase al timbre del camarote.

--- Perdonad la tardanza- digo con cierto aire diplomático- Estuve arreglando papeles y hace un rato que acabo de acabar, sí todavia se me permite me gustaria unirme a la cena

Levantó la vista en dirección a la asari, afirmando con la cabeza ante todo lo que le estaba diciendo; aunque en verdad, en ningún momento había pasado por su mente el consumir aquellos productos tan diferentes y estrambóticos. Simplemente se había dejado llevar por la novedad de nunca haber presenciado comida como aquella. Por lo que fue dejando de nuevo todo en la mesa con extremada lentitud y sin apartar la mirada de Zellisa, como si la hubieran encontrado haciendo algo que no debiera.

En cambio, la frase de su amigo la hizo reír alegremente, recordando con cierta nostalgia aquel momento en el que había aprendido una valiosa lección de lo que podía o no podía comer. Había desaparecido completamente el recuerdo de la sensación de malestar, pero lo que no podía olvidar con tanta facilidad era lo mal que lo había pasado durante una semana completa.

Siguió ensimismada en intentar recordar lo que comió aquel día hasta que la voz de la asari la sacó de su ensoñación y la hizo saltar como un resorte.

- Mal. - Su tono de voz cambió completamente, mostrando una mezcla entre seriedad y enfado que solo Zaas'Gerrel conocía y que pocas veces había presenciado. - Han tratado fatal a esta preciosidad. Desde que llegué no he parado de cortar, empalmar y soldar cableado que hasta el ingeniero con los conocimientos más básicos sabe hacer. Solo porque a alguien se le ocurrió la brillante idea de utilizar los sistemas principales para dar energía a los auxiliares. Pero claro, ¡qué tiene de importancia que se queden sin energía en caso de uso continuado mientras que haya luz en las duchas! -

Estaba tan frustrada con el trabajo de ingeniería que ni se dio cuenta de la entrada de Ra.

Yo llegué justo por detrás de Ra. Algo elegante, ya que me agradan las formalidades y un poco acelerado por la prisa.

- Disculpad el retraso, cuando recibí el mensaje estaba acabando de entrenar y aún tenía que ducharme- dije frotándome con la mano la parte trasera de la cabeza.

También llegué a escuchar lo que dijo sobresaltada Seena'Koris.

- Y tranquila Seena, si la nave está así, tú puedes arreglarla y demostrarnos a todos tus capacidades. Además... Está claro que te apasiona tu trabajo- le dije con una sonrisa.

-Por cierto, gracias por la invitación Zellisa.

Hizo un gesto con las manos para indicar a todos que se sentasen donde quisieran.

-Bueno, organicé esto pensando que sería una buena oportunidad para conocernos y abordar aquello para lo que nos han elegido. Personalmente he tenido poco contacto con gente de vuestra especie -dice asintiendo en dirección a los quarianos-, así que será algo interesante para mí. Espero que no os moleste la pregunta, pero tengo curiosidad -dice sonriendo- ¿cómo es la vida a bordo de una nave quariana?