Partida Rol por web

A los goblins se les habían puesto als cosas muy feas demasiado rápido y, sin embargo, parecía que la presencia de otro peró más no hacía más que sumirles en un fervor demente de estocadas y dentelladas. El que se enfrentaba a Galstak lanzó un tajo muy torpe, pero pronto quedó en evidencia que no se trataba de otra cosa que una distracción para tomar una buena posición junto al druida shoanti y gritar algo a su compañero que, aprovechando esta distracción, hundió su rudimentaria espada en las tripas de Kaddok.

Lo que ha gritado el goblin en su lengua goblinoide es: -¡Huele a perro! ¡Matar al amigo de los perros!

 El shoanti, tras apenas esquivar la aviesa puñalada del goblin, intentó desnucarlo de un certero golpe con travesaño... pero una vez más, y ya iban demasiadas ese día, falló. 

Estuvo a punto de resoplar, pero ¿para qué? Mejor aguantar el resuello, que le parecía que le quedaba muy poco para exhalarlo definitivamente. 

Tras ensartar a uno de los trasgos, Lapidus se apresuro a cargar su ballesta. Ya no quedaban mas goblins con vida a la vista, aunque podia escuchar sus risas y gritos al otro lado del edificio, asi que se apresuro a buscar tiro limpio...

Grygory seguia en sus trece, las de ayudar al giganton y al vagabundo del perro, que parecian estar pasandolo mal, asi que cargo su ballesta y disparo de nuevo al mismo goblin, pero esta vez sin fortuna, la saeta se perdio detras de el clavandose en una pared...

 Saco de pulgas salió a defender a su amo e intentó morder la mano del goblin, pero este la retiró en cuanto vió las fauces del perro.

El hechicero se acercó rápidamente a acabar con el lider goblin usando su ballesta  pero las prisas hicieron que el disparó de su saeta no fuera demasiado certero.

-Maldita sea !-masculló Camlo

 Kaddok puso cara de sorpresa cuando el goblin le rodeó, no esperaba que decidieran rodearle y usaran la táctica que usaban su perro y él consigo mismo, y por ello le dolió aún más el espadazo recibido. Se giró hacia el goblin que le miraba con su sonrisa loca y emitiendo ruidos estúpidos. Kaddok le golpeó y el goblin cayó en el acto.-Te dije que te fueras- dijo Kaddok mientras se giraba hacia el último de los goblins.

El traicionero goblin que se encontraba a la espalda de Kaddok seguía luchando ajeno a su abrumadora inferioridad numérica dispuesto a destriparle, y con bastante éxito. Aprovechó que el druida se encargaba de su compañero para clavarle la espada profundamente en la riñonada. Kaddok empezó a desvanecerse ante la pérdida masiva de sangre. Parece que finalmente los goblins iban a cobrarse una buena pieza.

- ¡NOOOOOO! - al ver cómo su compañero de fortuna se desplomaba inconsciente, el gigantón hizo un último esfuerzo, volteando el travesaño del revés a dos manos. Y, sorprendentemente, esta vez acertó.

El goblin volvió la cabeza en el momento justo en el que el mástil de madera le alcanzaba, aplastándole el pómulo y hundiéndoselo en la calavera. Varios dientes volaron del amasijo sanguinolento al que quedó reducida la cabeza, mientras el cuerpo convulso de la pequeña sabandija se desplazaba varios metros más allá.

Galstak ni lo celebró. Tiró a un lado el travesaño, sucio de masa cerebral goblin, y se arrodilló junto a Kaddok.

El Varissio recordaba como el maloliente Shoanti no se habia sido "educado" con el, entre eso y el mal olor que desprendia, prefirio dejar a los demas que le echasen una mano mientras el cargaba de nuevo su ballesta.

- ¡fiuuuu! Tiene mala pinta - dijo el Varissio - igual hay algun sanador por aqui... podemos volver a ver al padre Zantus, que seria lo mas apropiado o ir a ver a Hannah Velerin... pero primero deberiais de... tapar sus heridas un poco... o algo.... y que alguien haga callar los lamentos de ese chucho .

Camlo disparó sobre la cabeza del lider goblin y su montura sin inmutarse.

Su semblante cambió luego de  nuevo al acercarse al  compañero caído

-Vaya...feas heridas...-se arrodilló junto al cuerpo-dejadme ayudar...

El sonido del fragor de la batalla se va a apagando. Los gritos son cada vez más infrecuentes y ya no se escucha la irritante cancioncilla de los goblins. Todo apunta a que las fuerzas del orden han conseguido repeler el ataque y que las calles de Sandpoint vuelven a ser relativamente seguras.