Partida Rol por web

22 de Rova de 4.070 AR. Mañana.

A medida que Sandpoint se recupera del ataque y entierra a sus,gracias a los dioses, pocos muertos, los ciudadanos hacen todo lo posible para continuar con sus vidas. La Catedral será consagrada hoy durante una ceremonia de puertas cerradas mucho más discreta. Ahora que el terror ha llegado a su fin, los recuerdos de goblins inmolándose accidentalmente y correteando envueltos en llamas, aplastados por los cascos de un caballo, o ahogándose en cisternas de agua que para empezar no estaban ni medio llenas iluminan el recuerdo del asalto con una luz casi cómica.

Pero lo que los vecinos no van a olvidar, es a sus héroes.

 Kaddok se despertó y retiró las vendas que se hizo el día anterior de la herida que todavía tenía. La herida tenía mala pinta y todavía le molestaba a pesar del descanso que había tenido esa noche, de modo que decidió que no podía mantenerla ahí mucho tiempo. Se concentró y puso su mano sobre la herida, Saco de Pulgas ladró al ver cómo la herida se cerraba. Kaddok le acarició la cabeza y dijo - Vamos chico, tenemos que desayunar bien, que no sabemos que nos podemos encontrar este día.-Y bajo a desayunar a la posada.

El Varissio ya se había despertado... no estaba acostumbrado a dormir en una cama que no fuera la suya. Tenía un poco de ojeras, señal de que no había pasado buena noche.

- Tengo unas ganas de recuperar mi carro... - soltó mientras desayunaba - ¿Vosotros que tal noche habéis pasado? - la pregunta era mas por cortesía que por interés real - Si os parece, puedo intentar vender lo que sacamos ayer de los goblins, tengo contactos en la ciudad. Y luego no se si seria apropiado que echáramos un ojo todos en el cementerio, o que fuéramos a hablar con Hemlock directamente... quizás le interese contratar un grupo de aventureros para investigar el asunto. No se a vosotros, pero a mi me vendrían genial unas monedas, igual Desna tiene la gracia de sonreírnos.

El Hechicero despertó recuperado del esfuerzo del día anterior.

Sus habilidades arcanas aún débiles y en el asalto a la ciudad las exprimió casi al límite.

Tras  asearse y vestirse dedicó unos minutos a la imprescindible concentración para abrir de nuevo su cuerpo como receptáculo de las vías arcanas.

Con un humor inmejorable (aunque preocupado interiormente por los acontecimientos pasados) decidió bajar al salón y encontrarse con sus compañeros.

-Por mi está bien lo de investigar el cementerio y hablar con Hemlock- exclamó con una sonrisa mientras descendía la escalera-Puede ser interesante que me asocie con vosotros y evitar que sufráis daño en cualquier otra lucha.

 -Por cierto Grigory-le dijo al bardo-gracias por tus canticos de aliento ayer en la batalla...una inestimable ayuda

- Jrummm... - se lamentó Galstak al incorporarse en su cama. De alguna manera estaba en su habitación, aunque no recordaba cómo había llegado hasta allí. Ignoró el ligero dolorcillo de cabeza y trató de apartar la manta de un manotazo, pero algo se lo impidió. - ¿Hrom? - Alguien le había vendado las heridas de tripa y riñones incluyendo también parte de los brazos, como para evitar que el vendaje se cayera fácilmente. - Hummm... - puso los pies en el suelo y, más tieso que un palo, se levantó.

Como pudo, se enjuagó la cara en la palangana de agua fría... y después la bajó al suelo y vació su vejiga. Durante un buen rato se escuchó el sonido de líquido cayendo sobre agua, que acabó con un "plic plic". Miró para ambos lados, y luego con gran cuidado tomó la palangana entre sus manos, se acercó a la ventana, la abrió y volcó el contenido sin mirar. Cuando fue a guardar la palangana bajo la cama, encontró un orinal debajo. - Ohhhmm....

Tras la valiosa lección del día de ayer se armó como para ir a una batalla. Se puso la armadura de pieles, algo menos pestilente tras el lavado de ayer, se ajustó la cincha del hacha sobre la espalda, colocó en su sitio la daga y agarró el arco con la aljaba de flechas antes de abrir la puerta. Si hoy había problemas, esta vez le pillarían bien preparado.

Bajó las escaleras pesadamente, justo a tiempo de encontrarse con que el hechicero estaba felicitando a Grygory.

- Mmmm... os aseguro que a partir de ahora no tendréis que cuidar tanto de mí, maese Camlo. He aprendido la lección - sonrió palmeando el mango del hacha doble que le asomaba por la espalda y enseñando el arco. - Tabernero, dos raciones de lo que se ha tomado mi compañero - señaló a Grygory, ojeando las migas del plato del varisio, y sentándose junto a él.

- Por Gozreh, que estaría bien que nos curaran las heridas gratis a Kaddok y a mí. - se le abrieron los ojos cuando vio al druida totalmente recuperado - Perdón, a mí. Así que si queréis ver a alguna autoridad del pueblo, pues contad conmigo, compañeros.

- ¿Estáis seguro de que necesitáis curación, gran hombre? - dijo riendo Grygory.

- Jrummm... pues claro... - Galstak se palmeó los vendajes bajo la armadura. No le dolían apenas - Pero... ¿cómo? - se abrió el gabán, rasgó un poco el vendaje y se quedó estupefacto: no quedaba más que un rasguño cubierto aún con costra - ¡Vive Desna! - miró al varisio, miró de nuevo a su herida y una vez más al varisio.

- A ver si va a resultar que tengo sangre de troll ahora...

 Lapidus se desperto en con la cara sobre una pastosa almohada... al parecer no toda la comida y bebida de la noche anterior se había aguantado en su estómago. 

Se limpió la cara y la barba como pudo con las sabanas y bebió el último trago de una cerveza que descansaba en una esquina del suelo de la habitación. Un escupitajo por la ventana y estuvo listo para salir a la sala común.

Allí sus companheros de la noche anterior hablaban sobre lo que hacer...

Cada vez me gusta mas este Varissio, dijo al escuchar los comentarios del Grygory. Esa alabarda tiene pinta de valer unas cuantas monedas y no estaría mal averiguar que es esa poción tampoco.  Y estoy seguro que la gente del pueblo pagará unas buenas monedas por recuperar los huesos del cura ese. Así que me parece buena idea todo lo que Grygory ha comentado. Pero eso si, lo primero es lo primero.

!Muchacho! Una cerveza y alguna de esas salchichas... y supongo que seguirán a cuenta de la casa, o me equivoco?

La primera parada es en el cementerio, el lugar más cercano a la Taberna del Ciervo Blanco. Desde los callejones del camposanto, entre cipreses, se escucha el monótono sonido del oleaje y el graznido de las gaviotas, y la brisa trae el olor a salitre del golfo Varisio. Se trata sin duda alguna de un lugar encantador en el que descansar a la espera del juicio de Pharasma. Sus puertas están abiertas y ya no hay rastro alguno de guardias de Hemlock aunque, eso sí, un hombre deforme y encorvado se esmera en adecentar la tumba del difunto padre Tobyn, que Desna tenga en su gloria.

Camlo entró al lugar con un andar altivo mirando a ambos lados como si fuera el dueño de aquel lugar.

Un sitio ideal para empezar el día-murmuró el hechicero con gesto cómico-discupadme queridos amigos , pero no tengo muy claro que buscamos aquí. Igual deberíais aclararle al sepulturero cuáles son nuestras intenciones-dijo al resto mientras se inspeccionaba con detenimiento  las perfectamente limadas uñas-aunque puede ser mejor decirle que visitamos a una tía difunta para no levantar sospechas.

Grygory sonrió y avanzo hasta en sepulturero "Caballero un momentito" el Varissio comenzó a charlar amenamente con el, "si, los mismos... no, no fue nada... si, Camlo es ese de ahí " el bardo intentaba embaucar al tipo "los estamos rastreando si .... musgobosque aha.... el vertedero y los sietedientes, no se, demasiado evidente.... " parecía que se lo había metido en el bolsillo " sabemos que anoche anduvieron por aquí... con una tumba... tenemos contactos en las altas esferas amigo ¿qué puede contarnos? ¿Podemos ver el destrozo?"

El jorobado parece impresionado con la historia de Grygory y dada vuestra fundamental intervención en la defensa de la ciudad y os trata como los guardianes de Sandpoint que el varisio ha dicho que sois. Lamentablemente, Naffer Vosk, como el sepulturero ha dicho que se llama, resulta ser un poco.... pesado. Está indignado por la profanación de los restos de Tobyn ya que, como no para de repetir una y otra vez durante toda la conversación, fue él el que le sacó de su disoluta vida de contrabandista y criminal de poca monta hace algo más de diez años, cuando su barco naufragó en el golfo de Varisia y la corriente lo arrastró hasta las playas de Sandpoint. Desde entonces se convirtió en un devoto seguidor de Sarenrae y se encarga de mantener el cementerio meticulosamente limpio, así como de tocar las campanas de la iglesia cada amanecer, mediodía y anochecer.

La tumba, según podéis ver ha sido rellenada nuevamente con la tierra que retiraron para sacar el féretro. Según Naffer, alguien colocó una escalera en el muro del cementerio para que pudieran sacar los restros del Padre Tobyn del cementerio. Y tuvo que ser alguien del pueblo o un visitante al festival, no un goblin. Un goblin no hubiera sido capaz de hacer sin que alguien le viera entrar. Es una vergüenza que alguien haya sido capaz de hacer un acto tan repugante, un insulto de ese calibre hacia Tobyn, que Pharasma juzgue con bondad, un santo, un hombre que me sacó mi su disoluta vida de contrabandista y criminal de poca monta hace algo más de diez años, cuando mibarco naufragó en el golfo de Varisia y la corriente me arrastró hasta las playas de Sandpoint. Desde entonces me cenvertí en un devoto seguidor de... bla, bla, bla...

 Kaddok se apartó un poco de Naffer para hablar con los demás. -No creo que aquí consigamos mucho, sobre todo viendo que han vuelto a tapar con tierra lo que había. Si queréis podemos hablar con la alcaldesa o el padre Zantus, para saber cuales van a ser sus pasos a seguir. Pero a mi lo que más me preocupa es saber porqué los goblins atacaron, por mucho respeto que le tenga al Padre Tobyn, no me importa demasiado que hicieran con su cuerpo.

- Hummm... - Galstak se rascó la barba y se dirigió a Kaddok - Maese Kaddok... igual Saco de Pulgas puede olisquear un poco alrededor de la escalera y quedarse con el olor de quien la haya usado. ¿Podría avisarnos si vuelve a olerlo? - miró de reojo al perro. - Tal vez no venga mal...

 Hum, podríamos intentarlo, pero seguramente se haya mezclado con todos los olores de la gente que ha pasado por aquí. Aparte de que en una ciudad es muy difícil seguir un rastro. - Kaddok se acercó a la tumba y silbó a su perro para que se acercara- Veamos, Saco, busca!- El perro se puso a olfatear la tumba, y después de empezar a seguir un rastro acabó a los pies de Naffer y empezó a mover el rabo indicando que había encontrado lo que se le pedía. Suspirando Kaddok se puso a mirar la tierra removida que había en el cementerio. Creyó identificar un rastro de pisadas hasta la valla y cuando llegó a ella dijo- Sí, Naffer tiene razón salieron por aquí subiendo una escalera.

- Jrumm... entonces que olisquee sólo la escalera. A menos que ese viejo la haya manoseado también, claro...

 -Hum, mi perro no es capaz de hacer esas cosas.- Dijo Kaddok pensativo. - Pero estoy convencido de que quizá encontráramos algún rastro de huellas si fuéramos al otro lado de las murallas para ver por donde bajaron con esa escalera. Aunque quizá nos lleve demasiado lejos de Sandpoint y tenemos que estar esta noche. 

- Yo creo que deberíamos ir a vender las cosas que sacamos ayer a los Goblins y después hablar con Hemlock. Esto es una cuestión de la guardia de la ciudad... que no es que no quiera colaborar, pero igual les entorpecemos, tienen mas información... no se. Lo que está claro es que alguien, que no es un goblin, se ha llevado el cuerpo del padre Tobyn. Eso me da a entender que el ataque de los goblins de anoche era tan solo una distracción para entrar aquí y poder llevárselo sin problemas. Vamos,  que el peligro real no son los Goblins, si no quien se haya llevado el cuerpo. Creo que deberíamos poner esto en manos de Hemlock y luego decidir que hacemos....

Camlo miraba con indiferencia al resto mientras investigaban en el cementerio y asintió cuando Grigory hizo la propuesta.

Eso si-pensó- no  pretendía ponerse a hacer el héroe ni  salvar a ciudadanos de Sandpoint a menos que hubiera alguna retribución  interesante (oro, conocimiento, desafios emocionantes...) de por medio.

Me parece estupendo, no sere yo el que mueva un dedo sin antes hablar de oro con los interesados. - dijo Lapidus, hasta enconces distraido leyendo los diferentes obituarios de las lapidas - esa alabarda tieen pinta de valer unas cuantas monedas, y a mi me vendria bien el oro. Jejeje

 A ver que nos cuenta Hemlock-dijo Camlo mientras se volvía hacia la entrada del camposanto. La cabeza gacha mirando al suelo, pensativo.