Partida Rol por web

 Kaddok siguió indicando el camino por el bosque.

Camlo había perdido su algo de habitual compostura y sarcasmo debido al esfuerzo del viaje. No estaba acostumbrado a caminar siguiendo un rastro.Incluso le parecía que la comida al trote le había caído algo mal ahondando en su viejo mal de flatulencias.

 Ahora andaba pensativo al reflexionar sobre los peligros que podían encontrar fuera de las murallas.Tambien miraba atrás repetidas veces para comprobar si sería capaz de encontrar el camino de vuelta.

Decidió sacar su ballesta, cargar un proyectil  y tenerla a mano por si acaso

-Vaya paseito !-murmuró a Lapidus y al resto con una sonrisa sin que le oyese un ensimismado Kaddock

Lapidus solto una maldicion y un gargajo antes de contestar a Camlo. Ya te digo hechicero. Me van a salir cayos mas grandes y negros que la uña de mi dedo gordo del pie, y eso ya es bastante. Jejeje. Con un poco de suerte llegamos a la guarida de esos trasgos a tiempo para matar unos pocos antes de volver a la ciudad, y si ya nuestra suerte es mucha la guarida sera subterranea y podremos quitarnos de encimas estas condenadas zarzas.

Grygory, tu crees que deberiamos ir quedandonos con algun trofeo de los cadaveres si acabamos con algun trasto? Quizas puedas conseguir con tu labia que nos den unas cuantas monedas por cada uno que matemos. La sonrisa de Lapidus se hizo amplia al pensar en las doradas monedas...

Grygory agitaba su mano para despejar la peste. Eso le pasaba por ir detrás de Camlo. Anoto mentalmente que nunca lo volvería a hacer.

-          ¡ Ja, ja, ja ¡ - Lapidus era un tipo divertido – algunos preferirían tener la cabeza de su suegra antes que la de un goblin. Hay si que conseguirías dinero. – a medida que avanzaban, tomo ejemplo de Camlo y cargo su ballesta – ojo con los goblins de Cimadelcardo, si se trata de ellos, el rastro nos tendrá que llevar hasta un islote con forma de cabeza decapitada.

22 de Rova de 4.070 AR. Tarde.

Las zarzas y los cardos que crecen descontroladamente en Bosqueortiga lo hacen aún más densos y retorcidos en esta zona cercana a la costa. La maleza es lo bastante densa como para bloquear la visión y el acceso a la costa, aunque no lo suficiente como para detener el sonido de las olas rompiendo en las playas al oeste. Pocos árboles crecen tan cerca del mar, pero las zarzas llegan a alcanzar una altura que podría rivalizar con ellos, llega a alcanzar los 6 metros de altura y formando un inquietante laberinto de túneles de punzantes paredes.

El rastro conduce claramente a Cimadelcardo pero, llegados a cierto punto, se confunde con cientos de diminutas pisadas indicando una fuerte actividad goblinoide hacia los túneles de zarzas al norte en dirección a la costa y, por extensión, al islote donde es por todos conocido que la tribu goblin tenía su guarida.

Cuando Kaddok se detuvo y pareció desconectar por fin, había estado todo el camino muy concentrado y ensimismado siguiendo las diminutas pisadas a través de toda clase de terrenos. - Bueno, parece que la tribu de los goblins era la de Cimadelcardo. No tenía intención de atacarles ni nada parecido, sólo de averiguar quiénes habían sido. Si queréis podemos volver a la ciudad a tomarnos esa cena. - Dijo Kaddok con una sonrisa de satisfacción por el trabajo realizado.

Camlo se detuvo exhausto ante la visión de las zarzas. Se secó el sudor de la frente con un pañuelo demasiado colorido.

-Yo por mi parte intentaría seguir hasta el islote. Quizás allí encontremos respuestas. Aunque parece que el acceso por esos túneles de zarzas puede resultarnos imposible por nuestro tamaño.

-En fin, me da igual.-dijo haciendo una mueca de cansancio- Lo que decida la mayoría me parecerá bien. Volver y recibir la gratitud de Foxglove no suena mal ahora mismo.

- Jrummm... - masculló Galstak, agarrando con las dos manos el mango de su hacha y atisbando nerviosamente entre las zarzas - Si me preguntáis, yo diría de volver mejor preparados, ahora que sabemos a dónde venir - Miró a sus compañeros, frunciendo el ceño.- Incluso propondría venir por mar para llegar a ese islote. No me gustaría combatir dentro de esas zarzas, son todo ventajas para esas pequeñas sabandijas... - Se le ocurrió una idea, divertido - A menos que prendamos fuego a las zarzas y nos sentemos a ver cómo salen ardiendo, claro.

Camlo vió al bárbaro gigantón  frunciendo el ceño e intentando mirar más allá de las altas "paredes" de vegetación y se echo la mano a la frente...

-Si quereis intentar quemar todo este lugar por mi no hay problema, aunque puede que tan cerca de la costa la humedad de la vegetación impida que se queme...-dijo Camlo pensativo-como en la decisión sobre volver , respetaré lo que opine la mayoría.

- si a Hemlock no le preocupa lo suficiente, no se porque deberia hacerlo a nosotros - dijo mientras sostenia la ballesta en su mano- yo desde luego voy a volver hacia Sandpoint , si soy capaz de salir de este bosque del demonio, y voy a cenar a costa de Foxglove, nunca hay que rechazar una invitacion a cenar...

 Estoy con vosotros compañeros. No creo que merezca la pena jugarse el cuello sin que haya por lo menos una recompensa de por medio. No me malinterpreteis, ADORO matar trasgos, pero no quiero que una mala jugada me haga perderme la cena gratis de esta noche, jejeje.

 -Volvamos pues, y disfrutemos de una buena cena, que nos la hemos ganado.- dijo Kaddok con una sonrisa.

El viaje de vuelta se hace (y es) muchísimo más corto, en parte gracias a que no hay que seguir rastro alguno y sólamente caminar hacia el oeste y en parte porque la proximidad a una guarida de goblins hace que apretéis el paso para evitar seguir tentando a la suerte porque, reconozcámoslo, la habéis tenido a patadas. Se ve que la tribu estaba bastante entretenida con algo y por eso no habéis encontrado ninguna de las frecuentes y habituales partidas de caza que suelen rodear las guaridas.

Serán las siete de la tarde cuando entráis de nuevo en Sandpoint por la puerta norte. El sol empieza a ponerse sobre el horizonte y tiñe el mar de tonos violáceos.

El vacío estómago del hechicero llevaba rugiendo algunas millas...

 Cruzó el acceso a la ciudad con un paso cansino y poco rítmico (o trote cochinero)

-Espero que a Foxglove no le moleste que comamos mientras nos agradece la ayuda

-Lo siguiente que haré será meter a éste par en agua-comentó  afligido mirando a sus inflamados pies

- Jroooorgle - gruñeron las tripas de Galstak. Miró a Camlo y a sus agotados compañeros - Eso espero yo también, que nos dé de comer mientras nos da las gracias...

Y beber, espero que tambien nos deje beber!