Partida Rol por web

Aerilaya se acercó a Cade antes de nada, ignorando la mirada de la ulfen. -Gracias por tu ayuda. Veo que te ha costado mucho. Tienes un extraño don -sonríe-, pero útil.

La elfa quería ir a hablar con Aldmer, pero hubiera sido de desagradecidos no dedicarle al menos unos momentos al joven. -¿De dónde eres, Cade? ¿Cómo adquiriste tu don? No parece ser algo que se aprende.

Mira a Helgya amistosamente. -Tranquila, no muerdo. Y por mucho que creas, no soy una señorita estirada. Si me estás juzgando por esto -señala su túnica, no tan elegante como gustaba de vestir, pero aun así de un corte bastante más llamativo del que se solía estilar en campaña-, o por esto -se toca las orejas, indicando a su pertenencia a la raza élfica-, me estás juzgando erróneamente. Y nunca olvido un nombre. Respeto su importancia como signos que nos definen.

Se encoge de hombros. -Tengo que decirte que espero que logremos un entendimiento. Hasta hace poco un miembro de tu raza, Rethel Guermâin, viajaba conmigo, y tengo que decir que pocas veces me he encontrado a alguien más digno de admiración. Es un  hombre sabio. Espero que le vaya bien -suspira-. Aunque me han llamado la atención tus conexiones con la Sociedad. ¿Dónde conociste a Eando y al conde Varian?

- Mi don siempre se cobra su precio, pero ya que lo tengo he de usarlo, no te apuress, el cansancio es algo de lo que uno se libra rápido.

- Nací y pase la mayor parte de mi infancia en un pueblecito de Druma, junto a la frontera de Isger, pero he pasado casi toda mi vida en Egorian.- Respondió el joven que estaba calentando vino con un cantrip arcano para echarle unas hierbas trituradas.- En cuanto a mi don, nací con él, aunque aprendí a dominarlo a la par que desarrollaba mi talento arcano.

- ¿Y tu? No tienes acento, aunque pareces uno de los de Kyonin.- Pregunto el muchacho diplomáticamente.

Helgya bufó ante la conversación, de una manera muy similar a como hacía Tsadok cuando la elfa se disponía a socializar, pero no dijo nada y, sacando un frasco de cerámica con algún tipo de ungüento amarillento saco las botas del joven y comenzó a frotárselo en los pies que tenían bastante mal aspecto.

- Los elfos siempre os creéis mejores.- Le respondió la ulfen como el que dice que en Mganwi son negros, no parecía haber intención ofensiva ni amargura en sus palabras.- Más sofisticados, más civilizados, más profundos... De todos modos no es mi problema. Así que no te acerques a Cade hueles a líos.- Acabó diciendo la joven que se gano un suave golpe en el hombro y una sonrisa fraternal que parecía incluir un significado personal.

- Los elfos son buscalíos Cade, y los Pioneros aun peor. Y ella te va a meter en líos, no me mires así por que sabes que tengo razón.- Le replicó a lo que el joven simplemente lanzó una sonrisa de disculpa a la elfa como pidiéndole que no se la tomase muy en serio.

- ¡No tengo ninguna conexión con tu Sociedad!- Se defendió Helgya como si Naewen acabase de preguntarle si tenía sífilis. La joven incluso hizo un gesto apotropaico inconsciente.

- A Eando lo conocí en Ultima Muralla, bueno en realidad aquello era Belzken y a Varian en la costa de Cheliax. Ambos metidos en líos y a la espera de generar más aun.- Explicó poco después en un tono más suave.

Aerilaya sonríe amablemente al joven humano, decidiendo que le caía bien.

-Sí, soy de Kyonin, pero llevo viajando tanto tiempo que realmente pertenezco al mundo. Por eso tengo poco acento. Si necesitas alguna hierba, suelo viajar con una buena provisión -ofrece.

Y a Helgya: -Muchos de mi raza creen eso, pero yo he vivido lo suficiente en el mundo para reconocer las virtudes de las otras razas -dijo diplomáticamente-, Aunque eh, ¿Quién está siendo racista ahora? ¿Los elfos son buscalíos? -señaló con cierto retintín burlón, pero sin ofenderse-. ¿En qué líos crees que le voy a meter en esta isla olvidada de la mano de los dioses, que no os hayáis metido vosotros ya? Más bien, vosotros nos habéis metido a nosotros en el jaleo que tenéis con los drows…

Reprimió una sonrisa divertida. -Sí, ya me había dado que no tienes una conexión con la Sociedad. Aunque no deberías juzgar a toda la Sociedad solo tomando de ejemplo a dos de sus ejemplares más problemáticos. Precisamente acabas de acusar a la raza elfa de hacer exactamente eso, juzgar a los humanos por sus escasas experiencias con los miembros que conocen, que suelen ser de la problemática casta de los aventureros y cazatesoros elfos.

-Pero no te enfades, sólo buscaba una conversación educada. Y conoceros mejor, porque realmente necesitamos cooperar ahora. Los drows son muy mala gente. Están corruptos hasta la médula y no conocen lo que es la compasión. Sea lo que sea que pretendan aquí, es preocupante. Y si os… nos… han marcado como presas, no cejarán. Son implacables.

Suspiró. -¿Habéis podido obseervar algun patrón en sus idas y venidas? ¿Sabéis si tienen una base fuerte por aquí? Es muy extraño que estén operando aquí arriba. Los drows detestan la luz del sol y la superficie en general, incluso de noche.

Selt se había sentado cerca y escuchaba la conversación entre la capitana y aquellos dos tipos. No tenía intención de intervenir en principio, pero de pronto dice, sin moverse de su situación.

-Es una cuestión cultural, ¿sabes? No de raza. Lo de la superioridad. Yo casi puedo contar con los dedos de una mano los elfos que he conocido, así que hazte cuentas de lo superior que me siento, Helgya. Y te aseguro que ellos no me miran a mí mejor que a ti. Soy más bien como un lisiado sin remedio para ellos, alguien a compadecer más que a respetar.

Se acerca y se sienta al lado de la capitana, dispuesto a escuchar lo que tenían que decir sobre lo que había pasado en aquella isla.

- No tengo ningún problema si me juzgáis por mi raza.- Dijo Helgya fiera y orgullosa.- La sangre es importante, y por eso digo que sois unos finolis. Tu no.- Añadió la joven mirando a Seltyiel con un gesto de disculpa.- Pero los perdidos estáis todos un poco locos.

- Pues se diría que en cuanto os vieron se pusieron muy cariñosos esos drows vuestros.- Repuso la ulfen ante el comentario de meterse en líos.- Diría que os tienen aun más tirria a vosotros dos de la que nos tienen a nosotros. Y eso que llevamos dándoles estopa durante días.

- No, apenas hemos podido defendernos, como para tratar de contraatacar. Aunque Cade dice que vienen del este, de la zona del faro, aunque por lo que vimos también han tenido mucho movimiento en la zona de la excavación. Aunque si es por lo que han venido tiene sentido.

- No, gracias, estoy servido.- Contestó Cade dedicando una sonrisa fatigada a la elfa. Aunque el muchacho daba la impresión de que quería decir al más pero no se decidió.

- Vamos Helgya, no seas tan dura, después de todo ahora son compañeros de armas.- Comentó el joven a la ulfen consiguiendo que esta asintiese seriamente.

-Muy bien, prejuzgame si eso te hace sentirte superior. Y haz lo mismo que los elfos a los que acusas, seguro que eso te hace ser mejor que ellos -dijo Aerilaya con dignidad a Helgya-. ¿Y qué tiene de malo ser una "finolis"? Tú eres buena en unas cosas, y yo en otras, muchacha. No me subestimes en función de tus capacidades. Más bien agradece que podamos hacer cosas distintas. Tal vez así salgamos con bien de esto.

No podía negar las apreciaciones de Helgya acerca de los drows. No dudaba que odiaran más a cualquier elfo que a las otras razas. Se encogió de hombros.

-Vinimos aquí a hablar con Aldmer, pero sería interesante saber qué diablos están haciendo aqui los drows. No puede ser nada bueno...

Y se vuelve hacia Cade, mirándole con más simpatía. Hace un gesto, animándole a hablar al ver que se callaba algo. -¿Pero...? -pregunta con amabilidad.

 - Esta malinterpretando a Helgya, capitana.- Repuso Cade calmando a Helgya con una mano sobre el brazo de ella en un gesto muy fraternal.- Cuando Helgya la prejuzga, algo muy ulfen por cierto, no lo hace como la mayoría de culturas humanas (sobretodo descendientes de azlantis) dando por sentado que esa característica es la dominante. Para ella decir que es “finolis” es como decir que tiene unos “ojos preciosos”.- Siguió el muchacho que se gano una risotada por parte de Helgya que hizo sonrojar un tanto a Cade.- No quiere decir que considere que los ojos son su principal virtud, ni que sea lo único a valorar en usted.

- De igual modo cuando dice que los pioneros son unos “liantes” lo hace asumiendo su experiencia. Por que para los ulfen todo el clan es responsable de las acciones de todos sus individuos. Así que hasta que demuestre lo contrario usted deberá cargar con ese estigma, y en cuanto lo haga...- Explicaba Cade que se interrumpió con un “ja” sonoro de la ulfen que al parecer lo dudaba- los pioneros pasarán a ser “en gran medida unos liantes”.

- Bueno, me expreso bastante mal hablando, pero creo que usted sabe entender. No se ofenda ni se pique con Helgya se lo ruego, es bastante... arisca al principio, pero es una gran persona y la juzgara en base a usted cuando la conozca.

El joven sin embargo dudo cuando vio que Naewen se había dado cuenta de que tenía algo más en mente, y al parecer seguía dudando de si expresarlo en voz alta. Finalmente una mirada, demasiado profunda para un humano de su edad, a los ojos de la elfa lo decidió.

- ¿Hasta que punto se toman en serio los suyos el secreto de los drows?- Preguntó el joven dando una vez más una muestra de su intuición. No solo se había percatado de que era un secreto racial si no que de algún modo se daba cuenta de los extremos que se habían tomado para mantenerlo como tal, y le preocupaban las repercusiones.

-Entiendo, pero entiende tú que me estás pidiendo que sea comprensiva y la juzgue a ella en torno a sus valores cuando ella no está haciendo un esfuerzo recíproco conmigo -señaló la elfa con tranquilidad, aunque mirando a Helgya-. Cuando me encuadra en categorías predefinidas de "elfa", "pionero", "liante" y "finolis", sin molestarse en averiguar cómo soy yo, está haciendo lo mismísimo de lo que ha acusado a los elfos a hacer. Porque ellos también acaban viendo a los individuos con el tiempo, no a la raza. Y cuando un elfo acepta a alguien como amigo, le pone incluso por delante de su propia vida. Así que… algo para reflexionar, ¿no os parece?

La sonrisa amable de la elfa se borra ante el comentario de Cade.

-¿Por qué preguntas eso? -pregunta, más tensa de lo quería, y deseando tener más ojos para controlar mejor las reacciones de Cade y Selt.

 - En realidad solo te advertía para evitarte dolor de cabeza. El dicho “eres más duro que un ulfen” no se ha acuñado solo por sus talentos en la batalla.- Explicó el joven de una manera que daba a entender que por muy grandes que fuesen sus talentos su cabezonería lo era más.- A ella no la molestará si la prejuz...

 - Lo que me voy a molestar es si sigues hablando por mi, Cade.- Interrumpió la joven mirando mal a su compañero, aunque más como un hermano picado con otro.- Y deja de hacerle ojitos, eso no va a pasar.

- En cuanto a ti ¿Si te parece mal que te juzguen por ser pionera por que te uniste a ellos?- Indicó Helgya girándose hacía Naewen.- Y ser finolis tiene de malo ser finolis, claro ¿O que creías?

 El joven mostró las manos en señal de rendición y se recolocó las botas al tiempo que se apartaba del frente entre ambas mujeres. No parecía tener la menor intención de meterse en medio.

- Lo pregunto por que es un tema del que no solo no soléis hablar, si no que lo ocultáis activamente. Conozco bastante de la raza élfica como para saber eso.- Explicó Cade ganándose un bufido de Helgya cuando dijo lo de “conozco bastante”.- Y algo me dice que te preocupó el que lo descubriésemos, y no solo por vergüenza ajena.

A Selt le traía al pairo lo que pensara o dejara de pensar la ulfen, pero se compadeció de la capitana, que parecía ir en camino de sentirse molesta. Así que intervino, sonriendo a la humana.

-Helgya, ninguno nos avergonzamos de ser pioneros. Los pioneros tienen una larga historia, y eso implica haber conseguido grandes obras y haber metido la pata a veces. ¿Qué institución con una larga historia no tendría fallos? Sin embargo, no todas las instituciones con una larga historia tienen grandes obras, y la Sociedad las tiene a montones, bien documentadas y registradas en su mayoría. Así que definir a los pioneros únicamente como "liantes" es muy muy parcial. Y para rematar tú estás juzgándonos en base a dos ejemplares no especialmente representativos. ¿Qué tal si juzgamos a toda tu raza por los ulfen ladrones, mafiosos y a menudo traicioneros que he conocido en las calles de Puerto Enigma? ¿Sería eso adecuado o representativo?

Selt se frota la barbilla, interesado tanto en la pregunta de Cade como en la reacción de la capitana. Ya se había dado cuenta de que reaccionaba de forma curiosa, demasiado evasiva y tensa, ante el tema…

-¿Los elfos tienen un secreto? -pregunta risueño, mirando con una sonrisita provocativa a Naewen. Pero mira a Cade, receloso-. ¿Conoces mucho a la raza élfica? -encontrando irónico que un humano supiera más de su propia raza que él mismo. No es que le importara, eso sí. Y suponía que el humano tampoco habría tenido demasiado trato con los elfos. Juzgando a partir de lo evasivos que se habían mostrado con él, para un humano tenía que resultar aun más difícil acercarse a ellos. Pero aun así parecía que el tal Cade había tenido más trato que él mismo. Selt esperó la respuesta sintiendo cierta curiosidad por el pasado del joven.

-Deja, Seltyiel. Conozco el tipo. No va a dar su brazo a torcer. Los argumentos son inútiles con esta clase de gente; sólo el tiempo podrá hacerla cambiar de opinión… quizá -repuso Aerilaya con indiferencia-. Simplemente encuentro curioso que una y otra vez se me acuse en función de prejuicios de mi raza, cuando las culturas humanas están tan o más llenas de prejuicios. Diferentes… a veces -sonriendo irónica, pues al menos una costumbre de los ulfen no era tan diferente de uno de los peores defectos achacados a los elfos-, pero ahí están igualmente. Lo de los pioneros es más de lo mismo. Por lo demás, como si quiere pensar que soy un gnomo.

Y a Helgya, encogiéndose de hombros, aunque hablando en tono amable: -Piensa lo que desees, muchacha. Si te sirve de consuelo, yo tenía el triple de tu edad cuando descubrí que el mundo no era tan simple como para poder encuadrarlo todo en categorías sencillas.

Aerilaya se sintió incómoda y molesta bajo el escrutinio combinado de Cade y Selt. Por supuesto no iba a desvelar tan fácilmente uno de los mayores secretos de su raza, y menos delante de alguien como la ulfen.

-Por supuesto que no queremos hablar de los drows. Mirad vuestra reacción, lo primero que habéis hecho es relacionarlos con la raza élfica. Son criaturas crueles de las Tierras Oscuras y tenemos la inmensa suerte de que casi nunca ascienden a la superficie, pero si fueran más conocidas ¿cuánto tiempo pasaría antes de que aquellos que juzgan en base a las meras apariencias pasaran a relacionarlos con la raza y a llamarlos elfos oscuros? ¿Cuánto tiempo antes de que los elfos tuviéramos que cargar con la reputación de sus crímenes?

Aerilaya hace esa pregunta sin mirar a Helgya, aunque con una leva sonrisa seca, y sigue hablando con Cade.

-Ya que lo preguntas, sí. Es un insulto muy grave para un elfo ser confundido con un drow y se tomarían muy mal que la gente fuera a establecer relaciones o comparaciones o con ellos. Y cierto, no nos gusta hablar de ellos, ni pensar en ellos, ni ayudar a difundir el conocimiento de su existencia. Los drows nos han hecho mucho daño. Han atacado nuestras ciudades, han matado a muchos elfos. Pero nos harían mucho más daño si los humanos empezaran a pensar que son sólo una raza élfica, juzgando simplemente por su complexión física. Y puede que entre un humano de tez clara y otro de piel oscura no haya diferencias reales... más allá de una posible e insignificante pátina cultural... pero entre un elfo y un drow hay un abismo.

Y repite, con énfasis: -No somos la misma raza.

Pero sonríe amablemente al joven. -Pero si te preocupas por si los elfos te van a atacar por conocer la existencia de los drows, quédate tranquilo. Por Desna, ¿qué clase de salvajes crees que somos? Mientras no entables negocios con los drows o te dé por insultar a un elfo relacionándolo con un drow, lo más que harán será mirarte con desconfianza.

 - El fuego quema, las serpientes muerden y los goblins hacen ambas cosas.- Respondió sencillamente Helgya a ambos elfos.- Y no espero a comprobar si cada vez que me encuentro a alguno hará eso o se comportará distinto. Una cosa es lo que es y otra cosa lo que conocemos, yo no soy un shamán, yo solo se lo que conozco, así que es lo que se basa mi juicio.

- No os conozco pero si conozco pioneros y finolis.- Sentenció finalmente la ulfen con la directa sencillez de los pueblos bárbaros.

- Si todos los ulfen que has conocido son mafiosos y traicioneros imagino que les estarás dando la espalda a los que acabas de conocer a menos que demuestren no ser así ¿No Seltyiel?- Preguntó la humana con un guiño mientras se quitaba sus pieles y su coraza de cuero quedándose con una fina camisa de lino para poder zurcir un corte en la armadura.

- Nadie dice que el mundo sea simple elfa, pero si lo somos los seres que lo habitamos.- Se encogió de hombros la ulfen en respuesta a Naewen mientras cosía con destreza el corte.- Aunque es curioso como pides que no se prejuzgue caso por caso pero sin embargo “conoces el tipo”. Los listos creéis que por adornar cualquier idea con muchas palabras es distinta, pero lo único que cambian son las palabras, no la idea.

 - Bueno...- Murmuró Cade un tanto sorprendido por la actitud de la elfa- en realidad el único que os ha relacionado con ellos es Abrahms, y lo cierto es que el pobre anda bastante trastornado, no os lo toméis a pecho.- Explicó el joven con calma, tratando de calmar las emociones en el ambiente que parecían afectarle.

- Pero son elfos. Algo más también, pero elfos. No trates de alejarme de lo que Es.- Replicó sin embargo al cabo de un instante con un voz dura. Al principio a ambos os extrañó ese cambio, pero había algo más. Era la voz de Cade, pero el tono era más duro, más áspero, y las palabras de algún modo distintas. Él también pareció cambiar, durante un instante no pareció agotado y si más firme y duro, como si fuese algo más, como si algo más se mostrase. Pero duró tan solo un instante, casi creísteis que lo habíais imaginado, pero era obvio que Helgya se había envarado, menos cómoda hasta que comprobó que ya había pasado.

- Pero comprendo lo que quieres decir.- Dijo el joven otra vez en tono apaciguador y tratando obviamente de calmar la conversación.

Naewen mira a Helgya. -No, Helgya, no confundas las cosas. He dicho que el mundo no es tan sencillo de ser encuadrado en categorías simples, no que no exista ninguna categoría. Y la gente que prejuzga a los demás sin conocerlos, en función de ideas preconcebidas, existe. Y fíjate que no te he encuadrado en el tipo de antemano. Eres tú, quien con tu actitud y palabras, me has hecho encuadrarte en él. He intentado darte argumentos y ni te has molestado en sopesarlos. Demuéstrame que intentas mirarme sin prejuicios, y evaluarme desde cero en función de mis palabras y actuación hasta ahora, y me retractaré. Mientras tanto, Helgya, está claro que eres alguien que prejuzgas en base a unas creencias previas y que no estás dispuesta a esperar a tener un trato mínimo con alguien antes de hacer juicios de valor. Y no porque lo digo yo ni porque lo creo yo, sino porque tú estás actuando como tal.

Inclina levemente la cabeza. -Tu idea y la mía, Helgya, son muy diferentes. Por cierto, observa que no te llamo humana. Tengo un nombre, úsalo.

Ante la tajante declaración de Cade, Naewen se envara. -Bien, otro más que nos quiere relacionar con los drows. Y luego te preguntas por qué odiamos hablar de ellos. En fin, piensa lo que quieras. No puedo impedírtelo, ¿no?

Naewen se encoge de hombros, molesta y cada vez más convencida de que aquella conversación iba a ser solo una pérdida de tiempo. Se daba cuenta que aquella declaración de Cade estaba impulsada por algún tipo de revelación mágica, pero tampoco pensaba en indagar sobre ello a costa de seguir con aquel tema.

-Sería mejor si explorásemos un poco y nos cerciorásemos de que no hay peligros. ¿Cómo nos organizaremos con las guardias? ¿Quiénes de vosotros están en condiciones y serían unos centinelas decentes?

- Claro que prejuzgo ¿Como si no tendría una opinión cuando la necesito de alguien a quien no conozco?- Helgya se encogió de hombros.- Por mucho tiempo que pase con los civilizados no se por que les parece tan preocupante eso que tratan de enmascararlo.

- Esta bien “Naewen”.- Concedió la joven divertida aunque con una disculpa con la cabeza.- No, si a mi me parece bien que me prejuzgues, todos lo hacemos. Y si no quieres que lo haga gánate un juicio propio. Aunque de momento esto esta transcurriendo muy como era de prever ¿No?- Dijo la joven que sin embargo endureció la mirada ante la última respuesta de la elfa a Cade.

- Yo puedo vigilar perfectamente.- Dijo la ulfen haciendo callar al joven con una mirada.- No Cade, otra noche sin dormir no me afectará tanto y tu estas al borde del desplome. Te conviene descansar si mañana quieres zurcir a quien lo necesite. Además haces mejores guardias dormido que ningún otro manosea libros que haya conocido despierto.- Dijo echando una mirada inquisitiva a Naewen como preguntándole si también destacaba en aquello.

Cade solo pudo abrir la boca ante el estallido de Naewen mientras palidecía algo. El joven solo consiguió esbozar algo murmurado entre dientes que sonó como “lo siento” antes de verse desbordado por la creciente discusión de ambas mujeres.

- Esta bien Helgya.- Se rindió finalmente el joven aunque parecía que era sobretodo por huir de allí.- Como ella dice puedo presentir ataques o peligros en sueños. Pero no es... preciso. Sería mejor no confiarlo todo a esa carta.- Explicó antes de despedirse y envolverse entre varias mantas en un rincón.