Partida Rol por web

Había esperado más de lo aceptable para que Kross respondiera pero o bien lo estaba ignorando o una vez más se había quedado allí completamente paralizado por algo que el no llegaba a entender,  realmente había conocido tipos raros durante su viaje pero aquel sin duda se llevaba el ganso sin siquiera competir.

Escuchando que otros de sus compañeros estaban hablando se giro un tanto extrañado por su tema de conversación -realmente no creo que sea sensato alentarlos- fue todo lo que alcanzó a decir antes de que los dos rivales comenzarán a pelear y fueran llevados por el cuello para resolver sus diferencias ; al final de la pelea tuvo que decir que estaba decepcionado,había esperado queel sujeto de azul ganara siendo que parecía el más inteligente de los 2. 

Mientras corre, Velvet oye el propio sonido de su respiración apresurada, su corazón latiéndole a mil por hora y, a lo lejos, la risa malévola de Kuroyami. De pronto para en seco y se encuentra rodeada otra vez de esas molestas criaturas oscuras.

-¿¡Cómo!? -suelta un grito ahogado de la sorpresa, pues no esperaba encontrárselas de sopetón.

Sentimientos de rábia y miedo recorren su cuerpo. A penas són las únicas emociones que conoce. No piensa volver a aquella mansión, o mejor dicho: prisión. No conocía más que las cuatro paredes asfixiantes de aquella gran casa y el ambiente de frialdad que recorría cada rincón. La única calidez la encontraba en el regazo de su madre, pero su madre ya no estaba y Velvet no estaba dispuesta a pasar ni un día más bajo el "cuidado" y los "juegos" de su padre. Sin quererlo se dibujó una amarga sonrisa en su cara. Su padre... Se podría decir que gracias a él, ahora tendría oportunidad alguna contra esas malditas criaturas. Qué irónico.

- Estas criaturas no tienen nada que ver con las que invocaba mi padre -Dice con voz calma y con una expresión de póker total, pues Velvet no sabe muy bien como expresar ni exteriorizar sus emociones. A la vez que dice eso, su pensamiento se concentra en su Apariencia, esa especie de fantasma blanco antropomórfico que sale de sí misma.

Y entonces aparece una forma blanca. Velvet se aparta unos pocos metros de distancia, lo justo para alejarse de esas infames criaturas y a la vez poder dejar luchar a su Apariencia. Y mientras tanto, sus sentimientos de ira y temor siguen hirviendo por todo su cuerpo, aunque claro está que la chica no lo aparenta. Y a cada mirada a cada una de todas las criaturas que la rodean Velvet maldice. Maldice a Kuroyami, maldice la muerte de su madre y sobre todo maldice a su padre, el único por quién siente verdadero odio. A cada pensamiento interno, la forma blanca se va moviendo alrededor de Velvet, como danzando entre las criaturas y atacando enfurecido. Justo como si reflejara las emociones internas de la chica.

Lunaire se mostró bastante curiosa ante la forma de hablar de Zak. O quizás se lo dijeron y se le pasó por alto. Esbozó una pequeña sonrisa, haciendo el apunte mental de empezar a pedir informes escritos. -Si conseguimos que realices esas grandes hazañas entonces habremos hecho un buen trabajo. Espero tengas la determinación que necesites para conseguirlo.-, a estas alturas estaban bajando por la colina en dirección al festival, algunos participantes del mismo ya se encuentran en rango de escucha de lo que dice este grupo. 

Una niña de pelo rosa asalta a la directora mientras bajan~ No debe tener más de seis años.

-¡Ma, ma! ¡Mira! ¡Se están golpeando!-, señaló la jovencilla, apuntando en la dirección del Gimnasio de la Academia.

La Directora se giró y observó en esa dirección, viendo como poco a poco varios alumnos iban formando un círculo: Un hombre musculoso (el Profesor Caesar) estaba ya supervisando un duelo entre dos alumnos. El pelirrojo está ganando por bastante.

-... Caesar sabrá lo que hace.-, suspira. Aunque de cierto modo es una actividad más para el divertimento de los presentes. -Ah.-, ella asiente con suavidad al notar quienes se encuentran detrás de Sabrina. -Deschain, Kross, Uróboros, Ami, Wen.-, saluda afablemente. -Espero esteis teniendo un reencuentro agradable. ¿Seríais tan amable de permitir que este grupo permanezca con ustedes por el momento? Mientras duren estas festividades, al menos. Así será más fácil que se sientan integrados.-, mostró con la mano a Naida, Zak, Baxter y Beorth'rar, sonriendo.

Lunaire siempre se preocupó por aprenderse los nombres de todos los alumnos de la Academia de memoria. No es raro que los trate como ahora.

-Oh. Ahora que lo recuerdo.... Kross, ha llegado correspondencia para ti. Se encuentra en Asuntos Estudiantiles.

-Si necesitais algo...-, ahora dirigiéndose a todo el grupo, -No dudeis en preguntarmelo. En unos momentos tendré que retirarme para concretar otros preparativos así que aprovechad ahora.-, cierra los ojos con una sonrisa.

Observé con cierta curiosidad a los integrantes que se referia Lunaire.

---Por supuesto profesora Fey- digo con cierto tono nervioso y hago un hueco para que la gente se siente sin dejar de mirarlos, mis ojos se paran un rato más en Zak que en los demas; cuando finalmente se marcha me giro al resto del grupo- ¿Por que será que cada vez que dice mi apellido* siento que he hecho algo malo? ¿estará enfadad por  mis calificaciones malas?

Zak se cruza de brazos cuando le introducen al grupo nuevo, evaluándolos. Sus ojos se centran rápidamente en el profesor Caesar: es un guerrero, eso salta a la vista. Y parece que está al carg-- ¿Por que leches le mira tan fijamente ese tipo? Zak cruza los brazos sobre el pecho y frunce el ceño, a la par que le pregunta:

- ¿Problema? - dice asegurándose de enseñar bien su doble ristra de afilados colmillos. La hostilidad es obvia incluso a través de su tosco acento.

---No- digo algo nervioso ante la rista de diente pero sin ceder terreno ni un apicice- Solo que no habia visto a alguien tan...bueno, diferente...

Me quedo mirando a la directora en la lejanía, con una nueva remesa de alumnos. Pero aquello pronto quedó eclipsado cuando vi aparecer a la pequeña Sabrina, la hija de la directora. Esa niña tan adorable tenía algún tipo de vínculo con un dragón y, no vaya a ser que en cualquier momento la criatura pueda conocer el estado de ánimo de la niña, que lo mejor era tratarla con tranquilidad y cierto respeto. No era miedo... pero un jodido dragón tiene que imponer.

El grupo finalmente llegó hasta nuestra posición y la directora nos fue nombrando. Alcé levemente las cejas cuando pronunció mi nombre y me quedé mirando al grupo. ¿Así era yo cuando llegué a este sitio? no pude evitar sonreír al recordar aquél día hace ya unos meses. Hice un gesto con la mano para indicar a la directora que no había problemas con que los nuevos se sentaran con nosotros, allá ellos si querían quedarse con nosotros.

No me gusta dejarme llevar por la primera impresión, ni crear prejuicios a la primera oportunidad que tenía, pero tras ver el pique momentáneo que tuvieron Isen y el tipo azul, tuve que resoplar haciendo vibrar los labios. Negué con la cabeza y desvié la mirada hacia el resto de los miembros del grupo. Dejé mi sitio libre para sentarme en la mesa, apartando un par de platos antes.

-¿Habéis comido algo o acabáis de llegar? -pregunto mirando al resto del grupo, al tipo azul ya le había salido un "amigo". Otra cosa no, pero comida en el festival había para reventar-.

El chico parece nervioso, asustado quizás. No da mucho el perfil de un luchador ni de estar buscando gresca, así que Zak resopla y lo deja pasar por el momento. Sin embargo afianza su posición mirándole con intensidad con sus ojos naranjas mientras dice, aún con un leve matiz de hostilidad:

-Espíritus bendicen a Zak. Familia de tiburones. Gran gran guerrero. - Golpea con confianza su pecho descubierto sobre el que hay una runa pintada con sangre, aparentemente reciente - Si quieres, pelea con Zak.-

Esto último lo dice como una proposición seria pero no amenazante, como si fuera algo normal para él.

Una de las criaturas sombrías saltó sobre Velvet justo en el momento en el que de lo más profundo de su alma surgió una criatura blanca, interceptando a ese ser y destruyéndolo con la misma facilidad que un niño partiendo una rama seca.

No son como las invocaciones de su padre, para nada. Están desorganizadas, son instintivas y animalísticas y para colmo son poco espesas y tan solo ligeramente físicas: Resultan tan solo peligrosas por su abundante número. Aún así, mientras Velvet habla, Faceless se mueve con violencia e intenciones destructiva. Uno tras otro los va destruyendo: ¡Ha acabado con cinco, cinco de esas sombras en tan solo unos pocos segundos!

Kuroyami retrocedió unos pasos, enfureciendose. -¿Así es como le pagas a tu grandioso Padre? Repugnante, usando los Regalos que Él ha conferido sobre tí... ¡Para escupir sobre su nombre!-, habla como si ese hombre fuese un dios y no un humano retorcido.

-¡Criaturas de la Oscuridad!-, conjuró él. Sus palabras resonaron con gran poder y más de esos monstruos comenzaron a aparecer. Ahora suman quizás diez, ¿Pero realmente son un peligro? No le ha costado a Faceless acabar con una cantidad considerable, pero es difícil saber cuántos podrá invocar Kuroyami..

Mientras Velvet decide que hacer, siente que algo le toma de las muñecas: Faceless responde a sus instintos, lanzándole hacia adelante y por encima de las sombras que le rodean. ¿Un sacrificio? Para nada, a él le resulta físicamente imposible alejarse más de unos pocos metros de Velvet. Flota a su lado, como de pie en el aire: No tendría dificultad en luchar mientras ella se mueve o se preocupa de buscar un punto a salvo.

-¡A ella! ¡Cazadla!-

Uno por uno señalo a algunos del grupo, como si estuviera contando en voz baja. -Muchachos, no les llama la atención la cantidad de acuosos que hay?- Me rasco la nariz. -Debe ser por eso que huyó la loca pirómana esa.- Cielos... ha pasado tanto tiempo que casi olvido mi pasado...

-Ah, claro.- Asiento a las palabras de la directora. Luego me dirijo al chico tiburón, que tiene una manera algo peculiar de expresarse. -Oye, por qué hablas así? De seguro lo estás fingiendo para parecer más molón.- Le hablo sin variar mucho mi expresión, la cara de medio dormido de siempre.

---¡Kross! No digas eso- le digo tras apartar la vista de Zak tras habersela sostenido un largo rato- Tú no sabes sí habla así, así que deberias moderar el lenguaje con los nuevos...lo síento,  pero siempre es así, no se lo tengais en cuenta...

Una vena se marca en la sien de Zak cuando escucha al chico del cabello plateado referirse a su manera de hablar. Odia cuando los extraños se refieren a su modo de hablar la lengua común de una manera burlesca. Nunca ha estado mucho tiempo con gente que hable solo la lengua común ¡es normal que no la domine tanto! Además ¿¡qué más da si se le entiende bien, no!?

 Se adelanta un paso y agarra por el cuello de su camisa/kimono/uniforme ((sorry, no se que vestís ahora mismo)) al insolente peliblanco, mirándole muy de cerca:

- Hablo mejor que puedo. ¿Problema? Puños hablan mejor - dice desafiándole. Parece que ignora el comentario de Isen y sí que se lo va a tener en cuenta...

Me levanto rápidamente y trato de ponerme en medio de ambos chicos y cojo las manos del nuevo .

---Basta...- digo con una seriedad que me deja pasmado hasta a mi y con firmeza y lentamente comienzo a separar las manos de Zak- No querrás tener problemas el primer dia en la academia ¿no?

No tenía del todo claro si el comentario que había hecho Kross, sobre la forma de hablar del tipo azul, iba en serio o le había salido sin más. Pero tuve que reírme, me había pillado con la guardia baja aunque me dio tiempo a taparme parte de la cara con la mano.

Respeto la reacción que tuvo Isen, pero no la compartía. Yo no habría intentado separarles y esperaba que así lo hiciera el día de mañana si me pasara a mí. El tipo azul había venido buscando camorra a la primera oportunidad que tuvo, al menos ha tenido suerte de encontrarse con nosotros y no con uno de los mayores. Le habrían fulminado en pocos segundos, bien lo sé yo.

-Vamos, Isen, déjalos que se peleen, no seas aguafiestas -dije sin moverme de mi sitio y haciendo un ademán con la mano para quitar importancia al asunto, no dejaba de ser una niñería al fin y al cabo-. Que nos enseñe qué es lo que sabe hacer. Yo también me peleé el primer día que llegué aquí, casi parece una tradición -y sonreí levemente-.

Claro que sigue ahí la Directora, viendo como va escalando el conflicto, de brazos cruzados y con las cejas en alto, mostrándose más intrigada que molesta.

-Hago todo en mi poder para evitarlas.-, dijo ella con un deje de abatimiento, hombros bajos, -Pero es casi imposible.-, su suspiro suena como el de alguien que ha luchado mucho y ha conseguido poco.

-Y hay bastantes más Híbridos de animales domésticos de los que hay marinos.-, acota. Espera que su presencia sea suficiente para que no se den de golpes, aunque no parece que tenga mucha intención de intervenir: No tiene ni el bastón en mano, este está descansando de pie a su lado, perfactamente balanceado~

Cuando Isen comenta lo de los problemas le mira con duda un momento, aún sosteniendo el cuello de la ropa de Kross. No quiere que le echen antes de haber empezado siquiera a aprender. Pero cuando al girar su cabeza hacia la Directora y ve que esta no parece molesta, sostiene con fuerza su presa haciendo fuerza contra el brazo del chico. Nota la piel humana, mucho más suave que la suya, dura y rasposa, tensándose en el forcejeo mientras lo mira frunciendo el ceño. ¿Cuál es su problema? Esta no es su pelea.

Kross le dirigió una mirada poco amistosa mientras comentaba sobre los seres presentes en aquel lugar,  la verdad el no tenía demasiada idea sobre el asunto por lo que evitó opinar mientras observaba como uno de aquellos seres azules parecía haberse tomado como una ofensa personal las palabras del espadachin y ahora quería arreglar aquello a los golpes. 

Siento la fuerza que me hace, pero aun así me mantengo firme y tenso los músculos mientras le miro fijamente; gracias a sus investigaciones, habia sabido que al ser un hibrido de un dragón era la causa de que la gente se sintiera "intimidada" a veces con su mera presencia, así pues traté de concentrarme para "amendrar" a Zak.

Isen intenta mover a Zak. Y Zak no se mueve.

Izen hace más fuerza, a lo que Zak responde con la misma cantidad, ¡Inamovible! 

Finalmente Izen hace uso de su entrenamiento y lo aparta unos pasos, empujandole. Zak ha notado que Isen es un poco más fuerte que él, al menos en lo que respecta a la fuerza bruta. Quizás sea alguien digno para un buen duelo~

Viendo que el nivel de brabuconería subió uno o dos niveles, la Directora se acerca un poco al grupo.

-Sería mejor que esto no escale a más, no aquí y ahora.-, sugiere ella, -Si queréis violencia deportiva, podéis hablar con Caesar.-, ella se gira y busca con la mirada, alzando un poco la mano. -Demian, ¿Puedes vigilar un poco?-, cabecea hacia el grupo de alumnos. Se dirigió por última vez a ellos: -He de retirarme a encargarme de otros asuntos.-

Y tras una suave reverencia los dejó atrás, yendo a ocuparse de lo suyo, acompañada por su hija. Quien se acerca es el profesor de combate, forja, espada y esas cosas. Va con una bonita túnica negra y una bufanda blanca, lleva su espada enfundada y colgando de un cinturón de tela. Hace un saludo suave con un cabeceo.

Siento que me sonrojo ante ese comentario.

---Oh! yo...lo siento- digo perdiendo toda la seguridad y el aplomo que he tenido y miro nervioso a Zak- ¿te he hecho daño?