Partida Rol por web

-Bueno, no sé, quizás. ¡Probemos!-, ella sonríe, asintiendo.

Le mostró el pulgar mientras él conjuraba su hechizo, reuniendo rocas y ladrillos de piedra para conformar su golem. Está tan concentrado en su hechizo que no se da cuenta de DONDE está sacando las rocas. Para cuando se percata, los dos están cayendo.

-¡AAAH!-, es lo único que llega a gritar ella antes de que ambos alumnos y el golem caigan al estanque. Sin problemas, no parece ácido ni nada y podrán nadar hacia fuera... de no ser porque el golem está cayendo bastante más rápido y se da un buen golpe contra el fondo. Desquebrajandolo.

-... Oh. No.-, parece que el suelo del estanque se rompe. El agua drena rápidamente, llevándose a los dos en un torbellino líquido. Es como si alguien hubiese tirado la cadena.

Entonces...

Empiezan a caer pequeñas rocas del suelo, dándole suaves toques en la cabeza a Roland.

-¿Hm? ¿Qué pasa?-, dice ella mientras mira hacia arriba. -¡Agh! ¡Escudo de...!-.

Desafortunadamente, la chica conejo no llega a terminar su conjuro a tiempo. El techo se rompe y deja caer una poderosa oleada de agua verdosa y sin olor aparente sobre ella y Roland. Dentro del líquido son transportados una chica de piel oscura y Baxter.

Los cuatro son arrastrados por la oleada a lo largo del pasillo hasta que dan contra una pared, quedando completamente mojados, con agua hasta dentro de las orejas y alguno que otro está patas para arriba.

-Pfé... Pfé...-, escupe algo de agua, atontada.

Me he dado un buen costalazo contra la pared y creo haber visto mi vida pasar ante mis ojos cuando el golem casi me aplasta. Eso va a dejar marca... Susurro más para mí mismo. ¿Anna estás bien? Dándome cuenta de que habíamos conseguido llegar al nivel inferior observo mis alrededores percatándome de que no soy el único empapado como un gato callejero. Emmm... hola, siento que os halláis visto involucrados al parecer hemos activado una trampa, este sitio es así de puñetero. ¿Es este el primer nivel inferior del laberinto? Dándome cuenta de que no me he preocupado por su salud añado. ¿Estáis bien? ¿Nada roto ni irreemplazable perdido?

Mientras que terminamos de hacernos con la situación y esperando respuestas observo los alrededores, que no se ni siquiera si estoy en otro pasillo o una sala, lo único que tengo seguro es la pared contra la que nos hemos dado. Además de oler y echarle un vistazo más de cerca al agua verde por si puedo identificar sus propiedades. Ácido definitivamente no es, pero dudo que estuviera ahí y tenga este color por pura casualidad. ¿Cuál será su función exacta y como está elaborada?

Tal como habia supuesto el conocimiento que Kyra tenia del laberinto como miembro y lider de un taller hacia que pudieran avanzar a gran velocidad por los tortuososo pasillos probablemente adelantando a la mayoria de los grupos; todo parecia estar saliendo segun lo planeado cuando de repente el techo cedio sobre ellos mientras una gran corriente de agua(probablemente la causante del derrumbe) los arrastraba junto a otros dos chicos hasta una de las paredes del laberinto.

Roland tardo un momento en recuperarse del inesperado asalto y entonces pudo ver que las 2 personas aparentemente habian sobrevivido-no te preocupes este tipo de accidentes parecen ser comunes aqui-dijo el por su parte mientras se incorporaba y ayudaba a Kyra a hacer lo mismo antes de evaluar la situacion en la que estaban-este es el 2do subsuelo y alli donde caisteis era la entrada al 3ro pero temo que luego del derrumbe probablemente tendremos que buscar otro camino si gustan acompañarnos-continuo viendo que a mayor profundidad podria ayudarlos tener ayuda contra las criaturas que merodeaban en lo profundo del laberinto.

Por fin liberada, Velvet se dispone a seguir atacando las babosas junto a sus compañeros. Ya quedan menos, así que con un gesto le indica a Faceless que aplaste a tantas como pueda.

- Vamos Faceless, ¡Golpéalos! -Le ordena, señalando hacia donde se encuentran las criaturas. Confía en que Faceless pueda aplastarlas de forma rápida para poder seguir con la búsqueda de materiales lo más pronto posible. 

Entre Faceless y Agdayne, la babosa que quedaba intacta fue destruida eficientemente~ La pobre no alcanzó a hacer mucho: Un poderoso puñetazo de parte de la invocación de Velvet mandó a la criatura volando contra la roca de Agdayne, quien tan solo necesitó soltarla para que quede aplastada contra el suelo. ¡Trabajo en equipo!

Y hablando de eso... Roth y Ami se estaban liando a golpes con la última babosa, rebotando por aquí y por allá y soltando un ataque tras otro. Finalmente, Ami consiguió accidentalmente arrebatarle una piedrita de dentro a la criatura, tras lo cual todo su líquido baboso cayó al suelo, inerte.

Parece que el combate ha terminado...

Agdayne se quita algunas babas que salpicaron sobre él con claro gesto de disconformidad. Bufa un poco algo molesto con la situación mientras se frota las manos al dejar la piedra en el suelo.

-Eeet... bueno, sigamos hacia el laberinto inferior, ¿non? Hemos perdido demasiado tiempo en estas porquerías. Tenemos que llegar los primeros a fin de cuentas para crear el mejor artefacto.- Agdayne abre de nuevo su cuaderno y toma el lápiz para continuar su camino por el laberinto y completar el dibujo. Je, estaba siendo chupado antes de que aparecieran esas cosas elásticas.

-Mademoiselle Velvet, si encontramos un conflicto de mayor problema toma en consideración lo que te dije. Debemos ser celeriosos, así que bajaremos las escaleras y seguiremos hacia la derecha. ¡Ya sabéis! Seguidme que yo sé de esto.- Guiña un ojo a ambas manteniendo una larga sonrisa entre dientes, poniéndose en camino.

El pobre golem está bastante destartalado. Entre las vueltas y golpes contra todos lados parece que no va a servir de mucho... Pero al menos Baxter ha bajado unos pisos y se ha encontrado con un grupo de no-hostiles. Por ahora.

-Mi orgullo está roto.-, dijo la chica conejo a Baxter ante su pregunta, -... Y mis orejas están empapadas...-, se las frota, poniendose de pie.

Tose algo de agua.

-No pierdas tiempo.-, le dijo al chico mientras este investigaba, -La disposición de este Laberinto cambia de forma caótica casi diariamente, muchas salas y cosas están allí por pura estadística, supongo.

-... Bueno, esta vez vamos con más cuidado y ya. ¡De todos modos hemos bajado un piso! ¿Eh? ¡Nada mal! Uhm... derrumbe, derrumbe... Pues usad magia o algo y quitad las rocas del medio, ¿No?

-¡Venga! No perdamos tiempo, que sino los demás se nos adelantarán demasiado.

-... Estoo... Baxy, ¿Que hacemos con estos dos? ¿Los emboscamos ya que estamos o qué?

Pienso sobre la situación un momento y niego con la cabeza. Detenernos ahora para pelear solo beneficia a los que están por delante y no tenemos nada que ganar. Suelto un suspiro. Genial, apenas nos conocemos y ya tengo mote. "Emboscarlos" sería una estupidez más aún cuando han ofrecido cooperación... por otro lado... Giro la cabeza en dirección a Roland para dejar claro que ahora le hablo a él. Te agradezco tu sinceridad y la información pero he de negarme. Ambos grupos vamos tras la estrella, no me gustaría trabajar juntos hasta llegar a ella para que al final uno de los dos nos veamos forzados a seguir nuestros intereses. No estamos aquí solo por nosotros sino por el grupo al que representamos y eso pone una carga que haría dicha decisión difícil de tomar. No sabía como dejar más claro que no deseaba ni traicionar ni ser traicionado justo antes de la meta, todo sería mucho mejor si no nos hubieran dicho sobre el premio al final o si hubiera habido un premio para cada grupo que consiguiese llegar al final. Bajo las condiciones actuales trabajar juntos solamente podría desembocar en esos resultados a menos que alguien estuviese dispuesto a ceder. Ese alguien no iba a ser yo. Lo mejor será que cada uno continuemos por nuestro camino y esperemos no volver a encontrarnos hasta que esta prueba halla finalizado.

Una vez han terminado con todas las babosas, Faceless se retira por orden de Velvet. Se dirige a donde se encuentran sus compañeros - Lo siento chicos, ha sido fallo mío. Procuraré que no vuelva a pasar. -Dice con un hilo de voz, lleno de culpa. Pero no hay tiempo para sentirse mal, hay que continuar. -Sigamos adelante... -Se pone a andar al lado de Ami, más atenta al entorno, siguiendo a Agdayne quien parece moverse por el laberinto como pez en el agua.

- He considerado que no hacía falta para esto. Por supuesto, si nos encontramos con alguien pondré en práctica lo que me dijiste -Contesta cuando el chico le habla refiriéndose a la botella que le dio. -Por cierto... ¿Cómo sabes donde está el fragmento que buscamos? -Pregunta Velvet con franca curiosidad. Aunque tampoco espera que el chico gato le cuente sus artimañas; a pesar de mostrarse muy abierto resulta bastante misterioso...

Agdayne hace un gesto con la mano restándole importancia, negando con la cabeza. No está mal haberse entretenido un rato haciendo de limpiador de mazmorras. -Non, non. Nada de disculpas, los hemos liquidado muy rápido como para que tengas que disculparte, ¿oui?- Deja escapar una risa por lo bajo, divertido.

-Trés bien. Ante un enemigo peligroso, úsalo excepto si éste usa magia de fuego. En ese caso, solo espera que me toque la moral, ¿oui? Podría ser problemático.- Las palabras del felino cada vez suenan más confusas. ¿Tendrá algún tipo de desajuste elemental? Es muy normal en su especie que el agua le ponga nervioso, pero lo segundo termina ya de liar la perdiz al máximo.

-No estan difícil como parece, mon cheri. Toda estructura laberíntica es un complejo de pasadizos para guardar una salida, ¿non? En este caso funciona de otra forma.- Hace una pausa, dibujando un poco más en el cuaderno. -El laberinto según sé se reforma por su propia cuenta. No obstante, eso no es aleatorio en absoluto, ya que si no, podría darse el caso de que encontráramos las escaleras en la entrada. Non, non. Este sitio está hecho para construirse como un laberinto.- Entrecierra los ojos esbozando una sonrisa pícara y divertida. -Y en guiarse en instalaciones diseñadas para no encontrar el camino, pues como que soy especialmente bueno, ¿comprends?

- Ju jum - hice un gesto de orgullo con las manos en la cintura. Había conseguido matar a la babosa sin ayuda. Roth a mi lado imitó mi sonrisa confiada y levantó la cabeza.

- No ha pasado nada, ha sido sólo un calentamiento - le dije a Velvet con una sonrisa, mientras caminaba a su lado alerta a lo que pudiéramos encontrarnos - ojalá encontremos el fragmento, creo que lo conseguiremos, vamos muy bien - dije con confianza.

Las palabras de Agdayne me resultaron un poco confusas pero lo entendí en lo básico.

- ¿Quieres decir que el laberinto sigue un patrón a la hora de cambiar y lo conoces?

Las cosas se pusieron tensas por un segundo cuando la muchacha de piel oscura sugirió una pelea pero su compañero tuvo el buen tino de notar que en efecto no ganarían nada con una pelea frontal más que darle ventaja a aquellas personas que ya estaban por delante de ellos en la caceria,a decir verdad el no tenía idea de que era aquella estrella de la cual hablaba el muchacho pero sonaba como un objeto de gran valor cuanto menos-comprendo tu posición y espero podamos encontrarnos en circunstancias menos competitivas en el futuro- dijo el haciéndole una pequeña reverencia antes de encaminarse con Kyara a buscar algún otro camino para continuar su descenso.

Agdayne niega con la cabeza simplemente ante las palabras de Ami, sonriendo entre dientes. -A medias. El laberinto debe de seguir un patrón lógico; que los visitantes no encuentren ciertas zonas dentro del mismo, como cualquier otra instalación laberíntica o de seguridad. La cuestión es que ésta se reforma mágicamente, ¿non? Yo no conozco este laberinto.- Hace una pausa, anotando algo más en el cuaderno. -Pero puedo llegar a saber hasta cierto punto cómo funciona. ¿Acaso no sabes que los gatos somos artistas del escape, mon cheri? Esto es un juego para mí.- Guiña un ojo a Ami de esa forma tan pícara suya.

-Si seguimos por donde vamos encontraremos algo interesante. Tan solo tened cuidado de no pisar alguna trampa. Pies ligeros, ¿oui?

Asentí a sus explicaciones con cara de listilla. Entendía todo lo que me estaba contando perfectamente.

- Ahm, entiendo, entiendo - me reí cuando dijo lo de los gatos - pues qué bien que tenemos un gato con nosotras - le guiñé el ojo también, divertida.

El gato hablaba con un acento extraño, pero me parecía muy divertido.

- Oui - contesté alegremente a su pregunta.

Velvet escucha atentamente las explicaciones de Agdayne - Sí, entiendo lo que quieres decir sobre el laberinto.Tiene lógica pensar que se mueve y cambia siguiendo un patrón - Dice con respecto al comentario de Ami. - Y estoy segura de que hay puntos del laberinto que permanecen sin cambiar, como bien lo son las escaleras de entrada que has dicho antes. Podría ser que el cristal que andamos buscando esté en alguno de estos sitios fijos... -Teoriza Velvet, siguiendo con la conversación. Mientras, se pone en marcha detrás de sus compañeros. 

- Oui, ¡Vamos! -Intenta contestar también imitando el acento del gato, tal y como Ami ha hecho y sin saber porqué, se le escapa una risita mientras avanzan. Todo esto del laberinto empieza a ser divertido.

Con pies ligeros y dejando atrás a las pobres babosas, el gatete y sus amigas avanzan heroicamente por los pasillos. Una trampa por aquí, una babosa patrullando por allá, varias escaleras más abajo y finalmente llegan a lo que parece una puerta de madera bastante bonita. El laberinto sigue por su lado y seguramente se pueda seguir descendiendo pero eso ya será cosa para otro día.

Tras atravesar la puerta, el grupo da con una especie de gigantesca biblioteca. Antes de que Velvet pueda emocionarse y empezar a leer allí por toda su vida, se encuentra con que la mayoría de los tomos están o en blanco o en idiomas aleatorios, algunos repletos de símbolos extraños y otros contienen garabatos seguramente dibujados hace cientos de años.

La zona ya no parece una mazmorra cualquiera, pero sigue estando estructurada como una: Cada puerta da a pasillos, cada sala tiene varias entradas y tras poco tiempo de dar vueltas por aquí y por allá se vuelve obvio que múltiples salas se repiten, una y otra vez: Lo único que cambia es el color de las tapas de los libros y algunas ubicaciones por aquí y por allá.

El lugar es relativamente tranquilo: No hay babosas ni otros monstruos similares a la vista por ahora, sin embargo cada paso que dan causa bastante eco...

-Eh, ustedes.-, otro chico gato les llamó la atención mientras viajaban.

-Ni un paso más.-, parece que él y otro chico están custodiando un pasillo. -Mejor daros media vuelta y tal, que soy de Segundo y eso. ¡Tened cuidado, soy muy fuerte y podría daros una súper-paliza!-, dicho así no suena creíble.

-Ah, bellas doncellas y caballeroso felino...-, comenzó el otro chico, -Quizás no sea el guerrero más poderoso ni el hechicero más hábil, pero teniendo como compañero a alguien de un curso superior... No puedo perder. Sería muy bochornoso, ¿Verdad?-, el chico teñido de gris (sí, se le nota que no es su color de pelo natural, principalmente porque las cejas las tiene de color negro) desenfunda una espada rúnica, activando un encantamiento que la hace emanar una luz celeste que da la sensación de estar bastante fría.

¿Cuenta como una emboscada esto? Quizás no, quizás no... No parece que vayan a atacar, por ahora solo se hacen los malos para intimidar al grupo.

Los libros no son de mucha incumbencia para Agdayne al ser una contrarreloj, pero se mantiene sonriente. Han llegado a la biblioteca sanos y salvos y al parece bastante rápido. Que Velvet confirme que los libros no sirven para nada es realmente satisfactorio; menos tiempo que perder para él.

Se mantiene guiando a las chicas a través de las salas, esta vez en silencio, solo haciendo cabeceos y anotando en el cuaderno. Parece casi esperar que haya un peligro al que lanzarse -o del que huir, vaya cosa-, pero oye la voz de otra persona. Eso le saca de su calma, erizando la cola y mirando hacia donde se encuentran el segundo gato y el chico teñido. No parece hacerle nada de gracia el asunto, desde luego. Guarda el cuaderno lentamente para luego lamerse el dorso de la mano, clavando la mirada en los posibles enemigos mientras sueltan su retahíla.

-Oh, sacrébleu... Tiene sentido, ¿hmm? ¿Quién si no podría haber llegado antes que nosotros? Otro gato... Posiblemente tuviera más suerte con los caminos, o evitó las babosas. Nunca se sabe.- Cierra los ojos durante un momento y suspira. Le resulta molesto que le haya dejado en evidencia otro gato llegando antes que él.

-Pero en este caso has sido bastante estúpido al advertirnos, cachorrito. Podrías haber conseguido el tesoro e irte utilizando un camino secundario. Non, non... Trés fatále.- Abre los ojos y toma las correas de su guante, empezando a desanudarlas. -Dicen que quien se cruza en el camino de un gato negro solo encuentra el desfortunio, ¿non? Je...- Esboza una muy amplia sonrisa entre dientes a la vez que sus pupilas se van afilando, alerta.

-No eres el primer alumno de segundo al que me enfrento, ¿ah? Uno le tenía especial tirria a los felinos y no ha podido hacer la prueba porque aún está en Haibara.- Esto último no lo sabe realmente, pero la intención es hacer que el otro gato huya mientras pueda. ¿Qué importa? Termina de desanudar su guante, liberando su antebrazo marcado por la pelea contra el gran gigante de sombras. Su carne en ese punto está como infectada, cubierta por una sustancia oscura y tenebrosa similar a la brea. -Todo aquel que ve este brazo lamenta haber sido víctima de su poder. Así que, monsieurs... ¿qué tal si os apartáis de mi puto camino y así os evitáis que os convierta en dos cadáveres humeantes?- Enseña los dientes, a la vez que chasquea los dedos en dirección a Velvet, como indicándole algo. Mantiene esa sonrisa confiada y teatrera, que como bien saben sus dos aliadas... se está marcando el farol de su vida. Es cierto que mandó a Haibara a un alumno de segundo, pero lo del brazo es pura pantomima. ¡Lo dijo más de una vez en su taller! Es postureo, ¿no?

Aunque para sus rivales la cosa tiene que sonar distinta. Ese tío está loco; es el gato que trepó al gigante de sombras y le desactivó la cabeza a fin de cuentas. ¡A ese tipo le da igual el peligro que pueda correr! No hay nada más peligroso que un enemigo al que no le importa ser dañado o perder la vida. Cadáveres humeantes, ugh.

Por fin llegamos a un sitio interesante. Los libros no me llamaban mucho la atención, pero sí todos los tesoros que pudieran encontrarse en un lugar como ese. Miré alrededor buscando alguna cosa interesante, o puede que la piedra que estábamos buscando. Sin embargo, lo único que encontrábamos eran salas y más salas. Estaba empezando a frustrarme un poco, cuando nos encontramos con dos chicos custodiando un pasillo. Genial, esto quiere decir que vamos bien.

Hice caso omiso de sus advertencias. Me crucé de brazos y miré a Roth, quien me devolvió la mirada levantando las cejas. Si el truco del gato no funcionaba, nos los íbamos a comer con patatas.