Partida Rol por web

Proyecto Halcón Etéreo

Capítulo 1. La inauguración

Cargando editor
10/10/2010, 19:37
Jalabar

Mientras los presentes hablaban entre sí, el mayordomo volvió a entrar, anunciando a un nuevo invitado, Jalabar. Cuando éste entró, los que estaban allí pudieron ver que se trataba de un empapado enano de larga barba blanca

Cargando editor
10/10/2010, 22:23
Miranda Wenning

Miranda se acercó al enano,y tomándolo de la mano le condujo junto a la chimenea.

-Bienvenido. Aunque creo que voy a dejarte un momento. Será mejor que vaya a buscar toallas para todos antes de que nuestros invitados acaben con una pulmonía.

Y diciendo esto se alejó por el pasillo lateral.

Cargando editor
10/10/2010, 22:29
Director

En cuanto Miranda salió de la habitación, René se dio cuenta de que Wenning, aprovechando que los demás parecían distraídos charlando entre sí, manipulaba uno de los relieves que adornaban la chimenea. No observó ningún efecto evidente de esta acción y no supo cual era su propósito.

Cargando editor
10/10/2010, 22:38
Director

Un momento después de que Miranda se hubiese ido, Jalabar notó una sensación extraña. Por un momento sintió vértigo y parecía que una corriente elétrica recorriese su piel. Se dió cuenta de que esa sensación correspondía con lo que sentía en presencia de la magia. Alguien estaba realizando un conjuro cerca de allí.

Cargando editor
10/10/2010, 22:47
Friedrich Otto Wenning

-Viendo que ya está aquí casi todo el mundo, dudo que tenga tiempo de leer demasiado, excelencia, sin embargo, estaré encantado de prestarle cualquier título de mi colección para que lo lea en sus habitaciones cuando lo desee.

Cargando editor
10/10/2010, 22:53
Luther Brauer

-La señorita Kamo Tsubasa-anunció Brauer

Cargando editor
10/10/2010, 22:56
Kamo Tsubasa

La joven que entró era una atractiva muchacha de aspecto asiático. Su cabello negro estaba recogido en un complicado peinado y sus ropajes de seda blanca, llevaban complejos bordados con motivos florales.

Ignorando a casi todos los presentes se dirigió directamente a Herr Wenning, e inclinándose ante él, le dirigió la palabra en lo que no parecía ningún lenguaje europeo.

Cargando editor
10/10/2010, 23:04
Director

René se dio cuenta de que a pesar de la lluvia y de que aquella especie de vestido que llevaba casi le cubría los pies, las ropas de la joven estaban completamente limpias de barro y humedad.

Cargando editor
10/10/2010, 23:08
Director

Jacob se dio cuenta de que a pesar de la lluvia y de que aquella especie de vestido que llevaba casi le cubría los pies, las ropas de la joven estaban completamente limpias de barro y humedad.

Cargando editor
10/10/2010, 23:09
Director

Jalabar se dio cuenta de que a pesar de la lluvia y de que aquella especie de vestido que llevaba casi le cubría los pies, las ropas de la joven estaban completamente limpias de barro y humedad.

Cargando editor
10/10/2010, 23:09
Director

Otto se dio cuenta de que a pesar de la lluvia y de que aquella especie de vestido que llevaba casi le cubría los pies, las ropas de la joven estaban completamente limpias de barro y humedad.

Cargando editor
10/10/2010, 23:10
Miranda Wenning

Miranda regresó llevando en sus brazos varias toallas, que ofreció a los que allí estaban.

-Estoy segura de que el fuego les ayudará a entrar en calor, pero, por favor, cojan una.

Cargando editor
11/10/2010, 00:59
Jacob Moreau

Casi no tuve tiempo de aceptar el asiento que se me ofrecía e iniciarme en la conversación, puesto que el resto de invitados no tardaron en llegar. En primer lugar llegó Jalabar, tan empapado como yo, y Miranda se disculpó para traer unas toallas. Me extrañó que lo hiciera ella en vez de relegárselo al mayordomo. La siguiente en aparecer fue una mujer asiática, presentada como Kamo Tsubasa. He de reconocer que era una belleza, y el exotismo de sus rasgos incrementaba su hermosura.

Durante unos segundos, la visión de aquella mujer me dejó paralizado. Su nívea piel y su sedoso vestido contrastaban con el cabello color azabache, que se definía en un habilidoso peinado. El vestido, adornado con bordados, hacía imaginar un suave lecho de pétalos de rosa blanca que rodeara su delicada figura. Tal era su pureza que no se veía siquiera afectada por el temporal del exterior. En ese momento imaginé que aquella mujer debía de tener algo faérico en su sangre, lo cual encajaba con su aspecto.

Volví en mi cuando la señorita Miranda me ofreció una toalla de las que había ido a buscar. Durante un instante no entendí su ofrecimiento, pero rápidamente me recompuse.

- Muchas gracias, señorita Miranda.- Procuré secarme cuanto pude, pues si bien deseaba que la recién llegada me dedicase unas palabras, hubiese sido una descortesía adelantarme sin ser siquiera presentado ante la dama.

Cargando editor
11/10/2010, 03:53
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Justo cuando estaba a punto de agradecer al profesor por su atencion entra a la sala una dama de exoticos rasgos orientales. El aire se impregno de jazmines, o alguna otra flor de exótica fragancia. Todos, (al parcer) quedamos hechizados ante su belleza, si embargo mi amor era mas fuerte que el exotico embrujo de aquellos negros y hechizeros ojos, de aquella palida y escultural porcelana que era su cuerpo, y de aquellos finos y rojos labios que roban el alba con un gento. No, mi alma es de otra gracia figura, mi alma, mi corazón y mis ojos ya tienen dueño. Alejad de mi esta tentacion, pues esos trucos ya no tienen en mi afecto, mi dama, mi musa... salvaguardame... protegeme... La dama avanzo hacia el profesor y retrocedi levemente en una reverencia. Entonces contemple una ves mas a mi musa. Las fuerzas y mi alma regresaron a mi cuerpo.

-¿Me permite ayudarle? con eso hermosa dama. Miranda por siempre seras, la fuerza que me salvara.

 

Cargando editor
11/10/2010, 09:08
Sven Hochner

Los ojos de Sven Hochner, como los de otros caballeros del salón, se dirigieron hacia la joven oriental que había entrado en la sala como una brújula hacia un imán. Tras examinar su figura unos instantes, una expresión de comprensión apareció en la cara del militar. Girando la cabeza hizo un rápido repaso por la sala intentando recordar los nombres de todas las personas que le habían presentado y pensando en que no podía faltar por llegar mucha gente, aunque no podía tener la certeza de que así fuera. Separándose de la chimenea comenzó a caminar sin rumbo por la habitación.

Cargando editor
11/10/2010, 10:21
Charles du Lapin

 -no se preocupe por mi señorita Wenning, llevo ya un rato junto a la chimenea y estoy prácticamente seco, gracias por su amabilidad- tras rechazar las toallas que nos ofrecia Miranda mi atención se vio atraida por la misteriosa dama oriental, parecía que no era el único ya que se extendio el silencio en la sala al interrumpirse varias de las conversaciones

Ya que el mayordomo había hecho la presentación aproveche para acercarme a la dama

-señorita, Charles du Lapin, a su servicio- hice una inclinación ante la dama esperando que me ofreciera su mano para besarla

Cargando editor
11/10/2010, 15:17
Kamo Tsubasa

La joven se dió la vuelta y miró al secretario a los ojos, evaluándolo durante largos segundos, antes de contestar.

-Gracias por su oferta, pero estoy bastante segura de que no hay nada en lo que necesite su ayuda-dijo en perfecto francés con tan sólo un leve acento.

Cargando editor
11/10/2010, 15:21
Friedrich Otto Wenning

-Uhm, sí, bien...Ehm, creo que ahora que estamos todos aquí ha llegado el momeno de hacer las presentaciones-dijo Wenning ligeramente sonrojado y visiblemente incómodo por el desplante que acababa de presenciar-Ah...creo que todos me conocen ya, puesto que mi cara ha salido bastante en los periódicos y he hablado con la mayoría de ustedes anteriormente. Soy Friedrich Otto Wenning, director de este proyecto. Y el caballero que está a mi derecha es elcomandante Dunoyer, jefe militar y encargado de la seguridad de la zona. Aunque supongo que todos sabrían ya nuestra función aqui y esto ha sido un tanto innecesario. Ejem-la cara de Wenning, que había empezado mostrando tan sólo un ligero tono rosado, tenía un color cada vez más oscuro- Ignoren todo lo que acabo de decir y empecemos de nuevo. Todos los que están aquí tendrán un papel importante en el futuro de este proyecto. El señor Charles du Lapin será el secretario y encargado de una gran parte de la gestión administrativa del Nido del Halcón. Como tal, probablemente trabajará con frecuencia con el señor Vizcon de Morcef, inspector enviado por el Ministerio de Ciencia-a medida que decía los nombres, Wenning señalaba a las personas de las que hablaba-. También tenemos entre nosotros al señor Jacob Moreau, cronista para el Diario Oficial del Imperio Francés. Y puesto que no todo el mundo en este proyecto puede ser de la bella Francia, mi compatriota, el Capitán Sven Hochner, será el segundo al mando en la seguridad y enlace con las tropas bávaras aquí instaladas. Y tampoco puedo olvidar al personal científico, como Jalabar, nuestro talentoso ingeniero de motores, y a mi hija Miranda, que además de ser tan bella como pueden comprobar, es la persona al cargo de la sección de ingeniería de cálculo y autómatas. Y por último les presento a Kamo Tsubasa, una onmyouji que ha tenido la amabilidad de venir desde Japón atendiendo a mi petición y que se encargará de velar por esta base gracias a sus poderes.

De ahora en adelante, los aquí presentes tendremos que trabajar codo con codo para asegurar el futuro del Halcón Etéreo, por lo que espero que aprovechemos esta ocasión para conocer mejor a la gente que serán nuestro futuros compañeros. -Wenning se detuvo un momento, pensativo, antes de continuar-Sí, creo que eso es todo. ¿Qué les parece si comenzamos la cena?

Acabando su discurso, se dirigió a la puerta que estaba en el lado sur del salón, y abriéndola, dio paso al comedor, donde la mesa estaba ya esperando a los invitados. Mientras todos se sentaban, Wenning tiró de una campanilla y le indicó a la doncella que apareció, que podía empezar a servir la comida.

Cargando editor
11/10/2010, 15:53
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Los primeros gestos del profesor me recuerdan los hechos de la mañana, con lo cual una sonrisa escapa de mis labios. Sin embargo, cuando empieza a presentarnos uno por uno, regreso de golpe a la realidad. Por la gloria del imperio, ver a tantos compatriotas reunidos hace a uno sentirse cada vez mas en casa. Saludo con una reverencia a cada uno de los presentes conforme me son presentados. Poniendo especial interes al señor du Lapin, y a las hermosas damas que nos acompañan.

Cargando editor
11/10/2010, 16:10
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Notas de juego

Me la juego con una accion simultanea: Gracias sociales y Carisma. Para destacar por mis buenas maneras, y resultar encantador.

La prioridad es gracias sociales. Uso mi dama de picas.