Partida Rol por web

Envío a Duyoner una solicitud de información preliminar sobre la librera, de momento nada justifica una investigación mas profunda, procurare acercarme al pueblo en los próximos días para investigarla por mi cuenta

El día anterior Rene había podido disfrutar de una tarde libre, después de volver de su paseo matutino. Y aunque a última hora de la tarde, cierto pañuelo rojo en uno de los postes que estaba junto a los almacenes de víveres, había llamado su atención, al no encontrar nadie allí cuando fue a averiguar la causa, tuvo que esperar para saber a qué venía aquella señal.

A primera hora de la mañana siguiente, incluso antes de que se hubiera levantado, unos golpes sonaron en la puerta del cuarto que poseía Rene. Cubriéndose con su batín abrió la puerta para encontrarse con una de las personas de servicio del edificio, que portaba una nota para él. No era muy larga:

"Herr Friedrich Otto Wenning y el Comandante Pierre Dunoyer le ruegan al Señor Charles du Lapin que les acompañe esta mañana a desayunar en el café René, en Nouvion, donde se encontrarán dentro de una hora"

La falta de noticias de Jacques me preocupa y procuro estar alerta por si lo veo, pero si ha sido descubierto no puedo arriesgarme a buscarlo, espero que esta bien.

La nota de la mañana siguiente me intriga, por un lado quieren que nos encontremos fuera del nido, sin duda para que sea un encuentro mas discreto, pero el cafe de rene es un sitio bastante público.

Entonces recuerdo los reservados, "claro, espero que de verdad sea un lugar tan discreto"

Me visto con rapidez y salgo hacia Nouvion con paso tranquilo, no es necesario alertar a nadie

"tal vez luego pueda investigar un poco a esa librera con sangre feerica" de todos modos una llamada con tanta urgencia debe ser algo importante, de camino descarto tener tiempo luego para otras investigaciones

Esa misma tarde me presento ante el profesor Wenning o Dunoyer, el que no este acompañado, necesito concretar detalles que será mejor que no compartan mis compañeros

En cuanto Wenning y Dunoyer recibieron la nota de Rene solicitantando una entrevista, le respondieron en seguida. A la hora pactada, René llegó a la casa de los Wenning y el mayordomo le indicó que lo estaban esperando en el mismo despacho en el que lo habían recibido el día de su llegada. l igual que entonces, Wenning estaba sentado tras la mesa, mientras que Dunoyer estaba de pie cerca de ella. Pero esta vez, sólo había un documento ecima de la mesa. Un mapa de Nueva Europa de grandes dimensiones la cubría casi por completo, y sobre él había varias fichas de colores en distintos puntos, así como varios hilos sujetos con alfileres. La disposición de los hilos parecía indicar que estaban decidiendo la ruta del viaje. Pero René no sabía lo que significaban las fichas, la mayoría de las cuales estaban sobre Prusia.

-Buenos días, señor Du Lapin. -Fue Wenning el primero que tomó la palabra, levantando los ojos del maja al oírle entrar por la puerta-¿Peticiones o preguntas?¿A qué se debe la visita? ¿Las dos cosas, quizás?

-Caballeros- saludo al entrar y tomo asiento mirando con curiosidad las fichas

-lo primero es preguntarles si hay alguna información adicional "sensible" que tal vez no me hayan querido comentar con mis compañeros delante. Este es un tema muy delicado después de todo-

Señalo el mapa y las fichas y pregunto -¿posibles ubicaciones del carro de Selene?-

- No, ya le hemos dicho todo lo que está autorizado a conocer. Aunque puedo contestar a alguna de las preguntas que me hizo en la anterior ocasion que nos reunimos aquí. El día de la inauguración, antes de la cena, la Dama Tsubasa usó sus artes para examinar a los que estaban en el salón. Puedo decirle que no había allí ningún feérico, ni hechizos o artefactos mágicos en funcionamiento.

Wenning miró el mapa, donde señalaba René y asintió.

-Así es, algunos de ellos. Y algunas otras cosas.

Wenning suspiró y se reclinó en el sillón con aspecto cansado.

-Supongo, Señor Artois, que ya se habrá imaginado que cuando le propusimos que se uniera al viaje no fue solo por su cargo de secretario.

Sonrio por esto -por supuesto comprendo el motivo de incluirme en esta misión. Sepa señor que estoy dispuesto a dar mi vida por el bien del imperio, y ahora mismo el bien del imperio es el retorno de Miranda sana y salva-

Guardo silencio un momento estudiando la posición de las fichas en el mapa

-me parece conveniente disponer de algún sistema para hacerles llegar un mensaje en caso de necesidad. No se me ocurre que podría ser, tal vez un autómata o un hechizo de la Dama Tsubasa. Solo se que sería útil poder informarles si algo se tuerce, o si necesitamos un oportuno rescate- cruzo mis manos delante mio pensando como podria ser lo que necesito -¿como una paloma mensajera mecanica? ¿es algo asi posible? tras ver esos curiosos automatas trabajando todo me parece posible-

Wenning pensó un momento en la petición de Rene, pero al final tuvo que desengañarlo.

-Puede que los automatas fuesen impresionantes, pero ahora mismo Miranda no está aquí para hacer algo semejante, y no hay tiempo para prepararlo antes  de que se marchen. Veré lo que se puede hacer, de todas maneras, pero no confíe en que tengamos algo listo pronto. Supongo que las cartas y los telegramas tendrán que servir de momento.

-lo comprendo profesor, tenia muy claro desde el principio que esta petición seria harto dificil de satisfacer-

-solo querría solicitarles algo mas sencillo, he de hacer unas pesquisas entre los trabajadores, si me pudiese firmar un permiso de trabajo profesor wenning, podría moverme entre ellos con facilidad como haciendo un encargo para usted-

-supongo que tendré que bastarnos el telégrafo, en ese caso si necesito comunicarles algo importante usare el sistema de claves del servicio de inteligencia Frances, que sin duda el ministro les habrá facilitado, si no es así solicítenselo-

-En efecto conozco alguno de sus siemas de claves. Por supuesto, aunque seamos aliados, su país no facilitará las claves más importante a un extranjero, pero creo que servirá alguna de las que conozco. Usaremos entonces la clave B64, si no tiene inconveniente.

 -La clave B64 nos funcionara perfectamente, intentare mantenerles informados de nuestros avances por ese medio-

-¿y sobre el tema de firmarme un documento de trabajo falso?, quiero ir esta noche a la zona de los trabajadores a realizar algunas pesquisas, es inevitable que llame un poco la atención, pero un capataz enviado por el profesor a algún encargo destacara menos que un caballero curioseando-

-¿No cree que también lo llamará el secretario haciéndose pasar por un capataz?-dijo Wenning con una sonrisa-Puede que por ahora la mayoría no le reconozcan, pero el Nido del Halcón no es tan grande, acabarán sabiendo quién es. Puedo hacerlo si es lo que quiere pero ¿está seguro de que podrá disfrazarse lo suficientemente bien para no ser reconocido más adelante?

Sonrio al profesor -tengo bastante confianza en poder disfrazarme adecuadamente para no ser reconocido, no se preocupe por eso-

Sin perder la sonrisa, el profesor sacó un papel y un tintero de un cajón, y garabateó algunas líneas en él, antes de poner su sello y pasárselo a René.

-Esto será suficiente. No le dará acceso a los edificios de la parte sur, pero debería ser una buena excusa para cualquiera de los de la zona norte. Servirá para informarles de que está allí para buscar cualquier rastro de alimañas, insectos y roedores que pudiesen provocar problemas y desperfectos, debido a las quejas de un par de personas que se han queado de su presencia en la zona. Supongo que tampoco está tan lejos de la realidad, aunque las alimañas que usted busque sean humanas.

Antes de que se vaya me gustaría también comentarle algo más. Señor Artois, en caso de que logren contactar con Miranda, espero de usted que cumpla con sus deseos y siga sus indicaciones como si fuesen las mías. Y esto no es un consejo, es una orden.-Wenning no parecía nervioso, asustado o preocupado. Su voz y su aspecto sólo indicaban firmeza y seriedad.

Respondo al profesor con igual seriedad -profesor, haré todo lo que este en mi mano para ayudar a su hija, pero le recuerdo que mi primer deber es para con Francia. Ruego a Dios que servir a su hija no esté reñido con esto último-

recojo el documento que me tiende Wenning y me levanto

-si me disculpan, aun he de realizar bastantes preparativos antes de partir-

Hago una reverencia y me marcho

Horas después preparo mi disfraz, unas ropas sencillas son la parte mas facil. Una barba postiza y talco bien aplicado para simular canas en mi cabeza. Lo mas dificil corresponde al maquillaje facial, para acentuar mis arrugas y añadir algunas nuevas así como unas bolsas cargadas bajo mis ojos.

El disfraz lo completa un cigarrillo barato y una piedra en mi bota que me hará cojear mucho mas eficazmente que cualquier fingimiento

Estoy listo para buscar a Jacques, y tal vez para descubrir algo mas si se puede