Partida Rol por web

Al darme cuenta de que se trataba de una figura momificada, asiento y niego con la cabeza un tanto incrédulo y divertido por la situación. Parece que, efectivamente, tal y como ha dicho Julia, los Sibellus  se toman demasiado en serio su historia.

Cuando Julia vuelve a hacer la pregunta, y veo cómo mis compañeros van saludando, doy unos pasitos hacia delante Mi nombre en Caécus digo mientras hago una leve inclinación de cabeza

Las familias siempre eran así, a cada cual más estrafalaria que la anterior y a cada cual con comportamientos más sórdidos que otros. Se mantuvo firme sin demostrar emoción alguna, como debía comportarse y como fue instruido desde niño. Una sonrisa falsa pero más que convincente asomó de sus labios y realizó una ligera genuflexión cargada de respeto - Aeregan Pandinus Ultra - se presentó de manera comedida, no tenía ganas de sacar a relucir a su familia en un momento como ese, con su nombre y apellido bastaría. 

Viendo un poco reticentes al resto comenta: Poneros cómodos, tenéis refrigerios en ese aparador, dice señalando uno de los muebles. Voy a buscar a mi padre y haremos las presentaciones formales.

Caín con la mirad fija en estatua oyó los pasos de su prima (una familia muy numerosa) alejarse. Habló desde donde estaba, inmóvil, sintiendo el peso de sus armas bajo la capucha que Julia Strophes les había proporcionado. Su voz se filtró a a través de la capucha, hace mucho tiempo negra, algo entrecortada por hablar en voz baja.

Lo cierto es que una réplica muy convincente -no era seguro si se estaba burlando de su compañero o haciendo un comentario trivial- Convincente y siniestra.

Después miró hacia las bebida y se aproximó para examinarla, buscando algo que fuera de su agrado.

Nos estaban observando, ¿debemos preocuparnos o sólo eran nobles rivales examinando a los nuevos?

Aeregan sonrió a la mujer cuando esta se marcho y acto seguido fue a buscar un refresco con el que poder humedecer su seca garganta. Escuchó a Caín y le miró al tenerlo cerca ya que ambos estaban en el mini bar - Es posible que sea su cuerpo de seguridad interno... muchas casas poseen uno, por no decir todas - comentó con gesto tranquilo y sencillo para luego darle un sorbo a la bebida que había elegido 

Cuando Sophia se marchó, pasee por la sala un tanto inquieto, mientras me frotaba las manos.

Siempre hay alguien observando, en todos los lugares, allá donde vayas. La cuestión es que te des cuenta, o no, de que están allí. digo sin mirar a nadie directamente, sino observando la sala, los techos, las paredes....
 

Demasiados ojos y demasiado curiosos me parecieron a mi respondo contento de que no haber sido el único en darme cuenta de ello y no ser fruto de la típica sensación de paranoia cuando llegas a un lugar desconocido hemos de proceder con cautela a partir de ahora, puede que alguien este al tanto de nuestra llegada.

Laurent Strophes entra tranquilamente en la habitación mientras tomáis el refrigerio. Julia cierra las puertas detrás de él.

Uno a uno os da la mano y luego pregunta: ¿Qué tal está el viejo sabueso guerrero, eh?

Cuando llega el señor Strophes, me acerco a saludar. Mi única respuesta es un leve asentimiento con la cabeza, un tanto incómodo por la situación, pues no se a quién se refiere con eso de viejo sabueso guerrero. Yo nunca he sido guerrero, viejo sí, ¿pero guerrero?

Por si acaso, permanezco callado a ver si se trata de alguno de mis compañeros.

Si se refiere al inquisidor Vaarak, esta tan activo y beligerante como siempre respondo serio al ver que ninguno de mis compañeros se decidía a tomar la voz cantante. Además tenía que enmendar mi ridículo anterior de alguna forma nos ha dado ordenes de ayudarle a encontrar a su sobrina, desaparecida desde hace un tiempo, y cuya desaparición tiene al parecer lazos con una congregación local. Nos ha dado algunos datos, pero nos vendría bien oír los hechos desde su perspectiva, por si al inquisidor se le paso por alto algún detalle.

Aeregan se limitó a realizar una cortés y bien ensañada reverencia cuando entró aquel ilustre caballero, después se cuadró como mandó su mitad educada en el ejercito Imperial y se quedó firme, instintivamente; no exageraba la postura de firmes pero si se mantenía erguido y alerta.

Strophes sonríe ante el primer comentario de Godwyn pero vuelve a su gesto serio al mencionar la desaparición de su sobrina. A continuación hace un asentimiento a Aeregan reconociendo su gesto militar antes de dar sus explicaciones de lo ocurrido.

- Mi sobrina, Saia, era una chica de temperamento fácil de manejar, a diferencia de otras aquí presentes. Aunque siempre entregada a la melancolía. El año pasado se descubrió a ese grupo, el llamado "Coro del Júbilo" y se unió a ellos poco después. Me parecieron bastante inofensivos. Julia fue con ella una o dos veces, declarándolos como meros ingenuos ¿verdad cariño? Bueno, Saia continuó visitándolos, decía que por fin sentía que estaba alcanzando la "verdad" sea lo que sea que suponga eso. Y de pronto un día, se desvaneció. Sin rastro. El Magistratum no pudo encontrar nada. No había señales de lucha en su estancia; ninguno de sus amigos sabía dónde había ido. Sucede todos los días en la Subcolmena pero no no en la aguja. Hemos escuchado desde entonces que ha habido otras desapariciones silenciosas. Pedí a un viejo socio mío que buscara entre los asuntos del Coro. Regresó con esos medidores que les pasé a su maestro. Quiero averiguar que le ocurrió a mi sobrina. Intuyo que reposa en el seno del Emperador pero me gustaría saberlo a ciencia cierta. La Casa Strophes está a su disposición. Juli y yo les ayudaremos en todo lo que podamos.

A Caín aquello le olía a herejía, pero claro, después de todo este tiempo con la Inquisición al asesino todo le olía a herejía. Ni en los santos del Adeptus Ministorum se podía confiar. Menos aún en la nobleza de Escintila, o los lugares que frecuentan.

¿Qué información les proporcionó el Coro del Júbilo a los agentes de la ley cuando preguntaron por la desaparecida?

En la mente de Caín se formaba la idea de ir a la descubierta, fingiendo ser investigadores privados al servicio de los Strophes.

- No mucho, que era cierto que frecuentaba sus reuniones pero que ese día no había asistido - responde sin creerse mucho lo que dice.

Negué con la cabeza.

-Su sobrina se juntó con una posible sub-secta derivada del culto imperial reconocida... ¿Y usted no hizo nada al respecto?- La lógica organica era insondable.- ¿De que medios disponibles de la casa Strophes puede ofrecernos? ¿Rastreadores de feromonas? ¿Escáneres biomédicos? ¿Un grupo armado a sus órdenes? ¿Contactos con los arbitres locales?

No entendia el motivo por el que el inquisidor se implicaba tanto en una desaparición tan poco extraña. Los ciudadanos imperiales podían desaparecer por millares cada día... 

Escuche atentamente el relato de voz del principal implicado, aunque al parecer la hija también tenía cosas que contar. Por lo menos el padre, probablemente debido a su pasado militar, era consciente de que las posibilidades de encontrar a su hija sana y salva eran muy reducidas. Eso era bueno pues lo que más odiaba de este tipo de búsquedas era tener que dar la mala noticia a los padres.

Haremos todo lo que este en nuestras manos para encontrar a Saia y a los responsables de su desaparición le digo con tono serio y seguro al padre, mientras este medita que contestar a las inclementes preguntas del tecnosacerdote. En ocasiones como esta y dado el escaso tacto demostrado por el miembro del Adeptus Mechanichus, totalmente carente de tacto, me preguntaba si realmente tenían algo de humano.

Luego me gire hacia Julia así que estuviste en un par de reuniones de ese... “coro”. ¿Nos podrías decir que viste? ¿Alguna cosa que te llamará la atención especialmente?

Laurent Strophes no deja de mirar al tecnosacerdote apesar de las promesas del arbite. Cuando le responde a pesar de que parece que va a explotar como un volcán se contiene lo suficiente: Tanto la Ecleriarquía como la Inquisición siguen sando vía libre al Coror de Júbilo para continuar con sus enseñanzas por lo que no me eche a mi en cara si terminan siendo una secta o no ¿sabe acaso cuántos grupos de iluminados, fanáticos, filósofos y demás parásitos surgen cada estación en una colmena como ésta?, se queda mirando fijamente. La Casa Strophes cuenta con recursos de todo tipo y gracias a eso ustedes tendrán una tapadera parar entrar e investigar un grupo que de otra forma les estaría vedado.

Julia espera a que su padre termine e intenta variar el tono de la conversación hablando con un tono bajo y pausado: Parecen de lo más inofensivo; se dedican a decir que todo el mundo tiene derecho a ser feliz, que es el deseo de Dios-Emperador y que pueden mostrar el camino. Reuniones, fiestas, meditación,....no, no vi nada raro...solo aburrido.

No pudo evitar relajarse y más todavía cuando el adepto del Mechanicum soltó aquello con suma tranquilidad y fría lógica... detestaba a esos seres, eran la antítesis del saber estar y de las gentes civilizadas de la nobleza y de un mundo colmena. Tras dedicarla una furibunda mirada con cierto resentimiento se dedicó a mirar al noble que tan bien se había contenido - Entendemos a la perfección su propósito, la explicación más bien es necesaria por otros que no alcanzan a comprender las relaciones humanas - dio un paso al frente y carraspeó llevándose la mano a la boca - Por el Honor de los Pandinus Ultra regentes de Solomon que pondré todo mi empeño y el de mis camaradas en destapar lo que pasa aquí y saber que ha ocurrido con su Sobrina - hizo una ligera reverencia y se retiró un poco, quería dejar claro que había alguien que por nacimiento comprendía y estaba departe de las altas y bajas casas nobles del Imperio