Esperando a ver cómo concluye el seguimiento de Caín a Orday, Argantonio y Zaddion se quedan mientras Aeregan, Godwyn y Caécus se dirigen al punto de encuentro con el comerciante de Strophes.
Los otros parten decidís apartaros del bullicio de la plaza y esperar junto a la entrada de una de las calles de la plaza.
Vosotros diréis.
Yo por mi parte espero un rato a ver si Cain ( y si jugador) dan señales de vida por su cuenta
Editado Director: Se lo abro a Zaddion para que sepa tus intenciones que para eso estáis juntos ^_^
Te tiras como una hora para localizar un vendedor de armas del mercado negro que pueda suministrarte lo que quieres. El tipo te dice que puede conseguirla pero que te tardará 2 días.
Motivo: Disponibilidad
Tirada: 1d10
Resultado: 2
Puedes intentar negociar...o lo que sea
Llegáis sin problemas a la dirección que os indicó Strophes pues es un callejón de una de las avenidas principales que desembocan en la puerta de entrada a la colmena alta. Mucha gente se afana en entrar o salir antes de que se cierre el paso. En el callejón se ven varios vehículos y un grupo de hombres cargando unas cajas alargadas en ellos.
Hola caballeros, tenemos un billete para entrar en la colmena superior a través de sus vehículos.
Vayamos de rente y dejémonos de tonterías, pienso para mí, cuanto mas tiempo estemos en la colmena intermedia menos tiempo estamos haciendo nuestra parte trabajo
Aeregan no dijo nada, solo flanqueó a su camarada y se mantuvo alerta lanzando furtivas miradas de un lado para otro. Lo cierto era que se sentía algo nervioso en su interior, no le gustaba tener que hacer esas ya que solía ver fantasmas en muchos lados y era presa de la inseguridad... todo podría salir mal y la tapadera irse a tomar vientos en tan solo un instante.
Un hombre orondo y sudoroso se acerca a vosotros, lleva un mojado pañuelo en la mano izquierda y su frente está perlada en sudor...aunque no le habéis visto cargar cajas.
- Siempre puedes contar con los viejos amigos ¿no les parece caballeros?
Sí, eso parece. Que siempre se puede contar con los viejos amigos. ¿No?- Le responde simplemente Caécus, intentando que el gordo sudoroso continúe la conversación. Pues aunque esta es la dirección, aún no ha dicho para quién trabaja ni como piensa introducir a mis dos compañeros en la colmena superior.
El tipo se limpia la frente con el pañuelo pero no sabéis si se seca o se empepa más.
- Perdone pero me dijeron que debía acompañar a dos personas ¿quienes son?
El caballero y yo, digo señalando a Aeregan, pero somos tres a volver, mi estimado señor.
No hace falta que estos amables caballeros me lleven.- Les dice el adepto mirando al trasportista.- Regresaré caminando por la escalinata de acceso.
Será más conveniente y levantará menos sospechas que mi llegada quede registrada, igual que lo fue mi salida.
- Muy bien, síganme - dice yendo hacia la parte de atrás de uno de los vehículos. Transportamos tapices para adornar el ala de la mansión que ha reformado un noble, les colodaremos en dos cajas especiales con doble fondo para ocultarles y les daremos un respirador para que no se asfixien.
Asintió a Caecus cuando se mostró tan cortés y protector con la tapadera que intentaban llevar... era necesario mantenerla. Escuchó el informe del contacto y aunque se fió a primera instancia, una parte de su ser le hacía dudar. Aún así cogió el respirador y se introdujo en el vehículo como le acababan de indicar. Aún no había dicho ni una palabra, los nervios le atenazaban el vientre y le impedían hablar, Aeregan podría afrontar grandes batallas, duelos, pero aquello, no estaba en sus competencias, el subterfugio no era lo suyo.
Adelante entonces. Digo mientras tomo el respirador y me me dirijo haca donde me indican.
Las cajas tiene unas dimentiones de dos metros de largo por algo más de medio metro de ancho y el espacio justo para que la tapa del doble fondo no os aplaste la nariz...no es un buen lugar para alguien con claustrofobia. Cuando colocan encima el tapiz enrollado creéis que la tapa no ha a resisitir por lo que les pesa a los tres hombres que los introducen.
Con ambos ocultos en las cajas el hombre sudoriso le dice a Caécus: será mejor que usted se vaya ya para no levantar sospechas, cuando pase la puerta siga la avenida hasta el tercer cruce, gire a la izquierda y continúa andando hasta que vea unas grandes puertas azules a la derecha con un puño pintado...es mi almacén.
Lleváis más de tres cuartos de hora esperando y Caín no ha dado señales de vida, pensáis que puedan haberle pillado o algo peor pero puede que el asesino siga todavía a Orday.
¿Que hacéis?
Contactare con Cain-dijo el tecnosacerdote mientras pasaba al canal del asesino-Aqui equipo de apoyo. Solicitamos actualización inmediata de la busqueda, cambio
Creo master que te equivocaste con los destinatarios anteriores. El arbites era noble y subia, ¿no?
Editado Director: Cierto, corregido. Gracias
La realidad es que el adepto agradeció sinceramente no tener que regresar a la colmena superior metido en uno de eso ataúdes.
La tercera a la izquierda, seguir caminando hasta tu almacén, unas puertas azules con un puño pintado. Sin problema.
Luego dio unos golpecitos en las cajas diciendo.- Nos vemos arriba chicos.- Parecía realmente sencillo pasar contrabando a la zona noble, de camino a la escalinata Caécus sospecho que le sería complicado seguir el rastro de la droga.