Partida Rol por web

Convencido de que el mecanizado se escaparía con su maletín y su valiosa información el adepto continuó acercándose a Aeregan, su momento llegaba y alguien tendría que coser a los heridos para evitar que se desangraran.

El psíquico camina apartando a la gente hasta llegar con Godwyn

Aeregan siguió cansinamente al tipo que huía con el maletín sin dejar de gritar - ¡ABRID PASO! ¡ABRID PASO!

Desesperado y totalmente frustrado, solo me queda arrastrarme hacia la base de la estatua para no estorbar  y rezar al Dios Emperador para que mis compañeros hayan echo un mejor papel  que yo en la recuperación del del maletín y sus pruebas.

¡Mierda! ¡No escaparás!

El asesino había caído mal, y el frágil techo había colapsado bajo su peso haciendo que la pierna se le hundiera en él. Sintió dolor cuando su cuerpo chocó por la falta de equilibrio, y notó sangre en la boca, se había mordido la lengua del sobresalto. En esa incómoda posición vio cómo el engendro robótico se le escapaba y, con el rifle aún en la mano, apuntó al objetivo, lo que debiera ser la columna vertebral apareció en el centró de su mira telescópica y disparó un proyectil blindado.

Aunque intenta reaccionar no puede esquivar la bala que le atraviesa de lado a lado con un sonido metálico. Boquea unos segundos recuperando el resuello y mira hacia arriba al que le ha herido gravemente, entonces avanza unos metros para ocultarse de la línea de visión del tirador.

Caecus avanza hacia el noble.

El individuo queda aturdido por el impacto y se lleva la mano a las costillas, el maletín cae al suelo y veis que tiene algo con forma semiesférica pegado que emite luces intermitentes.

¡El maletín! -gritó, innecesariamente, por el comunicador.

El robot cayó, y dejó el maletín al descubierto...y abierto. Caín rezaba al Dios-Emperador porque nadie lo pisara y lo destruyera. Tan centrado estaba en el maletín, y tan poco preocupado por las vidas de los habitantes de aquella colmena, cuyo valor para Caín representaba poco, y cada vez menos conforme pasaba más tiempo en la Inquisición, que al querer disparar de nuevo sobre el ser robótico lo hizo prematuramente, errando el disparo.

EL tecnosacerdote se acerca a sus compañeros con el arma lista por si aparecen más matones

Zaddion coloca su mano izquierda en la herida de Godwyn y cierra los ojos pero no ocurre nada.