Avanzo con paso firme y cauto, hacia los 4 figuras junto al cadáver. En mis manos, las armas que tan bien me habían servido en la selva. Si las armas sirven a nuestros enemigos, ¿porque no servirnos a nosotros?.
-Cuatros son los rumbos creadores, cuatro las direcciones del universo, una negra, una blanca, una verde, y una roja; pero ninguna azul, como el color que cubre las matanzas.
El enemigo cae abatido pero no logro sentirme bien.¿ Está bien, ese tipo era un facineroso pero acaso se hacía llamar un dios sobre la tierra? – Eilish, ¿este sujeto era un Olímpico? Pues para ser un “dios” sangra y muere como todos nosotros. – luego entran en escena dos personas más y una de ellas comienza a hablar de colores y cosas inteligibles. - ¿ehhh, quien eres? No es hora para beber. – dicho eso me pongo en guardia. No vaya a ser una trampa.
Sonrío ante lo que ocurre. -¿Crees ser más rápido que mis balas?- preguntó a aquel hombre. -Sería interesante probarlo, pero hermanito, no hemos venido a eso. Hemos venido a limpiar esta tierra de los olímpicos, y eso es lo que importa.
-¿y como sabes quienes son los olimpicos?
Esta gente le parecia sospechosa, se puso en guardia.
-Puede ser una trampa, no bajen la guardia.
La pelea reciente no habia salido a la perfeccion y el golpe aun lo reciento, sin embargo deberia ser capaz de enfrentar a estos dos individuos. Sus armaduras no concordaban con el estilo de Deimos, sino mas bien con las nuestras, pero habia que estar seguro.
-¿Y cómo sabes tú quienes son?- Digo mientras también me coloco en guardia, con las armas descansando a mis costado, gracias a sus correas -Si quieres pelear y probarme, puedes hacerlo, pero solo después de limpiar este lugar.
Vreist juguetea con la guarda de su filo pero empieza a notar las similitudes de ambas armaduras. Por alguna extraña razón, los guerreros que están ante él no despiden un aura malvada o de soberbia, más bien es la firmeza y la decisión la que recorre su cosmos.
"Un olímpico nos trataría como basura, un olímpico nos atacaría sin dudar, un olímpico no nos consideraría a nosotros alguien importante", en su mente recuerda su enfrentamiento hacía ya más de un año, cómo fue despreciado y abandonado al borde de la muerte. ¿Podría un guerrero del monte de los dioses ser bondadoso para con aquellos qué comparan con insectos?, no claro que no.
"¿Y si me equivoco y es una trampa?", recuerda a su maestra al tiempo que en aquellos momentos agradecería su consejo, "Helga me arengó a actuar con honor".
Roza por última vez las telas que recubren su arma y muestra la guarda a sus oponentes.
- Toca al arma, sople el viento, venga el fin, pues llevando la armadura he de morir - enuncia con decisión, mientras posa un puño sobre su pecho - Soy Vreit Feuer, elegido por las vestimentas sagradas del Santo Grial. Os he dicho mi nombre, exijo saber el de aquel que me impide el paso.
Eilish permanecía al lado del cadáver de Deimos mientras unos extraños se ponían a ¿discutir? con sus compañeros... Pero ella no podía dejar de pensar en el momento en el que, sin saber incluso cómo hizo, clavó su espada en el pecho de aquel dios gritón... Pero los gritos se habían acabado... Y eso hacía que la chica se sintiese con el corazón encogido y unas lágrimas saliendo de sus ambarinos ojos: había asesinado a Deimos... Y casi no podía creerlo...
Con las manos temblando, retiró la espada del cuerpo del dios y miró la sangre que la empapaba... Pero la dejó caer cuando miró el rostro de aquel hombre y susurró por lo bajo un pequeño rezo con la voz entrecortada. A pesar de todo lo que había hecho Deimos, a pesar de ser un peligro para la Humanidad y de que ella tenía la misión de detener a los que eran como él... El dolor de ver algo así, de tener que alzar su arma contra alguien que si no era humano... se parecía tanto... Era demasiado grande. Pero tenía que soportarlo. Así que miró por última vez el rostro de Deimos y deseó que allí donde estuviera, tuviese la oportunidad de arrepentirse de lo que hizo: y si así fuese, que Dios le ayudase...
Luego se levantó y observó a los recién llegados, aquellos hombres parecían sus aliados. Le pareció curiosa la presentación de ambos y se acercó a ambos con una leve sonrisa. En cuanto estuvo frente a ellos les habló con voz serena: - Me llamo Eilish y mi armadura es la de la Zarza Ardiente, que corresponde al Arcángel Gabriel. Encantada de conocerles a ambos.
Ahora que os veis de cerca todos podéis ver claramente las facciones de cada uno de las personas que os acababais de encontrar...
La chica que se acababa de presentar era una muchacha de una belleza casi ultraterrena de cabellos rosados y de unos 16-17 años aproximadamente... y portaba en su mano una espada ensangrentada, posiblemente la que asestó el golpe de gracia al Olímpico que yacía en el suelo; el resto todos eran chicos, uno era pálido y de cabellos pelirrojos, portando una armadura con motivos angelicales; otro, el que discutía con Mateo era de pelo blanco y con rasgos mediterráneos, portando una armadura con motivos navales; y el último, el que desconfiaba de vosotros, era un muchacho con rasgos claramente latinos, pelo castaño y un rostro que transmitía la rudeza de su personalidad...
Me acerco a la chica de cabellos rozados -Te saludo, como la paloma que gorjea y te deseo salud y felicidad a tí y a los que amas- Digo al cruzar mis brazos sobre el pecho (sujetando las correas de mis manos) e inclinarme ligeramente.
-Soy Cain, elegido por "la puerta del Eden".
Digo muy a mi pesar, ya que no le parecia nada amable, el ir exigiendo cosas asi por que si. Sin embargo por esta vez lo dejaria pasar, eso si. Les hecharia un ojo todo el tiempo. Dejo que mi diplomaica compañera haga los honores
- Bueno ya que todos somos amigos y como dice el alemán ahora tocan las presentaciones. Mi nombre es Dante Zilli, soy de Sicilia pero vivía en los Alpes y por culpa o destino de gente como esta… - señalando al Olímpico abatido – me encuentro aquí vengando a mi familia. – tras presentarme comienzo a buscar entre las ropas de Deimos . Tal vez el tenga alguna llave…
Asiento con la cabeza y observo el lugar.
-Creo que deberíamos avanzar y terminar esto cuanto antes.
- Mi nombre es Neithan Üller, portador de la armadura del Arca de la Alianza... y estoy de acuerdo con vosotros, cuanto antes terminemos con esto, mejor... - dijo el joven mientras buscaba alguna puerta por la que seguir avanzando...
Una vez terminaron las presentaciones... un cosmos de gran fuerza empezó a sentirse en la sala... que empezó a llenarse de un humo que impedía una visibilidad óptima...
- Vaya... pobre Deimos... con las ganas que tenía de impresionar a su señor Ares... pero bueno... mejor así... de esta forma el mérito de haber acabado con los Guerreros Divinos será todo mío... Hahahahahahaha... - se oía a una voz femenina, que Dante conocía bien... Tras su carcajada todos sentís como una fuerza os arrastra y sentís como una puerta se cierra de golpe a vuestra espalda...
Una vez el humo se disipa... os encontráis solos, separados del resto del grupo, cada uno en un pasillo distinto...
A partir de ahora marcad los posts "Solo para el director" para continuar la escena
Al encontrarse sola en un pasillo distinto, Eilish miró a su alrededor tratando de situarse: sin duda, aquella mujer que se mofaba de Deimos, era la culpable de dicha situación. Con gesto de preocupación, intentó concentrarse para ver si conseguía notar la presencia de sus compañeros de algún modo, para saber que al menos estaban bien. Pero mientras lo hacía iba avanzando con cautela, observando bien todo el lugar.
Miro para ambos lados del pasillo, tratando de orientarme. intento sentir las presencias de mis amigos, para saber para donde ir. En caso de no poder distinguir o presisar ninguna ubicacion avanzo (supongo q la tecnica fue algo como "a otra dimension"...pero si aparecio la neblina y yo camine hasta perderme, vuelvo sobre mis pasos)
master, tengo un final, estoy por terminar mi carrera, y tengo que aprobar si o si, para poder recibirme en al prxoma, asi q recien el jueves tipo 8 de mi pais (1 am del viernes español) podre conectarme otra vez
Vaya estrategia cobarde tiene Circe, al separarnos le será más fácil combatirnos pero no le será tan fácil conmigo. Sin avanzar concentro mis energías y pensamientos en intentar localizar las energías de mis compañeros y enemigos. Deberíamos reunirnos nuevamente porque trabajando en equipo somos más fuertes.
¿Pude encontrar algo en deimos?
Feuer comenzó a andar en círculos, intranquilo ante la expectativa de haber perdidos a sus aliados, escuchando a lo lejos murmullos que bien podrían ser voces o fruto de su imaginación.
-¡Dante, Mateo, Cain! – grita a la lontananza - ¿Quién se aproxima?
Sin escuchar nada, libera la tela de la espada, fijando el filo y la guarda en su cintura, rodeando su cuello con los rosarios que envolvían su maldita arma.
Observa la oscuridad del pasillo y comienza a escudriñar los alrededores.
Tranquilo, empiezo a concentrar mis energías. Necesito ver, distinguir las ilusiones, la realidad... buscarlos. Ahora soy el cazador, no la presa.
Acumulo para activar mi técnica de visión: Acatl.
El cosmos de tus compañeros seguía sintiéndose por lo que sí, debían de seguir vivos...
El pasillo estaba apenas iluminado por unos cristales que reflejaban algo de luz del exterior del templo... Al final del pasillo se veía una salida...
Al llegar hasta allí llegas a un espacio abierto dentro del templo, coronado por una estatua alzada en honor al dios Poseidón... y sobre la misma estatua estaban dos figuras vestidas con armaduras que eran exactamente iguales la una a la otra...
- Vaya, vaya hermano, estamos de suerte... nos ha tocado la jovencita... - dice uno de ellos...
- Sí, quizás podamos divertirnos algo con ella antes de llevar su cabeza ante el señor Hefesto...