Partida Rol por web

Al llegar a la capilla en ruinas, ves un altar bañado por unos pocos rayos de sol que consiguen atravesar la neblina... Allí ves como si estuviese apoyado sobre el mismo, una figura luminosa que empieza a hablarte...

- Eilish... someterte a este prueba era necesario... a pesar de tener completa seguridad de que la superarías... ya que de entre todos los elegidos... verdaderamente tú eres la más devota... ahora recibe tu nuevo poder... y lleva la voluntad de Dios contigo al Olimpo... - dice la voz antes de difuminarse y entrar en tu armadura...

Es entonces cuando tu armadura empieza a emitir una luz intensa que casi te ciega, hasta que por fin, cuando el destello se disipa, puedes ver una forma nueva de tu armadura, más majestuosa que la anterior, así como un aumento de tus poderes que puedes sentir...

Eilish, al ver a la figura y escuchar todo lo que le decía, no pudo evitar sonreír un poco bastante aliviada de que todo hubiese salido bien. Se sintió muy en paz consigo misma tras aquellas palabras... y cuando desapareció aquella persona dentro de su armadura pensó: ¿Sería el arcángel Gabriel? El mismo que me salvó de Ares... 

Esto lo meditaba a la vez que acariciaba con cuidado su nueva armadura... Y ya bastante emocionada, susurró: Gracias, de verdad... no merezco esas bellas palabras... 

Tras un pequeño rato, la chica miró a su alrededor con la intención ya de volver a donde se encontraban Maëlys, Andrónicos y Fonseca: seguro que ya tenían ganas de saber cómo había salido la prueba.

Según vuelves por el camino ves que toda la niebla termina de disiparse, vislumbrando con claridad las ruinas que te rodean de la antigua fortaleza... Una vez sales de las mismas, te encuentras con el Gran Maese y Bertrand esperándote en el punto donde te dejaron...

Ambos no pueden evitar poner una cara de asombro mezclada con admiración al ver la nueva forma de la armadura...

- Fabuloso Neithan... ahora estoy seguro de que los Olímpicos no serán rivales para vosotros... - dice con alegría al verte volver de la prueba...

- ¿Y bien? ¿Fue dura la prueba? ¿Qué te viste obligado a enfrentar?

- Menos preguntas y más caminar, tenemos que volver a la fortaleza... llevo un tiempo teniendo un mal presentimiento... - el Gran Maese estaba feliz por verte de vuelta, pero a la vez tenía unos gestos que delataban su preocupación...

Y al mencionarlo el Gran Maese... percibes como si a la isla de Malta la rodease un aura extraña... un aura que no notaste cuando te dirigías hacia la prueba...

Al concentrar tu cosmos notas como el cosmos de Circe se debilita... y empiezas a ver la verdadera natura de la prueba... el rostro de Circe parece desdibujarse... y en algún momento ves como si un ente luminoso manejase al fantasma de Circe...

- Nada mal Dante... pero aún así debes demostrar tu fuerza... solo así podrás despertar tu verdadero poder... - oyes de nuevo la voz, mientras que Circe parece aturdida y no ataca...

Veo a Bertrand y al gran Maestre al finalizar el recorrido y mi rostro se ilumina, laa palabras del guerrero me honran sin embargo sabia muy bien que los Olimpicos eran rivales muy dificiles, despues de todo estaban casi a la altura del altisimo en poder.
No tuve tiempo a contestarle a Bertrand ya que el Maestre hablo denostando preocupación y eso me hizo notar que algo extraño pasaba en torno a la isla.
algo ha cambiado, siento un aura rara en torno a la isla. Quizas de alli venga tu preocupación. Me huele a que los Olimpicos han venido a impedir que intentemos detenerles digo mientras apresuro el paso hacia la fortaleza a ver si teniamos alguna noticia. Estaba preparado para todo incluso encontrarme a mi hermano nuevamente.

Cuando sales de las ruinas, empiezas a notar un cosmos violento en la zona donde se encuentra la casa de Maëlys... y es entonces cuando sientes un fuerte temblor, que azota todo el bosque sintiendo entonces con claridad al dueño de ese cosmos... Ares...

- Démonos prisa... - dice el Maese con cierta preocupación...

Volvéis a recorrer los riscos, en esta ocasión con más presteza... y cuando salís de los acantilados vuestras sospechas se confirman... una gran columna de humo asciende desde la fortaleza templaria...

- Es tal y como temía... han atacado la fortaleza en nuestra ausencia...

Eilish giró la cabeza en dirección de la casa de Maëlys y Andrónicos con un gesto de terror escrito en su rostro: No... no puede ser... ¡¿Por qué está él aquí?! 

Sin casi pensarlo, echó a correr a toda velocidad con la espada en la mano y la armadura puesta, temiéndose lo peor: si Ares estaba allí, era que había ido a buscarla... Tendría que enfrentarse a él de nuevo, pero... ¿podría hacerlo? ¿podría mantenerse firme? De todos los enemigos, Ares le producía una mezcla entre admiración, lástima e inquietud: quizás más de la normal. Pero él no la escucharía, y no se rendiría ante lo evidente: que tarde o temprano iba a pagar por su farsa. Aun así... aun así... tenía que insistirle, tenía que hablarle. Al fin de al cabo ella le había perdonado todo lo que él le había hecho e incluso la muerte de sus compañeros... Y por mucho que le doliesen aquellos actos, tenía que intentar siempre redimirle... Y se había jurado y perjurado que lo intentaría hasta el final, por mucho sufrimiento que implicase. Si Jesús lo hizo, ella tenía que seguir el ejemplo.

Sin embargo, otra preocupación apareció en su mente y se hizo muy intensa: allí estarían Maëlys, Andrónicos y Fonseca... Estaban en peligro... Tenía que darse toda la prisa que pudiera, tenía que llegar antes de que se enfrentasen porque Ares era muy poderoso, demasiado... Sin poder evitarlo susurró: Arcángel Gabriel, arcángel mío, por favor, por favor, ayúdame... Están en peligro y tengo miedo... Ayúdame....

Sonrío al comprobar mi teoría, pero aun así debo dar lo mejor. Porque es mi deber, porque mis amigos me necesitan, y también quiero proteger a Lora y al padre Lucio.

-Buen truco, tú, fantasma o quien seas. No se saldrás con la tuya. ¡Ahora veras! – digo al juntar aire frio a mi alrededor al preparar mi ataque principal, la ola gélida que convirtió a la bruja en un pilar de hielo eterno.

-¡Redención de los cielos!- exclamo mi ataque cuando envío todo el aire frio hacia mi oponente fantasmal.

Veo la columna de humo que describe el Gran Maese y le digo:

Me adelantare, si hay algo con que luchar podre probar cuan poderosa es esta nueva armadura. Ustedes ocupense de atender los heridos y evacuar el lugar. Dudo que a esta altura a los olimpicos les importe velar por la vida de los hombres. Y haran todo lo que este a su alcance para distraernos de nuestra misión de detener el fin del mundo.
Digo y despliego las alas para volar hacia la fortaleza veloz como un fuerte viento. Sobrevolaria la fortaleza en torno a la columna de humo en busca de señales de lo ocurrido hasta finalmente descender y ver a que me enfrentaba.

Cuando llegas a la casita... la ves en ruinas y consumida por llamas... delante de la misma, ves a Fonseca bastante malherido tratando de ponerse en pie delante del Olímpico que parecía estar esperándote...

A su vez... notas que no sientes los cosmos de Maëlys y Andrónicos...

- Ah... ya era hora... estaba empezando a cansarme de esperar... pero como puedes ver, he aprovechado el tiempo... - dice mientras alza su lanza y la clava con violencia sobre lo que eran las tumbas donde reposaban los cuerpos de Maëlys y Andrónicos, profanando su sueño...

- Entrega tu armadura niña elegida... y no tendrás que sufrir innecesariamente... solo tendrás que esperar a que el Juicio de Zeus llegue... - dice mientras arranca la lanza de las tumbas y te apunta con ella...

- Huye Eilish... tú solo ahora mismo estás en desventaja.. yo le retendré el tiempo suficiente para que consigas perderle... - dice con apenas fuerzas para tenerse en pie, mostrando varias fracturas su armadura de las cuales mana bastante sangre...

Cuando llegas lo único que puedes ver son cuerpos de caballeros de Malta y muchas de las estructuras semiderruidas...

- Ya era hora de que llegases Neithan... tu hermano estaba demasiado ocupado para venir, así que lo he hecho yo en su lugar... - dice jocoso un Hermes apoyado sobre una de las almenas de la muralla...

- Ah... veo que tu armadura ha sufrido un cambio... interesante... pero... cambiemos de tema... dime elegido de Dios... ¿qué se siente cuando una fuerza imparable se aproxima para acabar con todo lo que conoces y quieres? Y sobre todo... ¿qué sientes cuando sabes que si fallas serás el responsable de todo ello?... - Hermes parece formular preguntas crueles... pero puedes advertir una genuina curiosidad por tus respuestas en su cara...

Circe parece que va a esquivar tu embate, pero parece moverse de forma lenta y se ve atrapada por la vorágine helada de tu técnica...

- Ah... otra vez... contemplaré desde el otro lado si te mantienes firme a tus convicciones o no... - dice Circe antes de desaparecer entre cenizas al deshacerse el hielo...

Una vez calmada la situación, el altar parece emitir un brillo sobrenatural... como si te estuviese llamando...

La joven Eilish se quedó durante un segundo trastocada al llegar, sobretodo al notar que los cosmos de Maëlys y Andrónicos no estaban... Pero la escena de Fonseca tan herido, la cruel acción de Ares y su actitud le hicieron reaccionar: rápidamente se situó delante del atacante, defendiendo con su cuerpo a Fonseca. La rabia por no haberse podido despedir de sus queridos mentores y antepasados se tradujo en unas lágrimas derramándose de sus castaños ojos. Con un hilo de voz susurró: Perdonadme... he llegado tarde... Por favor, estaos siempre conmigo desde el Cielo... Os quiero...

Luego se giró a Fonseca y le acarició el rostro: Gracias, Fonseca, de verdad... Siento haber llegado tarde. Estás muy mal y no resistirías otro ataque de Ares. No te preocupes por mi... Además, de nada serviría huir: él puede incluso visitarme en sueños... otra vez.

Al terminar de hablar se le veía algo temblorosa y cómo se mordía algo el labio: por una parte la rabia era dura de soportar, y ver el estado de Fonseca le preocupaba mucho. Pero enseguida entendió que tenía que ser firme y fuerte, no dejarse llevar por la provocación. Así que se levantó y se acercó a Ares: Otra vez... te veo... Ares... Te ruego que, por favor, la próxima vez te enfrentes a mi directamente y no hagas daño a los míos. Ellos no tienen culpa de nada... 

Con su mano desnuda, agarró la lanza con suavidad pero firmemente y la desvió: Te agradezco que me pidas que me rinda, pero sabes que no puede ser. El deber de salvar a todos los que pueda sigue en pie y es un honor para mi que el Señor me haya dado esta oportunidad. No voy a caer en provocaciones, Ares... Aunque puede que no sepas el dolor que me has causado. Eres muy cruel... y eso refuerza más mi convicción y mi deber de pararte los pies. Voy a redimirte, aunque me cueste la vida, Ares. Aun no es tarde, nunca lo es. 

Su voz seguía siendo suave, algo temblorosa pero se notaba que la chica buscaba obtener firmeza... Miraba directamente a los ojos del autodenominado "dios de la guerra", sabiendo que él podría atacarle en cualquier momento... o no.

Desde el aire desciendo hacia Hermes, habia masacrado a todos los soldados de Malta. Escucho sus palabras que intentan despertar mi ira, sin embargo es unantristeza hacia su ser.
Si tan seguros de lo irremediable del fin de los hombres es, no entiendo porque te han enviado a manchar tus divinas manos con la sangre de simples mortales. Se entre los olímpicos creí que eras de los pocos que podrian entrar en razón pero veo que estas enseguecido por el poder Hermes.
Doy vuelta la pregunta y te digo: ¿Qué sientes al saber que el olimpo caera y vuestra divinidad se desvanecerá para siempre?
Tuvieron demasiadas oportubidades de volver sus pasos, el altisimo es inmenso en su misericordia y no castiga jamás a quienes se arrepienten de sus errores.
Jamas seran dioses, ni ustedes ni zeus. Primordialnente porque actuan como chiquillos caprichosos pretendiendo borrar de un golpe todo aquello que les es adverso. Y segundo porque lo unico que les motiva es la ambición de poder.
Huye a decirle a aquellos que aun osen dar la espalda a Él Señor que iremos a ponerle fin a sus insolencias. Quizas alguno más sensato entienda que es su ultima oportunidad para encontrar misericordia.
No estaba seguro de que hiciera caso a mis palabras por lo que me prepare para un ibninente combate. No era el enemigo que buscaba pero no dejaría la muerte de aquelos inocentes soldados sin castigar.

Ares suspira... - No eres más que una niña arrogante a la que han dado un juguete demasiado poderoso... ¿Redimirme? ¿Por qué? He visto y contemplado al ser humano durante milenios... ¿Qué te hace pensar que tú tienes el poder de hacernos cambiar?... - La cara de Ares muestra una mezcla de decepción y lástima hacia tu persona...

- Pero visto que quieres seguir peleando... lo haremos en un escenario digno... si tantas ganas de morir ante mi tienes... nos veremos en el Monte Olimpo... allí podrás demostrar si tus palabras tienen algo de peso... - Ares baja su arma y desaparece, dejando así de sentir su cosmos... al parecer habías conseguido evitar el combate... al menos de momento...