Partida Rol por web

Andrónicos te miró de arriba a abajo... - Si Señor... Esto si que es una buena descendiente... Se nota que Maëlys y yo dejamos buenos genes - dijo a la vez que soltaba una buena risotada.

- Pero vamos a lo importante... Los seguidores de Ares no tardarán en volver en tu búsqueda... y tienen buenos rastreadores... de ahí que vayamos a viajar en barco... bueno... bote... - dijo mirando con cara de decepción su embarcación... - Espero que no te de miedo el mar... Eilish - dijo imaginando que en el bote no pasaríais un rato demasiado agradable.

Eilish al principio se puso muy colorada, casi tanto como un tomate y se tapó con las manos las mejillas de la vergüenza. Andrónicos le sorprendía mucho por su sentido del humor y su confianza: la verdad es que ayudaba mucho más de lo que la joven normanda hubiese podido imaginar. 

Al preguntar Andronicos si le daba miedo el mar, Eilish miró y remiró la barquita con cierto rostro de duda: - No tengo mucho miedo al mar, pero... ¿iremos seguros en esta barquita? Y no se preocupe por mi, yo confío en usted al igual que he confiado en Maëlys.

Andrónicos tampoco estaba demasiado convencido con el bote... pero era lo que le habían proporcionado... así que de esa forma os hicisteis a la mar.

El viaje fue menos problemático de lo que podíais esperar, ningún encuentro con tormentas y siempre con el viento a favor... el único pero del viaje fue su longitud que fue de varios días hasta que por fin avistasteis las costas de Normandía.

- Por fin... ya estaba harto de tanto océano... donde esté mi mar Mediterráneo que se quite lo demás... - a Andrónicos se le notaba que el clima no le gustaba demasiado... - Bueno Eilish  hora de continuar tu entrenamiento mientras proseguimos en el viaje... ¿qué fue lo último que te enseño Maëlys? - preguntó con ganas de empezar con tu entrenamiento.

Eilish miró atenta a Andrónicos y no pudo evitar reírse cuando el pobre añoraba su mar Mediterráneo. Luego sonrió a la vez que decía: - Lo último que aprendí fue la técnica que llamé Ángel de la Zarza, pero Eilish me dijo que conseguiría dominar una suya llamada Llantos de Otoño... Lo que pasa es que solamente la vi una vez, y fue cuando apareció Phobos...

Al recordar a Maëlys su cara, por un momento, se entristeció un poco... Es cierto, ya no estaba con ella, ahora le tocaba el turno a un chico gracioso y optimista: ¡menuda pareja que habrían hecho en aquellos tiempos del siglo VI!

Ahora que estaban en Normandía, a lo mejor Andrónicos quería ver el lugar donde crecieran sus descendientes, pero parecía que había cierta prisa por llegar al Vaticano.

- Esa técnica ya la iras dominando poco a poco con la práctica... yo te enseñaré técnicas más básicas y te ayudaré a perfeccionar las que ya tienes... - dijo Andrónicos confiado de sus futuras enseñanzas.

Mientras entrenabas con tu ancestro Bizantino pasasteis por tu tierra natal Caen, ciudad que ahora parecía algo más deshabitada de lo que estaba antaño.

- Creo recordar que te criaste aquí ¿no?... podrías enseñarme alguno de sus famosos viñedos... - dijo con una sonrisa pícara.

La joven normanda asintió con la cabeza a la vez que empezaba a caminar en una dirección bastante concreta: - ¿De veras quiere visitar nuestros viñedos? Espero que le gusten. Además, mamá y papá estarán encantados de conocerle. Y a mi siempre me echan de menos, así que les daremos una alegría.

Eilish iba muy contenta por esas tierras ya de sobra conocidas y hasta parecía tener prisa por llegar a su casa, ya que andaba a paso bastante ligero.

- Hmmmm... en realidad no debería tener interacción con más personas aparte de ti Eilish... así que mejor enséñame un poco el lugar y después proseguiremos el camino... - dijo con algo de pesar sabiendo que su presencia no es algo que se deba revelar a la ligera, aunque se pueda engañar a la gente.

- Una vez me hayas enseñado donde se instalaron mis descendientes partiremos hacía Suiza... y desde allí bajaremos a Roma... aunque aquí hay algo extraño... - y era cierto, ya te habías fijado en que había mucha menos gente en Caen, pero ahora ya era más que evidente que sucedía algo extraño. 

Eilish se quedó callada al oir las palabras de Andrónicos y miró a su alrededor con duda... Se temía que algo malo había sucedido: ¿pero qué exactamente? No era día de fiesta allí en Caen, ni nada del estilo... Y tal y como esos pensamientos invadían su mente, su piel se volvía más pálida. Con su mano agarró la de Andrónicos y susurró:- Vámonos... a casa, tengo un mal presentimiento. ¡Por favor, debemos ir! 

¿Qué habría ocurrido? ¿Por qué? ¿Dónde estaba toda la gente?... 

- Imagino que será lo mejor... da la impresión de que el lugar haya sido abandonado... pero seguiremos el viaje con más tranquilidad si averiguamos que ha sucedido... - dijo Andrónicos mientras trataba de sentir si había alguna presencia...

Tras un largo rato de caminata llegáis a la casa de los padres de Eilish y os la encontráis desierta... no parece haber signos de violencia y se nota que faltan cosas como ropa y enseres esenciales. Después de mucho buscar en el salón de la casa encuentras una nota...

"Si Eilish o Bertrand venís por aquí, no temáis, nos encontramos bien... el gobierno dio la orden de evacuar hacia España, así que nos dirigimos hacia allí, en cuanto lleguemos trataremos de ponernos en contacto..."

Eilish al ver la nota suspira algo más aliviada: - Me consuela saber que parece que están bien papá y mamá, probablemente vayan con ellos mis hermanos... Salvo Bertrand, que no tengo ni idea de dónde puede estar. Aun así... me gustaría saber qué ha sucedido para que el gobierno diera la orden de evacuación.

Luego mira alrededor y coge una foto de la familia que allí se encontraba y se la enseña a Andrónicos sonriendo: -Bueno, ahora ya sabes cómo son. Si quieres seguimos nuestro viaje, pero esto me lo llevo.

Andrónicos sonrie al ver la foto... - Siempre es agradable comprobar como serían tus descendientes... y en ello Maëlys y yo hemos tenido suerte... pero sí, será mejor que nos vayamos cuanto antes... tengo un mal presentimiento...

Entonces salisteis de tu antiguo hogar rumbo de nuevo hacia el Vaticano... pero frente a vosotros se encontraba una figura embebida en una armadura cobriza...

Andrónicos se pone a la defensiva... - A esto es a lo que me refería... aunque no sabía que los Olímpicos ya eráis tan osados como para amenazar ciudades libremente...

- Esperaba encontrarme a la antigua guerrera Maëlys... pero veo que su encuentro con Phobos la hizo perder mucha de su energía cósmica... la pregunta es si tú estás a su misma altura para ser un buen rival para mi... guerrero Andrónicos... - dijo el guerrero que se encontraba enfrente vuestra...

- Vuestros intentos por salvar a vuestra descendiente son fútiles... nuestro señor Ares ya ha fijado su mirada sobre ella... su destino está sellado...

Eilish fijó su mirada sobre Deimos con gesto apesadumbrado y luego se giró a Andrónicos: - Señor Andrónicos, parece que no quieren desistir, pero no quisiera que tuviese problemas por mi culpa... ¿Qué podemos hacer...? 

Aquel hombre parecía más calmado que Phobos, pero poco importaría eso si estaba dispuesto a hacerles daño... En todo caso, ¿acaso ella estaba lista para defenderse o aun le faltaba más entrenamiento? Desde luego, no quería pelear, eso era obvio, pero Ares y los suyos no le daban tregua...

- ¿Yo? - dijo con gesto de sorpresa... - Tu rival será esta jovencita... ella es más que suficiente para ti, es más quizás sea hasta demasiado... aunque pensándolo bien... ¿no sería muy humillante para un Dios ser derrotado por una frágil dama? - dijo con una clara intención de provocar a Deimos...

- El orden no me importa guerrero bufón... si así lo deseas acabaré primero con la chica y después me aseguraré de que tu alma regresa al lugar que le corresponde... el tártaro... - dijo con cierta calma, pero la provocación de Andrónicos al fin y al cabo había surtido efecto y Deimos fijó su mirada en ti.

En ese momento pudiste sentir que una cálida energía surgía de tu rosario...

Eilish miró su rosario con rostro entre curioso y fascinado: - El rosario... ¿qué ocurre? 

Luego se echó algo hacia atrás, con las manos sujetando con firmeza y cariño el rosario, y se dirigió a Andrónicos: - Señor, algo pasa con... ¡Y no soy una frágil dama! Al menos no soy demasiado... frágil. Creo... De todas formas hay algo aquí que no me gusta.

Al decir esto se giró hacia Deimos: - ¡Usted debería mantener su arrogancia a raya, Deimos! Y no se atreva a hablar de mi ancestro de esa manera, se lo advierto. Quizás sea una niñita, pero esta niña no va a permitir que se salgan con la suya. Váyase de aquí, respete la Creación y no vuelva a pecar ni con sus mentiras ni con su violencia. Y, si me lo permite, dígale al señor Ares que admita la realidad antes de que la Ira de Dios vaya directa a por él. No quisiera que nadie vaya al infierno por toda la eternidad, así que arrepiéntanse antes de que sea demasiado tarde. ¡SE LO RUEGO!

- ¿Pecar? ¡Aquí los únicos arrogantes pecadores que existen son los humanos, siempre mancillando la creación y no rindiendo culto a sus verdaderos dioses... NOSOTROS! Por lo único que deberías rogar es por tu vida... quizás así Ares se apiade de ti y te conceda una muerte rápida y limpia... - mientras habla sientes que empieza a concentrar energía en su cuerpo, preparándose para entrar en combate contigo.

Eilish miró a Deimos con un rostro apenado: - ¿Por qué? ¿Por qué negáis vuestra realidad? Yo rogaría a Ares, desde luego, pero no para que me de una muerte rápida... Que era lo que él, precisamente, quería darme. Yo le rogaría que se olvidase de todo, que no... No se rebelase... Pero veo que esto no tiene sentido. Perdóname Deimos, porque no puedo dejar que sigas igual. Que Dios se apiade de ti...

Después de hablar se puso en guardia, fijándose en su enemigo. Tenía que hacer algo para que se marchase pronto...

Deimos entonces se lanzó contra ti con toda su fuerza e ira...

- ¡Cuanta arrogancia para una mortal! ¡No eres nadie para decir a los dioses como deben actuar ni pensar! - el ataque iba con gran fuerza e hizo levantar piedras del suelo, pero lo esquivaste con facilidad, dándote la oportunidad para contraatacar.

Eilish esquivó la acometida de Deimos: -¡Deténgase! No quiero decir que lo que yo piense sea lo correcto... Pero le estoy rogando que... por su bien, dejen de arruinar al mundo con sus obsesiones. Le pido a Dios que me ayude a que me escuchen, ¡voy a parar sus egoístas ambiciones! Qué más me da ser mortal, eso no significa nada para que decida arriesgar mi vida por algo mucho más grande: y usted no podrá hacer nada.

Empezó a cantar mientras se movía un rezo pacífico en latín a la vez que golpeaba a Deimos con su espada.