Partida Rol por web

Neblin estaba ligeramente incomodo.

Había estado abusando de la cesta durante esos días sin descanso. Tanteando la posibilidad de dejar las aventuras, montar un negocio y sentar su vida.

En cuatro días había engordado, le dolían las rodillas de no hacer nada y se sentía continuamente agotado y gandul.

Al mediano le vino a la mente la imagen de su primo Otto, quien presumía de su barriga y se pasaba todo el día en la taberna bebiendo hidromiel y comiendo pasteles. Tuvo una extraña enfermedad y sus piernas ... se pusieron malas, no tardó mucho tiempo en morir.

Se le atragantó la manzana.

Quizá dejaría lo de asentarse para mas adelante. Prefería morir luchando que en una cama con las piernas podridas.

Conforme pasan los días ves que el vinculo entre los semielfos, Roerkas y Reniss se vuelve cada vez mas fuerte, de hecho Roerkas te ha confesado que ha ido a hablar con Kalad el paladín enano que rescatasteis en los túneles para ver si le puede conseguir un trabajo en la guardia... parece decidido a sentar cabeza.

En estas estáis hablando cuando a la salida del templo se os acerca Kalad, al que recibís con abrazos y fuertes palmadas en los hombros.

- Mira por donde con vosotros quería hablar. Se que Roerkas está decidido a sentar cabeza con esa muchacha, pero confío en que vosotros aún no tengáis pensamientos similares. El otro día Bram Ironfell intentó convencerme para que reverdeciera laureles y le hiciera un trabajito. Le dije que yo ya estoy muy mayor para andar por ahí buscando minas perdidas, pero ahora que os veo, quizás haya un buen puñado de oro y gloria para vosotros si os interesa.

Los días pasan tranquilos, lo que al principio es una alegría pero poco a poco se va tornando en aburrimiento. Curiosa te tomas cierto tiempo para estudiar la extraña espada de platino y notas cierta empatía. Parece que las emociones de lo que haya en el interior resuenan con tus pensamientos si te concentras. Al pensar en justicia y honor has notado cierto calor en la mano que la empuñaba y si tus ojos no te engañaban un pequeño destello prácticamente imperceptible en el arma.

La biblioteca de Overlook está bien surtida, sobretodo en rituales de como trabajar la tierra y los metales, estudias el tema con avidez, pero la cosa es prolija y la magia más potente parece estar reservada a quienes han estado estudiando bastante tiempo el tema. A los novatos tan solo os dejan estudias conjuros y rituales menores, lo cual te irrita y más aún cuando murmuran acerca de la impaciencia de los humanos y cuan sabios son los enanos.

Vagabundeas por las calles en busca de cosas interesantes cuando te cruzas con una tienda de tatuajes, tatuajes mágicos miras alrededor y ciertamente este no es el mejor barrio de la ciudad. Un impulso en tu interior te impulsa a entrar, pero no las tienes todas contigo. Palpas tu bolsa y no hay mucho en ella. ¿Quizás solo entrar a mirar?

Los últimos días de Neblin habían sido un tanto extraños. No solo había recuperado las ganas de ir de aventuras, si no que había indagado mas en como le había afectado la incursión por ese portal y su contacto con los espectros y tumularios.

Las artes arcanas que había aprendido de Galid mas por intuición que practica lo habían llegado a adquirir una extraña visión que le daba una nueva perspectiva al mundo. Podía ver con absoluta perfección a un radio de 5 metros, no importaba la luz, la magia o las ilusiones.

Caminando por esas callejuelas de mal aspecto el mediano era perfectamente capaz de ver los rostros tapados, los tratos sucios y las cosas escondidas que ofrecía ese lugar de la ciudad.

Las sombras lo llamaban ... y le gustaba lo que podía oír.

Miró con curiosidad la tienda de tatuajes. Intentó otear alguna cosa interesante por la ventana y se preguntó a si mismo si realmente podía adquirir algo interesante con lo que tenia en su pequeña bolsa de oro. Aunque no fuera mágico, un tatuaje para representar su renacimiento seria de lo mas interesante.

Entró en la tienda dispuesto a ver que se ocultaba en su interior y que podría descubrir que fuera de su agrado.

Nada más entrar llamas la atención de un par de... a juzgar por sus cuerpos descamisados llenos de tatuajes, ¿clientes habituales? Los tipos parecen llevarlo en la sangre, es ver a alguien más pequeño que ellos y tratar de abusar de él, pero esta vez les sale rana, te zafas del agarrón en la camisa y antes de que puedan reaccionar tienes un par de dagas en sus cuellos mientras te estás preguntando como has acabado en un lío así se oye el sonido de una puerta....

Una mujer con un ligero toque exótico, de piel algo amarillenta y pelo sedoso y negro la atraviesa. Ve la escena y en lugar de la previsible escena histérica suelta un suspiro de resignación seguido de unas palabras con voz dulce como la miel - Vamos pequeñín déjales ir y dime lo que te trae por aquí, son inofensivos - antes de que te de tiempo a pensar has retirado las dagas de sus cuellos y ambos están ya a mitad de camino a la puerta.

-Desde mi altura no parecen tan inofensivos, a lo mejor si les corto un dedo o dos se lo piensan mejor la próxima vez.- Comenta con indiferencia mientras observa como se van.

Neblin enarca una ceja al ver mejor a la recién llegada y sus ojos brillan con un tono verdoso. No quiere perderse ni un detalle de la exótica mujer.

-Bien, esto parece una tienda de tatuajes ...-

Sonríe.

-No he venido a por una copa de vino, si es lo que te preguntas.- El mediano le da un vistoso repaso. -Aunque por ti podría cambiar de opinión.-

Pasa unas largas y nacaradas uñas por encima de una camilla mullida - Quizás en otra ocasión. - sonrie y aunque muchos patanes en tu situación pensarían que son algo especial y único al ver esa sonrisa, tu notas un aire profesional, quizás algo divertida

- Bien, supongo que si no te has perdido has venido a por un tatuaje. - Da una palmada y diversas piedas se iluminan con luz claramente mágica, tras lo que hace un gesto con la mano que abarca las paredes recubiertas de dibujos geométricos, animales, corazones atravesados por flechas, rotos, nombres algunos en lenguas que no conoces... tantos que por un momento te quedas absorto cuando su voz hace que vuelvas a fijar tu mirada en ese par de ojazos pardos - tengo tintas especiales, pero ese tipo de trabajo es más caro y se paga al contado al empezar. Hay que mezclar los materiales ya sabes, y no se admiten reclamaciones.

-Tintas especiales ...- Murmura el mediano saboreando la sonoridad de la palabra.

Desgraciadamente dudaba mucho que pudiera permitirse uno, pero por preguntar tampoco perdía nada.

-¿Y tienes alguno de esos especiales que permita moverse mejor por las sombras?-

-Para  ... eh ... pasar desapercibido.-

- Kalad, precisamente a ti quería encontrar. Qué, ¿te has pensado mejor lo de reverdecer laureles? - le da una palmada en el hombro, Kalad se encoje más por sentirse pillado en una conversación que no desea que por la fuerza del golpe - vamos muchacho, tan solo has de reunir a un pequeño grupo de enanos con ansias de aventuras y antes de que te enteres habrás regresado. ¿Qué me dices eh? Dejame llenar tu bolsa de oro - sonrie tratando de convencerle. Kalad os mira como esperando que os apiadéis de él y le déis una excusa para salir de ahí.

- Moverse mejor en las sombras - sonrie - y para que ibas a querer moverte mejor en las sombras - dice sonriendo juguetona mientras saca una libreta y empieza a pasar páginas en lo que parece un listado de existencias e ingredientes.

El draconiando miro al pobre enano e intento interferir en su auxilio.

Perdone la interrupcion, maese Bram, de eso precisamente estabamos hablando entre nosotros. A regañadiente y algo disgustado Kalad nos ha pasado el cometido, siempre y en cuanto estemos todo el grupo conforme, que no creo que halla problema. Asi que sin mas, porque no viene con nosotros y nos cuenta todos los detalles.

Madmartigan empujaba suavemente al enano para alejarlo de Kalad y cuando estaban ya algo mas lejos, se giro levemente la cabeza hacia Kalad y le guiño un ojo.