Partida Rol por web

GOLDRIVER
"El oro siempre brilla"

DEFENSA: 21

FORTUNA: 42

INFLUENCIA: 30

LEY: 11

POBLACIÓN: 17

PODER: 42

TIERRAS: 12

HUDDLESTON
“Impasible ante la ola”

DEFENSA: 21

FORTUNA: 18

INFLUENCIA: 33

LEY: 10

POBLACIÓN: 9

PODER: 30

TIERRAS: 22

Fundada por Sir David Goldriver gracias a su épica victoria en la Batalla del Río de Oro, donde la conquista ándala llegó a su punto de inflexión… la casa pareció prosperar asentada en un costero terreno montañoso; Sir David fue nombrado lord y construyó Puntaoro su fortaleza entre acantilados desde la que gobernaría aquellas tierras.

Tras una larga vida Lord David Goldriver murió dejando a su hermano Luke Goldriver a cargo hasta que sus herederos llegaran a la mayoría de edad. Fue una época nefasta pues Luke Goldriver lanzó la casa a la ruina e intentó por todos los medios quedar como lord… finalmente los leales a Lord David Goldriver preocupados por los herederos legítimos de la casa tomaron la iniciativa para colocar a Devan Goldriver antes de su mayoría de edad; aquello trajo la felicidad.

La traición y reconquista parecía resuelta… parecía pues no tardaron muchos años antes de que los pocos fieles a Luke Goldriver intentasen matar en venganza a Devan Goldriver irrumpiendo en un banquete por su día del nombre. El ataque fue un fracaso absoluto gracias al fiel caballero Sir Balar Huddleston quien se interpuso entre las espadas y el lord. Como agradecimiento Lord Devan Goldriver entregó a su hijo Brian Huddleston el honor de fundar su propia casa en las costas Goldriver y convertirse en sus banderizos. Devan llegó a anciano dejando la dirección de la casa a su hijo Ben Goldriver.

Todo parecía volver a prosperar para los Goldriver cuando una nueva traición se presentó como si de un mal chiste se tratara…  su primo Aaron Goldriver, descendiente por parte de madre de Luke Goldriver, colocó un campamento entre las montañas e inició una guerra junto a algunos mercenarios y caballeros errantes. La derrota del linaje traidor llegó tras generaciones de conflicto con la victoria de Rodrik Goldriver en combate singular, la exposición del cadáver del traidor así como la muerte de todos y cada uno de los hombres, mujeres y niños descendientes o simpatizantes del traidor. Dichos actos fueron tomados por el resto de Poniente como algo deleznable o admirable según quien lo interprete (recogido en la canción conocida Hermanos de dorada sangre)

Parece que Tywin Lannister Señor de Roca Casterly lo interpretó bien quizá por empatía con lo sucedido en Castamere... el caso es que concedió ciertos favores y beneficios tanto fiscales como de otras naturalezas diversas formando un estrecho lazo de simpatía con la familia.

La historia reciente de la familia implica desgracia aquella que parece suceder a cada alegría de la familia… llegó hará un año con el brote inesperado de una rara enfermedad que parece no ser demasiado contagiosa pero si de pronóstico muy grave. La epidemia ha traído malas nuevas a las tierras Goldriver… todo pronosticaba un oscuro final y fue cuando la enfermedad se llevó a Lady Giselle que la luz irrumpió.

Por petición personal de Tywin Lannister ante la desgracia y el dolor de su amigo Lord Kevan Goldriver se solicitó la llegada desde la Ciudadela del hombre más entendido en la materia de todo Poniente, incluso por encima del Archimaestre Norren, el maestre Ricard; un viejo conocido de la familia quien a su avanzada edad sigue intrigado por aprender le cueste o no lo poco que le resta a su anciana existencia.

No tardó más de unas semanas en encontrar un remedio y solucionar la epidemia, ahora llegaba el momento para reconstruir los dominios y recuperar la alegría que las tierras Goldriver habían perdido.

Entro a la habitación que ya está preparada por los sirvientes, puesto que esto se repetía todos los días, fruta en el centro de la mesa, la cortinas corridas, una ventana medio abierta para poner oir el mar como le gustaba a Kevan, todo preparado y limpio.

Miro a los cuadros observando las imágenes de mis antepsados mientras jugueteo con un anillo que llevo puesto, esperando a los demás y al desayuno.

Ricard entra a la sala, Lord Kevan espera dentro. 

Ser Lorent entra en el salón y se acerca a la mesa donde se encuentra su padre, al llegar hace una reverencia con la cabeza.

- Buenos días padre. Me he cruzado con Gareth mientras bajaba y me ha dicho que requerias de mi presencia, ¿de que se trata? - dijo mientras tomaba asiento.

-Buenos días,hijo- mirando a Lorent.Buenos días maestre Ricard. Esperemos a los demás para tratar los asuntos por los que os he llamado, y empecemos a a desayunar nosotros, todavía faltan Brody y ese zopenco de Petyr. Ya deberían estar aquí. Hay noticias muy importantes del Norte y del Rey. ¡Petyr, donde estás!

Pasa rápidamente a la sala

- ¡Aqui mi señor! 

Escurriéndome hacia abajo,sentandome desgarbadamente y acurrucandome en mi sillón, señalo al plato sin mirar a Petyr para que pruebe una cucharada o un trozo de cada tipo de comida que tenía el desayuno, mientras comento:

-¿Qué tal has pasado la noche hijo? Puedes volver con tus quehaceres ,Petyr. - digo cuando acaba el hombre, visto que la comida no contiene ningun veneno ni nada, y empiezo a comer.

- Buenos días Lord Goldriver - tomando asiento pone atención en el humo de su pipa mientras el pobre catador hace su función

- Ha sido una noche tranquila, la verdad es que hacía tiempo que no domía tan bien. Además hoy hace un tiempo espléndido, he pensado en entrenar por la mañana para poder disfrutar de la tarde.

Lorent come de forma apresurada y vuelve a servirse, parezca que valla a acabar con las reservas del castillo.

- La verdad es que esas noticias sobre el rey me tienen intrigado. Por cierto maestre pruebe el cerdo con miel, hoy está especialmente delicioso. - termina por decir entre bocado y bocado, sin levantar la cabeza del plato.

- Cuidado joven con esa premura la comida caerá mal a vuestro estómago o quizá os atragantéis... - mira el cerdo intrigado

Finalmente toma un cuchillo de la mesa y saca una lasca a ver que tal está - ... efectivamente un cerdo excelente - al acabar de paladear toma un poco de agua y sigue fumando

Casden llegó ante la puerta del salón, agudizó un poco el oído y comprobó que dentro estaban los señores Goldriver. Abrió la puerta sin llamar, era una fea costumbre que había adquirido, siempre intentaba ser sigiloso, aunque fuera inconscientemente.

Aun así abrió la puerta todo cuanto daba de sí y entró en la habitación, saludó a sus señores con una corta reverencia y colocó su mano derecha en el pecho.

Una vez hizo esto, se adentró aún más en la habitación, observando quién estaba, no solo a los personajes de alto cargo, sino también a los sirvientes. Nunca le habían gustado estos, aunque casi nunca aguantaban la mirada de Casden, e intentaban evitarle, siempre había alguien realizando alguna tarea.

- Buenos días señor Huddleston... - saludando al joven que entraba

Casden asintió con la cabeza a modo de saludo hacia el anciano que tanto le había enseñado. Llevaba sus habituales ropas pardas, sus botas y guantes de pieles de zorro y lobezno y su jubón de cuero con alguna decoración mínima, no le gustaba la ostentosidad.

Un ultimo hombre entró a la sala

- Lord... - leve inclinación de cabeza - Gareth me ha comunicado que me habéis hecho llamar.

Kevan observó como su hijo se mostraba impetuoso con la comida, como con casi todo, una virtud no muy favorable,pero que había que heredado de él en gran medida. Se sonrió mientras veía al maestre Ricard darle esos consejos:

-Hijo, tómate las cosas con más calma.-en ese momento se sobresaltó al ver aparecer a Casden,pero cuando lo vió aparecer, comentó en un tono autoritario.- Casden, cuando se te llama a una reunión formal, debes guardar las formas, como llamar a la puerta.Toma asiento- señalando con la mano,y volviendo a su postura.

Siguió comiendo empezando a impacientarse por la tardanza de su castellano, hasta que al final apareció.Al fin has llegado, sientate. Os he hecho llamar solo a vosotros,puesto que sois mis hombres de confianza, y sabeis que siempre que voy a tomar una dicisión, intento contar con vuestro consejo. Hizo una pausa tras decir esto, y se incorporó poco a poco,con desgana- Han llegado bastantes cuervos estos días- mirando al maestre Ricard- y traen intersantes noticias. La primera, es que el Rey Robert Baratheon, está marchando al Norte, territorio Stark, con un gran contingente de caballeros. Será una visita,pues según tengo entendido, son casi como hermanos. Esto último no me interesa, la verdad. Hasta entre hermanos hay traiciones... -diciendo esto último con mirada perdida, controlando la ira creciente en su interior por tan despreciable hecho familiar.- La segunda noticia, es, que una casa banderiza de los Stark, los Howlingwolf, ha perdido a su Lord, Lord Robert Howlingwolf,  debido a una larga enfermedad.- vuelve a hacer otra parada, pensando en Giselle y su muerte.-Su único hijo varón se ha convertido en el Lord de la casa,y ese chico,no está casado ni tiene hijos. Además, tiene dos hermanas, según dicen, de gran belleza.-Espera la reacción de su hijo y prosigue:  Lo que vamos a hacer es ir al Norte, y vamos a tratar de pactar el matrimonio, de una de sus hijas,conmigo,y otra con Lorent.-señalando a su hijo- y como excusa, nos uniremos a la marcha del Rey hacia el Norte. Se encuentra a tres días de la carretera principal.Los preparativos se han sido ordenados, así que quiero que dejeis atados vuestros asuntos para entonces. Tú Brody te quedarás aquí guardando nuestras tierras de llos bandidos,espero que los trates con mano de hierro, como estoy haciéndolo yo. Quiero que cada tres días envies un cuervo informándome. Bien, ahora señores que están informados, me gustaría que me dieran su opinión, y sobre todo, su opinión de que estrategia deberíamos usar para llevar a buen puerto esto, pues nos beneficiará mucho. Por cierto, no quiero que salga nada de aquí, ni siquiera quiero que lo sepa tu padre- mirando a Casden, y después tomando la copa de vino dulce y catándolo, esperando a que sus consejeros dieran sus pareceres.

Casden asintió ante el reproche de su señor, no era la primera vez que se lo decía, pero sin duda, era un hábito que poco importaba, Casden nunca entraba en una habitación a la que no le hubieran llamado (excepto cuando tenía una misión), a no ser que fuera pública, por eso nunca se le daba demasiada importancia.

Se sentó y cogió una manzana, comenzó a comersela, siempre se oía mucho el entrechocar de sus dientes cuando masticaba, lo hacía con fuerza, y además, debía masticar la comida muy bien, pues la falta de parte de la lengua hacía más difícil tragar la comida.

Escuchó las palabras de Kevan Goldriver mientras esperaba la reacción de los demás.

Dió un golpecito en la mesa, era un signo de afirmación, como ya habían establecido, dos eran negación. En realidad le daba igual, no tenía especial interes en ir al norte, pero tampoco quería seguir en esta fortaleza, hacía mucho que no salía y comenzaba a aburrirse. Por su parte, el señor Goldriver no tendría problema, y menos con su padre, al que hace varios meses no veía. Nunca había fallado al señor Kevan, y esta no iba a ser la primera.

- Una idea espléndida mi Lord... - se limitó a decir

Rara ver se oponia a las propuestas de Kevan si no eran total y absolutamente un suicidio.