Los guardias os permitieron la salida y os entregaron 3 caballos ensillados. Salisteis de la fortaleza.
Montó sobre su caballo, y siguiendo a Ettiene, marcharon hacia el pueblo, más concretamente hacia la posada. Cuando estuvieron a punto de llegar, se hechó la capucha hacia adelante, envitando se reconocido. Se acercó a Ettiene, y le dijo:
-Ya sabes lo que tienes que hacer. - y se dirigió con Thomas a dejar los caballos en el establo. Tras esto, entraron y se sentaron en una mesa,pidiendo algo de comer y de beber, esperando a que apareciera Etienne y el supuesto espada de alquiler...
Asintió, sin apenas mirarte y se retiro.
Casi una hora después se retiraba a las habitaciones, dejando a un tipo algo borracho bien acompañado. El hombre parecía haber pasado la treintena, era delgado y desgarbado, sus formas eran las de un hombre del norte... que facilmente pasaría desapercibido entre los suyos.
Kevan siguió prestando atención a los acontecimientos, se estaba desarrollando segun lo planeado.
Todo ocurría segun lo planeado, tras un par de jarras más el hombre subió junto con la ramera a las habitaciones. El capitán de tu guardia se mantenía alerta por lo que pudiera ocurrir.
Miró alrededor a ver si había alguien más vigilando o cubriendole las espaldas. Si no hay nadie, les sigo, contranquilidad y con el guardia delante, pero cuando llegamos al primer piso, andamos lo más sigilosamente posible, hasta llegar a la habitación.
Motivo: Perrcepción
Dificultad: 0
Tirada (4): 3, 4, 3, 2
Guardados (4): 4, 3, 3, 2
Total: 12, Éxito increible
No parece que nadie os siga, os encontráis frente a la puerta donde se adentró con la ramera.
Kevan se pegó casi a la puerta y contuvo la respiración, intentando escuchar algo dentro, una conversación, o un forzejeo, lo que fuera.
Motivo: Percepción
Dificultad: 0
Tirada (4): 2, 4, 6, 6
Guardados (4): 6, 6, 4, 2
Total: 18, Éxito asombroso
El crujido de las maderas de la cama, entre algun forcejeo y gruñido. Aquellos sonidos no prometían una escena pacífica.
Ante estos sonidos, Kevan miró al jefe de la guardia, y desenvainando ambos, asintió para que abriera la puerta, mostrando lo que estaba sucediendo dentro...
Tu guardia abrió la puerta, la prostituta permanecía a un lado, apartada. Se sobresaltó al veros armados, posiblemente no hubiera sido advertida de que nadie más acudiría a aquella habitación esa noche.
Sobre la cama y con la cabeza hundida entre las sábanas para evitar gritos se encontraba la espalda a sueldo y sobre él una figura masculina, Etienne sin duda alguna, que lo mantenía inmovilizado de tal forma que cualquier movimiento que pudiera realizar fuera extremadamente doloroso.
Desde la puerta, Kevan miró hacia atrás y entró detrás del guardia, cerrándola. Vió a la prostituta a un lado y la dijo sin mirarla:
-Largo de aquí.-con autoridad.
Depués, se acercó a la ventana (si la hay) y miró a ver si merodeaba alguien fuera a esas altas horas de la noche.
La ramera no dudo un solo momento, tenia su dinero y no deseaba más que vivir para poder disfrutarlo y no morir por conocer secretos que no eran de su interés. Salió como alma que lleva al diablo por la puerta.
Las calles a estas horas estaban vacías, quien no estaba en su cama difrutaba de alcohol y calor en las tabernas.
Kevan señaló al guardia y le dijo seriamente:
-Tú, trae los caballos bajo esta ventana y preparate para recibir un bulto. Y tú-señalando a Ettiene- amordázalo,átalo, y depués déjalo inconsciente, deprisa!-dijo,abriendo la ventana y quedándose en el marco de la puerta, vigilando el pasillo y la habitación.
El guardia salió por la puerta y bajó las escaleras, la taberna parecía tranquila aunque no fuiste capaz de ver a la ramera que había estado en la habitación. Seguramente ya habría dejado la taberna.
Etienne propinó un golpe fuerte a aquel hombre con la empuñadura de su daga dejándolo inconsciente y se entretuvo en rasgar las sabanas para amordazarlo y atarlo después. Parecería que en aquella habitación habían fornicado animales y no personas después de eso.
-Bien, lo ataremos con una cuerda de las tuyas por la cintura y los bajaremos abajo cuando Thomas traiga los caballos y bajaremos rápidamente-cerró la puerta y miró por la ventana. Seguíamos todos con la capucha hechada y un pañuelo para taparnos hasta la nariz.-nos lo llevaremos a algún sitio donde pueda gritar todo lo que quiera y nadie le socorra.
Asiente
- Espero que no seais de los que dejan hombres vivos después de humillarlos, porque entonces tendría que disgustaros... - dejando claro que cuando termines con lo que necesites lo matará - no me gustan los problemas.
Iba sacando la cuerda mientra esperábais que tu guardia trajera los caballos
-Si, deshazte de él, pero primero hay que sacarle información.- dijo mirando por la ventana empezando a impacientarse.
Los cascos de los caballos repicaban contra el empedrado de las calles anunciando su llegada. Tras pasar la soga alrededor de su cintura Etienne se acercó con el hombre a la ventana.
Kevan miró que todo estuviera bien y hechó a andar hacia abajo, rápidamente pasó entre la gente de la taberna y salió a la calle, sintiendo el frío en los huesos. Dió la vuelta al edificio y llegó donde estaban los caballos y el guardia.