Partida Rol por web

Yoru se quedo quieto un momento pero luego volvió a escribir, nuevamente cuatro letras:

HIME

Luego de eso te miro por un ratito, para luego lamer tu mejilla...

"¿Hime? ¿Eso no era princesa o algo así? ¿Acaso yo también soy japonesa?" -se tocó la cara- "Pero si tengo unos ojos muy grandes como para eso..."

Aún se encontraba pensativa cuando Kuro le lamió la cara. Entonces la joven volvió a enfocar sus ojos en él y, rompiendo a llorar se abrazó con fuerza a la pantera.

-¡Encantada de conocerte Kuro! ¡Yo soy Hime! -exclamó con alegría entre sollozos, aún sorprendida por cómo las emociones podían hacerte llorar aún estando feliz.

La sangre oscura tampoco supo con seguridad como reaccionar, de manera que se quedó cerca de ambos, a la espera de comprender qué ocurría exactamente.

Yoru se te quedo mirando y se dejo abrazar, el ordenador casi se te cae de la mano por la emoción, pero un tentáculo de sangre lo tomó a tiempo.

Sentiste nuevamente un temblor en el barco, esperabas que no fuera nada...
 

Afortunadamente no parece pasar nada, aunque escuchas el grito de un marino que dice que el puerto ya se ve de lejos, estarán a mitad de viaje aun, no están yendo a toda potencia para ahorrar combustible... 

La joven miró en la dirección del grito. ¿Ya habían llegado a tierra? Supuso que quizá sería algúna parada antes de llegar al destino.

Sonrió a Kuro y se secó las lágrimas. Los zarcillos se calmaron a ver que ella no estaba triste, sino contenta.

-Me alegra ver que mi idea funcionó. ¡Háblame de lo que quieras Kuro! ¡Ahora puedes! -dijo emocionada mientras le tendía de nuevo el portátil.

Yoru te miro y volvió a apretar los botones:

YO PONER NOMBRE DE NIÑOS

Evidentemente en su forma de pantera no podía tampoco articular muy bien las palabras o hablar como un humano...

Chi ladeó la cabeza mientras pensaba.

-Pero si ésos eran nuestros nombres de niños... seguirán siendo nuestros nombres reales aún después de tanto tiempo. ¿No?

Mientras estabas pensando en voz alta sentiste una presencia y viste a Ángela caminando por el pasillo, caminaba lento y con la cabeza gacha y luego la levanto para mirarte y sonrió:

-"Temía que estuvieras por ahí sola, pero veo que estas con Yoru"- comento con una sonrisa. 

La mujer sonrió ampliamente a la pequeña, parecía que la anterior disputa con Mifune había desaparecido completamente de la mente de Chi.

-¡Ven Ángela! -señaló el ordenador- ¡Ahora ya sé que el verdadero nombre de Yoru es Kuro. ¡Y el mío es Hime! -estaba muy emocionada por poder compartir el hallazgo con alguien, especialmente con aquella niña.

-¿Qué más puedes decirnos? -preguntó a Kuro.

-"Así que ahora no te llamaras mas Chi y el Yoru? Sera raro, además Hime es nombre japonés, significa princesa y tu tienes el pelo rojo y ojos grandes, no pareces japonesa..."- dijo Ángela mirándote con sus grandes ojos. 

Chi sonrió y se encogió de hombros.

-Éso mismo he pensado yo... Pero Kuro me dijo que me llamo Hime así que... Quizá a mi familia les gustaba el idioma o algo similar... -pensó una cosa y se giró hacia la pantera- ¿Sabes algo sobre mi familia?

Yoru negó con la cabeza, mientras sentías que el barco comenzaba a andar mas rápido, además un marino gritaba que izaran las velas, que el viento del norte soplaba a favor... 

La joven ignoró los movimientos del barco, ella no tenía la menor idea de navegación. Los marineros sabrían lo que hacían.

Se giró hacia Ángela con una sonrisa torcida.

-Pues nada, me temo que de momento nos quedamos sin saber por qué mi nombre es japonés. -miró a Yoru de nuevo, pero su expresión se había vuelto grave- Yo... Kuro. ¿Qué nos pasó?

Yoru te miro un tiempo, aparentemente la explicación era larga y compleja como para hacerla en ese momento y por ese medio, mientras iban avanzando notaste  como el lugar parecía irse oscureciendo, al parecer se venia una tormenta y en el mar el clima cambiaba muy rápido... 

La joven suspiró. Por una parte se sentía intrigada, sentía que debía conocer su pasado, comprender cómo y porqué le había pasado todo aquello a ella y a Kuro. Por otra parte... temía lo que pudiese haber sucedido... La falta de respuesta de Kuro le produjo un desasosiego y un alivio a la vez, aunque pudo entender la falta de palabras del animal.

-Entiendo... demasiado por contar. -sonrió de nuevo- ¡Ya me lo contarás cuando encontremos el modo de volverte humano de nuevo! -exclamó con optimismo. Miró a Ángela y a Kuro alternativamente- ¿Queréis que hagamos algo juntos?