Partida Rol por web

Te despiertas en el medio de la nada no sabes durante cuanto tiempo caminaste ni viajaste huyendo del peligro o eliminándolo, estas ahora en el medio de un bosque, tranquila y segura…ya todo esta en calma, aunque no sabes por cuanto.
Estas completamente descansada, aunque aun sientes fatiga, será cansada de vivir así? No lo sabes pero un nuevo día comienza y sabes que solo viviendo encontraras respuestas…

Chi se dejó caer en el suelo. Se abrazó las piernas y apoyó la barbilla en sus rodillas. "¿Y ahora qué hago?".

Notó un escalofrío cuando la sangre comenzó a manar por su espalda. No era doloroso, pero era una sensación desagradable.

-Déjalo... no quiero hacer nada. Me quedaré aquí a morir, no me apetece seguir.

Un pequeño tentáculo comenzó a darles golpecitos en la mejilla mientras emitía chillidos agudos.

-Odio que hagas eso. Resultas verdaderamente molesta. -dijo Chi mientras le lanzaba una mirada gélida. La sangre se detuvo y volvió a introducirse en el cuerpo de la mujer, Chi volvió a apoyar la barbilla en sus rodillas- ¿Qué quieres de mí? ¿Que finja que todo va bien como haces tú?

Entonces, de repente, se puso en pie.

-¿Qué más da? Vayamos a dónde quieras. Estar sentada me produce el mismo hartazgo que cualquier otra cosa... No creo que pierda nada por hacerte caso. No me queda nada por perder ¿no? -un nuevo tentáculo negro surgió casi al instante, lanzando un sonido metálico similar al de un tenedor rascando el fondo de un plato. Señaló hacia algún punto indeterminado a la derecha de Chi.

-¿Y por qué quieres ir...? Bah, vayamos. -La mujer comenzó a caminar con desgana en la dirección que le había indicado la sangre. Se giró y vió que el tentáculo aún se agitaba en el aire- ¿Ya sabías que te terminaría haciendo caso, verdad? Siempre te sales con la tuya...

Comienzas a caminar hacia la derecha, hacia la dirección que te indica tu sangre sin saber el como ni el porque de tu accionar.
Mientras mas avanzas mas te aburres de ver pasto, árboles, matas y algunos animales silvestres que salen huyendo apenas pasas.
Caminas alrededor de una hora hasta que finalmente ves la salida del bosque, o eso crees pues se trata de un acantilado, mas abajo el bosque continua pero a la derecha de este puedes ver el mar y también una ciudad costera enfrente del bosque, con un puerto y todo mientras los rayos del sol te golpean en la cara…

Chi desvió la mirada de la ciudad y de los molestos rayos del Sol. Miró al fondo del acantilado. Sería tan fácil...

-¿Sabes? En el fondo aún debo albergar un mínimo de esperanza... Sino no me molestaría ni en hacerte caso. -se apartó del borde y miró de nuevo a la ciudad, usando su mano zurda para bloquear los rayos del sol- ¿Es allí dónde quieres llevarme? ¿A devorar más almas?

Se giró de nuevo hacia el acantilado y lanzó una piedra al fondo de una patada.

-Temo que no estemos haciendo lo correcto... Cuándo como un alma me vuelvo más fuerte y me siento mejor durante un tiempo... pero aún dudo si se trata de que adquiero un poco de las emociones del alma o si en realidad es que yo me vuelvo aún más insensible... Ese pensamiento me da miedo. -además, casi siempre terminaba enfrentándose a un técnico, con el riesgo y el hartazgo que ello provocaba. El tentáculo se quedó moviéndose en el aire, pero no emitió ningún sonido, probablemente porque sabía al respecto lo mismo que Chi: nada.

Chi comenzó a caminar hacia la ciudad, bordeando el acantilado. Iba con desgana y arrastrando los pies.

-¿Crees que antes de llegar encontraremos algún sitio donde pueda bañarme? Apesto. -comentó. En realidad le daba lo mismo bañarse o no, como casi el resto de cosas, pero tampoco quería llegar a aquella ciudad.

Comienzas a rodear el acantilado hasta descender de el, mientras avanzas por el bosque puedes sentir el ruido de una cascada, aparentemente en las cercanías hay algún valle, estanque o similar, solo deberías de orientarte…

Chi se detuvo a escuchar el sonido. Parecía una caída de agua, aunque podría estar equivocada. De cualquier modo, era su oportunidad de alargar el momento de llegar a la ciudad.

Avanzó varios pasos y volvió a escuchar para ver si el sonido era más potente que antes. La sangre oscura la ayudaba marcando los árboles por los que ya había pasado. Fue repitiendo el proceso, volviendo sobre sus pasos siempre que el sonido parecía decrecer en volumen.

Después de un rato comienzas a sentir rocío, se trataba de agua dulce, corriste hacia delante para ver si estabas en lo cierto y viste la formación de un arco iris, pero no completo solo una parte donde los rayos del sol reflejaban en la cascada, una hermosa cascada que desembocaba en un arroyo de aguas cristalinas, en donde de seguro podrías bañarte y quizás hasta pescar algo para comer…

Sin decir nada, Chi se dejó caer al suelo. Estaba cansada por tanto caminar y el frescor del rocío sobre su piel resultaba reconfortante.

Se estuvo un buen rato así, con la mente en blanco, hasta que notó unos golpecitos en la mejilla.

Suspiró y se obligó a volverse a poner en activo. Se desvistió y dejó su ropa junto a un árbol, luego se dirigió hacia el arroyo y se sumergió en sus aguas. Estaba fría, por lo que estuvo a punto de volver a salir, pero se volvió a obligar a quedarse y no tardó en acostumbrarse a la temperatura.

Se frotó vigorosamente la piel y comprobó como ésta, literalmente, cambiaba de tono. En ese momento se volvió más consciente de su propia suciedad y decidió que realmente había tomado una decisión acertada al buscar un lugar dónde bañarse. Quizá por eso su compañera no le había llevado la contraria en ningún momento.

Se lavó y aclaró el pelo, que volvió a relucir. Para no tener jabón a mano, lo cierto es que el cambio fue considerable.

"Bueno, pues ya está..." pensó para sí misma, pero ahora ya no tenía ganas de salir del agua. Se abrazó a sí misma y se pasó las manos por la espalda. Tocó con cuidado las seis heridas de su espalda, seis líneas repartidas de forma simétrica que se hundían en su piel. No las podía ver, pero calculó que no debían medir más que cuatro dedos de largo cada una. ¿Cómo habían llegado ahí? ¿Las hizo ella misma? No tenía respuestas, y visto lo visto, quizá solo alguien que la hubiese conocido en el pasado podría tener alguna... ¿Quién? Todo parecía indicar que ella misma había sido bruja, debería encontrar a otra a la que preguntar... pero puesto que no sabía dónde encontrarlas dependía de la suerte.

Volvió a la orilla, anudó su pelo y escurrió el agua. Luego se sentó, con los pies dentro del agua, y apoyó su barbilla sobre las rodillas, rodeando sus piernas con los brazos. Una sensación extraña en su espalda la informó de que de nuevo un tentáculo de sangre había salido. Esperaba notar los ya típicos y odiados golpes en la mejilla, pero no, en su lugar escuchó golpes de piedras a sus espaldas. Ni se movió ni dijo nada, la dejó jugar tranquilamente mientras ella volvía a revisar su memoria en busca de detalles que le hubieran pasado desapercibidos.

Escuchas ruidos en los pastizales y tu sangre reacciona poniéndose en guardia  aunque ni sientes amenaza alguna…

Chi giró la cabeza lentamente para observar qué o quién provocaba aquel sonido.

Comienzas a observar con atención el bosque, hasta caer en la cuenta de que hay 2 ojos amarillos observándote desde una oscura mata…

Se puso en pie y se encaró a aquellos ojos. No se molestó en intentar cubrirse, no parecía molesta por estar desnuda ni se mostraba especialmente asustada.

-Atenta... -murmuró. En respuesta, la sangre oscura comenzó a fluir flotando a su alrededor, aún en forma líquida pero lista para solidificarse en cualquier momento.

Esos ojos te miran fijamente, de una forma en la cual sientes que te traspasan, al cabo de un rato de mirarte así puedes sentir un rugido en tono bajo mientras observas como una pantera negra sale del arbusto, es grande y con los músculos en la  sangre sientes que sobre sus hombros carga con la muerte y el consumo de almas de varios humanos pero no puedes saber si va a atacarte o no...

Chi se puso en guardia, y la Guardia Oscura se solidificó a su alrededor. A su pesar, estaba lista para el combate, pero no inició ninguna acción agresiva. ¿Era una pantera-kishin? No terminaba de comprender el concepto, y por ello no quería precipitarse.

Te quedas a la expectativa de que puede llegar a pasar y ves como la pantera se acerca amenazante de a poco, caminando despacio y empezando a olfatear...

Viendo que el animal en principio no parece agresivo, Chi se relajó y la Guardia Oscura volvió a ser líquida.

Quizá fuese algún tipo de bestia mágica.

Pese a sentirse muy estúpida no puedo evitar decir un: ¿Hola?