Partida Rol por web

Mifune te mira de arriba abajo:
-“Tu presencia nos traerá problemas a Ángela y a mí, cosa que no queremos, con mucha más razón al ser ella una bruja, podrían perdonarla por la edad que tiene pero estando con un kishin es otra cosa, dame un motivo por el cual no debería de dejarte sola a tu suerte?”-

Chi abrió mucho los ojos, no esperaba ésa reacción por parte de Mifune.
-¿Qué... cómo? Pues... ¿Yo qué sé? ¿Qué quieres que diga? -dijo visiblemente alterada- ¡Pero si fuiste tú el que me propuso...! Ya veo... -añadió bajando la cabeza- Por supuesto, solo soy una molestia para vosotros. Tonta de mí pensé... No, no hay nada que pueda o sepa deciros para que me permitáis quedarme con vosotros. Yo misma no iría conmigo, así que no tengo argumentos.
Señaló al suelo.
-Si para ésta noche aún sigo viva, aquí os esperaré. -luego señaló a Yoru- Y lo adecuado sería que él os acompañase... Si se queda conmigo le pondré en peligro, y seguro que él y Ángela se llevarán bien.
Sin esperar respuesta, se dirigió a una pared cercana y se sentó en el suelo, apoyando la espalda contra ella. Luego llevó las manos a la cara y se puso a llorar, autocompadeciéndose como de costumbre. Su sangre oscura se revolvió en su interior, pero no llegó a salir para no delatar a Chi frente a la población local.

Mifune te mira un poco y luego tomando a Ángela de la mano comienza a caminar, Yoru se acerca a ti y te lame la mano…

Mientras Mifune camina y Yoru lame tu mano, notas que, después de un tiempo no escuchas los pasos de Mifune y lo escuchas discutir con Ángela, al rato, sientes pasitos hacia ti y luego una sombra que te cubre…

No entendía a Yoru. ¿Por qué no se iba? Ella no había hecho nada por él... Chi no consideraba merecer la atención del felino. Además, él se estaba exponiendo a un riesgo por quedarse con ella. ¿Por qué lo hacía?

Al poco escuchó unos pasos que se detenian frente a ella y una sombra que la cubría. Como Yoru no hizo signos de que fuese una amenaza, la joven levantó ligeramente la mirada para ver de quién se trataba.

Notas que se trata de Ángela, la cual sonríe con sus ojos cerrados y mostrando todos sus dientes mientras te extiende la mano:
-“Convencí a Mifune para que vinieses y no estés sola, vamos!”- dice animada…

Chi tampoco entendió nada. ¿Por qué? Mifune tenía razón... ella solo era un lastre. No comprendía las motivaciones de Ángela y temía que decir algo estropease todo. Se enjuagó las lágrimas con la mano y se puso en pie sin decir nada.

Se quedó algo confusa, sin saber muy bien si debía avanzar. Miró a Ángela a la espera de que ella la guiase.

Ángela te tomo de la mano y comenzó a caminar Yoru se puso de tu otro lado, mientras Mifune esperaba, cuando llegaron a su lado, este comenzó a caminar sin decir nada hasta que llegaron a un callejón, en donde el samurái se metió solo.
-“Mifune no es malo, solo que se preocupa mucho por mi jiji”- dice la pequeña bruja sonriendo…

Chi asintió como si entendiera, pero no lo hacía.

"¿Se preocupa por ella? ¿Por qué?"

Miró hacia Mifune... ¿Qué hacía?

Mifune no estaba por ningún lado, después de un rato viste que una chapa grande se corrió y a Mifune moviéndola, mientras les hacia una seña para que entrasen en un gran hueco que había en la pared.
Ángela camino y te llevo a ti de la mano, luego Yoru. Dentro del lugar Mifune volvió a cubrir el agujero con la chapa y puso también más escombros del lado interno, notabas que el lugar era un dojo, estaba sucio pero no tanto, como si cada tanto se limpiase.
-“Este es nuestro refugio cuando estamos aquí”- el lugar estaba lleno de espadas, todas ellas iguales, cintas amarillas y negras de precaución y también estatuillas samuráis y de camaleones…

Chi se sentó en una esquina con las piernas cruzadas. No dijo nada, pues por su falta de empatía cada vez entendía menos las motivaciones de los que la rodeaban y no quería ser expulsada.

Se puso a acariciar distraídamente la oreja de Yoru mientras observaba la enorme cantidad de espadas y estatuillas. Una decoración rara, rara, rara... bajó la mirada hacia Yoru, si no cruzaba la mirada con ellos tal vez no tendría que hablar.

Yoru se dejo acariciar, mientras te observaba.
Mifune ordeno todo y luego fue hasta otra habitación, dejandote sola con Angela y Yoru, la niña comenzo a buscar algo para luego acercarse a ti:
-"Quieres jugar?"-dice mientras te muestra una caja de madera con un juego dentro, la caja dice "YENGA"

Chi miró la caja sin saber muy bien qué hacer.

-De acuerdo. -dijo finalmente- ¿Quién empieza?

-"Hay que ir armando de 3 piezas hasta formar una torre, despues vamos sacando y poniendo encima sin que se caiga, a la que se le cae pierde"- dice mientras comienza a sacar las piezas de la caja y a poner una sobre la otra, mientras observas que Mifune sale de una habitacion con una bolsa y la lleva a otro cuarto, luego escuchas ruido de utensillos y cocina...

Chi escuchó a Ángela en silencio pese a que ya conocía las reglas del juego. Luego la ayudó a montar la torre de piezas. Cuando terminaron repitió.

-¿Quién empieza?

-“Empiezas tú, ya que eres la invitada, te advierto que soy muy buena en esto eh!”- dijo mientras Yoru se acostaba a tu lado, poniendo su cabeza en tu regazo…

-Bueno... -murmuró Chi. Comenzó sacando la pieza central del segundo piso.

"Al menos pasando el rato con Ángela no pensaré en cosas negativas."