Partida Rol por web

Star Wars - Vagabundos [+18]

Epílogo

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13/06/2016, 11:49
Narrador

Después de las obligadas convenciones sociales entre los hapanos, la princesa Kyal os hizo entrega de abundante mercancia con la que poder hacer una pequeña fortuna en el exterior del Cúmulo de Hapes. La partida no fue muy traumática, al fin y al cabo muchos de vosotros estabais deseando salir de allí, pero Kyal se mostró algo taciturna cuando llegó el momento de la despedida, estaba claro que, si de ella dependiera, marcharía con vosotros dejando atrás las inevitables intrigas palaciegas a las que iba a verse sometida.

En el hangar, Kyal os aseguró que siempre tendríais un refugio en el Cúmulo y os entregó un salvoconducto para usarlo en momentos desesperados. Las únicas condiciones era asegurarse que nadie les había seguido hasta el interior del territorio hapano, superada esta condición la princesa se aseguró que todos fuerais recibidos en su mundo natal. Por su lado, el reacio barón Stalben también os agradeció vuestra ayuda, aunque siempre receloso de los extranjeros vuestra ayuda a su princesa lo hizo bastante más tolerante que sus conciudadanos. Si bien él no podía abandonar su puesto en la defensa de Hapes, os aseguró que allí tendrían otro amigo al cual recurrir en momentos desesperados.

La marcha no se eternizó, activásteis los motores de vuestra nueva nave y tras una escolta breve por las Nieblas Transitorias que envolvían el territorio hapano os enfrentásteis al espacio, libres finalmente de ir a cualquier lado...

Notas de juego

Pues nada.. aquí el epílogo ^^u

Edit: Y si os marco a todos casi que mejor xD

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13/06/2016, 16:01
Louwokka Rasta'Shun

Algunos dirían que aquel era el final del camino. No era así para el Wookie, quien veía en aquello, un nuevo camino que se abría ante él, un nuevo camino que acabaría con liberar a los Wookies, y su hogar del férreo puño del imperio. El destino los había juntado, habían vivido juntos en los peores momentos de sus vidas, y ahora eran libres. Libres para elegir su camino y destino.

Había algo que siempre agradecería, la idea de tener un sitio donde volver, siempre era reconfortante, aunque él tuviera una deuda por y para su pueblo. Kyal se había portado de una forma noble y con honor. Eso jamás se lo podría reprochar. Les había entregado una nave y cargamento suficiente para levantar cabeza en una galaxia hostil. Aquella mañana, él madrugó lo suficiente como para ser el primero en llegar a la nave. Apenas había podido dormir, y tenía unas terribles ganas de abandonar aquel mundo y comenzar su nueva vida, lejos de minas y grilletes. Una vida llena de lucha y violencia, si pretendía cumplir sus deseos por para su pueblo. Pero una vida mejor que una encadenada.

Tomó asiento en el asiento del copiloto -si ese androide quería quitarle el puesto, le arrancaría los brazos- y comenzó a preparar la nave mientras en su mente seguía navegando el como su driode cocinero tendría piernas, algún día. Y divagando mentalmente sobre esto, esperó a sus compañeros.

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14/06/2016, 12:21
Seamus Kriegstern

Seamus se sentó en la cabina al lado del wookie, mirando los controles. Empezó la secuencia de arranque, tan familiar, y dejó tiempo a que todos los sistemas se pusiesen en funcionamiento lentamente. Suspiró.

Lou, estamos en casa - le dijo con una palmada en el peludo hombro del Wookie, y era cierto. El Jinete sería su hogar a partir de ahora y su tripulación sería su familia. El viejo volvió a suspirar mientras comprobaba el nivel de los escudos. Tendría que enterrar el hacha de guerra con la ex-imperial, y empezar a preocuparse de la vida de las otras dos, que le daba lo mismo. No todo eran malas noticias, sin embargo, también había buenas noticias, algo que no había ocurrido en mucho tiempo: Tenían un cargamento lleno (y legal), al droide sí que podría apagarlo si se ponía pesado y además iba a dedicarse a lo único que le hacía feliz desde que murió Margaret: Pilotar.

Se giró hacia el wookie cuando les dieron permiso para despegar:

Regla número uno del pilotaje espacial, Lou. El que pilota elije la musica. - dijo apretando un boton, mientras la cabina se llenaba de folklore coreliano

A volar, a volar, a volar!
Con naves coreliaaaanas, todo el mundo a volar, 
A volar, a volar, a volar...
Ésta es mi Coreliaaaa!

El Jinete y su nueva tripulación salió disparada hacia el espacio, como si tuviese prisa de alcanzar su destino o escapar de la musica. Pero eso era otra historia, y sería contada en otra ocasión

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14/06/2016, 22:21
Tívna Siráh

La nave se alejaba de las llamativas Nieblas Transitorias, dejando así atrás el Cúmulo de Hapes. Los ojos de Tívna se congraciaron con las últimas vistas de aquellas nebulosas carmesíes antes del inminente salto hiperespacial.

A los mandos se encontraban el cascarrabias corelliano y el belicoso wookie. Sus siluetas recortadas contra un fondo de estrellas. Los dos únicos hombres al mando. Sonrió ante la irónica idea.

Sorcha no andaba lejos. Imaginó que alguien como ella desearía estar al mando. O quizás no, quién podría saberlo. Su gesto rudo le seguía producíendo cierto temor, pero no tanto como al principio. Imaginó que con el tiempo, se acostumbraría.

Más allá se encontraba Nru. No habían charlado mucho, pero le parecía la persona más cabal (y practica) en la nave. Sin embargo, le resultaba una auténtica desconocida, sobre todo a nivel emocional.

Y más allá "la" droide de protocolo. En realidad, los droides carecían de sexo, pero en un intento de humanizarlos, se les asignaba un género, aspecto y voz en consecuencia. Se preguntó que nuevas sorpresas les mostraría.

Todos ellos eran ahora compañeros suyos. Habían escapado de la prisión y la muerte juntos; sin embargo, no había adquirido aún suficiente confianza con ellos como para contarles su secreto.

Pensando en ello, se levantó del asiento, en busca su lugar apartado de la nave, en donde estar a sola unos instantes. Se alejó de los demás a través del pasillo de la nave, y llegó hasta el rincón que había autoreclamado como alojamiento. Allí rebuscó entre sus pertenencias hasta encontrar el instrumental médico.

Sabía que se encontraba bien, pero  debía auscultarse de nuevo. Cada poco tiempo realizaba la misma rutina de chequeos para comprobar los progresos.

Se quitó la parte superior de la ropa y acercó el analizador médico a su cuerpo. Tras un minuto, en la pantalla se mostraron los primeros resultados numéricos de los análisis. Todo estaba correcto, como debía ser.

Sonrió ante la perspectiva. Al final, no lo había perdido todo. Tenía una razón para mantener la esperanza en el futuro. Quizás hubiese perdido a su amado, pero no su legado, y eso la daba esperanzas. Esperanzas en el futuro, le llevara este hacia donde le llevara.

Se tocó la barriga. No estaba abultada, pero pronto empezaría a notarse y no podría ocultárselo durante mucho más tiempo al resto de sus compañeros de nave:

-Bueno, mi pequeña, creo que se acerca el momento de decirles que somos uno más en la nave... ¿no crees?- Por la ventanilla de cristalacero, las Nieblas Carmesíes se arremolinaban sobre sí mismas, adoptando la apariencia momentánea de un feto flotando en líquido amniótico...