Partida Rol por web

Con todos los esbirros derrumbados, Vasaro y su hija apuntaron a la mujer... ¡Y descargaron sus ballestas sobre ella!

Al menos un de los virotes se clavó en la mujer, que soltó un chillido.

- Fuera de mi Posada, ¡Ahora mismo! - Gritó Vasaro.

La mujer había murmurado cuando Alatariel fingía su huída un "Huye... en breve todos encontraréis vuestro destino" y hasta ignoró o no se inmutó ante el lanzamiento de daga, pero contemplando a Alfheim, que se interponía entre ella y Eddie, y viendo lo que había hecho con su siervo, levantó una mano hacia él. - ¡Sufre el poder de mi señora!.

Apuntó con su dedo y pronunciando unas palabras incomprensibles señaló al joven y un rayo de energía oscura crepitante partió contra él... para golpearle de refilón. Alfheim apretó los dientes y apenas sintió dolor alguno, su fé le protegía.

Cabreado con mi poca punteria despues de un iniio tan brillante cargo contra la mujer, lanzando un potente golpetazo

Piotr sonríe al ver caer a un enemigo y se mueve hacia la mujer, su mano se vuelve blanca y un rayo de hielo surge de la misma golpeándola en un costado.

Creo que estoy empezando a cogerle el tranquillo a esto...

Lona sonrie con satisfaccion al ver a Eddie curado. Los amigos estan para eso.

A ver como seguia la cancion... Bah - se atusa el pelo - da igual. Esta tambien viene muy a cuento - y se pone a cantar otra vez

Era uno dos y tres 

los famosos guadañeros

Y la perra de detras

siempre va con ellos...

Está claro que usas magia oscura, exclama Alfheim cuando el rayo le hiere.

No obstante, la pureza de Sarenrae es mucho más fuerte.

Con convicción, el paladín descarga su martillo sobre el brazo de la mujer.

Aprovechando la distracción del rayo de Piotr, Alatriel cambia de dirección y sorteando mesas alcanza a la mujer que les ha atacado. Con un giro rápido le clava el rapier espalda contra espalda con todas sus fuerzas, invierte el medio giro y se le queda mirando, preparada para continuar el combate.

Vuestra tormenta de certeros golpes se descargó sobre la mujer y sus gritos de dolor hendieron la noche, y ya fuera por la canción de Lonna o por que Desna estaba con vosotros... no escapó de ningún rayo o acero.

Hasta que, a punto de derrumbarse por las múltiples heridas, encajó el último golpe de parte de la elfa, agujereando sin duda algo importante. Y el retorcer la hoja ya fue el último clavo en el ataúd.

El sonido que hizo al caer al suelo fue metálico debido a su armadura, pero el charco de sangre que se formó bajo ella crecía cada vez más.

Eddie avanzó con velocidad hacia la mujer caída, dejando por el camino maza y escudo, y se arremangó para tratar de comprobar el estado de las heridas.

Os juro por la Soñadora que en mi vida había visto a esta mujer o a ninguno de sus esbirros. - se justificó ante sus compañeros. - Pero si una sacerdotisa de Urgathoa viene decidida a por mí, necesito saber quién es o el motivo de ello.

Alfheim, Kizziar, comprobad a los caidos. - indicó a los dos luchadores.

El resto, ¿cómo os encontráis? ¿Estás herido, Piotr? - comprobó.

Lonna se vuelve a sentar y coge su jarra de nuevo. 

Chicos - dice mirando a sus compañeros con una sonrisa - con actuaciones como estas me dejais en el paro en un par de dias

despues observa a Eddie

como en los viejos tiempos eh, compañero? Preguntale cuando despierte en que momento le parecio buena idea atacar en inferioridad numerica. Supongo que en el mismo momento que decidio que ponerse esa ropa era la mejor opcion. - menea la cabeza con desagrado 

Eddie logró restañar la herida de la mujer, pero al hacerlo se dio cuenta que estaba francamente mal. Un estornudo mal dado podría mandarla al otro barrio.

Supongo que en el mismo momento que decidio que ponerse esa ropa era la mejor opcion.

- Oh ¡Las túnicas sectarias siempre se llevan en algún lugar! Son esas cosas que nunca pasan de moda en esta ciudad. - Dijo Basila. Animada al ver que nadie habías sufrido daños de impresión*- Lo que es raro es que están hechas una guarrada por debajo, como llenas de brocados por arriba y desgastadas por debajo, además de sucias y llenas de mierda...

Emmm... - Eddie meditó sus palabras - Lonna, Alatariel, quizá vosotras serías las más indicadas para  - señaló el cuerpo de la mujer - registrarla en busca de sus pertenencias.

El sacerdote no se daba cuenta que acababa de manosear bastante el cuerpo de la mujer para revisar y taponar las heridas que tenía abiertas.

Se dirigió a los sectarios para comprobar su estado y sus pertenencias. Esperemos que tengan algo que pueda indicarnos por qué me buscaban, más aún con una descripción mía...

Alatariel limpia y enfunda su rapier mientras protesta:

- No hay forma de vivir en paz en esta ciudad... - dice entre dientes - ganándose la vida honradamente - mientras dice esto último ya esta registrando el cuerpo de Tieranda en busca de un botín. - Tampoco es que pida tanto, ¿no? - pregunta mientras intenta sacar la bolsa del cuerpo de la sacerdotisa sin mancharla demasiado de sangre.
 

Estoy bien gracias, ninguno se me ha acercado...

Por cierto, a lo mejor queréis inmovilizar a ese - digo señalando al que está en el suelo al lado de la barra.

En unos segundos se despertará con dolor de cabeza y siempre os puede decir algo.

Alfheim, tras cerciorarse de que la cabecilla del grupo de asaltantes no es un peligro, se dirige hacia el posadero:

¿Habías visto antes a alguno de estos?