Partida Rol por web

Alyanna que ha recibido el amuleto pronto se da cuenta del toque de magia, pero no tiene un hechizo encadenado a él, sino como si fuera parte de algo más, como si necesitarais más objetos parecidos para que funcionase, sea lo que sea que haga este armatoste.

En tanto la torre permanece expectante e inquietante a pesar de su olor putrefacto, como la boca de una criatura que esta placidamente abierta en busca de presas. En tanto sus compañeras no se decidena  entrar y preparan sus armas por si acaso, la luz lanzada por Arthur hace brillar el lugar, viendo las escaleras circulares que llevan a la parte de arriba y que se internan hacia abajo, antes de caer y caer, desapareciendo en el interior, al parecer el suelo esta muy por debajo de vuestro nivel.

Antes de que Arthur entre, le comentan que deberian mirar su alrededor, pero el alrededor a no ser por el camino (por donde estais vosotros) o subiendo por los riscos que bordean la torre, no hay forma de llegar a vuestra altura, a no ser que suban por el interior de la torre, por supuesto. Evadne no puede dejar de darse cuenta que los aullidos llegan de vuestras espaldas, de la pared de piedra que bordea el camino, puede que sea lo que sea bajen desde las alturas para cercaros.

Miro la abertura, miro a nuestras espaldas y niego mientras camino.
Creo que necesito que me entregeis  cualquier objeto que se parezca a este medallon, creo que es una parte de un todo.
Replico acariciandomelo en mi cuello.
Vamos dentro podriamos intentar que no nos cojan por sorpresa tengo un mal presentimiento ocn esos aullidos ¿no os recuerdan a alguien?

Alek miró de reojo el objeto mientras pensaba para sí mismo dónde le sonaba haber visto algo de eso. Continuó la travesía tras sus compañeros hasta la atalaya y sonrió cuando decidieron que deberían de mirar los alrededores.

Miró al interior del edificio. El cetro solar descansaba en el suelo. Seguramente atraería algúna criatura que viviera en su interior, pero eso ahora mismo no era demasiado importante. Asintió y dijo:

- Si lo que queremos es dar una vuelta alrededor del torreón propongo que hagamos dos parejas y vayamos cada una por un lado. Si lo que queremos es ver que hay en el bosque, no se por qué razon hemos venido hasta el torreón. No obstante...

Yo ya dije si os parecía bien y por grupos o ir todos juntos. El caso es empezar y no tardar más con todo esto. Dijo mientras esperaba que el resto opinara sobre el tema, mientras se acercaba a Alyanna.

Toma esto es el único que yo poseo, no se si es lo que necesitas pero es tuyo.

¿Separarnos? ¿Para que? No creo que eso sea la mejor solución. dijo la semielfa. Vayamos dentro de una vez. Lo que ha dicho Aly de los aullidos me ha asustado más que lo que podamos encontrar allí dentro. un inesperado escalofrio de advertencia invadió el cuerpo de Evadne. Algo le decía que lo que acechaba detrás era mucho más peligroso de lo que había pensado hasta ahora.

Demostrando que la discusión de antes no era más que algo ocasional, ésta vez Arthur se alineó con la pelirroja.

-¿Separarnos para buscar los alrededores? Estamos en un barranco, no hay alrededores. Acabemos de inspeccionar la torre y sigamos hacia el monasterio.

Preparando el escudo, el guerrero se dispuso a encabezar la marcha.

Alek asintió con la cabeza a lo que decía Arthur. - La próxima vez no gastes un cetro solar. Aún tengo hechizos de luz que puedo gastar. - dijo sin bromear y en un tono que parecía más bien un susurro. Se giró se colocó la túnica y se dirigió tras los pasos de Arthur. Si bien todos sus compañeros eran tremendos espadachines, sabía que Arthur conocía tan bien cómo él mismo lo que era enfrentarse a los muertos vivientes, en situaciones desesperadas y sobreviviendo a las más duras situaciones. Por ello, se sentía más cómodo detrás de aquel amasijo de metal y poco cerebro. 

Siguió a los compañeros hasta la torre para investigar dentro de ella. Miraba por todas partes e intentaba escuchar cualquier ruido que fuera sospechoso. También escuchaba a los compañeros en todo momento lo que decían pero, no me molesté en decir nada más.

Cojo lo que me da Eleyna y sonrio dulcemente
Muchas gracias la verdad es que habia olvidado cosas de mis compañeros y otras creo que he preferido ocultarlas.
Los miro y les sigo musitando una plegaria, me parece que vamos a tener que tener mucho mas cuidado si cabe.

ARthur espero no tener que decirte que vayas con cuiado...

Al entrar por la puerta de la atalaya os embarga en olor a putrefacción, podeis ver que basicamente la pequeña atalaya consiste en unas escaleras hacia arriba que llevan a una pequeña planta superior en la cual ha hecho estragos el tiempo y se ven algunos agujeros que dejan pasar la liviana luz del dia, y otras hacia abajo, pero os dais cuenta de que si alguna vez hubo un nivel bajo este ha sido perforado, ahora hay un agujero que parece internarse en la oscuridad y es ahi donde el artilugio de Arthur espera. Tambien esta la pequeña entrada que lleva a la pila de huesos donde están creciendo las plantas, es como algo los reuniese como si fuera un pequeño y lugubre jardín.

El amuleto es un compuesto para un hechizo y por el poder que desprende (aunque está camuflado por otros hechizos pequeños) se diria que uno de gran poder, por lo que has leido hechizos como este perturban las leyes de la naturaleza, quizás estemos hablando de un hechizo que pueda retroceder o avanzar en el tiempo.

Hmmm, subid a la precaria atalaya, bajar a la oscuridad o ir hacia los huesos que sin duda se levantarán. Todo ésto apesta a nigromancia.

-Tengamos cuidado, todavía creo que hay que explorarlo todo. Así que primero voy a subir a ver si puedo contemplar algo importante en la ruinosa atalaya y después miraremos el jardin y daremos la paz a lo que espera ahí.

Empezó a subir hacia la atalaya y siguió comentando lo que pensaba. -Si, el tipo de plantas del jardin crecen donde moran los muertos, así que esos huesos se van a levantar en cuanto nos acerquemos. Pero tenemos que hacerlo. Tenemos que destruir todos los zombies y monstruos que encontremos, cada uno que liquidemos es una herramienta menos para nuestros enemigos... 

-Alyanna, pienso ir con todo el cuidado del mundo, no olvido que te debo un premio y no quiero perder la oportunidad de dártelo...

Explorar, explorar, explorar... Arthur estoy empezando a cansarme en serio eh! dijo la semilefa Te cubriré desde aquí pero date prisa Evadne preparó su ballesta automática. Aunque no se si aqui abajo estaremos del todo a salvo dejó de mirar al humano para somarse ligeramente al pozo inmundo del que nacía semejante hedor. Estuvo a punto de vomitar antes de llevarse la mano a la nariz. Buf ¡Que asco!

Una vez dentro Arthur subió por arriba para ver, mientras el resto esperábamos. Miraba a todos los lados para ver que había allí dentro.

Mientras Arthur subía dije, podemos esperarle o seguir nosotros por aquí... tenía ganas de avanzar.

Me quedo pensativa y sonrio guiñandole un ojo.
Tenemos una cuerda y podemos bajar, pero nada nos dice que no encontremos algunos zombies o esqueletos que nos den una bonita visita.
Miro al cielo para ver cuanto nos queda de tiempo para que termine de ponerse. Tengo un mal presentimiento, creo que...

Los huesos tan bien puestos, como si fueran un osario o tal vez un mausoleo puede que alguien los este colocanod ahi y la verdad no me gustaba la idea de pelearme con un necrofago o un devorador de cadaveres, a veces son demasiado dificiles de destruir.

Alek recita un hechizo, buscando rastros de magia en el lugar, sus ojos se ponen blancos, mientras que siente la energia del lugar, pero excepto vuestros objetos mágicos y el objeto que ha caido al fondo de la atalaya no hay nada cerca...

Cuando Arthur llega arriba de la atalaya puede ver por encima del risco y como 6 criaturas que ya visteis en la mansión, los que denominais aulladores se acercan al risco, al ver a Arthur provocan su aullido de caza, estan lejos todavia no provocan su toque paralizante, pero se dirigen hacia el final del risco para saltaros encima.

-¡Compañeros, se acercan aulladores desde la parte de arriba del risco!

Arthur soltó el escudo y con una velocidad insultante empuñó su arco. Que más parecía el tronco de un arbusto joven doblado con la cuerda.

-Prepararos, ¡Casi están encima de nosotros! ¡A POR ELLOS! ¡DERRAMEMOS SU SUCIA SANGRE!¡ ENGENDROS DEL INFIERNO!

Las flechas del rubio guerrero empezaron a volar, pero más que flechas eran misiles a una velocidad inusitada.

-¡NO PASARÁN!

Evadne enfiló su ballesta pesada de repetición en direccion a aquellos seres asquerosos que se acercaban por los riscos. Habioa que impedir que se acercaran. Había que acabar con ellos y luego dar una colleja a Arthur por hacer el imbecil...