Partida Rol por web

Alek se levantó, quitandose el polvo del suelo mientras miraba a los demás.

- ¿Estais todos bien? - sabía que lo más seguro era que el orgullo de Arthur le impidiera reconocer que había sido gracias a la fuerza del hechicero que no se había cerrado la puerta que les hubiera dejado completamente separados. Al fin y al cabo, Alek era un hechicero, pero seguramente fuera de los más fuertes del grupo.

Agarrando la lanza se agachó para mirar la huella.

- No soy demasiado bueno buscando rastros, pero si nadie tiene una noción básica, quizás pudiera intentar seguirlo.

-¡Uf!.-dijo Arthur levantándose del suelo.

-No te preocupes Alyanna, si llegamos a quedarnos fuera, del impacto la hubiéramos roto. Ya fuera con mi cabezota testaruda... pero más probablemente con los codos de Alek, que están duros de tanto estudiar... o con el culo de Alek que está duro de tanto...

-¡La hubiéramos roto!-sonríe con todos los dientes. -¿Una luz?

El guerrero sacó un cetro solar y lo encendió.-¿Quién pidió una luz? ¡Yo me encargo de seguir rastros... prometo que ésta vez no me llevarán a donde se bañan la mozas!- terminó con una sonrisa soñadora, como recordando algo interesante.

Tras conseguir ayudar a Alyanna, para que pasasen los otros dos compañeros. Pude ver como a pesar de que parecía que iba a ser imposible. Finalmente logran pasan y estar con nosotras, no me acerqué a ninguno de ellos para comprobar si estaban bien.

Ya que entre los presentes se estaban encargando de ello. Tan solo escuché a los compañeros decir si alguien tenía luz.

Venga, venga... dejaros de tanta charla inutil y sigamos la semielfa escudriñó el tunel que no era sino una cloaca en desuso. El moho se acumulaba y el olor a humedad se hacia casi insoportable. Las huellas en la alfombra verdosa se internaban en la profunda oscuridad.

Arthur trató de distinguir, a la brillante luz del cetro solar, pisadas en el suelo.

-Evadne, guardaré esas palabras en mi vacío corazoncito para la próxima vez que quieras hablar con un enemigo y yo lo reduzca a pulpa sangrienta. 

-¿O quizá es que en nuestra relación ya no hace falta hablar y pasamos a la segunda fase?-su risa queda acompañó a los compañeros por el camino.

Si, si guarda mis palabras en la ultima sala de la mazmorra esa que llamas corazón porque eso es lo unico que vas a sacar de mi, bárbaro: Palabras... respondió Evadne algo sonrojada por el inesperado comentario de Arthur. ¿Segunda fase? ¿Segunda fase? La unica fase a la que la pelirroja llegaria sería insertarle un virote en el pecho a aquel monton de musculos sin cerebro. Aquello le recordó que su ballesta habia fallado en el ultimo encuentro...

Mientras Evadne soluciona su problema con la ballesta, que no era para tanto al fin al cabo.Arthur ayudado por Alek y Eleyna que sacan sus dotes rastreadoras para seguir el rastro de huellas que ha dejado  el monje pútrido perfectamente enmarcadas en el suelo embarrado, a pesar de la discusión de Evadne considerando estúpido seguir unas huellas que hasta un niño puede seguir, unos 30 metros después de seguir el rastro por el túnel, este llega a una especie de catacumbas repleta de columnas y cubículos llenos de huesos, algunos roídos por las ratas, al parecer el lugar es bastante antiguo, pues hay cuantiosos cadáveres. El túnel conecta con una especie de surco del mismo tamaño del túnel (suponéis que la antigua alcantarilla) Pero las huellas han dejado la zona embarrada y se adentran  por las columnas, las cuales algunas están enrejadas, haciendo que haya 3 pasillos, uno que rodea el surco donde debían echar los desperdicios y otro en cada lado donde están los cadáveres colocados en sus nichos.

No tuvimos ningún problema el seguir la huellas, que habían en el suelo. La íbamos siguiendo, yo iba con mucho cuidado y estando alerta, para cualquier ruido que pudiera escuchar.

Al final de la huellas, se adentraba en tres pasillos. Ahora era cuando volveríamos a decir por cual seguir adelante. Me giré hacia a los compañeros para decirles.

Esto parece que se desvía en tres pasillos...¿ahora qué?

Arthur volvió a ponerse serio. -Ahora seguimos buscando las huellas del muerto viviente que se puso otra vez la cabeza.- Debemos encontrar el arma ese de las narices, y la única manera que se me ocurre es siguiéndolo. Alyanna sabrá más. 

Levantó el cetro solar. -Cuanta más luz tengamos mejor, no perdáis de vista los cadáveres de los suelos y vigilad las paredes. Es posible que haya algún símbolo o algo que nos de una pista de qué fue éste sitio. ¿A que dios estaba consagrado éste monasterio...? Porque era un monasterio. ¿Verdad?

NIego mientras les escucho y miro a los pasillos.

El nomuerto llevaba un colgante magico al cuello, se ha llevado un libro y tambien murmuraba cosas.

Necesitamos encontrarle, asi que ¿podeis encontrar por que camino ha ido?  Y si supuestamente esto era un monasterio, esto serian sus catacumbas Echo un vistazo por la zona, a ver si encuentro algo.

El rastro sigue por el pasillo cercano a las catacumbas, estos "pasillos" son en realidad uno, que está separado por las verjas oxidadas, aunque parece que algunas secciones de las tumbas tienen como una especie de puerta, como si fueran más importantes que el resto. El cádaver se ha marchado por el pasillo de la derecha, que parece haber menos restos más importantes y por lo tanto sigue hacia la oscuridad sin impedimentos, no puede estar muy lejos de vuestra posición.

Eso si cada palabra vuestra resuena por todo el pasillo, y algo al otro lado se mueve en respuesta...

Alek miró a ambos lados del pasillo mientras hacia un gesto para que se mantuvieran alerta y en silencio. Después conjuró y continuó. muy lentamente, por el camino que había tomado el otro ser mientras se mantenía concentrado en el conjuro.

Afortunadamente, Arthur no vio (o quizá no comprendió) el signo de Alek para que guardara silencio (porque hubiera gritado) y se acercó a lo que fuera que se movía, dispuesto a destruirlo de la forma más divertida y sanguinaria posible.

Iba caminando la estela de mis compañeros, por el pasillo que habíamos prendido el camino. Sin hacer ruido y estando alerta a lo que se podía escuchar o ver, no quitaba el ojo al resto de los compañeros.

Alek iba concentrado e hizo un gesto de silencio, como estaba callada y caminaba sigiliosamente no me costó mucho. Pero nuestro amigo Arthur como de costumbre salió disparado hacia donde escuchó el sonido.

Me lleve las manos a la cabeza, haciendo un gesto de este guerrero siempre liandola...

Resiganada ante la nueva acometida del pequeño cerebro de Arthur, Evadne se limitó a cargar su ballesta y a estar preparada para disparar a cualquier cosa que se moviera allí delante donde las sombras eran más oscuras. Pensó en soltar al bárbaro  algun tipo de retaila acerca de lo inoportuno y estupido de su comportamiento pero sopesando las opciones era mucho mejor quedarse calladita. Ya. Ya tendría tiempo después para eso...

Niego mientras miro al techo con los ojos en blanco y suspiro. Vamos a tener una pelea con quien este por alli.

Esperemos que no sean nada mas que esqueletos y ademas...le voy a dar a Arthur algo que no le guste o puede que si le guste y mucho.

Alek no puede más que notar la presencia mágica que está alli más alla de vuestras antorchas y que se acerca poco a poco. Los crujidos de los huesos al caer de sus baldas, hacen evidente que algo se acerca y entonces.... Veis como una pequeña rata se acerca a donde está Arthur para sobrepasarlo, pronto otra rata tambien lo hace, y otra más,parece que están saliendo de sus centenarios nidos huyendo locamente,  una pequeña marea negra que no se esta abalanzando en busca de presa sino de una salida o al menos alejarse lo más posible de lo que hay al otro lado del pasillo. Escucháis un gruñido y algo que se arrastra, para poco después escuchar un sonido de succión y dejáis de oír nada en el pasillo, excepto los chillidos lejanos de las ratas que van por el túnel que habéis dejado atrás.

Esto no me hace ninguna gracia susurró la semielfa imaginando cual podria ser el origen de la espantada de esa marea de ratas. De forma inconsciente dió un paso hacia atrás levantando la ballesta en dirección a lo que se les avecinaba. Algo lo suficientemente terrorifico como para que todas esas asquerosas ratas se largaran de sus hogares.

Arthur escuchó el sonido de succión y portando la luz en su centro solar sujeto al cinto, se acercó al monstruo sin dudarlo un segundo.

-¡Eh, chupón! ¡Tengo aquí un palito que igual se te atraganta! ¿Quieres probarlo? ¡Yo no soy una rata para huir de tí!

Giró su arma a un lado y a otro, desentumeciendo los músculos.

Joder, lo que daría por un barrillo de vino. Tengo mi petaca vacía... Toca matar algún horror extraño y asqueroso. A ver con que trata de matarme este maldito mundo ésta vez.