Partida Rol por web

-Gracias, lo tendré en cuenta-responde con una sonrisa y luego se aleja para dejar su bandeja en el lugar habilitado para ello. La ves desaparecer entre la gente y es entonces cuando te das cuenta de que alguien se ha sentado justo en el lugar donde se había quedado una bandeja huérfana.

-¡Oh, hola Alexander!-Aisha pone su vaso de agua sobre la bandeja y coge su tenedor para seguir comiendo-¿Ya se ha ido Elhaine? Vaya...-pincha con el tenedor la pasta y se queda mirándola con algo de desagrado-¿te has enterado de que la han suspendido? Me parece muy injusto. La pobre encerrada en los barracones...-Se mete el trozo de pasta en la boca y se queda unos segundos masticando, luego te mira-Por cierto. No he tenido aún la oportunidad de agradecerte lo que hiciste ayer por Collin. Es un buen chico, y estoy segura de que mejorará, sólo necesita un poco de tiempo

Alexander miró a Aisha sin saber muy bien cómo reaccionar. Le pareció gracioso que hablara con tanta naturalidad aunque, en realidad, no se conocían demasiado. Sabía que era una mujer muy amable, protectora de todo el mundo y amiga de Elhaine. Le sonrió y siguió comiendo. ¿Cómo había tardado tanto para llenarse el vaso de agua?

- Me lo acaba de contar y también me parece injusto. Ella hizo lo mejor que pudo y no fue culpa suya.- respondió asintiendo con seriedad.- Y no tienes por qué agradecerme nada; yo creo que Collin merece esa oportunidad. Si aún puede mejorar, necesita tiempo. Aunque no estoy seguro de qué hará la capitana ahora que me he "ofrecido" a tenerle en mi equipo...- confesó algo preocupado.- Espero que no me haga responsable de él o algo así. No se me da bien hacer de líder y mentor, ¿sabes?

-Bueno... Puedo decirte que hace lo que puede por mejorar, pero siempre le ha costado mucho avanzar...-Hace una pausa-Entre tú y yo, creo que su problema es más de confianza en sí mismo que otra cosa.

- Lo entiendo. Muchas veces, lo que más cuesta es confiar en uno mismo.- miró a Aisha en silencio. Se notaba que se preocupaba por ese chico pese a no tener obligación de hacerlo.- Pero la confianza tiene que ganársela él mismo. Por mucho que le digamos que es útil, no va a creérselo hasta que se sienta útil. Supongo que una misión de verdad podría dejarle las cosas claras. ¿Crees que sería sensato llevarle en el equipo la próxima vez que formemos un equipo de tierra?- preguntó genuinamente interesado en su respuesta.

-Si quieres que te sea sincera...-Parece que Aisha calcule sus palabras con cuidado-Sí, pero creo que necesitaría de algo de supervisión, al menos hasta que coja algo de rodaje-Sientes que sus oalabras son un eufemismo tras otro, es cuando te das cuenta de lo transparente que es la mujer ante ti. No te había hecho falta mucho para descubrir su incapacidad para la deshonestidad. Al menos este tipo.-No voy a negar... Que sería algo complicado, no dejaría de ser trabajo de niñera, parcialmente. Pero estoy segura de que es eso mismo, experiencia, lo que necesita. Como dices, sentirse útil para ganar confianza

Termina de hablar, no te pasa desapercibido que ha dado muchos rodeos para responder a algo que en principio sólo admitía el sí y el no. Pero sientes la sinceridad de sus palabras. Cree que podría estar preparado en un futuro... Pero es consciente de que actualmente no lo está.

-Desgraciadamente a Collin se le acaba el tiempo. Si no supera el examen de la semana que viene... Su sueño de pertenecer a la alianza se romperá... Nunca me gustó ver los sueños de los jóvenes hacerse añicos.

Alexander asintió al escuchar las palabras de Aisha. Por lo que oía, tratar con Collin no iba a ser fácil: tenía que hacer un gran avance en muy poco tiempo y sin sentirse presionado. Lo que pedía era casi imposible, pero él no era quien para juzgarlo. Se sentía un poco mal porque ya se imaginaba al chico haciendo las maletas y yéndose de la nave. Si algo podía hacer por él, era intentar ayudarle. Podría llevarle a su próxima misión, siempre y cuando no fuera muy complicada. Además, la idea de hacer de niñera no le gustaba nada.

- Entiendo.- respondió pensativo. No podía fingir demasiado convencimiento.- Intentaremos que pueda seguir en la nave.- añadió con una sonrisa que pretendía infundir ánimos.- Seguro que Collin acaba sorprendiéndonos.

Dejó de mirar a Aisha. Lo que le había dicho no era mentira, pero tampoco una gran verdad. El mundo de la Alianza era así: o demuestras que vales, o te vas. Si eres un riesgo para los demás, no hay lugar para ti en la cadena militar. Siendo un biótico, Alexander había entendido eso al poco tiempo de iniciar su preparación, puesto que sus poderes tenían que estar medidos con exactitud para que no fueran un peligro para los aliados.

Recogió su bandeja y volvió a girarse hacia Aisha, esperando a ver si tenía que decirle algo más.

Aisha parece no tener nada más que añadir. Sigue comiendo y te dirige una sonrisa agradecida. Es tan evidente que se preocupa por el chico como si fuera su hijo que incluso aunque se esforzara en tratar de ocultarlo, no podría. No a ti.

Tu omniherramienta vibra, avisándote de que empieza tu tiempo libre. Recuerdas que sigue habiendo asignaciones en el panel, y que también había algunas instalaciones abiertas. Cuando el salón se despeja, puedes ver que Migby se ha quedado solo en una de las mesas, Collin se ha quedado con la Capitana y ambos hablan. Se nota la tensión entre los dos. También ves a Aitor en otra mesa, mirando a una esquina.

La opción de descansar siempre estaba allí también.  

Viendo el panorama, Alexander casi prefirió no acercarse a la capitana y a Collin. Sería mejor no cruzarse con ella durante una conversación importante, y menos aún para robarle al chico para hablar con él. Al ver que tenía tiempo libre, analizó mentalmente sus opciones y recordó que aún había asignaciones pendientes. No eran trabajos de tierra, pero algo tendría que hacer.

- Oye, Aisha.- dijo volviendo a mirarla.- He visto que ha estado desapareciendo comida del almacén. Van a reunir a un pequeño equipo para investigar el suceso, y voy a presentarme. ¿Quieres acompañarme?- le preguntó con una sonrisa.- Hay que cazar a los culpables.

-Vaya. No te hacía por investigador. Pero tienes razón Alexander. Hay que pillarles. Robar no está nada bien.-Asiente y se termina la comida rápidamente. Se levanta y lleva la bandeja al lugar destinado para ello-¿Vamos?

Alexander asintió y sonrió. No sabía si Aisha estaba usando un tono de broma o no, así que se quedó a medio camino de la risa. En cualquier caso, ya le gustaba dar la imagen de una persona seria y dispuesta a investigar lo que iba mal.

- Yo ya estoy listo. Vamos a ver qué necesitan que hagamos.

Caminar por los pasillos de la nave se supone que debe ser intuitivo. (Y hasta cierto punto lo es para alguien que ha estudiado la disposición crucero de la Alianza), sin embargo, llegar hasta puntos concretos de la nave que no estaban marcados en los mapas, como el almacén del economato, no era tan sencillo. Dais un par de vueltas hasta que Aisha se atreve a preguntar a uno de los veteranos, que os indica como puede hasta que llegáis a una puerta bastante escondida cerca del área de mantenimiento de vehículos. Encontrar aquel lugar había sido todo un esfuerzo, así que no os sorprendió no encontrar a nadie allí. Al intentar abrir la puerta, un hombre joven, de unos 32 años sale a saludaros con una sonrisa preocupada.

-¡Oh!-El hombre emite un sonido de sorpresa y luego cambia su expresión a una sonrisa torcida-¿Os habéis perdido? ¿Puedo ayudaros en algo?

Se queda mirándoos, como si esperara algo de vosotros además de la respuesta. O quizá... como si esperara una respuesta concreta.

Alexander observó a ese hombre con detenimiento. ¿Sería uno de los encargados del economato? Se quedó en silencio durante unos segundos antes de responder, tras lo cual sonrió e hizo un gesto de duda alzando ambas manos.

- Esa era la pregunta que íbamos a hacer nosotros.- miró a Aisha y pensó que quizá debería concretar un poco más con su respuesta, ya que había sonado algo ambigua.- Hemos visto que en el economato ha desaparecido comida y que necesitan ayuda para encontrar a posibles culpables. ¿Tú trabajas aquí?

-¡Ah, así que venís por el anuncio!-Al mirar a sus ojos ves que no parece realmente sorprendido, mantiene inmóvil su mirada sobre ti-¡Genial, ya pensaba que no iba a venir nadie! ¡Pasad, pasad!

Os deja paso y entráis en una sala no muy grande, llena de cajas de porpepano de metilo, un plástico ultraligero y ultra-resistente del que se hacían casi todos los embalajes de los cargamentos en una nave espacial. Uno de ellos está abierto, con la cerradura rota, no os cuesta deducir que aquel es el arcón del que han robado.

-Pues ya veis. El cajón de las barritas energéticas extra picantes de las montañas áridas del desierto.-Se encoge de hombros-La verdad es que no se venden mucho. ¡Son MUY picantes! Pero no por ello vamos a permitir que nos las roben ¿no?

Alexander no pudo evitar reírse por lo bajo.

- Ya es extraño que, de todo lo que hay aquí, decidieran robar eso.- comentó con una sonrisa burlona.- Tenemos entre manos el caso de un ladrón adicto a lo picante.- anunció con voz dramática. Se dio vergüenza a sí mismo y se rascó la nuca.- Perdón, me han aficionado a los vids. ¿Alguna idea de quién puede haber entrado?- preguntó al encargado.

-¡Pues de veras me gustaría saberlo!-Responde el hombre, mirando a la caja, no parece haberse visto afectado por tu disculpa, de hecho, parecía haberse animado con tu dramatismo algo exagerado.-Aunque no hay ningún tipo de control de acceso en la puerta. Le puse un iocandado que compré yo mismo en una tienda en la tierra. Esta sala antes no era un almacén ¿sabes? Así que no tiene ninguna medida de seguridad-Se encoge de hombros-De hecho antes tampoco teníamos economato. Eran tiempos difíciles...

Alexander empezaba a darse cuenta de que este trabajo sería más difícil de lo que parecía. O quizá iba a ser más aburrido de lo que esperaba.

- Entonces... ¿No tenemos pistas? ¿No podemos buscar huellas o algo así?- se encogió de hombros.- Porque la otra opción sería ir buscando en todos los barracones para encontrar el escondite del ladrón. O preguntar a cada miembro de la tripulación cuál es su sabor favorito.- siguió sonriendo con sorna.

Se acercó a la caja para examinar sus alrededores. Se sentía un poco como un investigador privado, aunque también se avergonzaba por ello. Sólo le faltaba tomar notas sobre el color de la caja para acabar de parecer idiota.

-Bueno... la cuestión es que la Capitana ya nos dijo que esta era una solución temporal...-Dice algo avergonzado-Nos dijo que esta habitación no podía usarse de almacén por mucho tiempo... y se ve que lo hemos alargado demasiado. Nos lo advirtió mil veces-Niega con la cabeza, algo apesadumbrado, aunque algo en la expresión de su cara no termina de encajar-Ha sido muy comprensiva al dejarme el día libre para conducir la investigación. Hemos tomado huellas, pero claro, hay muchísimas que no podemos identificar. Posiblemente aduaneros y personal de carga y descarga del último puerto espacial. Hay un par de Sets de Krogan. También están las mías, por supuesto y unas cuantas más. El problema es que no puedo exigirle a nadie sin sospechas fundamentadas que me deje tomarle las huellas para hacer una comparación. Y es ahí... donde entráis vosotros.-Sonríe con picardía, aunque de nuevo hay algo en su expresión que no te termina de convencer-Debéis conseguirme las huellas de los sospechosos. Tengo una lista de personas que han comprado alguna vez las barritas energéticas de ese sabor. Creo que son los más sospechosos hasta ahora, y por algún sitio hay que empezar ¿no?-Asiente-A mí todo el mundo me conoce y si me acerco al culpable sabrá que vamos detrás de él y no podré tomarle las huellas. Pero a vosotros... nadie sabe que vosotros me estáis ayudando.-Empiezas a ver por dónde va todo esto.

Eso cada vez parecía más el argumento de un vid de espías. Una sonrisa traviesa asomó en el rostro de Alexander.

- Espero que haya una forma discreta de conseguir las huellas, porque dudo que alguien acceda a someterse a pruebas tan sospechosas.- se cruzó de brazos, miró a Aisha y alzó ambas cejas en señal de complicidad.- ¿A quiénes tenemos que fichar?

Alexander recordó entonces que era un pésimo mentiroso, así que tendría que buscar medias verdades para que la gente no le viera venir a la legua. O simplemente hacerlo rápido...