Partida Rol por web

xena termina con el incendio y regresa a donde estan los demas guerreros, todo habia salido mejor de lo esperado y no habiamos tenido ninguna baja, ojala todas las batallas fueran asi.

le da la mano a los soldados mientras se despide de ellos -no se preocupen, pueden revisar si los muertos tienen dinero para reponer lo quemado, ahora todos estan a salvo... gabrielle vamonos- xena sube a su caballo y despues de despedirse de todos parten hacia la montaña... "tengo que conseguir una espada"

Llegaron con el poder de Ares al Monte Araris. Era un sitio alto entre montañas de nubes. Tenía un halo misterioso y poderoso que lo rodeaba. El dios les dejo en una de las puntas del sitio.

-Creo que deberíamos entrar por la gruta de la izquierda. Aunque hay muchas entradas pero esa es la menos custodiada. Sí adivinaron, niños, tenemos que entrar al Monte, a sus profundidades. Nada hay para nosotros en su superficie.

Ha sido un placer, espero que volvamos a vernos. Dijo a modo de despedida y acto seguido se dispuso a seguir a Xena para reunirse con Calisto y Hércules y acabar con esta pesadilla de una vez por todas.

-Eso parece..-digo, sopesando las palabras del dios-.. Es lo más sensato. Esperemos que el que esté poco custodiada no signifique que tenga otro tipo de protecciones..

Llegados a este punto yo ya no me fiaba ni de mi sombra.

-¿Entramos, Hércules?

-“Pues, parece que no hay otras opciones, acerquémonos para ver que tan custodiada esta la entrada y luego decidamos”-

Con cuidado nos acercamos a ver qué es lo que hay. Procuro que no se nos vea, entre la vegetación existente, y sin hacer apenas ruido al caminar.

Al asomarnos vemos..

Xena se sube a su caballo, dispuesta a despedirse del pueblo junto con Gabrielle cuando una luz rosada ilumina todo. Delante de ellas aparece la bellísima Afrodita, la Diosa del Amor.

-Habéis tenido éxito, guerreras. Me manda Artemisa para acortar la distancia entre vosotros y el Monte Araris. Ya han llegado allí Hércules y Calisto. Ares, el dios de la guerra, los está ayudando. De todos modos el enemigo es poderoso, y sería bueno que llegaras allí. Como diosa puedo transportaros.

La gente del pueblo, los guerreros que habían ayudado en la misión quedaron boquiabiertos ante la belleza de la Diosa pero ella solo tenía ojos para la misión.

-Decidme, ¿os llevo? Por supuesto iréis acompañadas de vuestros corceles, mi poder es suficiente para eso.

Ven dos entradas al monte, cavadas en la piedra. A la derecha hay una bastante grande, custodiada por dos Érgidos que tienen dos espadas, cada uno, en sus manos y la cara de siempre (de cero piedad, de muerte y destrucción). A la izquierda hay otra entrada. Es más angosta y deberían caminar uno tras otro para entrar, pues parece fabricada para el tamaño de un hombre.

-Blah, yo digo que vayamos por lo seguro y quememos a esos dos bastardos.

Dice Ares mientras afila su espada con una roca cercana.

xena se sorprende al ver a afrodita, generalmente es signo de problemas, es un alivo que hoy venga a hacernos un favor, a decir verdad no estoy acostumbrada a que lo haga, y menos a recibirlo, supongo que esta vez no me queda de otra, asiento con la cabeza mientras volteo a ver la reaccion de gabrielle

-Intentaré calcinarlos con mi fuego.. ¡Preparáos por si no resulta!-les dije, para que estuviesen alerta.

Era algo impredecible lo que podía pasar. Si la llama no fuese lo suficientemente abrasadora, en vez de una ayuda sería un problema, tal vez alertando de nuestra presencia. De todos modos convenía rematarlos rápido, así que mejor que estuviesen alerta.

Me acerqué lo que pude sin ser vista, y me concentré en una nueva llamarada que surgiese de mí. Notaba el cosquilleo en mi mano que precedía al fuego.. ojalá fuese suficiente..

Lamentablemente por mucho que detestase estar de acuerdo con mi medio hermano, este tenia razón y no había mejor forma que deshacernos de los guardias.
Calisto tuvo un buen plan, pero no había certezas de que funcionase, por lo que ajuste mis guanteletes y espere, quizás seria necesario lanzarme al combate para reducir a los guardias antes de quemarlos…

Ella no tiene ningun problema y asiente tras Xena. La batalla final está apunto de comenzar y Gabrielle coge aire para coger fuerzas.

Cuando Calisto está intentando pegar a dos Érgidos que se encuentran custodiando una entrada en el monte, un fulgor rosado aparece y, al lado de ella y Hércules, hacen acto de presencia Xena y Gabrielle, quienes han sido traídas de la mano de Afrodita.

-Oh, batallas... los dioses y sus guerras. No puedo ayudaros aquí solo dejo a vuestras compañeras guerreras con vosotros. He evitado que esos dos, -dice señalando a los dos Érgidos que custodian la entrada-hayan visto que vosotros llegasteis, pero ahora he de retirarme. ¡Suerte mis guerreros, y a ti también Ares!

Dicho eso la diosa desaparece dejando a los 4 compañeros juntos de nuevo y al dios de la guerra de su lado. Ahora es tiempo de la batalla final...

Xena ve a su alrededor despues de que aparece en donde sea que los llevara afrodita, esperaba no haber sido engañada. Por suerte no lo fue y encuentra a hercules y calisto ahi. Agracede a afrodita y corre hacia ellos, despues de darles la mano  y dar los saludos y explicaciones pertinentes pregunta -De que nos perdimos-

Tras saludar a Xena y alegrarme de ver que esta con Gabrielle y ambas están sanas y salvas le respondo a su pregunta:
-“De nada por ahora, estábamos a punto de atacar a los guardias, eso y que de momento contamos con la “ayuda” de Ares…”-

-Me alegra veros aquí -las saludé susurrando, contenta de contar con más ayuda aún para atacar -. Preparáos por lo que pueda pasar.

Seguíamos sin saber qué o a quién nos encontraríamos, pero estando juntos, quienes debían tener miedo eran ellos, y no nosotros.

Bien... ¿cuál es el plan? Pregunta Gabrielle con sigilo, observando todo a su alrededor. Por su bien y por el de los habitantes del pueblo, más les valía no cometer ningun error.

Repasando lo acontecido Xena y Gabrielle se enteran de que los chicos piensan que es mejor atacar la entrada grande, la custodiada por dos Érgidos. Siendo cinco ahora, contando a Ares, dos de esos guerreros no deberían suponer un problema demasiado grande. 

De todas formas lo mejor es ser precavido. Allí dentro, en ese monte, está el Casco así que no cabe duda de que no será fácil en todo momento.

También podría ser que sea más conveniente entrar por la otra gruta, la pequeña, la que no está custodiada... aunque ello quizás tenga que ver con una trampa...

Aunque me alegra tenerlas allí, no viene mal vigilar un poco antes de atacar, así que me acerco un poco más y continúo oteando lo que tengo de frente..