Partida Rol por web

 "el rifle este es algo pesado, y parece descompensado, uno esperaria mejor equipo en las instalaciones de un dios" avanzo por el campo atento, aunque me distrae un poco el rifle que me ha tocado

Max no tarda mucho en ingeniar su plan. Deja que el anciano se pasee un poco por el campo, mientras ella le observa desde las alturas. Finalmente, Burns llega hasta la posición que ella desea, y de un salto, se planta detrás de él, sigilosamente, como un gato, y le toca un hombro un par de veces seguidas. Esperaba que no le diese un infarto.

 "mm, ¿algo en mi hombro?" me giro a ver si me ha caido una hoja o algo y pego un salto al encontrarme a Max a mi espalda

-¿que haces tu ahi?-

Miro a mi alrededor como si esperase que apareciera otra de algún lado "igual son gemelas" pero parece que no es el caso

-¿como...? vaya, no ha estado mal- tras la sorpresa inicial me rehago, evidentemente debe tener alguna habilidad especial

-sigilosa.. no, nada mal, muy útil para una guardaespaldas, aunque aun esta por ver si podrías derribar sin armas a un atacante. Y no pienso pelearme yo contigo. mm, bien, si cuando acaben estas citas sigues interesada en el puesto ven a verme a mi central, pero entonces tendré que ver que tal luchas contra un experto en artes marciales-

Miro el rifle de pintura en mis manos que no he llegado a disparar ni una vez

-bueno, volvamos al hotel, supongo que ya estaras contenta con tus nuevas opciones laborales-

Max sonríe satisfecha.

Por supuesto. Contentísima. Y no dude en que lo haré. Dice seriamente aunque luego sonríe.

No tarda en deshacerse del equipo y esperar a Burns. Y por último vuelven al hotel.

¿Le parece si vamos a tomar algo? Estoy muerta de sed y tengo un poco de hambre también. Sonríe abiertamente como un niño pequeño que pide la merienda.

-si, es buena hora para comer, y así me cuentas algo mas de ti, te mueves de una forma increíble así que no creo que seas repartidora de un supermercado precisamente-

El salón comedor del hotel se encuentra por debajo del nivel del mar, lo que le da unas vistas bastante particulares

Somos los únicos comensales y en cuanto nos sentamos se acerca un camarero a tomarnos nota

-pide todo lo que quieras-

¿En serio? Pregunta con los ojos abiertos. ¡Gracias! Dice sin esperar respuesta, y pide bastantes cosas del menú.

Luego, una vez ha pedido nota a ambos sigue la conversación.

Pues no... cómo ya te he dicho, trabajo repartiendo paquetes. Correo. No es un trabajo muy apreciado, pero tengo a buena gente ahí. Pero no por encontrar otro trabajo voy a dejar de verles... Dice, para que no se pensase que se había arrepentido de la oferta.

¿Y usted? Parece el tipo de hombre algo solitario... ¿está satisfecho con su trabajo? Pregunta, apoyando la cabeza en un brazo.

-si, yo estoy muy satisfecho con mi trabajo, puede parecer que soy algo solitario a causa de el. mmm, bueno es que es cierto, mi nivel económico me pone en un nivel distinto al de la mayoría de la gente, hay pocos billonarios-

Mientras hablo miro la expresión de Max, igual es otra activista por los derechos de los trabajadores, es increíble como abundan últimamente

Cuando se acerca el camarero cargando nuestro pedido "esta chica ha pedido muchísima comida, me pregunto si se la comerá" me fijo en que parece un individuo bastante fuerte

-se me ocurre una cosa, la verdad que estoy intrigado sobre tus capacidades para contratarte, ¿que te parece hacer un pulso contra este camarero? parece bastante fuerte, y seguro que pesa mas que tu. ¿que me dices?-

El camarero me mira con sorpresa un momento pero Eros les ordeno que nos sirvieran en todo lo necesario, ¿no?. Ahora parece esperar la respuesta de Max

Max esboza una pequeña sonrisa al oírle hablar de su trabajo. Parecía un jefe algo... estricto. Pero el suyo de ahora no es mucho mejor, con el maldito "¡Beep!¡Beep!¡Beep!" en la boca todo el día.

Ante la propuesta alza las cejas, sorprendida. Mira al camarero y sonríe.

Si él no tiene miedo de que le rompa su bracito... adelante. Dice con una malvada sonrisa.

El camarero, picado, apoya el codo en la mesa, serio y concentrado. Max hace lo mismo, pero sonriendo. Max mira a Burns para que dé la señal de comienzo y cuando lo hace, ambos brazos parecen igualados, aunque la cara de los adversarios no. El camarero parecía estar poniendo todo su empeño, en cambio Max sonreía. De repente, Max parece cansarse y de un golpe lleva el brazo de su adversario a la mesa.

Vaya.. los cereales de esta mañana daban energía de verdad... Dice disimulando y encogiendose de hombros. Otra vez será... Le dice al camarero que se aleja ofendido.

-bien bien, asi que rapida y silenciosa eres fuerte. Si parece que puedas ser una buena guardaespaldas. Venga, siéntante y cenemos-

Cuando Max vuelve a la mesa lleno nuestras copas de vino y levanto la mía proponiéndole un brindis -brindemos por todos estos reglaso que nos ofrece Eros, todo lo que queramos y de la máxima calidad-

Bebo mi copa y ya me dedico a mi comida, aunque miro de vez en cuando a Max, sigo curioso por si sera capaz de comer todo lo que ha pedido

Max levanta la copa y asiente totalmente a su brindis.

Por Eros. Dice sin dudarlo. Comer todo lo que quisiese...¡y gratis! ¿Qué más podía pedir?

Empieza a comer su comida, y a pesar de que pasa el tiempo no parece cansada ni llena de comer.

¿Sabe? A pesar de la diferencia de edad y otras diferencias evidentes entre nosotros... no parece usted mala persona... Dice metiendose trozos pequeños de comida en la boca.

Ya hace un rato que me he quedado harto y simplemente espero contemplando como come Max, tiene buen apetito

-vaya gracias, tu también me caes bien, pero no te atragantes-

bebo un poco mas de vino y picoteo los postres esperando que Max se quede contenta

Max sonríe, pero no se atraganta. En poco tiempo, se termina todo lo que ha pedido y pide un postre solo.

No soy mucho de dulces. Aún así, le traen una copa de helado enorme, que se come con gusto y una vez termina se toca la barriga invisible. Buaaa... ¡estoy llenísima! ¿Seguro que no se ha quedado con hambre? Pregunta mirando lo poco que ha comido.

-no, no, yo como poco. Estoy bien gracias- aparto un poco los platos en la mesa

-bueno, ya hemos comido y ya hemos hablado bastante sobre lo de ofrecerte un trabajo, ¿hay algo que te apetezca hacer ahora?, un paseo, ir a la piscina, algún deporte o juego... aquí hay de todo así que siéntete libre de pedir lo que te apetezca-

Max ríe.

Por como lo dice parece que todo esto sea suyo... Dice riendo divertida.

Pues no sé, a mi siempre me gusta el movimiento, pero me da la sensación de que en eso no coincidimos. ¿Le parece dar un paseo? Propone sonriendo.

-tengo el usufructo de todo esto, así que es como si ahora fuera mio- hago un vago gesto hacia todo a nuestro alrededor sonriendo -yo soy un hombre ambicioso, tengo lo que deseo y deseo muchas cosas. Ahora deseo este sitio donde estamos, lo perdere cuando acaben estas citas, pero de momento es mio. La posesión es una actitud, recuerdalo y tal vez te sorprenda que tu situación mejore-

Acabada la lección sobre la vida me levanto -no asumas tantas cosas porque sea algo mayor. Pero bueno, vamos a dar ese paseo y así hablamos- le digo ofreciéndole mi brazo para salir

Max empieza a caminar.

¿Usted siempre fue rico? A ella le gustaba saber cómo las cosas habían empezado. Le parecía más interesante que los finales. Ella le había expuesto sus habilidades, y ahora sentía curiosidad por saber qué fue lo que le llevó a ser millonario.

 -mm, pues si. Mi abuelo ya era rico, me llevo a su lado siendo muy niño para enseñarme el negocio, así que siempre he sido rico y nunca me ha faltado de nada- luego la miro y añado -pero no te creas por eso que soy un inutil que vive de la herencia, esos tipos suelen perder pronto su dinero. Yo he retenido y aumentado mucho la fortuna de mi abuelo-

Miro al frente pensativo mientras caminamos -he pasado toda mi vida trabajando, mucho. Pero dejemos ya de hablar de trabajo, ¿tu practicas algún deporte?¿tienes alguna afición?-

Max le escucha atenta y finalmente medita.

Mmm... bueno, reparto los paquetes en bicicleta por toda la ciudad... así que supongo que eso sirve.. y como afición, pues... pasear en moto. Dice finalmente con una sonrisa.

¿Puedo adivinar su afición? ¿Trabajar, quizá? Dice a modo de broma, no era para meterse con él