Partida Rol por web

-¿No? ¿Tienes algún poder o habilidad? - maga como soy, todo lo exótico despierta mi curiosidad, así que no puedo dejar de preguntarlo.

Ya más tranquila, me tumbo entre las flores, a su lado.

 - Bueno, ahora que ayudo a resolver crímenes con sólo utilizar mi mente... Podríamos decir que soy como... Sherlock Holmes. Bueno, eso, que tengo un gran poder de deducción... Pero tú si tienes poderes más interesates, ¿no?

Le miro y me giro hacia ella, comenzando a acariciarle con un sólo dedo por todo su cuerpo.

-En realidad mi magia es un poco...rara. No puedo hacer nada espectacular, sólo puedo invocar espíritus estelares, y hacer que luchen por mí.

Le enseño el manojo de llaves que llevo en la cintura.

-¿Ves? Con las llaves, puedo llamarlos.Y...¿dices que eres como Holmes?¿Y ese quién  es?

No me suena para nada...

 - Jo! ¿Y eso te parece poco? Espíritus que luchan por ti... - me quedo pensando el lo de que no conoce al Sherlock Holmes - ¿De verdad no lo conoces? Bueno, pues es un personaje de unos libros, detective, que utiliza el ingenio y la astucia para resolver crímenes... algo parecido a mi, jeje. Pero bueno, no es Sherlock el que me interesa...

-¿Entonces resuelves crímenes? Guau - exclamo asombrada - ¿Y cómo sabes lo que hay que hacer, es algo innato en tí?

Al escuchar el último comentario, sin entenderlo, le añado*

-¿Y quién te interesa, un criminal que estás buscando?

 - No, mira, es que... bueno, déjalo. - Le miro casi incrédulo y digo: - No me interesa ahora mismo ningún asesino... sino tú!

Entonces me tumbo encima suya y comienzo a besarle.

-¡Uh! - no me da tiempo a hacer nada. Y de todas formas, creo que tampoco tendría ganar de hacerlo, así que dejo que me bese. Llegado un punto, inconscientemente le paso los brazos por el cuello y empiezo a besarlo yo, aunque algo torpemente.

 Siento como rodea mi cuello, y entonces comienzo a pasear mis manos por su vientre, para agarrarle la camiseta y quitársela. Entonces vuelvo a acariciarle por el torso, los pechos, el cuello y el vientre.

Yo, en cambio, paso de rodearle el cuello para, con la mano izquierda, acariciarle el pelo, y con la derecha la espalda.

Mi respiración aumenta, de lo agitada que estoy, mientras sigue besándome.

 Me entran escalofríos al recorrer mi espalda con sus dedos, pero son escalofríos de placer. Entonces decido bajar un poco más las mano y desabrochar los botones de su pantalón, pero dejando que sea ella quién se lo quite. Es entonces cuando me despojo de mi camisa, y continúo besándola por todo el cuerpo.

Al ver que quiere que me quite los pantalones, le pongo una mano en el pecho y me separo de él.

-Espera, yo...yo no sé nada sobre esto. Nunca he estado con nadie, ya sabes, y...

Avegonzada, bajo la cabeza, de nuevo colorada, esta vez de verüenza.

 Al ver su reacción le digo, cariñoso:

- Tranquila, Lucy, siempre hay una primera vez. Tu relájate, ya verás como todo sale bien.

-¿Tú...crees?

Lo miro de reojo, dudosa.

 - Estoy seguro. Ven, acercate y no tengas miedo, que no voy a comerte

<<Al menos no en sentido literal>>

-Mmm...te creeré, pero nada de romper la ropa, que es muy cara, ¿eh?

Divertida por la broma, intento obviar mi vergüenza, y me vuelvo a acercar a Patrick, para besarlo.

 Cuando se acerca y me besa, ambos sin camiseta, y ella con la (recién descubierta, xD) minifalda desabrochada, comienzo a quitarsela, a la vez que le digo:

- ¿Ves? No pasa nada...

Termino por quitarme la minifalda yo, y la dejo con cuidado a un lado, sin que se manche ni nada.

Ya en ropa interior, sigo besándolo, lo que me parece mejor idea que seguir mirando al suelo avergonzada.

Para no ser menos, le desabrocho el pantalón para que se lo quite.

-Si yo me muero de vergüenza, tú también - le digo con una sonrisa pícara.

 - Bueno, si tu quieres...

Entonces termino por quitarme los pantalones, y sin parar nuestros besos, comienzo a palpar su espalda para desarochar el sujetador, mostrando así sus pechos.

Muevo los hombros para que pueda quitarme el sujetador, y ahora empiezo a besarle el cuello, mientras con mis manos acaricio su espalda, apretándome contra él para llegar hasta el cuello (es lo que tiene ser bajita).